Yo soy SRI AUROBINDO. Hermanos y
Hermanas en Humanidad, que nuestra Presencia y nuestro Encuentro de este día se
coloquen bajo los auspicios del Amor, de la Luz y de la Paz. Invitaré, en primer
lugar, a acordarse de lo que he podido expresar, hace algunos años,
concerniente el Choque de la Humanidad (ndr: su intervención del 17 de octubre
2010). Y voy a invitarlos, luego, con respecto a lo que yo había expresado, por
mis palabras y por la Presencia Una, de nuestro Encuentro, a sumergirse, más
profundamente, en lo que nosotros Somos, todos, más allá de toda apariencia, de
toda historia e incluso, de todo escenario.
Les ruego de querer bien considerar
este Choque de la Humanidad, ante todo, como un acontecimiento individual antes
de ser colectivo. Acontecimiento individual desarrollándose, para algunos de
ustedes, desde ya un cierto tiempo y, para otros, entre ustedes, rozando,
solamente, la Conciencia. Es necesario, de algún modo, girar vuestra mirada
hacia el Sí y hacia el centro del Centro, con el fin de volver a colocar las
diferentes etapas de este Choque de la Humanidad en una perspectiva Interior
personal, resultando, directamente, de un conjunto de circunstancias que se han
producido en el sistema solar (sobre las cuales no volveré) y habiéndose
producido, de manera concomitante, al Interior del Ser que ustedes Son, en la
totalidad de posibilidades de percepciones de vuestra Conciencia, de vuestro
cuerpo.
El Choque de la Humanidad, a título
individual, se desarrolla, en ustedes, como una forma de interrogación, de una
diferencia de punto de vista, función, justamente de vuestro estado, más o
menos alejado del Sí o, incluso, del centro del Centro. La interrogación, la
duda, la negación, la cólera, la negociación y la aceptación no son más que la
consecuencia de una actividad de lo que es nombrado el mental, permitiendo, a
través de diferentes mecanismos de percepción, encontrar (o no encontrar), en
lo que ustedes Son, una especie de concordancia entre lo que ustedes Son,
fundamentalmente, o una distancia entre lo que ustedes Son, fundamentalmente, y
el conjunto de manifestaciones sensibles de la vida sobre este mundo. Esto ha
sido nombrado (otras veces, por otros Ancianos y otras Estrellas) el mecanismo
de la superposición y de la yuxtaposición (ndr: ver las intervenciones de
HERMANO K del 16 octubre 2012, de MA ANANDA MOYI del 17 octubre 2012 y de UN
AMIGO del 10 noviembre 2012).
Yo no volveré, desde luego, sobre el
conjunto de modificaciones que les han sido enumeradas, concernientes el
conjunto de vuestros mecanismos de vida (sea a nivel fisiológico, a nivel de la
Conciencia) o, incluso, de la interacción que puede producirse entre los
mecanismos íntimos y los mecanismos temporales o históricos de la Tierra. El
punto de vista, expresado como emplazamiento de la conciencia o de la
a-conciencia, los sitúa, por el instante, todavía, o en lo antiguo, o en el
presente, o en el futuro. Toda colocación de vuestra conciencia dentro de una
interrogación deriva, justamente, de un punto de vista que no es el del
Instante Presente sino del tiempo siguiente, es decir que concierne escenarios,
historias, todavía no actualizados dentro de la conciencia. Hemos sido muchos
en intervenir entre ustedes con el fin de decirles, de diferentes modos, que el
conjunto de lo que debía ser cumplido, lo ha sido, sobre los Planos más sutiles
como sobre el Plano, yo diría, más cercano de vuestra Dimensión de vida en
encarnación.
El mecanismo de ajuste, de
sincronización (resultante de la superposición y de la yuxtaposición), debe
llevarlos, a un ritmo que les es propio (pero, sin embargo, extremadamente
rápido), a posicionarlos, de manera definitiva, en una u otra de las
posibilidades de vuestra conciencia, de vuestro Ser como de vuestro no Ser.
