SNOW por SNOW
Octubre 2015
Soy Snow. Saludo en vosotros el Aliento del Gran Espíritu.
...Silencio …
Estoy entre vosotros como Estrella Precisión.
**(Nota: Snow está en resonancia con la Estrella Claridad y no
Precisión. Esto no es un error. Lean los elementos dados por Anaël que figuran
en el apunte abajo. Gracias)
Vengo entre vosotros a fin de concluir mis diferentes intervenciones a
lo largo de estos años, en lo que concierne a la naturaleza, a los elementos, a
los Jinetes, a los soplos primordiales. Hace unos años, os hablaba del contacto
con la naturaleza con el fin de revitalizaros allí y también en parte de
reencontraros, permitiendo reencontrar a la vez lo que sois en Eternidad, pero
también lo que sois sobre este mundo, tener los pies sobre la tierra y vivir
con seguridad lo que se iba a vivir durante estos años y lo que toca, desde
ahora, a su finanildad, si puedo decir.
Numerosos de entre vosotros vivís encuentros nuevos, en el seno mismo
de esta tierra. Muchas cosas se revelan por la acción de la Luz, en su
Inteligencia y por su depósito sobre el abrigo de la Tierra, dándoles a ver, a
vivir y a experimentar unos encuentros, de gozar de estos encuentros para
vuestra estabilidad, vuestra base, permitiéndoles llegado el momento, de gozar
de un apoyo indispensable para ir a vuestras Moradas de Eternidad.
Los elementos revelados en vosotros, por los linajes elementales, por
la activación de circuitos de la energía en vosotros, se ven también sobre la
pantalla de vuestra conciencia, en la naturaleza ella misma y para algunos de
vosotros, en su casa. Estos encuentros, lo sabéis, como mi Hermana Ma Ananda os
lo explicó, son en cierto modo unas luces, iluminaciones y también medios de
reajustaros en el seno de la Eternidad.
Así como saben, los tambores del cielo y de la Tierra están a vuestras
puertas. El canto del Gran Espíritu en vuestros oídos se modifica, preparando
la vía de la Llamada de la Gran Madre.
El Templo de vuestro corazón, las Coronas de vuestras cabezas vibran
desde ahora en resonancia al sonido de la Unidad. Esta iluminación, como saben,
va a intensificarse, intensificando allí mismo la acción de los Jinetes sobre
este mundo. Que sea el proceso interior del encuentro con los pueblos de la
naturaleza, que sea la acción de los Jinetes en este mundo, se trata
exactamente de la misma cosa.
Entonces, algunos de vosotros viven a veces las consecuencias de la
acción de los Jinetes, en su entorno de vida, viviendo al mismo tiempo los
encuentros con sus linajes, con los pueblos de la naturaleza, pero también con
todo lo que constituye la Libertad en el seno de los Mundos Libres que os dan a
ver, a percibir y a experimentar relaciones innumerables y contactos que se
harán -no lo escondo- cada vez más intensos y cada vez más impactantes. Todo
dependerá, por supuesto, de vuestra capacidad de alinearos y de centraros. Así
como dije, aquel que está perfectamente centrado nunca podrá ser afectado por
los Jinetes, incluso si se manifiestan en su entorno.
Y entiendan bien que lo que les es dado a ver en estos dos aspectos, de
la acción de los Jinetes y de los encuentros elementales en usted y en el seno
de la naturaleza, sólo representan en definitiva el mismo fenómeno visto, yo
diría, desde varios puntos de vista. Desde el punto de vista de la persona, la
acción de los Jinetes os toma y os fija al corazón del miedo de lo efímero que
es de desaparecer, mientras que los contactos en la naturaleza les dan la
prueba irrefutable del Amor en el seno de estas relaciones.
Debo precisar que incluso en el seno de la acción de los Jinetes
alrededor vuestro y en vosotros, en su aspecto más, tal vez terrorífico para la
persona, hay el mismo Amor en el seno de la Eternidad. Comprendan bien y
entiendan bien que cualquiera que sea el aspecto que tome el elemento, que esto
sea en su forma arquetípica de triángulo, viniendo de lo que llamáis la
Civilización de los Triángulos y lo que llamamos, nosotros, pueblo nativo
amerindio, los Abuelos, son exactamente la misma cosa que lo que es visto de
otro modo en el seno del corazón, que llamáis el pueblo de la naturaleza, que
sea del Fuego, de la Tierra, del Aire o del Agua.
