EN
EL FUEGO DEL AMOR
URIEL
“Vengo a Asistir a Vuestra Resurrección”
Junio
de 2015
Soy Uriel, ángel de la Presencia y
Arcángel del Retorno. Bendigo a vuestras Presencias y a vuestra escucha en este
presente eterno.
Silencio …
Cuando todo se cumple, en vosotros y
en este mundo, no vengo para acompañarles a pasar una u otra puerta sino más
bien para asistirles, acompañado del Espíritu del Sol y del Coro de los
Ángeles, a vuestra Resurrección, a vuestro nuevo nacimiento. Vengo para honrar
vuestra Presencia en las esferas de la Eternidad y estoy allí, igual que estáis
allí.
Nos encontramos los unos y los
otros, en el corazón del corazón y en la Presencia infinita de la Gracia que os
eleva hacía el Coro de los Ángeles y os anima, por la gracia del Espíritu del
Sol y os invita a la libertad de vida, a la libertad total, la que no conoce ni
principio ni fin, ni límite alguno, allí donde la alegría no tiene contrario,
allí donde la Vida es celebrada en una comunión perpetua, allí donde las llamas
de vida van y vienen en la libertad de las dimensiones, de la Fuente y del
Absoluto.
Vosotros que habéis nacido de nuevo,
de verdad os lo digo, él viene para celebrar, como yo lo hago, vuestra Resurrección.
Silencio …
Soy Uriel y acompaño, precediendo a
la que me sigue y que viene a hablaros de vuestra libertad en su filiación.
Vengo para decorar el Templo de
vuestro Reencuentro,
Vengo para asistir a la eclosión de
este Amor que ya no se piensa porque sencillamente Es.
Y vengo para bendecir y para
celebrar vuestra Presencia y vuestra Vida,
Y vengo para atizar el Fuego de la
Verdad,
Y vengo para alimentar la llama de
esta Presencia,
Y vengo para celebrar la Libertad Eterna.
Y como Ángel de la Presencia, vengo a
atestiguar nuestra realidad Común y Una.
Silencio …
Allí donde está tu Morada, estoy.
Por mi Presencia y mi resonancia te será más fácil llevarte hasta ti mismo,
soltando lo que todavía debe ser soltado para recobrar tu ligereza y tu
libertad, con el fin de que ninguna mirada hacia atrás pueda alterar la llama
de Vida de tu Presencia. Vengo a ser testigo de tu Presencia en el Libro de la
Vida.
Así ambos honramos lo Único,
honramos la Vida, honramos cada Presencia dondequiera que sea porque será
siempre la expresión de la Vida, sea cual sea el rechazo de esta Verdad y de la
ley Uno del Amor que abreva sin condición y sin restricción todo lo que está al
alcance de tu conciencia.
Silencio …
Con el fin de que tú también que
fuiste tan pesado en este mundo vuelvas a descubrir la ligereza del ángel que
eres, con el fin de que nunca desaparezca la sonrisa de tu corazón. Esto es
tuyo, esto es la Verdad y te lo digo, tú que estás aquí, tú que estas
escuchando, tú que estás leyendo, tú que estás viviendo, únete al Coro de los
Ángeles, a la coral de la Vida, al canto de la celebración, al verbo del Amor.
Todo esto, en este instante, está aquí.
Entonces regocíjate y regocijémonos
en el Fuego del Amor ardiente que viene hacía ti, desvelándote al completo,
para que te veas tal y como eres. Estoy aquí y estaré aquí, no lo olvides. Te
sostendré como me sostuviste en tu anclaje de la Luz, tú Semilla de Estrella,
tú hijo del Uno.
Regocíjate porque a partir de este
momento no podrás tener menos ni ser menos. Sobre todo, no me creas, averígualo
y vívelo. Así es la Vida, así es la Verdad y así es la Vía que no tiene camino.
Recuerda no sólo la Promesa pero también
esta llama. Y si no está hecho ya, ábrete desde ahora de tu Eternidad y
descubre la Belleza sin artimaña ni máscara del Amor revelado, del Amor
constatado en este mundo, de un Amor en el que no puede existir ninguna brecha,
ningún fallo y ninguna falta. Averígualo por ti mismo y elige entre el Amor y
todo lo demás, porque el Amor se basta a sí mismo mientras que todo lo demás no
puede ser completo sin el Amor.
Debes de ver, debes de sentir, debes
de experimentar la Verdad que está aquí, debes de vivir este Fuego, debes de
vivir la bondad. Debes de vivir la Autonomía, la Transparencia y la Humildad,
aquí mismo, cualesquiera que todavía sean tus contingencias. Todas son sólo
creencias y pamplinas que pertenecen al efímero.
Tú que perforaste tu crisálida y que
despliegas tus alas, despega, no huyas de nada, permanece estable en la Verdad
de tu llama. Escucha …
Silencio …
De Presencia a Presencia no hay
necesidad de palabras porque todo es Evidencia. Entonces seamos presentes el uno
en el otro, estén presentes los unos a los otros. Quiéranse los unos a los
otros como nosotros os queremos. Escuchemos …
Silencio …
Soy Uriel, ángel de la Presencia y
arcángel del Retorno, y te quiero en la Libertad del Amor, en la Libertad de la
Verdad, aquí estoy.
Así, honro vuestra Presencia Una y
en el Amor os saludo.
Hasta pronto.