Cuando la superposición (o yuxtaposición) es realizada, a título individual, no
puede existir más, en ustedes, el menor sentido de una interrogación
concerniente tanto lo que ustedes Son, como la historia, hablando con
propiedad, por venir, de este mundo. Lo antiguo y lo nuevo (lo antiguo que
desaparece, lo nuevo que se aparece o aparecerá, según vuestro punto de vista)
son llevados, de algún modo, a Fusionarse. Este principio de Fusión (ilustrado,
hasta el presente, desde hace numerosos meses, por los diferentes mecanismos de
aprensión, de comprensión y de vivencia de vuestra propia conciencia) ha dejado
lugar a mecanismos (que, ellos también, les han sido ampliamente explicitados)
concernientes la capacidad para Comulgar, para Fusionar o para Disolverse con
un Doble, con un Hermano o una Hermana, del lado donde ustedes están o del
conjunto de manifestaciones que, hasta el presente, no les eran visibles.
El acercamiento de la Luz (como yo
lo describí, durante mi vida, concerniente el Supramental) ha realizado, en
ustedes, las condiciones óptimas, para ustedes, de este cara a cara. Este cara
a cara va a ver desarrollarse, en ustedes, un cierto número de mecanismos, un
cierto número de historias personales precisas, durante esta fase que, les
recuerdo, se inaugura en este día. Existe, como lo han constatado, debido a las
modificaciones sobrevinientes estos últimos tiempos (de manera bastante amplia,
yo diría, desde algunas semanas o desde algunos años), en ustedes, el
sentimiento, a veces profundo, de existir sobre dos modos de funcionamiento,
sobre dos modos de realidad y sobre dos modos que pueden parecerles, a veces,
antinómicos, incluso opuestos, incluso contradictorios. Lo que es percibido,
por vuestra conciencia, en ese momento, es (y será), siempre, el reflejo de
vuestra propia actividad nombrada mental: capacidad de reflexión, capacidad de
comparación, capacidad de discernimiento, de discriminación, de juicio, de
constatación o de elección. Toda constatación, toda elección, toda discriminación
y toda intuición, en definitiva, solo pueden resultar, durante este período (y
de una manera general, en toda actividad humana), de la actividad precisa de
este órgano (de este cuerpo) que es nombrado “mental”.
De vuestra capacidad para
sumergirse, en lo sucesivo (durante períodos temporales cada vez más amplios,
durante espacios cada vez más profundos), en ustedes mismos (sea eso en el Sí o
en el Absoluto), deriva la Tranquilidad de la que también les hemos hablado. El
que está Tranquilo, es el que puede, efectivamente, continuar llevando lo que
la Luz le deja llevar o le impone llevar. Y la capacidad para aceptar, en ese
mecanismo de Abandono del Sí o de Abandono a la Luz, dejar la Luz tomar sitio,
dejar (como eso ha sido nombrado) la Inteligencia de la Luz actualizarse en
ustedes y realizar la naturaleza profunda del Ser como del no Ser que nosotros
somos todos. Amor o miedo. Amor o cólera. Amor o negociación. Amor o elección
deliberada de proseguir, por vuestra propia Libertad, lo que ustedes desean
vivir. La problemática que puede, sin embargo, manifestarse, corresponderá,
necesariamente, llegado el momento, a la adecuación entre vuestro
posicionamiento y el posicionamiento de la Tierra o a una dificultad a poner en
adecuación el movimiento de la Tierra como el movimiento de lo que ustedes Son.
De ahí deriva la Tranquilidad o la actividad del mental, concerniente el
devenir, concerniente una evolución o concerniente, todavía, una
transformación. Mientras les parezca depender de cualquier circunstancia
exterior para sacar adelante vuestra vida, aquí como en otro lugar, ustedes no
están todavía suficientemente en la Tranquilidad. La Tranquilidad no deriva de
una elección de actitud, ni incluso de un posicionamiento resultante de una
elección pero sí, real, concreta y físicamente, en dejar obrar, en ustedes, los
mecanismos de la Fusión, los mecanismos de la Fusión de los Éteres como de la
Fusión que puede sobrevenir dentro de la conciencia (entre todas conciencias) pero,
también, en dejar establecerse lo que no puede ser descrito en palabras.