Algunos de vosotros sienten simpatía y se hacen la pregunta, en
relación a estos pueblos de la naturaleza, de su afiliación. Esto es una
resonancia, abriendo tal vez las compuertas de vuestro corazón y que les
permite pasar más fácilmente de la condición humana a la condición
supra-humana.
Todo esto se vive en este mismo momento, se conjuga de diferentes
modos. Habrá pronto una simultaneidad, independiente de la Llamada de María,
pudiendo producirse antes como después - pero sobre todo antes - concerniendo a
la visión de los arquetipos reales de los Jinetes, de los elementos y pueblos
elementales de la naturaleza que os dan a ver, más allá de las apariencias y
más allá de la manifestación de estas conciencias, su aspecto más cercano a la
Fuente, llamado me parece por el Comendador de los Ancianos, las Cuatro
Vivientes o Hayot Ha Kodesh.
Todo esto participa de la misma realidad simplemente expresada según
diferentes modos, según la dimensión y también como dije, según vuestro punto
de vista y vuestro emplazamiento de conciencia.
Cada uno de vosotros vivirá, si aún no está hecho, la revolución de los
elementos. Revolución de los elementos que es también la revolución de las
emociones, del mental, mostrándoles cada vez más claramente y con una
iluminación cada vez más fuerte, la ilusión de los apegos en este mundo, la
ilusión de la perennidad de los afectos pero también de vuestro propio mental
en sus proyecciones y anticipaciones.
Cuando alcancéis la Paz arquetípica visible y no simplemente vivida y
percibida a nivel de los Triángulos elementales de la cabeza, entonces los
tiempos habrán llegados de acceder a la Verdad última de vuestro Ser, aquí
mismo en este cuerpo, en este mundo y antes de la Llamada de María.
Lo entendieron, esto se celebra en este momento mismo y se celebrará de
manera cada vez más evidente y estruendosa, también para aquel que está en el
miedo, como para el que abrió las puertas del Amor.
El Soplo del Gran Espíritu que anima los cuatro Jinetes y entonces los
cuatro Abuelos, procede de la misma dinámica y de la misma acción, revelada y
desvelada: abrir las compuertas del Amor y abrir a la conciencia a la realidad
de la Eternidad, a su instalación y entonces, a su Eternidad.
Entonces por supuesto esto se traduce por lo que fue llamado, por
algunos Ancianos y algunas Estrellas, el Cara a Cara o la confrontación. Este
Cara a Cara o esta confrontación debe llevaros a una resolución, en vosotros y
sobre este mundo, de la aparente oposición entre el Aire y el Agua y el Fuego y
la Tierra, con el fin de ver y asistir al nacimiento, sobre esta tierra, del
Éter de Fuego, la dimensión original de la Fuente.
El conjunto de los cuatro Abuelos o de los cuatro Jinetes o de los
pueblos elementales tales como están representados aquí sobre esta tierra, os
conducen a una forma de unificación de los opuestos, de los contrarios y
complementarios, desembocando efectivamente en una manifestación de vuestra
propia Unidad, en vuestras miradas, en vuestros sentidos, en vuestras vivencias
y también en vuestras relaciones.
Lo que debe arder arderá, lo que debe soplar soplará, lo que debe ser
estremecido será estremecido, lo que será cubierto de agua debe serlo. No para
separar y dividir sino más bien para unificar en el seno del Éter y entonces,
de lo que podríamos llamar el quinto elemento, aquello de lo que fueron
privados y que nosotros todos hemos sido privados en encarnación sobre este
mundo desde mucho, mucho tiempo. El regreso del Éter primordial pasa también
por el canal del Éter, el Canal Marial, que vuestras estructuras vibrales, de
vuestra conciencia misma. De la acción de los Jinetes en vosotros, en su última
fase, se iluminan en cierto modo las últimas resistencias, las últimas cosas a
ver, a atravesar y a superar, sin intervención de los aspectos limitados de los
que Sois.
