EN
EL FUEGO DEL AMOR
MIKAËL « EL FUEGO DEL CORAZON »
Soy Mikaël,
Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales. Amadas Semillas de Estrellas e
Hijos de la Luz, vengo con el Coro de los Ángeles en el Espíritu del Sol a
expresar, más allá de las simples palabras y de los silencios que haré, a dar
testimonio en vosotros del Fuego del Corazón. Vengo de esta manera con la
Espada de Verdad a sellar en vuestro interior el sello de la Eternidad
revelada.
… Silencio…
Como Príncipe y
Regente de las Milicias Celestiales vengo a declamar el retorno del Fuego del Corazón
y El Fuego del Espíritu convirtiéndoos en lo que nunca habéis dejado de Ser,
esta vez con plena consciencia : los hijos de la Fuente y del Absoluto. Mi
Presencia y mi testimonio en vuestro corazón es también el testimonio de mi
presencia en vuestros cielos y ya no solamente en las dimensiones libres
alrededor del sol. Estoy bajando hasta vosotros en la forma del Fuego más puro
que viene a dar cumplimiento dentro
vuestro, en cada uno de vosotros, al Juramento y a la Promesa. El Fuego del
cielo no es otra cosa que el Fuego de vuestro corazón. Así como la última capa
aislante de la tierra sufre el bombardeo de mi Presencia luminosa, asimismo
vuestro cuerpo vive el mismo fenómeno y vuestro corazón también.
…Silencio…
Vengo a través
de vuestros cielos a honrar el Amor y la Luz que vosotros sois.
Vengo para
brillar en vuestros cielos y a encender en el firmamento la hoguera del Amor y
de la Verdad.
Vengo a abrir
vuestros ojos y a partir el cielo.
Soy la antorcha
que anuncia la llegada de la Confederación Intergalactica en vuestros cielos y
en vuestro corazón.
Vengo además
acompañado por el Ángel Uriel, Ángel de la Presencia y del Retorno, anunciando
así el último retorno, ya no el vuestro, si ya lo habéis vivido, sino el de
toda la Humanidad.
Vengo para
encender la hoguera de Amor en vuestro corazón.
Je viens allumer
le brasier d’Amour de votre cœur.
Vengo para secar
las lágrimas derramadas por carencia de Luz.
Vengo para poner
fin a las últimas mentiras que resisten todavía en esta tierra, en relación en
especial con ciertos elementos de falsificación que agravaron la separación de
esta tierra.
Vengo para poner
fin a la herejía de las religiones.
Vengo para poner
fin a la ilusión del ego y de lo que éste edificó a nivel colectivo.
…Silencio…
Vengo,
conjuntamente con la Presencia de Uriel, para revelar la Presencia y la
consciencia sin límites.
…Silencio…
Y ahí, en la
intensidad del instante, el Coro de los Ángeles canta para vuestros sentidos. Y
ahí, el Espíritu del Sol derrama en vuestro corazón la Pasión del Cristo.
Yo soy aquél que
vacia vuestro corazón de los remanentes inútiles como reticencias, dudas y
miedos.
…Silencio…
Vengo también a
presenciar vuestra unión mística con la matriz Crística.
Vengo también
para ser testigo de nuestra Eternidad común más allá del drama sufrido en lo
efímero.
Soy la roca en la
que se derrama la Luz traída desde la Fuente.
Soy también el
Carro de Fuego, aquél que es el motor de las « Ruedas dentro de las
Ruedas » y que viene a manifestar en la forma el poder de los elementos.
Soy también la
tierra nueva, que viene a sustituirse a la antigua tierra al romper la cáscara
de la ilusión.
…Silencio…
Vengo a reunirme
con vosotros pues, como Aquél, vosotros sois el Camino, la Verdad y la Vida. Es
lo que sois pese a lo que decidáis o comprendáis.
Estoy también en
el corazón del Silencio.
…Silencio…
Yo soy Mikaël,
Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales, y estoy en las inmediaciones de
vuestra Eternidad.
Soy Aquel que
viene a alzar vuestro corazón para traerlo frente al Trono, ahí donde Uriel oirá
lo que resulte de vuestro encuentro con Cristo.
Vengo a liberar
a quienes creen ser cautivos.
Vengo también
para amar con mi Fuego a quienes creen ser indignos de ser amados o de
manifestar el Amor.
Vengo también
para consolar con mi Fuego a quienes creían en otra cosa que en lo que Es.
Vengo también
para entregar a algunos de entre vosotros la Espada de La Verdad.
Vengo para
avivar el ardor de vuestra Llama.
Vengo para
atizar las brasas de este mundo a fin de reavivar el Fuego de la Verdad en
vuestro corazón.
…Silencio…
Vengo para
fraguaros en el Fuego del Amor y en la solidez de vuestra Eternidad.
…Silencio…
Vengo también en
vuestros cielos a atestiguar la inminencia de Su Venida.
…Silencio…
Vengo para
acabar con la algarabia ilusoria de este mundo. Mediante la gracia del Amor
pondré fin y pongo fin a la falsificación del amor imperante en este mundo.
…Silencio…
Yo soy Mikaël,
Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales.
Soy la roca
fraguada en el Fuego del Eter que aparece así cada vez más en vuestros cielos.
Vengo también
para traer a vuestros oídos El Espíritu del Sol a través de sus sonidos
celestes.
…Silencio…
Y en el espacio del silencio El Coro de los Ángeles y El Espíritu del Sol
acaban en vuestro interior con cualquier obstáculo a la Verdad.
…Silencio…
Yo soy Mikaël,
Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales. Permitid que ahora deposite en
vuestro corazón el Fuego del Uno para que resuene de corazón en corazón en la
misma coherencia y el mismo Amor.
…Silencio…
Yo soy Mikaël,
Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales, y soy también cada uno de
vosotros en el seno de « Todo es Uno », ahí donde todo es Uno y donde
todo es Belleza.
Yo soy el Fuego
de cada corazón.
…Silencio…
Y pronto voy a
viajar en el Fuego del cielo para traspasar nuevamente vuestro corazón,
abriendo así la puerta a todos los posibles, abriendo la puerta al Gozo eterno,
ahí donde la luz del corazón y el Fuego del corazón brillan más que el más
brillante de los soles.
Vengo también
para mostraros que nada puede realmente oponerse al Amor.
Deposito en
vosotros el Sello de mi Presencia Eterna.
…Silencio…
Y os digo hasta
muy pronto en la densidad de mi Fuego.
Hasta pronto.