El período actual, va, así pues,
verlos inscribirse o en vuestra Eternidad, o en lo efímero. La Eternidad tomará
cada vez más lugar, espacio y tiempo donde lo efímero se manifestará, a lo
opuesto, de manera cada vez más ruidosa, y mezclando elementos de naturaleza
emocional y mental. La capacidad para vivir lo que está para vivir, a nivel
colectivo, solo depende de vuestra capacidad Interior para establecer la
Tranquilidad o no. Desde los elementos donde yo les he hablado (por mi lugar
dentro de la Asamblea de los Ancianos) de la Liberación del Sol, de la Fusión
de los Éteres y de la Liberación de la Tierra, ustedes han podido constatar (o
no), en ustedes, la capacidad para dejar vivir este cuerpo, como vuestra
conciencia, en el flujo de la Luz Vibral, como en el flujo de la Onda de Vida
(ndr: ver sus intervenciones del 2 noviembre 2010, del 21 noviembre 2010, 13
abril 2011, del 28 octubre 2011). Esto ha tenido por resultante, para algunos
de ustedes y hasta el presente, o de establecerse más allá de todo estado, en
el Absoluto, o de poner de relieve las posibilidades de discriminación (las
posibilidades de discriminar las elecciones como las percepciones, incluso, de
este cuerpo y de vuestra conciencia) concernientes la adecuación entre vuestro
Ser Interior y vuestro ser exterior. Dicho de otra manera, como eso fue el caso
por NIEVE, eso concierne, en ustedes, la acción de los Elementos y la
posibilidad de hacer resonar la acción de los Elementos, en ustedes, de acuerdo
con los Elementos de la Tierra. Los remito, para eso, a las tres últimas
Intervenciones de la Estrella NIEVE (ndr: ver sus intervenciones del 18
octubre, 1ero. noviembre y 17 noviembre 2012).
Hoy, y más allá de lo que había
podido decir nuestro Comendador (ndr: O.M.AIVANHOV), hace numerosos años,
concerniente al conjunto de la humanidad, la apariencia de una humanidad
tomando rutas diferentes es totalmente real. De la misma manera que en
encarnación ustedes tienen la elección, como ustedes lo creen, de seguir tal o
cual precepto, tal o cual religión, tal o cual enseñanza (ndr: ver las
intervenciones de O.M.AIVANHOV del 21 octubre 2010, del 29 noviembre 2010 y del
4 diciembre 2010). El conjunto de nuestras intervenciones, durante estos años,
ha apuntado a hacerles vivir, por ustedes mismos, los aspectos Vibratorios de
la conciencia, diferentes aspectos del Sí, diferentes Samadhis, como la
eventualidad de establecerse Absoluto. Eso ha derivado, como eso ha sido
especificado por UN AMIGO, como la adecuación y la correspondencia entre la
conciencia y la Vibración (ndr: ver su intervención del 24 noviembre 2012).
Muchos de ustedes han vivido un cierto número de experiencias, un cierto número
de mecanismos, apuntando a recrear las condiciones naturales de la
multi-dimensionalidad de la conciencia. Los mecanismos, vividos actualmente
(llamados, a su turno, a aumentar por diez veces, en este día), concernientes
tanto la actividad elemental, en ustedes, como la acción de lo que ustedes Son,
dentro de este mundo, van a tomar un relieve, una agudeza y una intensidad
particular.