Conque, a través de la acción de los cuatro Abuelos, a cualquier nivel
que sea, esto hará emerger en vosotros el temor o el Amor, pero no más de modo
emocional o afectivo sino en su quintaesencia y su esencia, dándoles a resolver
los últimos antagonismos, sobre este mundo como en vosotros. Entonces como esto
se dijo de múltiples modos, hay que estar disponibles, disponibles en vuestra
eternidad para vivir la Eternidad aquí mismo, con el fin de permitir a vuestra
conciencia de vivir la llamada del Cielo y de la Tierra y la Llamada de María
con la misma gracia, sin temor de lo que sea de lo efímero aún presente,
haciéndoles vivir y no a esperar o temer, el final de la ilusión colectiva y
personal.
Es tal
vez el período, en este momento, el más duro o el más fácil, pero sobre todo
aquel que está más adaptado para estabilizaros en la Unidad, en el Amor, por la
Gracia del Gran Espíritu.
El Espíritu del Sol y el Coro de los Ángeles os
envuelven ahora desde hace muchos meses, alumbrando así lo que puede quedar de
sombras, de apegos o de creencias residuales en vosotros. Aceptar la fusión de
los elementos en sí mismo, significa reconectarse al Éter de Fuego, que es otra
manera de llamar a la Eternidad. El Éter de Fuego no es solamente el fuego tal
y como lo entendéis y lo vivís en este mundo, sino que es en cierto modo el
Fuego del Amor o el Fuego primordial que anima los mundos y anima la
conciencia, sea cual sea la dimensión. La estructura del cuerpo inmortal, el de
la Eternidad, está él mismo construido por estas fuerzas elementales
traduciéndose, en el seno de la vibración del cuerpo de Êtreté, en un
ensamblaje de funciones y no de formas, en un ensamblaje de triángulos
elementales comunes a todos los cuerpos de Êtreté en cualquiera que sea la
dimensión.
Lo que vivís no es nada más que el aprendizaje
de la Libertad y para algunos de vosotros, el aprendizaje de lo desconocido.
Del modo en el que vivís lo que tiene que
vivirse para vosotros, con serenidad y paz, con acogida y sin reacción, ya os
da algún indicio de lo que tiene que vivirse para vosotros, individualmente, en
el momento colectivo del Gran Espíritu. Los cuatro Abuelos y la Abuela, obran
simultáneamente ahora en todas vuestras estructuras y en todo lo que sois o lo
que creéis ser en este mundo. Lo que produce a veces unos reajustes brutales, o
unos elementos haciéndoos pensar que estáis enfermos o que no estáis bien, con
unas variaciones de temperatura, unas variaciones quizás todavía con vuestro
humor y vuestras emociones, vuestras dudas, vuestras creencias o vuestras
certezas manifestándose sucesivamente. Esta oscilación, estas fluctuaciones
son, en definitiva, sólo la danza de los elementos, acercándoos cada vez más al
Éter de Fuego. Este bautismo de Fuego os ha sido anunciado hace mucho tiempo
por el comendador de los Ancianos y por numerosos profetas.
Estáis llegando, en cierto modo, al momento
profetizado por el pueblo de los nativos amerindios relativo al paso de las
Kachinas y el retorno del Fénix, que no es otra cosa que el despertar del Éter
de Fuego audible por estos sonidos y estos cantos.
Todo lo que sucede sobre la tierra, sea cual sea
el lugar, es exactamente la misma cosa que en vosotros está sucediendo, en
vuestras propias vidas, en vuestros desafíos, en vuestras alegrías, en vuestros
encuentros por supuesto. Todo es, en cierto modo, un pretexto para despojaros y
hacer que os despojéis de todo lo inútil con respecto a vuestra eternidad. Esto
pasará por supuesto por algunos acontecimientos personales en el seno de las
estructuras arcaicas, ligados tanto a la sociedad como a la familia; por
algunos trastornos importantes para la persona pero que sólo son libertad y
liberación para el Espíritu.
Acordaos bien que durante este período que se
abrió desde el 30 de septiembre y que va hasta la Llamada de María, todo está
destinado únicamente a alumbraros a vosotros mismos, a alumbrar algo más que el
escenario de vuestras vidas o de vuestra historia personal, sino alumbrar, a
través de vuestras vidas, lo que incumbe al efímero y lo que incumbe al Eterno.
El occidental tiende a menudo en no ver lo
finito de la vida en este mundo y a creerse eterno. La verdadera eternidad no
tiene nada que ver con las condiciones de lo efímero y lo que podéis ser
inclinados en perpetuar por la memoria, por el recuerdo, así como por la
descendencia o por los placeres de este mundo.
El placer del Fuego del Éter no puede en nada
compararse con los placeres de este mundo, porque los placeres de este mundo
siempre terminan en algún momento y necesitan continuamente repetirse, mientras
que el placer de la Eternidad es la Alegría Eterna tal y como algunas de mis
hermanas os lo han descrito.
Pero cada vez más, no podrá ser una cosa y la
otra. Quiere decir que cada vez más, o será una cosa o será la otra, y de
manera cada vez más rotunda, de manera cada vez más evidente. Acordaos con
relación a esto, que no hay nada que cambiar porque todo está ya asignado y
está en su sitio, permitiéndoos simplemente quizás, de ver todavía lo que puede
ser visto con el fin de que la Última Gracia de María os alcance de lleno
llegado el momento.
Entonces no olvidéis de estar tranquilos, no
olvidéis que todo está en el instante presente, sea cual sea el barullo, sea
cual sea la confusión que empezó y que empezará cada vez más violentamente. No
perdáis nunca de vista, sea cual sea vuestra vida, sean cual sean vuestros
apegos en este mundo, no representan estrictamente nada en el momento en que ya
no estéis inscritos en la historia de vuestra persona.
No es para no responsabilizaros u ocultaros de
vuestras obligaciones, sino más bien para relativizarlas y ponerlas en su
debido lugar, porque la vida y la acción del Éter, reconstituido ahora sobre
esta tierra, os lo mostrará en algún momento u otro. Entonces no os dejéis
engañar por los juegos que jugáis, que sea a través de vuestra profesión, a
través de vuestras familias, a través de vuestras ocupaciones, vuestros
pasatiempos, es decir, como dirían nuestras hermanas orientales, no os apeguéis
a los frutos de vuestras acciones, a los frutos de vuestras creaciones.
Dejadlas, ellas también, libres.
Como lo sabéis, las fuerzas de predación pronto
no tendrán más la posibilidad de acción en el seno de este mundo. Sólo quedará
el Amor y la Eternidad, incluso antes del elemento final nombrado el
asa-planeta.
La onda del Éter, u Onda de la Vida, para los
que lo vivieron, os enseñó en cierto modo la vía, hace unos años. Hoy, es la
vida misma en el seno de este mundo que os enseña la verdadera vida y no las
creencias en alguna seguridad de la sociedad occidental, a través de todo lo
que fue basado en el miedo, que sea lo que llamáis los seguros, las economías,
las finanzas, el dinero, que sólo son una creación humana inspirada por las
fuerzas más involutivas que sean.
Así que acordaros que lo que os aferra, en el
seno de este mundo hoy, es mucho más las condiciones de este mundo y no
vuestros cónyuges, vuestros niños o vuestras actividades profesionales, lo que
nombro « el dinero ». Os
remito, para esto, a una de las primeras intervenciones de María que habla del
dinero y de su sitio en la falsificación. Lo que había expresado hace diez
años, corresponde completamente a vuestra situación y a la actualidad de este
mundo con respecto a los crímenes y a las inversiones ligadas al dinero.
Así como quizás lo sepáis, entre los pueblos
nativos amerindios no había dinero. Sólo podíamos intercambiar lo que
producíamos nosotros mismos, de persona a persona, sin intermediario. Lo que
nombráis hoy, tal vez de manera vulgar el trueque, es el único intercambio
posible. Y de hecho pronto os daréis cuenta de ello, en el momento en que el
sistema ligado al dinero deje de existir,
porque éste efectivamente, se está desplomando sobre sí mismo.
Es en situaciones así que el hombre se encuentra
más capaz de apartarse del efímero para dedicarse en totalidad a su eternidad,
a la acción de los Jinetes y a la acogida de María.
En resumen, no veáis a los Jinetes como una
destrucción de lo que es ilusorio, sino más bien como la revelación de la
Eternidad, la revelación de lo que es falso, en vosotros, como alrededor
vuestro. Esto relativizará y cambiará, de manera total y abrupta, lo que
llamáis la vida. Así descubriréis, si no está hecho ya, que la felicidad
verdadera no depende de ninguna circunstancia de este mundo, de ninguna
relación de este mundo, sino exclusivamente de vuestro emplazamiento en el Amor
o en el miedo.