Recuerden que lo más importante se
desarrollará, siempre, en ustedes. Que la interacción, sobre este mundo, en el
sentido histórico como social, solo tiene poco interés, para el Sí como para el
que es Absoluto. Realizar esto es una etapa mayor en el plano de la Liberación
de la conciencia que, les recuerdo, está ya actualizada sobre los Planos
sutiles más cercanos de vuestra Dimensión, para muchos de ustedes. Lo que se
realiza, en esos mecanismos de Fusión de las diferentes Dimensiones del Ser
como del no Ser, les permite (sin la intervención de lo que es nombrado
“mental” o incluso “emocional”) no llegar a alterar la calidad de la percepción
y también no transgredir lo que desea expresar vuestra conciencia, en estos
tiempos. El Encuentro, entre lo que es nombrado vuestra personalidad y la Luz
se vuelve una superposición que va, necesariamente, a llamarlos a posicionarse,
en un momento dado, de manera definitiva, final y terminal, en un estado, o en
otro, de la conciencia. El mecanismo individual del Choque de la Humanidad
corresponde, quizá, a las etapas que les han sido dadas a vivir, de manera
individual, frente a ustedes mismos o frente a vuestras propias circunstancias
de vida. El Amor no es, nunca, una interrogación. La Luz no será, nunca, una
elección. Los dos son una evidencia: una evidencia enmascarada, simplemente,
por, justamente, lo que es nombrado el “mental” y “las emociones”.
Como ustedes lo saben, innumerables
enseñanzas, por este planeta, les han hablado siempre del mental y de las
emociones. Incluso si los medios de llegar a ellos discrepan, de manera
importante (de un continente a otro o de una cultura a otra), la finalidad de
toda búsqueda es establecerse en un sentimiento donde no puede existir más
cualquier utilidad, cualquier sentido y cualquier interrogación concerniente
una búsqueda, cualquiera sea. Es diferente, como lo saben (y, quizá, como lo
viven), proyectar el Amor y es profundamente diferente dejar el Amor Ser. En el
primer caso, intervendrá, siempre, la leyenda personal, la historia personal,
la referencia a un pasado o la referencia a un porvenir o a un devenir.
El que está establecido en la
rectitud y, si ustedes prefieren, en la superposición y la yuxtaposición
completa de lo efímero y de la Eternidad, no puede dejar más el menor lugar
para la expresión de lo efímero en las cualidades nombradas: personalidad,
persona, identidad a un mental y a las emociones. De la facilidad para deslizarse
o para pasar del lado de la Eternidad o de lo efímero deriva, muy exactamente,
lo que ustedes observan en ustedes mismos: las últimas resistencias a la Luz, a
veces derivando de miedos justificados e inscritos, incluso, en el
funcionamiento de la costumbre (que esta costumbre tome su fuente en la
herencia, en el ADN, en los cromosomas o en la experiencia personal o colectiva
de este mundo).
Hoy, van a ver cada vez más claro,
no por el ojo (o los ojos), no por el Ojo Etérico sino, más bien, más allá
incluso de la respuesta del Corazón, por la posibilidad de manifestar la Paz,
la Tranquilidad y, en contrapartida, completamente válido, lo que yo nombraría
la capacidad a no interrogarse y a quedar en Paz. Desde luego, el que se
colocará en lo efímero tendrá siempre razón de criticar ese dejar hacer como
una no intervención de la personalidad que va a evitar, a la personalidad
misma, de inscribirse en una tratativa de búsqueda, de espiritualidad, de
evolución o de transformación. El conjunto de elementos (Vibratorios y orales)
que nosotros les hemos dado les han permitido constatar, por ustedes mismos,
que existían estados múltiples del Ser que les son dados a experimentar, de
manera importante, más o menos vasta y más o menos con una agudeza intensa. La ausencia
de oscilaciones, o la presencia de oscilaciones, dentro incluso de vuestro
humor, de vuestro comportamiento, de vuestra fisiología o, incluso, mismo, de
vuestras relaciones sociales, afectivas y el conjunto de lo que constituye
vuestra vida, está impregnado, de algún modo, por esta capacidad (presente o
no) de quedar Tranquilo. Es decir para quedar, no solamente el espectador, no
solamente el observador, sino, bien, el que ha encontrado, de alguna manera, el
centro del Centro. Que eso corresponda al Sí, como la posibilidad de
establecerse, más allá de todo estado, en Absoluto, o, incluso, de girar
alrededor de ese Centro, en Infinita o Última Presencia. Sea lo que fuere, lo
que se desarrolle, en ustedes, desde luego, se volverá cada vez más sincronizado
por la acción de los Elementos, de la Luz Vibral y de la Onda de Vida, así como
por los fenómenos cósmicos anunciados por el Arcángel ANAEL que serán
re-especificados después de mí.