Todo lo que podrá pareceros a primera vista,
desde el punto de vista de la persona, como contrario a la Eternidad, es de
hecho sólo la revelación de la Eternidad tan pronto como el punto de vista, de
vosotros mismos, se ubique en el seno de la Eternidad. Y así como lo dije, no
hay mejor período que este, no hay mejor momento que el instante presente, a
partir de ahora, en que las circunstancias exteriores se modifican con la
velocidad de un caballo galopando.
Así como lo estipuló el anciano comendador
Orionis hace poco tiempo, todo lo que sucede, sin excepción alguna, es sólo el
resultado de la instalación de la Eternidad, sin excepción alguna. Sólo la
mirada separada, sólo la mirada de la persona puede interpretar allí algo más
que esto.
Sois los hijos del Uno, los Hijos Ardientes del
Sol y no sois esta persona sea cual sea, no sois solamente esto. Esto,
numerosos Ancianos os lo expresaron de diferentes maneras; numerosas
experiencias que llamáis víbrales, también os lo han confirmado o os lo han
reafirmado.
Como lo sabéis también, ya no es tiempo para el
aviso, para la negociación, sino para la actualización, de acuerdo con los
cuatro Abuelos y la Abuela. Sólo hay que verlo, reconocerlo, identificarlo y
vivirlo, porque todo el resto, como fue ampliamente repetido, sólo es el
resultado de la Inteligencia de la Luz pues si sois luz o si estáis revestidos
de luz, esto os aparece cada vez más como algo evidente.
Llevar a cabo esta alquimia no es ni un trabajo,
ni una ascesis, es más bien una rendición sin condiciones de vuestra cabeza
hacia vuestro corazón, sin objeción y sin prejuicio, porque si todavía no lo
habéis comprobado, lo que debe acontecer en vuestras vidas se hará por la
Gracia de la Luz en el momento en que la aceptáis. Si no, se hará del mismo
modo, pero desde una visión truncada, ligada a la pantalla de la persona que
podrá revelarse como desconcertante y a veces terrible. Pero si esto pasa, que
sepáis que sólo es el punto de vista de vuestro aspecto parcelario que se
considera a sí mismo sólo como una persona en el seno de este mundo.
Es decir también, que los Jinetes ya no están
solamente en los aires sino que han tocado la tierra, en totalidad, acompañando
al Ángel Metatron desplegado sobre los Círculos de Fuego de los Ancianos.
Comprenderéis a través de la acción de los
elementos en vosotros, de vuestras relaciones con la naturaleza, como a través
de la acción de los cuatro Jinetes, y viviréis igualmente, en múltiples
ocasiones, la diferencia entre el Eterno y el efímero, sin interpretación
alguna y sin proyección alguna por vuestra parte.
Lo repito, todo esto es sólo el alumbramiento,
ciertamente violento, pero el alumbramiento de la Luz que pone fin a las
últimas ilusiones, a las últimas construcciones humanas, a las últimas
construcciones sociales de Occidente, que no están basadas en el Amor y todavía
menos en la humanidad real, sino que están, desde vuestra más temprana edad,
inscritas en la competición y la predación, a través de su propio modelo social
y su modelo educativo.
Os daréis cuenta, si ya no es el caso, que no
hay diferencia entre el primero y el último, sean cuales sean los términos y
sean cuales sean las situaciones, y que realmente la humanidad es Una, aunque
el Comendador pudo decir, hace muchos años, que había dos humanidades y que
estas dos humanidades se separarían. Es exactamente lo que veis, pero los que
se separan no son necesariamente los que lo quieren, sino que es, allí
también, la acción de la Luz que provoca
todo esto.
Descubriréis también, incluso si por el momento
sois reticentes a ello, que todo lo que acontece por la acción de los
elementos, al nivel que sea, que sea a través de vuestras relaciones en la
naturaleza, con los pueblos de la naturaleza, que sea con vuestros contactos
con nosotros, que sea con vuestras relaciones entre vosotros aquí, los humanos
en la carne sobre la tierra, es en definitiva la misma cosa, con diferentes
ángulos de iluminación, con diferentes niveles, diferentes vibraciones,
diferentes energías, y que sin embargo están unidos al mismo origen, a la misma
esencia y por el momento a la misma causalidad.
Como Estrella de la Claridad, estoy en
resonancia por supuesto, por mi posicionamiento y mi vibración, con el elemento
Aire, estoy también en resonancia, por supuesto, con una zona precisa de
vuestro cuerpo, allí donde se sitúan las Puertas. Todo esto se traduce en
vuestras vidas por la acción de la Luz, directamente en el seno de la materia,
en el seno de vuestras células, como en lo más profundo de la Tierra, e incluso
en los lugares donde la Luz hasta ahora no podía pretender estar presente ya
que, como fue dicho y repetido, la Luz no se instala solamente en ciertos
lugares, sino que ya está sobre toda la Tierra.
Cada día más que nunca y cada vez más, las
conminaciones del Gran Espíritu, las llamadas de la Luz, se volverán intolerables
para el efímero y admirables para el que se dirige, si no está hecho ya, hacia
su corazón, hacia el Amor y hacia la Eternidad, obrando y cumpliendo así la ley
de atracción y la ley de co-creación consciente, llevándoos en cierto modo,
desde el punto de vista de la persona, a alejaros cada vez más de lo que es
limitado, y a estableceros de manera cada vez más constante en el Soplo del
Gran Espíritu.
Las vibraciones percibidas sobre este cuerpo
efímero, marcando la presencia de la supraconsciencia, vendrán realmente para
iluminar y para trascender, sin participación alguna por vuestra parte, todo lo
que puede ser efímero en el seno de la conciencia limitada y en la conciencia
misma.
Muchos de vosotros ya han vivido la Llamada de
María hace algún tiempo. Otros lo vivirán llegado el momento. Pero en un caso
como en el otro, la única verdad que se sostendrá será la del Amor. En la
Inteligencia del Amor, no hay sitio para la tristeza, no hay sitio para los
apegos, sean cuales sean. Sólo hay sitio, y lo sabéis, para la alegría y la
felicidad. Vivir la alegría y la felicidad no deriva en absoluto de una
ascesis, o de una concentración, o de una meditación, sino más bien de un
relajamiento, de la conciencia ante todo, con relación a todo lo que es limitado
y efímero y que entonces no dura.
En resumen, no podréis ser el Gran Espíritu y
mantener al mismo tiempo las ilusiones de este mundo, en vosotros como
alrededor vuestro. Y todo lo que podríais imaginar hoy con vuestra conciencia
limitada, si está presente, nunca podrá imaginar o suponer la intensidad de la
Alegría y del Amor que se derramará para cada uno de vosotros en el momento de
la Llamada de María, incluso para el de entre nosotros en la carne, hombre o
mujer, hermano o hermana, habiendo vivido ya ciertos estados de libertad y de
alegría.
Para los de entre vosotros que perciben la
vibración, comprobáis evidentemente la amplificación de estas vibraciones y la
amplificación paralelamente de vuestra conciencia, dándoos acceso a unos
estratos invisibles, dándoos acceso a lo que está más allá de la apariencia, y
entonces a lo que yo nombraría el mundo de las causas, y más allá, para muchos
de vosotros, a sobrepasar este mundo de las causas, y a estableceros aquí
mismo, en la morada de la Paz Suprema, ya no como una experiencia sino como un
estado permanente. Y más soltaréis lo que queda por soltarse, más estaréis en
la alegría, sin decidir nada, sin hacer nada por voluntad propia, sino por la
acción extrema de la Luz, por la acción de los Jinetes.
Cristo había dicho: « Bienaventurados los pobres
de espíritu ». Vais a averiguarlo, si no está hecho ya, cada vez más a menudo.
En el seno de lo que ahora ocurre en vosotros,
como en este mundo, todo es pretexto para el establecimiento total de la Luz y
de la Verdad. Podemos decir de otra forma, que lo invisible se revela en el
seno de lo visible. Que lo que podía ser todavía ocultado en vosotros o afuera,
no podrá ocultarse más o ser ocultado, remitiéndoos, de manera más o menos
abrupta, a la transparencia y a la Verdad.