Todo esto va, de algún modo, y con
una imagen, a hacerlos desembocar en el fondo del hoyo. El sentimiento de
movimiento, de agitación de lo que se dirige hacia el fondo del hoyo, no es más
que las zonas de interferencias entre la Eternidad y lo efímero. Si están
identificados a lo efímero, estarán afectados por este movimiento. Si están
identificados a lo que no se mueve, ningún movimiento de esta clase puede
alterar, tanto la conciencia, el Ser y el cuerpo que ustedes son. Las
circunstancias de la re-Unión, produciéndose, de ahora en adelante, en vuestro
Corazón (a través del Despliegue de lo que ha sido llamado el “Corazón
Ascensional”, mecanismos diversos y variados, confinando a la Vibración,
temblores del pecho o del conjunto del cuerpo), todo esto puede manifestarse
bajo forma de resistencia o de Abandono. En el Abandono, ustedes viven un
proceso, cualquiera sea, pero no están más identificados a ese proceso que se
desarrolla. Están, de algún modo, totalmente salidos de la historia, del
porvenir, de un devenir o de los resultados incluso de un pasado. Ahí se sitúa
la capacidad para trascender y, de algún modo, para liberarse, de manera
Vibratoria, de lo que es nombrado el cuerpo causal (ligado, como lo saben, al
karma y a la dualidad y también a las leyes del encierro y del aislamiento de
este mundo). Si, no obstante, ustedes dan vuestra Atención y vuestra Intención
a los movimientos de vuestra Conciencia y a sus fluctuaciones, no podrán
mantener la Tranquilidad. Yo diría pues que, en este Choque de la Humanidad,
individual y colectivo, el testigo de vuestro Pasaje es, y permanecerá siempre,
la Tranquilidad, confinando a la Infinita Presencia y su Alegría, o, incluso,
al Absoluto y a su Beatitud de Shantinilaya.
El proceso de yuxtaposición y de
superposición, colectivo como individual, les muestra, por lo que se desarrolla,
ahí donde están, precisamente. El que está en su conciencia Eterna, el que es
Absoluto, no puede y no manifestará más que cada vez menos interacciones con
este mundo, cualquiera sea. Ahí se encuentra la Beatitud tal como yo pude
describirla durante mi última experiencia Terrestre o tal como se la han
descrito muchas Estrellas. La Luz es la Fuerza del Amor. La Luz es la Fuerza de
la Vida. O ustedes están en Vida. O ustedes resisten y luchan por mantener lo
efímero. Cada vez más, eso les aparecerá claramente, para ustedes como para el
conjunto de seres que ustedes están llevados a frecuentar o, incluso, a
observar, en el desarrollo simple de esta vida sobre Tierra.
Vuestro posicionamiento no resulta
de una elección de vuestro mental sino, más bien, de vuestra capacidad para
probar, experimentar y manifestar la Tranquilidad que desembocará, si ya no fue
hecho, sobre Shantinilaya. Durante lo que nosotros nombramos, con ustedes,
meditación, Alineamiento, oración, recogimiento, relajación, les ha sido
posible observar modificaciones sensibles, sea por la Revelación de vuestros
Linajes, sea por vuestra capacidad para desaparecer dentro de una conciencia
manifestada (cualquiera sea), de manera cada vez más rápida, como por vuestra
capacidad para observar vuestro propio comportamiento en las avatares de la
dualidad de la vida. Ustedes observarán (y constatarán), ustedes mismos, ahí
donde están, como ahí donde está todo ser humano. En resumen, el Choque de la
Humanidad y la existencia de lo que aparece (como nuestro Comendador les había
especificado) como dos Humanidades (que, de hecho, no resulta más que de una
visión separada y efímera), les aparecerá, no obstante, en este tiempo, como
una evidencia cada vez más patente. Esta evidencia no debe llamarlos, ni a comentarios,
ni a interrogaciones, ni a juicios, sino, más bien, a la aceptación de la
Libertad de cada uno a establecerse ahí donde está y de manera definitiva y
permanente.