…Silencio …
Percibámoslo todos juntos, aquí y en otra parte
para los que encuentren mis palabras, en la Verdad, en el Soplo del Gran
Espíritu.
…Silencio …
Y en este silencio, en esta plenitud y en esta
Claridad, concluyo mi discurso, quedando en vosotros y con vosotros.
…Silencio …
Soy Snow. Así concluye mi mensaje que he
depositado en vuestro corazón, con el fin de que se haga Verdad en el momento
más oportuno y más eficiente.
Todo mi Amor se deposita en vosotros.
…Silencio …
Bendigo también vuestra Eternidad y os digo
Adiós.
**Apunte de ANAËL:
Amados, en lo que concierne la afectación y la localización de las
Estrellas en su resonancia, os recuerdo que hay una estructura estática que fue
dada antes de la Liberación de la Tierra y que os permitió de llevar vuestra
Atención, vuestra conciencia sobre diferentes zonas que representan en cierto
modo, más allá de los Triángulos elementales, los puntos de entrada de la Luz
vibral en vuestra cabeza.
En el momento de la Liberación de la Tierra, hubo un vuelco del Triángulo
de Fuego de la cabeza pero no olvidéis que los vuelcos son innumerables, ellos
conciernen a lo alto/bajo, conciernen también y sobre todo a izquierda y
derecha. Esto es particularmente evidente en el Triángulo de Fuego que está
constituido, se lo recuerdo, de lo que fue llamado punto AL, Bien y Mal.
Desde el instante en que el Triángulo de Fuego esta revertido,
significando las oscilaciones del alma desde la materia hacia el Espíritu,
incluso antes del vuelco definitivo del alma, hay efectivamente una resonancia
que se crea entre las Estrellas Bien y Mal, haciendo que una venga a situarse
al otro lado y viceversa: hay entonces un vuelco no solamente en el sentido
alto y bajo pero también en el sentido izquierda y derecha. Esto es
particularmente verdad en cuanto al eje Atracción / Visión que era la cruz
mutable, os lo recuerdo, falsificada.
Así, la vuelta al equilibrio y el rebasamiento del Bien y del Mal, pasa
necesariamente por la permutación de los puntos de vibración situados al nivel
de la cabeza misma, al nivel de la cruz cardinal AL, OD, IM, IS. El
emplazamiento, por lo general, es más a menudo idéntico y hay simplemente un
cambio de polaridad entre lo alto y lo bajo.
Esto sin embargo no es cierto, porque desde la Liberación del Éter y de
la Tierra, la conciencia subiendo por el canal del Éter y viniendo a activar las 12 Estrellas, no se hace desde el
punto AL sino desde el punto OD.
Esto implica un cierto número de resonancias y de basculamientos entre la
izquierda y la derecha, válidos se lo recuerdo, no por las cruces fijas sino
por las cruces mutables. Y esto es particularmente cierto en vuestra frente,
como acabo de explicar, entre lo que concierne a Atracción y Repulsión o si
prefieren Bien y Mal. Desde el instante en el que el Despertar se ha realizado,
en totalidad, desde el instante en que el alma está estabilizada en su ascenso
al Espíritu, no puede persistir más oposición entre el Bien y el Mal, sino una
disolución del Bien y del Mal, como verdad ilusoria que se inscribe desde ahora
en el Fuego vibral y no más del fuego vital.
Lo mismo ocurre para las Estrellas situadas en la parte anterior de la
frente, es decir Claridad y Precisión. Sin entrar en los detalles de cada
Estrella, en lo que concierne a lo anunciado por Snow, que puede parecerles
contrario a lo que fue situado respecto a esta hermana humana, esto hoy no es
más cierto.
Snow es a la vez tanto la Claridad como la Precisión según el modo del
que se presenta a vosotros evocando allí mismo que la Claridad va a la par, si
puedo decir, de la Precisión. Es exactamente lo que se celebra en este momento.
Las partículas Adamantinas alumbrando cada vez más la escena de teatro, hay
percepción de la Claridad pero sobre todo dándoles a ver con más Precisión los
elementos que hasta ahora no os aparecían claramente. No busquen otras
permutaciones porque esto es el papel de las Estrellas de explicaros esto,
pronto, si esto es necesario.