El Choque de la Humanidad, a título
colectivo, resultante de una toma de conciencia colectiva (no concerniendo más,
solamente, los seres en búsqueda o los seres Despiertos o, incluso,
Realizados), es un giro mayor en esta fase que ustedes viven. Es en este
momento preciso que ustedes podrán observarse y comprender, más allá de todo
intelecto, de toda imagen y de toda emoción, de manera evidente y flagrante,
ahí donde están. Retengan que el marcador más esencial es lo que ha sido
nombrado el hecho de quedar Tranquilo. Yo modificaría esta expresión (si
ustedes lo quieren bien) adaptándola a este tiempo que se abre hoy. El “quedar
Tranquilo” es todavía una acción. Estar Tranquilo, es un estado. Vivir la Paz y
la Beatitud, es otro estado. Esos estados son llamados a amplificarse y a
desarrollarse pero pueden, también, si ustedes están del lado de la
personalidad (de sus elecciones, de sus dudas, de sus interrogaciones, de sus
cóleras y de sus miedos), ser marcados por una más grande inestabilidad, un más
grande cuestionamiento sobre ustedes mismos, sobre la historia del mundo y,
todavía, sobre ciertos elementos que les han sido comunicados, y que quizá,
ustedes no han vivido. Sea lo que fuere, los invito, como un último consejo,
durante este período que se abre hoy, a realmente ver donde están según lo que
se desarrolla en ustedes. Esto no puede estar ligado, de ninguna manera, a una
interpretación, a una trasposición o un juicio sino, sentirse bien, de una
manera o de otra, con el tipo de humanidad que ustedes han elegido manifestar,
encarnar, pero también, salir de una historia o quedar en una historia.
A la Eternidad no le importa en nada
las historias. A la Luz y el Amor no le importan en nada todas las experiencias
manifestadas. Todo, absolutamente todo, está presente en lo que ustedes Son, en
el corazón del Corazón puesto que todo emana de él y todo regresa a él.
Simplemente, o ustedes creen recorrer un camino, o comprenden, por la
ampliación de vuestro punto de vista y vuestro cambio de punto de vista, que el
camino mismo es una Ilusión. No hay que criticar, juzgar, desvalorizar el que
permanece en la personalidad o valorizar el que es Absoluto. Ya que cada
elección corresponde a la Libertad fundamental. Hasta el presente, la única
libertad posible era travestida por lo que es nombrado “el libre arbitrio”.
Numerosas experiencias, vividas durante estos años, los han llevado a tocar y a
vivir estados, más o menos estables, más o menos experienciales, más o menos
transformantes. Hoy, desde hoy, lo que se manifiesta, en ustedes, no es más que
el reflejo directo de lo que se ha desarrollado durante estos años y, para
algunos de ustedes, desde hace más tiempo que las encarnaciones sobre este
mundo.
Explicando que pueden ser tanto un
Despertador, como un Liberador, como un Anclador de Luz, un Liberador de la
Ilusión, un Liberador de la Tierra o, incluso, estar instalado en esos esquemas
evolutivos, sugeridos e impuestos, de algún modo, a la conciencia, a través de
múltiples experiencias vividas sobre esta Tierra y resultantes de la ocultación
de otras Dimensiones.
Así, el Choque de la Humanidad (y de
sus diferentes etapas) les concierne, durante este período, individualmente y
colectivamente. Esto resulta, directamente, de la conjunción entre la Luz
Supramental y la Onda de Vida, realizada, les recuerdo, en alquimia dentro de
vuestro Corazón y habiendo permitido activar el centro del Centro, como lugar
de Pasaje y lugar de Ascensión. Centro del Centro, ilustrado por el punto ER
del pecho que corresponde, les recuerdo, al Cuerpo nombrado “de Radiación de la
Luz del Divino (o de LA FUENTE)” y el punto ER del centro de la cabeza (ndr: el
punto ER del pecho, llamado 9no. Cuerpo, está situado sobre el eje del
esternón, en su parte superior, por encima del chakra del Corazón, sobre la
protuberancia llamada ángulo de Louis). Esto se establece en ustedes, con facilidad,
con resistencia, o también no se establecerá.
No hay, una vez más ni que esperar
ni que juzgar ni que condenar ni considerar lo que sea, durante este período,
más que estar lo más posible de acuerdo con lo que las señales, los síntomas de
vuestra vida, de vuestro cuerpo, de vuestra conciencia, les dan para vivir. Lo
que es vivido, incluso no explicable, incluso no integrable, en un primer
tiempo, lo será, siempre, llegado el momento. Solo el mental, la personalidad,
el “yo”, el ego, el “yo” dentro de esta historia, les hace considerar una
posibilidad de elección, de evolución o de camino. El que (cuando fui San Juan)
me dicta el Apocalipsis ha insistido bien sobre un cierto número de elementos
concernientes este período, concernientes esta revolución, de algún modo, esta
transformación o esta desaparición o esta continuación (según el lugar donde
ustedes se sitúen) de la conciencia misma, es decir del Ser que Son, en Verdad
y en Eternidad.
El Choque de la Humanidad los invita
pues o a una resistencia, o a una Tranquilidad. Recuerden que la Tranquilidad,
contrariamente a la resistencia, es lo que necesita el mínimo de movilización
de lo que ustedes nombran Energía, sea eso la Energía Pránica como la Energía
Luz (llamada Vibración). Así pues, vuestra vida, en el conjunto de sus
componentes, se volverá, no solamente, fluida, evidente, sino cada vez más
fácil, cualesquiera sean las circunstancias dichas exteriores.
En la superposición, la
yuxtaposición, de los Éteres (Éter enrarecido, Éter re-Unificado) se desarrolla
el emplazamiento y los juegos de vuestra propia Conciencia. Para vuestra
Conciencia, como para el mental, es mucho más prudente y mucho más simple
constatar, por ustedes mismos, el momento donde ustedes se fatigan y el momento
donde ustedes se recargan y se revivifican. Esto deriva (y derivará), cada vez
más, de vuestra capacidad para escuchar las señales, tanto de vuestro cuerpo,
del mundo, no para buscarlas para una historia personal o colectiva sino, bien,
como una sucesión lógica de intervenciones de los Jinetes o de los Elementos.
Si ustedes están Tranquilos, progresarán en Tranquilidad. Si están Tranquilos,
percibirán, cada vez más claramente (más allá de toda explicación, de toda
palabra, y sobre todo, de toda justificación), lo que ustedes Son. Si ustedes
resisten, constatarán, sin ninguna dificultad, que tanto este cuerpo como las
interacciones (sociales, familiares, afectivas, morales) se volverán cada vez
más complicadas, ilustrando, por eso mismo, lo que les decimos (desde hace
mucho tiempo, sea desde las Bodas Celestiales, o, incluso, por numerosos Seres
Despiertos o Liberados de esta Tierra, que han recorrido esta Tierra): no hay
nada que creer, no hay nada que seguir, no hay nada que pedir, no hay nada que
esperar, no hay, incluso, nada que temer. Hay, solo, que Ser o, incluso, que no
Ser. Hay, sólo, el Absoluto, la Eternidad, o lo efímero.
Esa elección, aparente, solo existe
si ustedes están colocados, por ustedes mismos, dentro de lo efímero. En la
Eternidad, no existe ninguna pregunta, ninguna interrogación, ninguna duda,
ninguna elección y ninguna impaciencia y ninguna esperanza. No hay nada,
tampoco, que temer. Puesto que el que está en el centro del Centro vive lo que
se desarrolla, en el mundo, no más como una manifestación, una expresión o una
exteriorización de la conciencia sino, más bien, directamente, como un estado
de completud, esté ligado a un Doble, esté ligado a KI-RIS-TI, esté ligado a la
desaparición total de todo efímero. La consecuencia y la resultante será siempre
la misma: una Paz muy grande, una Beatitud muy grande, una Morada de Paz
Suprema muy grande, contrastando (como ustedes lo verán cada vez más) con las
circunstancias dichas del mundo visible y sensible. Recuerden que a la Luz no
le importa nada lo que es efímero dentro del mental. Iluminar el mental no
basta ciertamente para vivir el Supramental. Denominación que yo había dado,
durante mi último pasaje sobre Tierra (o Plano Supramental) que estaba,
justamente, destinado a permitir diferenciar lo que se desarrolla bajo la
influencia mental (incluso la más perfecta, incluso dentro de una búsqueda
espiritual) de lo que es el Supramental, donde, justamente, el mental no puede
dirigir más, comandar o imponer cualquier decisión. Solo el que ha trascendido
su propio mental puede darse cuenta de lo que es el mental y de lo que no es.
El que está sumergido, por una razón o por otra (que le es propia), todavía, en
su propio mental, no podrá estar sometido, siempre y de manera definitiva, más
que a un principio de elección, de decisión, de incertidumbre, de duda, de
miedo o de negación. El que está, en Verdad, en su Eternidad, no puede
manifestar la menor interrogación, la menor duda, el menor miedo, la menor
cólera y la menor búsqueda de sentido (cualquiera sea) concerniente lo que se
desarrolla, en la conciencia como en el Absoluto.
Más allá de los acontecimientos
exteriores ligados a la acción de los Elementos sobre la Tierra, como a la
acción de la conciencia humana en lo que queda de limitado dentro del egregor
nombrado sistema de control del mental humano, vuestro punto de vista es
esencial, no como opinión de vuestro mental sino como emplazamiento real del
Ser, como del no Ser, o incluso, de la personalidad. De esos diferentes
emplazamientos, de esas diferentes posibilidades de existencia o de no
existencia del mental, de la persona, del Ser como del no Ser, deriva, muy
exactamente lo que se desarrolla en vuestro cuerpo, en vuestra vida, en
vuestras costumbres, en vuestras experiencias, como en el estado más
fundamental de vuestra conciencia correspondiente a la Infinita Presencia.
He aquí pues los elementos que yo
deseaba llevar a vuestro conocimiento y, sobre todo, a vuestra reflexión, no
discursiva, de vuestro mental, sino, más bien, para ver, claramente, lo que se
desarrolla, de manera no personal como no colectiva, es decir, exclusivamente,
bajo el ojo de la conciencia, del observador o, incluso, del Absoluto que
ustedes Son y que nosotros Somos.
Hermanos y Hermanas en Humanidad,
antes de dejar mi lugar, les propongo vivir un momento, juntos, a través de una
cualidad particular de mi Presencia, y de Resonancia con ustedes, ligadas a la
Luz Azul. Así, establezcámonos, algunos instantes de vuestro tiempo, en esta
Fusión de los Éteres personales del Encuentro con vuestra Eternidad.
… Compartimos el Don de la Gracia…
Yo soy SRI AUROBINDO. Rindo Gracia
por vuestra Presencia, vuestra recepción, vuestra Luz y vuestro Amor. Yo les
digo hasta una próxima vez. Hasta pronto.
____________________________________________________________
NDR
Punto ER del pecho: sobre el eje del
esternón, en su parte superior, por encima del chakra del Corazón, sobre la
protuberancia esternal llamado ángulo de Louis.
Punto ER de la cabeza : sobre la
fontanela de la cima de la cabeza, en el cruce de la línea que pasa por la
punta de las 2 orejas y de la línea que pasa por la nariz y el occipucio.
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Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas