LA ÚLTIMA RONDA DE LOS ARCÁNGELES
ANAËL – MIKAËL – URIEL – RAFAËL – GABRIEL – JOPHIEL - METATRON
Por ellos mismos
Octubre 2015
ANAËL:
Soy Anaël
Arcángel. Bien amados niños de la Ley del Uno, me presento a vosotros como
Ángel de la Relación y Arcángel del Amor, a fin de que nuestras Presencias
reunidas en el Corazón del Uno y en la Verdad del Único, se manifiesten y se
expresen en vuestro Templo y en nuestras Presencias comunes. Que la Paz y el
Amor sean la Verdad de este instante.
… Silencio…
Mis
palabras hoy serán pocas, pero cada Silencio entre cada palabra y cada frase
será la ocasión de penetrar en el Corazón del Espíritu del Sol y del Coro de
los Ángeles, abriéndoles definitivamente a la realidad del Amor, a la realidad
de la Presencia, a la realidad de vuestro Ser.
Inauguro
en este día no el Cónclave tal como existió hace unos años aunque vendremos por
turno, cada uno de los Arcángeles, a expresarles y manifestarles la realidad y
la Verdad de vuestra Presencia, la realidad y la Verdad de vuestro
renacimiento, de vuestra Resurrección en las Esferas de la belleza.
Dejemos nos
entonces penetrar y vivir la Presencia Solar, así como de dejar vivificarse en
cada uno de nosotros el Coro de los Ángeles.
… Silencio…
Hoy,
dondequiera que estéis sobre esta Tierra, cada uno de entre vosotros afronta su
propio cara a cara, su propia verdad, confrontada a la verdad absoluta del
Amor, permitiéndoles en cierto modo en un último ajustamiento de precisar su
lugar y lo que sois en realidad, no para demostrar, no para mostrar, sino para
manifestar realmente la evidencia de lo que sois, despojado de los últimos
velos, cruzando las últimas puertas, despertando en vosotros las estructuras de
la Eternidad en vuestro cuerpo de Êtreté, dándoles a vivir de manera simultánea
lo efímero y lo Eterno en el seno de la misma realidad de vuestra Presencia.
Vendremos
entonces cada uno a nuestro turno, nosotros Arcángeles, a colocaros el sello de
la Verdad y de la Libertad, permitiendo de acoger, si aún no está hecho, la
matriz Crística abriendo las puertas que puedan quedar por abrir en vosotros
como en este mundo, favoreciendo en cierto modo vuestra situación en el seno de
vuestra Verdad.
Mientras
que vuestra Consciencia canta el Canto de la Eternidad, el Canto de la Llamada,
canta mientras en vosotros la evacuación de las últimas resistencias a la
Verdad inquebrantable del Amor, dándoles a vivir lo que está por vivir, por
cada uno de vosotros, dándoles a atravesar con júbilo, si tal es la Gracia que
se establece, lo que pueda quedar de ilusiones en cada uno de vosotros,
abriéndoles a la Gracia de María, a su Manto y a la verdad del Hijo.
… Silencio…
El momento
ha llegado de depositar las últimas cargas de la pesadez y de la opacidad de
las ilusiones de este mundo, a los pies del Señor y a los pies de María,
despojándoos en cierto modo de los últimos elementos superfluos a la manifestación
de la Verdad y de vuestra Verdad. En lo que se celebra en cada uno de vosotros
como para el conjunto de la Humanidad Una, se encuentran los elementos que os
llevan, de manera fulgurante o paso a paso, a descubrir lo que aún no pudo ser
visto en vosotros como alrededor vuestro.
Así este
acercamiento, que realizaron muchos de entre vosotros, por una facultad más
grande, de la evidencia de los Seres de la naturaleza, de la evidencia de las
dimensiones intrincándose en este mundo. Vivan lo que vivan, tengan lo que
tengan por vivir en estos tiempos de la Llamada, todo lo que se celebra, sólo
es el despliegue de la Verdad, de la Belleza y de la Eternidad.
En
vosotros el Fuego Sagrado del Amor, naciendo de vuestras Coronas, os da a
descubrir que sois el mundo en su totalidad y en su realidad, este mundo como
cada mundo, como cada Vida, poniendo en relación, en resonancia y en Fusión las
diferentes partes que puedan estar todavía
separadas o fragmentadas, permitiendo de estableceros - desde el instante
en que soltáis el sentido y la idea de ser una persona - en la Verdad íntegra
de vuestra Eternidad.
En estos
momentos, el Silencio. El Silencio de vuestra persona, el Silencio del conjunto
de los Seres sutiles y Presencias evolucionando hasta ahora en los mundos
Unificados, viniendo a tocarles, cada uno al turno de su Gracia, vienen en
cierto modo a afirmaros la Verdad del Amor.
Siempre os
dijimos, durante estos años, de que estamos en vosotros, dándoles la relación
más adecuada entre las diferentes facetas del Amor, del diamante o del cristal
que Sois, Llamas Eternas que reencuentran su verdad, Llamas Eternas que
reencuentran el Amor privado de todo sentido de apropiación, de todo sentido de
pertenencia, viniendo allí también a trascender los últimos elementos llamados
Linajes, dándoles acceso a la pureza de ER, a la pureza de la Verdad del
Lemniscata, dándoles a descubrir en Integridad la joya de vuestra Presencia y
la joya de la Ausencia de la ilusión, instalando en vosotros la perennidad, la
certeza y la vivencia, sin barrera alguna, sin límite alguno, otro que el que
aún le dais a la realidad del Amor que constituye vuestro ser.
Cuando las
Estrellas y los Ancianos os dijeron que podían recurrir a ellos, del mismo modo
que tal vez hoy, entráis más fácilmente en contacto con los pueblos naturales
de este mundo, le es ofrecido hoy de vivir la totalidad de esto en vosotros, en
Verdad y en Unidad.
Caminando
así sobre los pasos de Aquel que sembró la Tierra hace 2000 años, hoy vosotros,
Hijos Ardientes del Sol, Hijos Ardientes de la Verdad, vivís la Liberación de
los últimos engramas y últimos programas personales o colectivos ligados no a
las líneas de predación pero a lo que podrían llamar “costumbres”, el conjunto de estas costumbres que se disolverán delante de la
pureza de la Luz emanando en el centro de vuestro centro y viniendo a recubrir
vuestros cuerpos groseros, vuestros cuerpos sutiles, engalanándoles entonces de
las joyas del Êtreté revelado y manifestado en el seno mismo de lo que tenéis
que vivir sobre este mundo.
… Silencio…
Acogiendo
y aceptando siempre más las partículas Adamantinas, de Luz de la Verdad en
vuestro Templo, se os revela la majestad de lo que os fue ocultado. Estando
disponible a cada aliento de vuestra vida a la verdad del instante, se
despliega en vosotros en cada ocasión, la belleza del instante en vuestro
Templo de Eternidad, llamado « Cuerpo de Êtreté », presente aquí mismo en
vosotros y alrededor vuestro. Allí está la única joya, allí está la única
verdad, allí únicamente se sitúa el Amor, despojado de toda relación de
cualquiera naturaleza que sea, frente a vosotros mismos en este Cara a Cara, en
este Corazón a Corazón, entre vosotros y vosotros mismo, entre vuestras partes
limitadas que se apagan y vuestra parte Ilimitada, que se despierta como de un
sueño profundo.
Así el
Espíritu del Sol y el Coro de los Ángeles cantan en vuestras capas de Luz,
dándoles a percibir, dándoles a vivir por diversos grados la progresión de la
Luz en su instalación sobre este mundo, así como la Ascensión de la Tierra. La
fiesta de los Arcángeles pasó, ahora os queda a actualizar esto de manera
individual, de manera fraternal y de manera colectiva, englobando mucho más que
a los humanos, mucho más que a los pueblos de la naturaleza, mucho más que a la
Tierra, mucho más que al Sol, mucho más que al conjunto de lo manifestado y de
lo Creado en cualquier dimensión que sea, en cualquier sector de los Universos
y Multiversos que sean.
Así, se
revela lo Verdadero y Auténtico. Así se revela vuestro Cara a Cara. En cada
Corazón se establece la misma relación entre el corazón Eterno y el corazón
afectivo, poniendo al día sin esfuerzo ni dificultad lo que deba actualizarse
en este instante presente. Viniendo a consumir lo que pueda quedar de
sufrimiento, lo que pueda quedar de vínculos, lo que pueda quedar de creencias.
Conduciéndoles a las puertas de la Morada de Paz Suprema. Haciéndoles descubrir
la majestad del Sí, no solamente vivida en meditación o experiencia, sino dando
a verse él mismo en cada circunstancia que se celebre en vuestra vida. Os
ajusta todavía más finamente a la precisión del Amor, a la Inteligencia de la
Luz y a la evidencia del Amor y de la Luz.
Así, el
estado de Gracia, el Manto Azul de María y el conjunto de las estructuras
vibrales, que tal vez habéis vivido o todavía vivís, vienen a confirmarles la
salida de este mundo en su finalidad y en su efímero.
Entonces,
nosotros Arcángeles, les venimos a decir: regocíjense porque los tiempos
llegaron. Regocíjense pase lo que pase en vuestra consciencia porque vuestra Consciencia
se reencontrará a tiempo y en un tiempo muy próximo, en la felicidad y la
beatitud de su reconexión, de su reconocimiento, en un espacio y un tiempo
donde ninguno de los dos existe, sino donde sin embargo se vive con intensidad
y totalidad la Verdad del Amor, la Verdad de la Luz.
… Silencio…
El Verbo
Creador también viene del Silencio de la Eternidad, viene de lo que subyace a toda
manifestación de consciencia en cualquier mundo que sea.
… Silencio…
Así la Luz
viene a sugerirles a veces ciertas direcciones, movimientos o algún Silencio,
del cuerpo como de palabras.
No vean
allí ninguna alteración, más bien vean allí lo que viene y lo que ya está aquí.
No se retrasen con lo que se va, no se retrasen y no retengan nada de lo que es
efímero.
Cada uno
de vosotros vive ciertas experiencias, en este mundo como en otras dimensiones.
Todo esto sólo os pide de tomar la totalidad de la manifestación de vuestra
Consciencia en este mundo, porque es aquí donde se encuentra el apoyo más
inquebrantable, dándoles la certeza de la Libertad y la certeza absoluta de la
Verdad de la consciencia, de la Verdad del Absoluto.
… Silencio…
Acepten de
preguntaros si la Luz os pregunta. Acepten de elevaros si la Luz os eleva.
Acepten de guardar Silencio si la Luz obra en vuestro Silencio.
En estos
tiempos tan particulares en los que se cumplen el conjunto de las profecías
anunciadas desde tiempos inmemoriales, se os revela todo lo que pudo ser
escondido en la disposición de vuestra conciencia como en la disposición de
este mundo. La hora es a la Verdad desnuda. Es la hora de la belleza sin
artificio, sin adorno alguno, sin ornamento alguno. El Amor mismo se basta a sí
mismo, así se apagará vuestro Cara a Cara, así se apagará la confrontación y la
conflagración de este mundo. Solo hay la retribución justa de la Libertad
reencontrada, la justa retribución de lo que traduce vuestra alma o vuestra
Consciencia aquí mismo en este instante presente.
Nosotros
Arcángeles, venimos cada uno de nosotros, a depositar una de las 7 notas de
música acopladas a las 7 últimas Claves Metatrónicas reveladas hace poco.
Escuchando
sobre este mundo la sinfonía de la Luz, superareis la sinfonía ella misma, a
fin de ir al origen del sonido, al origen del Verbo, al origen de la Creación, dándoles
a vivir la Llamada y el Juramento y la Promesa, la de la Fuente, la de la Luz
Una y la que subyace al conjunto de toda Consciencia como de toda
manifestación, aquí como en toda parte.
Además no
hay más otra parte. Hay sólo el Aquí y el Ahora, el HIC y el NUNC, el IM y el
IS, situándoles ahí donde el Cara a Cara se apaga, donde todo es englobado en
el mismo Corazón y en la misma Vibranza del Amor Uno. Entonces, como os decía
el Arcángel Uriel hace numerosos años: « Oigan y escuchen ». Oigan y escuchen
la sinfonía de la Luz, Oigan y escuchen los Cantos de júbilo que suenan poco a
poco en el conjunto de vuestros cielos y en el conjunto de vuestras tierras. El
tiempo ha llegado de recibir Aquel que viene, el tiempo ha llegado de acoger la
Eternidad en todas sus prerrogativas y en todas sus manifestaciones y en todos
sus orígenes.
… Silencio…
Vayan
hasta el sonido. El sonido primordial, aquel que está al origen de los cuatro
Elementos, aquel que esta al origen de las doce sílabas Sagradas, no tanto por
curiosidad sino porque ellas mismas instalan la evidencia en este Cara a Cara
de resolución final de la emergencia de la nueva dimensión, de la emergencia de
la Verdad de manera visible, sensible y permanente en este mundo. Realizando
entonces la integración de todo lo que fue llevado a vivir como relaciones,
como contactos, en vuestro plano como con nuestros planos.
… Silencio…
El Canto
de júbilo del Cielo y de la Tierra comienza a oírse y se estremece a vuestros
oídos, anunciando y preparando lo que queda a dejar obrar en vuestro Templo.
Como
Arcángel de la Relación, podría incluso decirles que desde este instante la
mejor cosa a escuchar y a oír, es lo que se celebra en el Silencio de vuestra
Morada de Paz Suprema, allí donde nada de este mundo puede venir a interferir,
sino al contrario, viene a amplificar y a desplegar la llama Sagrada de la
Verdad, del Espíritu y de la conciencia.
Los
últimos vínculos que podían aún retenerles, de manera vibral o de manera
psicológica, sobre este mundo, os muestran por vuestro vivido la futilidad de
este género de aproximación porque el Amor basta para nutrir toda
manifestación, toda vida, en cualquiera plano que sea, cualquier disposición
que sea de esta dimensión o disposición de un plano dado. Quédense cada vez más
a menudo donde todo sólo es Verdad y
donde todo es sólo belleza, donde nada de este mundo puede alterar el tesoro de
vuestra Llama.
Es así
como encontrareis los ingredientes, la fuerza, no por cualquier voluntad pero
más bien por la evidencia de la Luz, de extraeros, sin huir de lo que sea, de
la ilusión de este mundo. Cada vez más entre vosotros van a experimentar esto.
Cada vez más entre vosotros vais a estar en cierto modo en vuestro Cara a Cara,
confrontados a lo efímero y a la Eternidad, provocando en vosotros la certeza
inquebrantable del Amor que no es más coloreado por las circunstancias ni
condiciones de este mundo, sino al Amor incondicionado, libre de todo vinculo,
libre de todo sufrimiento y libre de toda ilusión.
… Silencio…
Así
imprimo en vosotros, no solamente el sello de mi Presencia y de vuestra
Presencia sino la clave que viene a mejorar lo que todavía pueda ser necesario
mejorar, no por vosotros mismos pero realmente por la capacidad de desaparecer
de toda tensión, de todo dolor, de toda certeza inherente a este mundo que sólo
dura el tiempo de una vida como máximo.
Vengo a
impulsar en cierto modo la última ronda de los Arcángeles, ya no más reunidos
en Cónclave, pero venimos cada uno a nuestro turno a afinar las últimas Claves
Metatrónicas a fin de reencontrar, a través del “doce”, la totalidad de vuestro Coronamiento y de vuestro Corazón
Ascensional.
… Silencio…
Depositen
lo que todavía pueda parecer obstruir el instante de vuestra Presencia. En cada
ocasión, en cada llamada de la Luz y en definitiva, os será pedido de probaros
a vosotros mismos la verdad de la Luz o bien la verdad de la ilusión. Ninguna
confusión podrá afectarles porque todo está depositado en vosotros, preparado
para este instante, preparados para este instante. Comprobareis rápidamente, a
medida de las llamadas que la Luz les hace, que todo lo que os parecía en
vosotros de oscuro, pesado, doloroso o contrario a la Luz no pesará más nada
respeto al peso de la Verdad, al peso de la densidad de la Luz.
Esto se
celebra en este mismo momento, abriendo la vía como Ella misma os dijo, a la
Llamada de María y al cumplimiento del final de los tiempos. Un tiempo, dos
tiempos y la mitad de un tiempo son liquidados.
La
Liberación de la Tierra que fue efectiva hace algunos años de vuestro tiempo,
hace totalmente disponible hoy vuestra propia Liberación. Vuestra propia Verdad
se manifiesta entonces y firma vuestra capacidad en establecer vuestra
Presencia Eterna sobre este mundo.
Dejen el
Fuego devorador del Amor obrar en vosotros. Dejen el Fuego del Corazón y la
Onda de Vida realizar la última alquimia, que permite la Ascensión real y
concreta de vuestro cuerpo, de vuestra Consciencia y de vuestro Espíritu. Para
algunos de vosotros, y cada vez más de entre vosotros, realizarán realmente, si
aún no está hecho de manera total, la inepcia del encierro en el seno de un
cuerpo, la inepcia de las leyes cualesquiera que sean, de este mundo.
Entenderéis finalmente y plenamente, si aún no está hecho, esta frase: «
Estabais sobre este mundo pero no erais de este mundo. ».
Así en los
momentos de llamada de la Luz, respondan por la Luz interior. No dejen ningún
elemento de cualquier la relación que sea, como en vosotros, como entre cada
uno de vosotros, venir a empañar o frenar el despliegue de la Luz y despliegue de
vuestro Cuerpo Ascensional. Nunca se olviden de ponerse, tanto como se pueda,
en el seno del instante presente porque es en el seno del instante presente
donde se revela la infinidad de los tiempos, la fatuidad de este tiempo, de
este mundo y la vanidad de lo que constituye la persona.
Los
tiempos de la Gracia, el tiempo de la Llamada de María son momentos de grandes cambios, sin incluso
hablar de la Ascensión, de grandes trastornos, grandes transformaciones,
grandes modificaciones que sobreviniendo en vosotros como en cualquier lugar
donde lleváis vuestros ojos sobre este mundo. Llegará un momento, en breve, en
el que sólo puedan contar sobre lo que sois realmente y veréis en este momento
que las ilusiones de este mundo se apagarán ellas mismas, como vuestra persona
se apagará en este momento, para dejar lugar a la Resurrección final de este
mundo.
… Silencio…
Más allá
de los sonidos y más allá de los Silencios, nuevas percepciones se hacen luz en
vosotros, inscritas en la vibración como inscritas en el seno de la conciencia,
poniendo final al aislamiento de vuestra propia conciencia en este mundo.
Cualquiera que sea la intensidad de lo que percibe vuestra conciencia como Luz
o Vibración, nunca olvidéis que esta intensidad os conduce al Corazón del Corazón,
en la Morada de Paz Suprema, allí donde todo se resuelve real y concretamente
por la Gracia de la Eternidad.
Que esto
sea a nivel de la Corona radiante de la cabeza, que sea en la Corona radiante
del Corazón, que esto sea por los diferentes componentes de la Onda de Vida,
que esto sea por el Manto de María o también por el Canal Marial, el conjunto
de estas vibraciones se resuelven en la Paz del Corazón por el proceso de la
Ascensión.
Recuerden
que como Anclador y Sembrador de Luz, que sois en cierto modo, pero no vean
allí ningún papel, de ser embajadores de la Verdad, embajadores de la Luz en la
resolución final de este mundo. Recuerden que la única aportación y apoyo que
podrán encontrar en estos momentos sólo estará en vuestro interior y no en las
relaciones exteriores, desembocando, más bien sobre el Cara a Cara y sobre la
última relación entre la oruga y la mariposa.
… Silencio…
Pase lo que pase ante la mirada
de vuestra conciencia, pase lo que pase en la globalidad de este mundo,
recordad que el Silencio es la respuesta a todas las interrogaciones, a todas
las preguntas, porque el Silencio es la plenitud del Absoluto. Contiene en él
todos los potenciales de la Libertad, todos los potenciales de toda
manifestación de la conciencia en cualquier universo o multiverso que sea.
Permaneced así firmes en este instante presente, permaneced para siempre firmes
en la verdad de Cristo. En el día de hoy ha llegado, no vuestra misión, pero el
sentido mismo de vuestra presencia en la superficie de este mundo.
Hijos de la ley del Uno, habéis
triunfado ante las adversidades aparentes presentes en vosotros como en la
superficie de este mundo, así el conjunto de los Arcángeles se unen a mí, no
sólo para rendiros Gracia y expresar nuestra gratitud, pero más bien para
fusionar en vosotros, en el corazón del Uno, trayéndoos el Silencio en el seno
de las últimas llaves Metatrónicas.
…Silencio …
A cada Silencio, a cada llamada
de la Luz y a cada mandamiento de la supra-conciencia, dejaréis desplegarse la
verdad del Silencio, allí donde el tiempo y el espacio ilusorios de este mundo
no pueden nada con la verdad de vuestro ser.
No hay más lugar donde esconder
nada. Todo debe aparecer en la Luz desnuda, en la claridad y en la precisión
del Amor. Recordad también que es en la humildad de la sencillez que haréis, en
este preciso momento, vuestro cielo sobre la Tierra, acompañándola, sea cual
sea vuestro devenir, en su Ascensión.
…Silencio …
Recordad también que en la
relación con vuestros hermanos y hermanas cercanos o menos cercanos, la única
ayuda posible será simplemente la manifestación de vuestro Amor, de vuestro
Amor más allá de toda palabra, más allá de toda frase e incluso más allá de
toda mirada o de toda atención, porque os reconoceréis de Presencia a Presencia
y ya no de persona a persona, ya no de persona a entidad, que provenga de la
naturaleza o que provenga de los Ancianos, de las Estrellas o de nosotros, los
Arcángeles.
…Silencio …
En el Corazón del Corazón,
resuena en vuestros oídos la sinfonía del Amor, encadenando, para los más
sensibles de entre vosotros, los doce sonidos reunidos en uno sólo. El sonido
de la Llamada de María, previo a la escucha, si ya no fue el caso años atrás,
de vuestro nombre, pero también la Llamada de María para entrar en vosotros y
en la Verdad, con el fin de que nunca más podáis alimentar nada en la
superficie de este mundo, y solamente sembrar el Amor. No sólo para anclarlo,
pero más bien para hacerlo eclosionar, acabando así la obra empezada en esta
encarnación, para la mayoría de vosotros, desde hace muchos años o numerosos
decenios.
Así el tiempo no es ni contado ni
descontado, el tiempo ha llegado, de manera formal, de manera indeleble, que no
sufre ningún retraso, de vivir el Amor en su libertad total, desapegado de toda
contingencia de este mundo donde estáis todavía, haciéndoos descubrir, si lo
aceptáis, la Libertad verdadera, a la que no le importa las circunstancias de
este mundo porque es vivida.
Así, muchos de vosotros, en los
próximos días y en las próximas semanas, vais a descubrir vuestra verdad, ya no
de manera parcelaria sino de manera plena, en el momento en que sintonicéis
vuestra conciencia y vuestra vida con la misma Luz, con los contactos que se
manifiestan a vosotros en el seno de la naturaleza, como en el seno de los
Ancianos, de las Estrellas o de los Arcángeles, permitiendo afinaros y
acercaros de una manera cada vez más tangible al Corazón del Corazón, al centro
del corazón, allí donde se encuentra el único pasaje obligatorio hacia la
verdad del Amor.
La Luz os pide estar disponible
en cada acción realizada en el seno de este mundo, en cada mirada puesta sobre
este mundo o sobre vuestros hermanos y hermanas, dándoos cuenta de que no sois
de este mundo, que habéis nacido del polvo y que regresaréis al polvo, con el
fin de descubrir la joya en la vaina.
…Silencio …
Por vuestra Presencia o por
vuestra Ausencia, decís a la ilusión de este mundo que los roles ya no os
engañan más, los juegos del bien y del mal, los juegos del sufrimiento y del
placer, el juego que sea cuando es privado de la Fuente, con el fin de haceros
redescubrir y manifestar la totalidad de vuestra belleza en el mismo seno de la
visión de este mundo, y de la visión de vuestros hermanos y hermanas, como al
resto del mundo.
…Silencio …
Soy Anaël Arcángel y vamos a
instalarnos juntos, en este instante, en la verdad del Silencio, sin otro fin
que de estar allí.
…Silencio …
Hijos del Uno y amados del Amor,
sentid el Fuego del Amor, el Fuego de la Verdad …
…Silencio …
…y quedamos juntos y Uno, en este
Silencio y en esta plenitud …
…Silencio …
…disponibles para Él, disponibles
para el Espíritu del Sol.
…Silencio …
Aquiétate y deposita en este
espacio sagrado lo que te estorba y juntos rindamos gracias a la acción de
Gracias y al estado de Gracia.
…Silencio …
Y recibid así la bendición de las
Aguas de arriba, las Aguas del Misterio, del IM manteniendo el misterio de la
Creación, el mismísimo misterio de la Vida …
…Silencio …
…con el fin de que vosotros
mismos, llegado el momento, podáis revelar el poder del « Ehyeh Asher
Ehyeh ».
…Silencio …
Tú, el amigo y el amado de la
Fuente, libérate de todo peso, porque ya lo eres, liberado.
…Silencio …
Y no olvidéis, que a cada regreso en el seno de este mundo, de ser la
sonrisa del Amor en la circunstancia que sea, en la relación que sea, en el
sufrimiento que sea, en la alegría que sea.
…Silencio …
Soy Anaël Arcángel y deposito sobre vosotros una lluvia de bendiciones, con
el fin de que la sonrisa del Amor nunca pueda desaparecer de vuestros labios.
…Silencio …
Hasta pronto.
* * *
* * * *
MIKAËL:
Soy Mikaël,
Príncipe y Regente de las Milicias Celestes. Hijos de la Luz Una, permitidme a
mi también, por mi presencia en este lugar, en este espacio, depositar sobre
vuestros hombros, yo también, mi Manto Azul. Vengo para activar la revelación
de las últimas llaves Metatrónicas, aquí y ahora, rebautizándoos en el espíritu
de la Verdad por la Gracia de Cristo y por decreto de la Fuente.
Mi presencia en
vuestros cielos como en vuestro corazón, viene para abrir el cielo de la
Tierra, permitiendo a la Flota Mariana organizar la Llamada de María. Vengo
para abriros a vuestra última verdad, depositando el sello de mi Fuego y de mi
Manto en el Templo de vuestra Eternidad. Mis palabras serán también pocas,
entrecortadas con silencios, con el fin de digerir y de haceros vuestra, la
verdad de mi Presencia en vuestra Presencia.
Amados del Uno y
amados de la Fuente, el tiempo ha llegado de revelarme de manera visible en
vuestros cielos y en vuestro corazón, revelando a través de este cuerpo la
llama sagrada de vuestra propia consagración, marcando la vuelta a vuestra
Eternidad si tal es vuestra libertad.
Vengo para poner
punto final, de manera visible, al olvido colectivo de la verdad del Amor.
Vengo en
vuestros cielos, y no solamente alrededor de vuestro Sol, para abrir la vía que
finalizará la última reversión de las conciencias así como para la Tierra.
Vengo en vuestro
corazón para facilitar vuestra identidad, para facilitar el Amor, para
facilitar la verdad, no sólo ahora en vuestra Casa limpia pero alumbrándola con
miles de fuegos, los fuegos de la Resurrección. Con las doce llaves reveladas y
manifestadas que os hacen revivir en cierto modo, con otra octava, las doce
etapas vividas en el momento de las Bodas Celestes, durante nuestros
encuentros, hace unos años de vuestro tiempo.
Ya no vendré más
para encuentros porque me instalo definitivamente en el corazón de vuestro
corazón una vez atravesado el cielo de vuestra atmósfera y las barreras de
vuestra cabeza. Así que desde ya sello en vosotros la consagración de la
Verdad, la consagración de mi sello.
Vengo pues para
manifestarme a vosotros de la misma manera que conocéis a los seres de la
naturaleza, los Ancianos, las Estrellas y los Arcángeles, ya no de manera
personal e individual pero para el conjunto de las conciencias de esta tierra.
Vengo pues para
abrir camino al Arcángel que me sigue, el ángel de la Reversión y de la
Presencia. Del mismo modo despejo en vosotros, con el Fuego del Espíritu, lo
que puede quedarse anclado al efímero, anclado en el seno de los límites, los
vuestros como los de este mundo.
Del mismo modo
vengo para sellar la armonía real de las dos Coronas radiantes de la cabeza
asociadas con la del corazón, con el fin de que vuestro cielo y vuestra tierra
hagan sólo uno en la verdad de la conciencia, con el fin de que vuestra cabeza
y vuestro corazón no estén más separados sea cual sea su función.
Así, tiene lugar
en vosotros la Resurrección. Así, tiene lugar en vosotros, por mi Presencia en
vuestro cielo, el sello indeleble de la verdad ígnea del Fuego primordial,
instalando en vosotros el estado de Gracia y el estado de la Verdad donde todo
retorna a su transparencia, a su luz y a su autenticidad.
Entre cada una
de mis palabras, como para cada uno de los Arcángeles a continuación, se halla
la certeza de la Presencia y de la Ausencia.
En cada corazón
de esta tierra encenderé el Fuego de la compasión, el Fuego del Amor, dándoos
una sensibilidad amplificada del Amor de María que os será entregado en el momento
de su Llamada, momento de la última Gracia en este fin de la ilusión, en este
fin de toda ilusión, de vuestra Resurrección, resurrección a la Vida Eterna,
resurrección a la Vida, resurrección al Espíritu, resurrección a la Libertad.
Las señales de la
Luz se hacen cada vez más evidentes y más impactantes, en vosotros como en la
superficie de este mundo, poniendo punto final a la angustia de la muerte,
poniendo punto final a la angustia del efímero y revelando lo que sois
verdaderamente en la mirada de todos, en la mirada de cada uno.
…Silencio
…
El bautismo de
Fuego, de manera visible y ya no interno, en el mismo seno de la ilusión de
este mundo, desvela de manera impactante la verdad, la transparencia y la
claridad del Amor.
…Silencio
…
Escuchad y oíd,
en el silencio de vuestro corazón, el estruendo del cielo y de la tierra
ilusorios, poniendo al desnudo la joya.
Vuestro corazón
de fuego avivará el estruendo del derrumbe de las ilusiones y activará al mismo
tiempo la plenitud del Silencio, revelándose a sí mismo el Amor.
…Silencio
…
Se juegan en
vosotros, en cada uno de vosotros, el último juego de las ilusiones, el último
juego de la revelación de lo que siempre estuvo presente a pesar del
encerramiento, dando, en cierto modo, un acceso libre a cada cual que está en
el silencio del corazón, de poner punto final a todos los velos aislantes y que
os encierran.
Vengo también
para aclarar sobre la finalidad del trabajo de los cuatro Elementos o cuatro
Jinetes, que os permiten ver a los Dragones, a los Elfos, a los Gnomos y a las
Ondinas, así como a todos los pueblos de la naturaleza, que os permiten ver los
engranajes de la ilusión de este mundo, no sólo a nivel individual pero mucho
más a nivel colectivo; un período que es vivido por cada humano encarnado o
bien con la Gracia o bien con negación o bien con ira. Pero allí también, lo
que emergerá de vosotros no es otra cosa que la ilusión del juego de la escena
del teatro.
...Silencio
…
Al Fuego del
cielo le responde el Fuego de la Tierra, al Fuego de vuestro cuerpo y de
vuestro corazón le responde la Presencia de Cristo, por la Gracia del Espíritu
del Sol, acompañado del Coro de los Ángeles.
…Silencio
…
También, en
vosotros como por mi presencia como Mikaël, Príncipe y Regente de las Milicias
Celestes, poniendo mi sello en el cielo de esta tierra, tomo, de manera
temporal, el papel de Príncipe y Regente de las Milicias de la Tierra con el
fin de que los hijos del Uno, todavía atrapados con lo que queda de ilusión,
puedan descubrirse, sin vergüenza y sin pudor, a su estado de ser real, a su
conciencia real en el seno de las manifestaciones de los Mundos Libres, aquí
mismo sobre esta tierra.
…Silencio
…
Así, lo que
podía quedarse ocultado en el seno de vuestras sombras residuales posibles,
como en el seno de los engranajes ocultos de este mundo, se desvelará cada día
un poco más, bajo la iluminación de la Luz, porque la intensidad de la
radiación Ultravioleta, la intensidad de la emanación del Sol central, la
intensidad de mi Presencia y de vuestra Presencia, ya no permitirá, sea cual
sea la sombra, poder ocultarse más en el seno de vuestra Presencia o en el seno
de los engranajes de este mundo, finalizando así la obra de disolución total e
irremediable de las últimas líneas de predación pudiendo todavía manifestarse
por los juegos de las creencias en el seno del sistema de control de la mente
humana, aunque ya bastante difuminadas y bien disueltas por el esfuerzo de los
que anclaron y sembraron la luz.
Así, vosotros
mismos podréis decir, según los momentos: « Soy el Ángel Mikaël que es como Él,
la Fuente ». Así manifestaréis la gloria de Cristo, independientemente de toda
persona presente todavía en el seno de vuestra conciencia, dándoos el acceso,
si ya no es el caso, a la trans-dimensionalidad de vuestra Resurrección en la
mismísima superficie de este mundo.
…Silencio
…
Pasando también
por vuestro cielo, avivaré las brasas del fuego de la ilusión, enseñando
entonces a cada uno la ineluctabilidad de lo que sucede, sea cual sea la
aceptación o la negación. Así deposito en vosotros de nuevo, y por segunda vez,
el sello de la Resurrección.
…Silencio
…
Soy Mikaël,
Príncipe y Regente de las Milicias Celestes y Terrestres, en la acogida de
vuestro corazón se realiza la acogida de mi Presencia, sellando así también,
con otra octava, la Nueva Eucaristía, el sacramento perpetuo de la Verdad.
Entender bien más allá de mis palabras, entender bien más allá de nuestras Presencias
comunes, el sentido y el peso de mis palabras con el fin de que se establezca
la Verdad del Uno aquí mismo en este mundo.
…Silencio
…
Así que estáis
ahora marcados con el sello de la Liberación y de la Resurrección, siendo cada
uno de manera individual el testigo y el receptáculo de la Verdad en el mismo
seno de este cuerpo y de esta conciencia. Dignaos en recibir mi última
bendición antes de recibir mi bendición visible por los ojos de todos.
…Silencio
…
Así, cada uno de
vosotros, desde ahora, podréis dar vuestra paz a cada hermano y hermana
encontrado y en cada relación encontrada. Sean cuales sean las circunstancias
de guerra en el exterior, la paz interior acabará con todo lo que podrá
molestar y oponerse al restablecimiento de la Verdad y a la Ascensión.
Soy el Arcángel
Mikaël y os doy mi paz. Adiós, en el Templo de nuestro corazón.
*******
URIEL :
Soy Uriel, Ángel
de la Presencia y Arcángel de la Reversión. Bien amados hijos de la ley de Uno,
en Verdad y en Unidad, dignaos en recibir y acoger la Gracia de mi Luz Blanca.
Vengo hacia vosotros como Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión,
acompañando vuestra liberación.
Así inicio con
vosotros el canto de la liberación, el que sopla el Espíritu del fuego de la
Libertad, el que sopla el espíritu de la Verdad. Así, en vosotros, el Paracleto
se activa. Así, en vosotros deposito la activación de la tercera llave, la que
os permite vivir el Pasaje con facilidad, permitiéndoos atravesar las orillas
de lo conocido, con el fin de reencontraros en el esplendor de la Verdad
reencontrada, con el fin de reencontraros en el canto de la Libertad, entonando
de manera perpetua la gloria de la Verdad y la verdad del Amor.
Bien amados
hijos de la ley de Uno, vengo para cantar al Templo de vuestra Presencia el
canto de la Libertad, el canto de la Llamada, el que acompaña el pasaje de lo
conocido a lo desconocido, dándoos a vivir finalmente el soplo y la verdad de
la Eternidad, el soplo y la verdad de vuestra belleza.
Amados del Uno,
hijos del Uno, canta en vosotros el canto de la Libertad, canta en vosotros el
Silencio de la Verdad. Entre mis palabras se depositan en vosotros el principio
y la esencia de la Libertad Eterna, de la Verdad, apareciendo por fin sin
frenos y sin resistencias, apareciendo por fin en la Llamada de María y en la
Llamada de los Arcángeles, dándoos a vivir la verdadera Libertad con el fin de
ver con los ojos de vuestra carne la majestad de la Luz, con el fin de que
nunca más la menor duda pueda subsistir en el seno de la entropía de este
mundo.
Aquí mismo, aquí
y en todas partes, aparece en vosotros el canto y el soplo del Espíritu, el que
por fin logra emerger desde el interior hacia el exterior y del exterior hacia
el interior, dándoos precisamente el ritmo de vuestra Libertad, el ritmo de
vuestra liberación. Así que acoged y dejad obrar las fuerzas de la Luz, dejad
obrar la verdad de la Luz, con el fin de que el Pasaje se realice en vosotros
de la manera más sabia, con el fin de que el Pasaje se realice en vosotros de
la manera más directa, esplendorosa y satisfactoria.
Así que abrir lo
que todavía puede quedar por abrir y dejar lo que todavía debe ser dejado. Así
que abrir y dejar emerger en vosotros el canto de la liberación, el que es
concomitante a la Llamada de María, como en un último estertor ligado al
sufrimiento, os abrís a la verdad del Amor, a la infinidad de los posibles y a
la fuente de las fuentes, dándoos a vivir y a experimentar lo que es la
verdadera Libertad, fuera de todo marco, fuera de toda referencia y fuera de toda
ilusión.
Así el soplo de
la Verdad y el soplo del Espíritu viene para cantar a la puerta de vuestro
Templo, viene para ajustarse lo mas cercano a vuestro corazón, con el fin de
adornar vuestro Corazón Ascensional con las luces de la Verdad, con los sellos
arcangélicos, con las luces de vuestro Êtreté y con las luces de todas las
dimensiones y de todas las direcciones del espacio cercano y lejano a la
Tierra. Así el Sol viene a casarse con la Tierra, bautizando en vosotros el
Espíritu Solar, bautizando en vosotros, en el Espíritu de la Verdad, la
Presencia Una de todas las Presencias que se expresaron por diversas voces en
vuestro Templo interior.
Así el tiempo ha
llegado para vivir el Silencio, el de la plenitud del ser y del Espíritu,
soplando sin interrupción sobre el terreno fértil de vuestro corazón y de
vuestra experiencia, germinando y al mismo tiempo eclosionando, al mismo tiempo
cosechando los frutos de la liberación, el acceso a la Verdad Suprema, la de
vuestro ser que ya no es el observador, que ya no es el que juega un papel,
pero que está antes de la mismísima presencia del observador.
En estos tiempos
en los que no habrá nada más que observar que no sea la Luz, visible en el
declive de la ilusión de este mundo, poniendo punto final a las últimas
estructuras y a los últimos condicionamientos de los hábitos de vida en el seno
de la ilusión. Así vengo para facilitar vuestro último Pasaje, el que os revela
en totalidad y completamente la Verdad de vuestro Ser, la Verdad de la Fuente y
la Verdad del Absoluto, con el fin de poner punto final, si tal es vuestra
vibración, si tal es vuestra Presencia, a los juegos de luces y sombras que
existen en el seno de este mundo.
La Luz no
necesita ninguna oscuridad, la Luz Es de toda Eternidad, sea cual sea el color,
emanando su propia luz, emanando su propia Verdad, cantando la sinfonía de los
mundos, la sinfonía de los cuerpos celestes como de los cuerpos humanos.
Así estáis
invitados, ya no a la danza de los Arcángeles pero a vuestra danza, con el fin
de encontrar el aro de la Eternidad, el que os hace ascensionar en la espiral
de la Lemniscata Sagrada, en la espiral de la Libertad donde toda libertad sólo
puede descubrir otra libertad, permitiendo la creación de todos los posibles, o
el descanso en el seno de la ausencia de creación. Allí está vuestra Eternidad,
allí está la verdad de cada uno, quien lo acepte o quien lo niegue. Es el don
de la Gracia a vosotros mismos, por el estado de Gracia y la acción de Gracias,
que os permite tomar el camino más directo de la liberación, el de la humildad,
el del corazón por fin reencontrado a su origen primero, como a su última
finalidad, la del Amor, el de Cristo y el de la Conciencia.
Hijos del Uno y
amados del Uno, escuchad y oíd el canto de la liberación, el de la verdad
infinita de la belleza de la Fuente, en cualquier creación o recreación que
sea. Entonces, allí, en el silencio de vuestro Templo lleno del Espíritu del
Sol, preparado para acoger al Cristo y a la Llamada de María, revestido del
Manto de María y de Mikaël, vengo para iluminar con el Blanco de mi Presencia,
la pantalla de vuestra conciencia, poniendo punto final a las sombras, poniendo
punto final a los juegos, poniendo punto final al efímero. La hora ha llegado
de cantar el canto de la liberación, no solamente el de la Libertad, sino más
bien el de la actualización de la Libertad, en el mismo seno de vuestro mundo
tan privado de la esencial libertad de la conciencia.
Amados del Uno,
vengo para depositar en vosotros el sello de la liberación, vengo para
depositar en vosotros el sello de la estabilidad de la presencia luminosa del
Espíritu alumbrado en el seno del soplo del Espíritu y del Fuego de la Verdad.
El Fuego de Cristo toca vuestras puertas, haciéndoos atravesar lo que queda por
atravesar, sin dificultad, en el momento en que vais en el mismo sentido de la
travesía sin ir a contracorriente, sin oponeros a nada de la Gracia, a nada de
la Inteligencia.
Así, vengo para
acariciar lo que en vosotros abre el cerrojo de las últimas puertas cerradas
con los cerrojazos del miedo y de la incomprensión de lo que sucede en vosotros
como alrededor vuestro, sobre este mundo. Porque no hay ninguna respuesta que
dar a este mundo, hay que dejarlo apagarse él mismo en el seno de las brasas de
su fuego devorador que no acepta el Fuego de la Verdad. La hora de la Ascensión
de la Tierra, y no solamente la de su Liberación, sonó por fin al reloj cósmico
del Sol, al reloj cósmico de vuestro corazón. Así se manifiesta desde ya la
llamada a la vacuidad, la llamada al Silencio, la llamada a la paz. Entonces
¿oís el sonido de la paz, oís la frecuencia, aquella última precediendo la
calma, precediendo la instalación uniforme y definitiva de la Luz Una en el
seno de vuestra conciencia, como en el seno de este mundo?
Muy amados hijos
de la ley del Uno, después del acompañamiento que habéis, tal vez, seguido, que
habéis, tal vez, acompañado, reproducido y vivido en vuestro Templo, ha llegado
el momento ahora de no esconder nada detrás de la pantalla del juego, de no
esconder nada detrás de la pantalla del teatro, con el fin de que ninguna
pantalla pueda interponerse entre vosotros y vosotros mismos. Para cada uno de
vosotros, en cada momento y en cada respiración que tomáis en la superficie de
este mundo, el soplo del Espíritu os devuelve a vuestro Espíritu y os devuelve
a la Eternidad.
Así que escuchad
el canto de la liberación y dejadlo cantar en el silencio de vuestro corazón,
alrededor de vuestra cabeza, y en todas las partes de este cuerpo chispeante de
Luz, exultando la alegría del reencuentro. Porque se trata de un reencuentro,
con lo que se creía perdido o extraviado en este camino de la Tierra. El camino
de la Tierra, la prueba de la compresión, la prueba del olvido, toca a su fin.
Ya es hora de acordarse, no de vuestras memorias, pero de lo que sois en
realidad, ya es hora de vivirlo en totalidad y completamente. Es lo que se abre
en estos días en vosotros, es lo que se abre a vuestros sentidos, es lo que se
abre con vuestras percepciones, es lo que se abre con vuestras cogitaciones
existiendo todavía en vosotros.
Entonces,
obrando en el seno del Misterio, de la Revelación, vengo para depositar este
canto de la liberación, este canto que no es solamente el de la Libertad o el
del Amor, sino el que engloba todos los demás cantos, el canto de todos los
posibles, de todas las experiencias, en las dimensiones que sean. Allí está la
Luz Blanca, la de la Unidad, la de la Verdad. Sean cuales sean vuestras
experiencias pasadas, sean cuales sean vuestras entradas pasadas, hoy, y cada
día que pasa, es un día nuevo, instalándoos de manera cada vez más evidente y
flagrante en la evidencia del Amor.
Amados del Uno,
hoy comenzáis a ver más claro las vicisitudes de la ilusión, las vicisitudes
del encerramiento, con el fin de vivir y de llevar el estandarte de la
liberación y de la libertad, a cada uno y en cada sonrisa, en cada gesto, en
cada palabra como en cada silencio, en cada ocasión como en cada circunstancia,
estableciendo de manera firme y definitiva, la verdad de lo que sois. Y de
veros, los unos y los otros, más allá de toda máscara, más allá de toda
frecuencia, más allá de toda vibración, poniendo al desnudo al átomo original,
el del Amor, el del Espíritu, dejando que él mismo obre, y que por él mismo,
obre en vosotros mismos.
Así se despliega
el canto de la liberación, alumbrando por vosotros mismos y por la Luz, sin
deseo y sin venganza, sin juicio y sin prisa, lo que se despliega sobre la
pantalla de vuestra vida, aquí mismo y en otra parte. Aquí mismo y en otra
parte, en esta vida, el canto de la liberación ha sonado, anunciando las
Trompetas, anunciando la Llamada de María, anunciando la vuelta de Cristo, a
vuestra Presencia como a vuestra Ausencia en este mundo, dándoos todavía más
pesos y más densidad a la Verdad Eterna, liberándoos de toda obligación y
liberándoos de todo lo que habéis considerado hasta ahora como roles o
funciones esenciales en el seno de este mundo.
La vida continúa,
pero con otra octava. La vida se transforma, y es de hecho su característica
esencial. Así viene a recordároslo el canto de la liberación, haciéndoos
expurgar y evacuar de vosotros, exactamente lo que no sois, exactamente lo que
no es de la Gracia de la Luz y de su Inteligencia. La Inteligencia de la Luz
disuelve y hace desaparecer la inteligencia de la persona porque en el seno de
la Luz, no hay otra exigencia que de Ser uno mismo esta Luz donde todo se
resuelve, donde todo es posible y donde nada puede ser imposible por la Gracia
del Amor, por la manifestación de la conciencia y por la presencia, en el seno
de la Ausencia, del Absoluto mismo.
Muy amados hijos
de la ley del Uno, vosotros que habéis seguido los preceptos de la ley del Uno
y habéis aplicado a vuestra medida la ley del Uno en el seno de vuestra vida,
hoy se acabó el tiempo del esfuerzo, porque esta liberación no es un esfuerzo,
sino más bien un Abandono, como ya lo sabéis. Conforme a vuestro Abandono, el
Pasaje de la liberación se hará con felicidad y ligereza en vuestra densidad de
Amor, en vuestra densidad de Presencia o en la ligereza de vuestra Ausencia.
Así se realiza el último Pasaje, el que obra en el seno de la Luz Blanca,
finalizando las diferentes obras que habéis emprendido durante estos años,
llevándoos a la cima de la montaña, llevándoos a la cima de vosotros mismos,
devolviéndoos así al corazón del corazón, a la esencia de la esencia y a la
verdad del Ser Supremo en su esplendor, su realeza, su consagración y su
manifestación, o su ausencia de manifestación, en el seno de la conciencia que
sea.
Así, se eleva en
vosotros la verdad de la Libertad y la libertad de la Verdad. Así, se eleva en
vosotros el Corazón Ascensional dándoos la gracia y la sonrisa, dándoos a
percibir más allá de toda apariencia y más allá de todo juicio, la verdad de
vuestro Ser, la verdad de cada Ser, la verdad de toda vida persiguiendo, no un
fin, pero manifestando simplemente el despliegue de la Vida en el seno de los
multiversos y los universos.
Así, el canto de
la liberación viene para daros un empujón a lo que puede estar todavía
paralizado por el miedo o por el olvido, con el fin de desincrustaros de lo que
todavía puede parecer ser un bloqueo o una negativa, inconsciente o consciente,
de la Luz en su totalidad. La Libertad y la Responsabilidad es hoy vuestro
único papel, el de acoger con el corazón abierto, con los brazos abiertos y con
la conciencia abierta, la realidad de los multiversos y de los universos que
vienen a entrechocarse a la superficie
de este mundo, mostrándole el camino de la Luz, el que no conoce ningún error,
ningún camino falso, y sobre todo el que permite todos los pasajes a cualquier
dimensión que sea.
Allí está la
única Verdad, con el fin de no ser más tributario de un cuerpo efímero, con el
fin de no ser más tributario de alguna relación ni de otro apego que no sea el
de la Libertad, de la conexión con la Fuente y de la sabiduría del Absoluto al
fin reencontrado.
Allí está el
canto de la liberación, donde soltamos todos los pesos a los pies de Aquel que
viene a presentarse y que llama a la puerta, a los pies de Aquella que viene a
entregar la última Gracia en el seno de este mundo.
Amados del Uno,
escuchad y oíd, descansar en el silencio del corazón y dejar obrar la alquimia
de la Luz, dejar obrar la siembra del mundo nuevo y de las nuevas Moradas, sea
cual sea la vuestra, donde no hay ningún sufrimiento y ninguna división.
Se acaba la
fragmentación. Los pedazos vuelven a pegarse con el fin de daros cuenta de que
no hay pedazos, que sólo está el Uno, que sólo está la Verdad Suprema del Ser,
manifestado como en el seno del Absoluto. La hora de la liberación y el canto
que entrego por mi sello depositado sobre la frente y en el corazón,
permitiendo la simbiosis y la resolución de todo lo que todavía ha podido, en
el seno de vuestras peregrinaciones sobre este mundo, paralizar unos elementos
en vosotros.
Así vais a
descubrir la danza del Silencio, ya no expresado a través del cuerpo, pero
expresado a través del Espíritu directamente, porque el cuerpo ya no es útil
con lo que va a suceder, y sólo os servirá para tener un refugio provisional
con el fin de que la gestación llegue a buen termino y que la liberación se
haga con una gran carcajada cósmica.
Porque todo es
un juego, y el juego se acaba con el fin de que vuestro juego también acabe con
esta carcajada de reencuentros cósmicos, reencuentros de la Eternidad, ya no
por experiencia, ya no por momentos, ya no por etapas, ya no como una
esperanza, ni una creencia, sino como la realidad de vuestro instante presente,
con cada respiración, con cada movimiento, con cada gesto y con cada sentido
vivido en este mundo.
Esto se vive
ahora con una gran facilidad, con una gran sencillez y con una gran evidencia,
a la medida de vuestra liberación.
Así que, amados
del Uno, escuchad y oíd lo que os entrego en el seno de vuestro Silencio, en el
Blanco de la Verdad, en el Blanco de la Unidad, aquí mismo y ahora.
…Silencio
…
Tal es el canto
del Silencio, donde la evidencia llena todo el sitio y todo el espacio. Este
mismo que resuena en vuestro Templo, abriéndoos a los sonidos del Último y a
las últimas llaves de la liberación. A vosotros que sois benditos entre los
benditos, con el fin de que os volváis los que sois, los seres de Fuego, los benditos
Elohim y los benditos Néphilim.
…Silencio
…
Escuchad,
escuchad lo que sopla en vuestro oído, el espíritu de la Verdad. Escuchad lo
que sopla en vosotros, el Espíritu del Sol. Escuchad lo que sopla en vosotros,
la animación de los Elementos. Escuchad lo que sucede en el Silencio.
…Silencio
…
Así, en este
Silencio, el Verbo Creador y el Verbo Creado se unen al Silencio de la
Eternidad y al sonido primordial.
…Silencio
…
Así, seréis
tomados por la Gracia y ya no por el temor. Tomados por la Gracia, por su
ligereza y por su belleza, acompañados por el conjunto de lo que sois,
manifestado sobre la pantalla de vuestra conciencia como unos Arcángeles, como
unos Ancianos y unas Estrellas. Está en vosotros, lo sabíais, lo vivíais unos
instantes y unos momentos. Queda establecerlo de manera firme y definitiva,
desapareciendo de lo que no es Verdad.
Así, en el
Blanco de mi Presencia, sello en vosotros el sello de la liberación donde
ningún arrepentimiento es necesario porque así es la Gracia, porque en el seno
de la Gracia todo es Don y todo es dado. Así es el Espíritu de la Verdad.
…Silencio
…
Entonces acoger
y oír… el Silencio de nuestras Presencias …
Así, el Silencio
está presente …
Así, el corazón
es libre.
Porque en
verdad, sois la Vía, la Verdad y la Vida, pero sois también el Silencio de la
Eternidad precediendo toda vida.
…Silencio
…
En la
liberación, estar orgullosos de la Verdad de vuestro Ser Eterno. Estar
orgullosos y humildes ante la majestad de lo que está allí.
Así como
nosotros también inclinamos la cabeza ante la majestad, vosotros también
levantaréis la cabeza antes de inclinarla en un gesto de gratitud y de
reconocimiento eterno hacia vosotros mismos y hacia la Vida, hacia toda
experiencia fuese cual fuese en el seno de este mundo.
Así el séptimo
Ángel sonará pronto. Es el momento en que las Trompetas surgirán por todas
partes. Allí coreará el trabajo final de la liberación.
Escuchad… y oíd
todavía más profundamente el sentido de mis palabras y el sentido de mi
Presencia.
…Silencio
…
En el tiempo de
la liberación, la Luz moldea y ultima su obra de Resurrección. Ser el simple
testigo de esta Resurrección y quedaos en el Silencio de la Llamada.
…Silencio
…
Y allí, en
presencia del Silencio y en el silencio de la Presencia, acojamos mucho más que
las Presencias que os acompañaron, mucho más que la suma de vuestras
experiencias, acojamos juntos lo que es anterior al Verbo, lo que siempre
estuvo allí.
…Silencio
…
Así dejaréis
pasar lo que debe pasar, dejando llegar lo que debe llegar. Porque esto no
depende, ni de vosotros, ni de nosotros, ni de la Tierra, ni hasta del cielo,
pero simplemente de la evidencia de la Luz.
…Silencio
…
Vosotros, aquí y
ahora, aquí y en otra parte, quienes recibís el sello de mi Presencia y de mi
liberación, que no es otra que la vuestra, la que os ofrezco como ofrenda.
…Silencio
…
El canto de la
liberación consagra el tiempo de la liberación, y en este tiempo, ninguna
restricción puede aparecer, ni ninguna falta. Asistir simplemente a vuestra
propia liberación. No hay que hacer ningún esfuerzo, no hay nada más que dar
que el don de la Gracia. Sólo hay que soltar lo que todavía no lo fue.
…Silencio
…
El canto de la
liberación, acompañado del canto de la Libertad, rodeado del canto de la Luz,
os acoge en su seno igual que lo acogéis en vuestro seno. Allí donde ninguna
palabra puede ni explicar, ni justificar, ni interpretar, donde el Silencio es
la única evidencia y el único acto vivido en la
majestad.
En el canto de
la liberación, os doy mi paz y acojo vuestra paz.
Escuchad y oíd…
la sinfonía del Coro de los Ángeles.
…Silencio
…
Tal es la
ofrenda que deposito en vuestro Templo, el canto de la liberación.
…Silencio
…
Así, como la
Fuente te lo dijo, yo también te digo: « Mi amigo, mi amado, ¿a qué esperas? Mi
amigo, mi amado, quédate allí. ».
…Silencio
…
En el Silencio
de la liberación, permíteme fusionar en ti.
…Silencio
…
Tú, el amigo y
el amado de toda Eternidad, acoge en Verdad y en Unidad.
…Silencio
…
Permíteme
también de cantar contigo el Silencio de la liberación, aquí y en otra parte,
en todo lugar y en todo sitio, en cada vida.
…Silencio
…
En la Paz y en
la Alegría, descanso en ti. En la Paz y en la Alegría, dejo el Silencio
florecer en tu corazón.
…Silencio
…
Soy
Uriel, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión. Ve en paz, peregrino
de la Eternidad. Deposito a tus pies el don de la Gracia y te digo hasta
pronto. Mantengamos la presencia, pero silenciosa, de la comunión establecida
entre vosotros y en cada uno de vosotros, aquí y en otra parte. Unos instantes,
unas respiraciones.
…Silencio
…
*******
RAFAEL:
Soy Rafael Arcángel, Arcángel de la Sanación. Amados
del Uno, aceptad los saludos de mi corazón a vuestro corazón.
Soy aquél que operó, por decirlo así, entre bambalinas
para vuestra Liberación. Como Arcángel de la Sanación fomenté e impulsé en
algunos casos la liberación de vuestra alma de las contingencias de la materia.
Así pues, desde el interior de vuestro Ser, participé del vuelco y retorno del
alma.
Ahora que la elección ha quedado clara, mi Presencia
en el seno de la Ronda última de los Arcángeles tiende a iluminar la materia en
esta tierra, a alumbrar desde el interior el camino que recorréis y la vida que
vivís.
Al igual que el conjunto de los Arcángeles en esta
Ronda, mi Presencia va mucho más allá de las palabras que voy a pronunciar. Esta
palabras serán entrecortadas por silencios durante los cuales, juntos, aquí
como en otras partes… Estos silencios servirán para alumbrar desde el interior
lo que pueda subsistir todavía en vosotros como apegos, crispaciones y zonas
oscuras en el seno de la bajada de la Luz y de vuestra Ascensión en la Luz.
Soy el Arcángel que acompaña toda forma de liberación
y que manifiesta en vosotros lo que necesita ser resaltado en la pantalla de la
conciencia en el mismo seno de vuestro mundo, más precisamente en este período
de manera quizás más visible.
Las contingencias de la materia no son solamente las
líneas de depredación o el encierro experimentado por este sistema solar sino
más bien la revelación y puesta en luz de lo que obstaculiza vuestra Libertad,
de lo que obstaculiza la plena conciencia, aquélla que – justamente – se
encuentra liberada de las trabas, de las resistencias, que pueden todavía
frenar el establecimiento de vuestra conciencia en el estado de Gracia,
previamente a la estase.
Cada uno de vosotros está, por supuesto, invitado a
solicitar mi Presencia, mi radiación y mi Luz. En forma especial durante este
período soy aquél que ilumina, en lo posible, vuestro propio Tránsito hacia la
Eternidad.
Muchos entre vosotros habéis resucitado en la llama
del Espíritu eterno de Cristo o estáis encaminados hacia aquel Reencuentro. El
sentido de mi Presencia es depurar en vosotros – mediante vuestra Luz y mi
Presencia – lo que requiere ser señalado. Esto tiene que ver – en especial
estos días – lo que puede subsistir en vosotros como creencias y resistencias
ante la evidencia de la Luz.
Soy pues un caminante silencioso deseoso de
acompañaros y no de caminar vuestros pasos, deseoso de asistiros en lo que
tenga que ser develado en vosotros, deseoso de llamar vuestra atención y
conciencia en lo que resiste, no para contrarrestarlo sino para alumbrarlo y
así disolverlo, no mediante un esfuerzo sino mediante vuestra capacidad para
trascender el sentido de toda identidad en este mundo, de toda función, de todo
rol y también de toda quimera ligada a la prolongación de este mundo en su
estado actual.
Muchos entre vosotros habéis sido durante estos años
Ancladores de la Luz, Sembradores de Luz. Vuestro rol en este período se limita
sobre todo a permanecer presentes ante vosotros mismos y lúcidos ante vuestra
Eternidad. Así es como lo efímero desaparece o desaparecerá en su totalidad de
vuestro campo de conciencia. Mi propósito es facilitar la Llamada de María a
nivel colectivo como a nivel individual.
Soy aquél también que os ayuda en la finalidad de
vuestro cara a cara para aclarar lo que os parezca incomprensible porque no es experimentado
todavía y también sobre lo que pueda pareceros aterrador o violento, pese a la
calidad de vuestro Amor manifestado en forma impersonal en este mundo.
Soy aquél también que reunifica el conjunto de los
tránsitos y el conjunto de las corrientes vibratorias que os han cruzado parcial
o totalmente durante todos estos años de vuestro tiempo terrestre.
Soy aquél también que acompaña – mediante mi simple
Presencia en vosotros – vuestros momentos de desaparición y de reaparición en
relación con este mundo. Mi sola Presencia es pues un bálsamo. Ahí está el
significado de la palabra “sanación”. No veáis en este proceso tan sólo la
sanación de la materia sino ante todo la sanación de la ilusión de la materia,
de la ilusión del encierro, de la ilusión del sufrimiento, de la ilusión de
todo lo que no sea duradero.
Soy pues la Eternidad en acción en el seno de vuestro
efímero, sean cuales sean las circunstancias por venir, sean cuales sean las
situaciones y relaciones. Iluminando lo que así lo requiera, permito que
vuestra llama eterna logre manifestarse con total libertad en relación con las
leyes de este mundo. Este proceso aclaratorio está operando en cada uno de
vosotros desde hace algunos meses. Viene a completar todo cuanto habéis
experimentado quizás, todo cuanto habéis rechazado tal vez, con un enfoque
nuevo: aquel de la Libertad, aquel de la Autonomía, aquel de la Humildad.
Así es y desde ya podéis comprobar que sólo puede
haber el uno o el otro, es decir ya sea lo efímero, ya sea lo Eterno. Y eso se
irá repitiendo más y más a menudo sean cuales sean las circunstancias de los
pasos que deis en este mundo, sean cuales sean las relaciones, las
suposiciones, las ideas, a fin de mostraros y demostraros la insignificancia de
lo efímero, la insignificancia de la vida privada de su libertad, privada de su
posible acceso a los estados multidimensionales.
Este enfoque, que es también vuestro – pues presente
estoy en vosotros como el conjunto de los Arcángeles – sólo puede funcionar si
aceptáis rendiros a nivel de la persona, rendiros a nivel de la necesidad de
apropiación, de comprensión, de captación de lo que sea en este mundo.
Soy pues aquél que impulsa e impulsó, por simple
Presencia, la posibilidad que tiene el alma de volverse, de experimentar en el
seno de la materia como también en el del Espíritu. Me encuentro pues a medio
camino en vuestra estructura, entre las Puertas que llamáis Visión y Al. Apunto
pues a lo que separa y lo que unifica, ilustrado en vuestro cuerpo con el diafragma,
que separa, como bien sabéis, el nivel aérico del nivel digestivo.
Vengo, pues, a retornaros – a través de vuestra
lucidez – al Soplo original, aquél llamado Verbo Creador, en resonancia con la
co-creación consciente. Vengo también a demostraros – a través de vuestra
lucidez – que las distinciones establecidas de manera artificial en este mundo
entre las edades, entre los sexos, entre las identidades y entre las funciones,
sean cuales sean, no son sino temporales y que no conviene rechazarlas ni
apartarse de ellas sino más bien atravesarlas con plena lucidez.
Así es como fomento en vosotros la claridad y la
precisión acerca de lo que ocurre actualmente y que os conduce a veces a vivir
nuevamente ciertos traumas pasados, pese a ser evacuados en parte de vuestra
conciencia limitada y que permanecieron sin embargo incrustados en el alma ya
sea revertida o en curso de reversión y no disuelta.
Así, en este lugar y en todas partes en la Tierra, en
este día y en este instante, abro en vosotros las compuertas de la comprensión
sin límites del Supramental, que no requiere más del análisis lógico ni de la
compresión intelectual sino que opera directamente a través de la intuición y
la visión del corazón, lo que os remite a la libertad de la Corona radiante de
la cabeza y a la visión – hasta ahora alteradas por las fuerzas luciferinas.
Soy también aquél que os permite – mediante mi
Presencia y vuestra lucidez – ver con vuestros ojos carnales, percibir – a
través de vuestro cuerpo físico como a través de todas vuestras estructuras
sutiles y efímeras – lo que os rodea en este mundo. Esto abarca obviamente
tanto los pueblos de la naturaleza – como elementos más sutiles – como - de
manera más abrupta – las vicisitudes de este mundo, las mentiras de este mundo
y los engaños de este mundo, en cualquier lugar que estén en vuestra escala de
valores.
Restablezco, pues, la justicia y la equidad, tanto en
vuestros comportamientos como en las acciones llevadas a cabo en la sombra y
que han conducido a la humanidad a experimentar hoy en día el Choque de su
Liberación.
No vengo a dar sermones, ni a juzgar, ni a condenar,
pues eso no es de mi incumbencia. Vengo simplemente – y les reitero – a
iluminar sobre lo que lo requiere. Así pues, de haber en vuestras vidas, aquí
mismo en este mundo, elementos perturbadores, sean cuales sean y de cualquier
naturaleza que sean, me corresponde iluminar y facilitar el tránsito vuestro a
través de esas zonas oscuras.
Así pues, hoy más que nunca la función del Arcángel de
la Sanación se activa dentro vuestro pero en una octava superior, en otra
dimensión que la simple curación del cuerpo físico o de los cuerpos sutiles
efímeros. Dicho de otra forma, vengo a sanar el alma sufriente en sus creencias,
en sus hábitos, en lo que ella considera ser su karma. Soy pues, la
manifestación del estado de Gracia y por ende, de la sanación última.
Os llevo pues, a ver no las causas y tampoco los
efectos sino – mediante vuestra lucidez – la realidad del Amor y del Verbo
Creador en todas las circunstancias de vuestra vida. Eso se traduce ya o se
traducirá en muchos de vosotros por una disminución o una desaparición de los
pensamientos reiterativos, de los dolores reiterativos, de todo cuanto os
parece nunca ceder o terminar.
Tened presente que no actúo en contra de lo que sea o
de cualquier sufrimiento que sea sino que brillo con más fuerza para que veáis
con más precisión lo que no fluye todavía, lo que no se ha hecho liviano
todavía dentro de las estructuras efímeras. Perfecciono, por decirlo así,
vuestras estructuras físicas, energéticas y vibrales hasta ajustarlas y
sintonizarlas con la frecuencia Marial y la Llamada de María.
Así juntos, aquí como en otras partes, en unión con el
Sol donde me encuentro, en unión con el Sol Central de la galaxia con quien
estoy en resonancia, deposito en vosotros la lucidez de la Luz, la lucidez de
la Eternidad, la lucidez del Amor y por ende, de la sanación. Sanación ya no
parcial sino total – si vuestra vibración así lo permite – de la ilusión de
este mundo y también más directamente de este mismo mundo y de vuestra
sensación – si la tenéis todavía – de ser parte de una historia limitada en el
seno de este mundo.
No corto como lo hacen Cristo o Miguel. Aporto el
bálsamo de la lucidez del Amor donde sea necesario, en vosotros como en toda
interacción existente entre vuestra propia ilusión y la ilusión de este mundo.
Muchos años atrás os fueron comunicados tanto mi sello
como ciertos elementos posturales y verbales transmitidos por el yoga de la
Unidad y de la Verdad. Hoy en día aquellas informaciones ya no sirven pues sois
libres. Aunque no lo percibáis, aunque no lo experimentéis, vengo a aportaros
el bálsamo del Amor, el bálsamo de la sanación y por último, el bálsamo de la
trascendencia.
Al igual que con cualquier otro Arcángel, ya no
necesitáis acudir formalmente a rituales, protocolos ni palabras. Sólo
necesitáis instalaros en el corazón y dejar operar – a través de vuestro
Abandono en la Luz – la Luz en vosotros. Para ello no es necesario dirigir
vuestra atención hacia tales ideas, tales pensamientos, tales sufrimientos o
tales resistencias sino simplemente aumentar la intensidad de la luz que
vuestro propio corazón proyecta sobre dichas zonas oscuras. Eso puede funcionar
solamente si acatáis uno de los preceptos más importantes de Cristo que
consiste en dejar operar la Luz en vosotros con la certeza de estar en este
mundo sin ser de este mundo, aunque vuestras estructuras efímeras sean parte
integrante de este mundo obviamente.
Este enfoque, nuevo para algunos, puede efectivamente
traducirse por la sensación de un recrudecimiento o de una recaída de ciertos
elementos pertenecientes a la persona. Nada más erróneo pues el conjunto de
vuestras manifestaciones resulta, al final, de un enfoque nuevo procedente de
vuestra Eternidad y de la Eternidad de la Luz, que viene a actuar sobre lo que
la necesita, en cualquier nivel que sea.
Dejaos llevar pues, por lo que suceda en vuestras
vidas practicando de la pequeñez de la humildad y de la simplicidad. Sed real y
concretamente como un niño porque nadie puede entrar al Reino de los Cielos si
no se ha vuelto previamente un niño, virgen de toda historia, virgen de todo
sufrimiento, virgen de todo apego o de toda creencia en cualquier ilusión o en
cualquier historia que sea, vivida en la superficie de este mundo, sea la vuestra
o cualquier otra.
Los tiempos, ya lo sabéis, se han cumplido. El plazo
indicado por el más venerable Lipika kármico llamado Orionis os ha sido
comunicado hace pocas semanas. Habéis podido constatar durante este período
vuestra facultad cada vez mayor para experimentar momentos de armonía en la
naturaleza como en vuestro interior y a nivel de ciertas relaciones.
El enfoque propuesto por mi Presencia y vuestra
lucidez han llevado a algunos a efectuar reajustes en su propia conciencia como
en su entorno. De ahora en adelante vais a cosechar más y más frutos a nivel de
la Libertad, a nivel de vuestra Autonomía y de vuestra Liberación futura, de no
ser ella recuperada todavía a nivel individual.
Vengo pues, a depositar en vosotros aquella lucidez
que da al alma – no disuelta todavía – liviandad en su vuelo hacia el Espíritu.
Esto se produce en el Silencio y en la intimidad de vuestra Presencia. Ahí está
la verdadera sanación, la sanación de las creencias, la sanación de los miedos,
la sanación de las carencias, la sanación del miedo a lo desconocido. Recordad
que todo eso aparecerá espontáneamente, sin dificultad alguna, en cuanto
sintáis la zona de vuestro pecho – no sólo el Corazón Ascensional, no sólo la
Corona radiante del corazón, no sólo la Nueva Eucaristía, no sólo la estructura
peculiar del átomo germen del corazón – sino la totalidad de vuestro pecho como
ardiendo bajo el efecto del Fuego de la Verdad. Y ha de ser eso lo que ha de
denotar en vosotros la carencia de Luz, como en el seno de toda relación y de
toda interacción, llevándoos a experimentar el gozo simple del niño,
maravillado con lo que ocurre en vosotros como en vuestra vida.
Soy también el consolador. Más allá del enfoque
luminoso, más allá de la comprensión del alma, soy aquél que viene a consolar
lo que puede ser vivido como pérdidas actuales o pérdidas pasadas o también
pérdidas futuras pues la pérdida sólo tiene que ver con este mundo. Del otro
lado del velo, liberados de las contingencias de la materia, vais a descubrir
la liviandad del ser, la risa de la vida y el gozo de la liviandad, así como el
gozo de ser real e integralmente lo que sois en verdad. Así, en el seno del
espacio de Silencio que abrimos ahora, deposito la activación de la frecuencia
de la sanación.
… Silencio…
Esforzaos también por tener presente que esta forma de
lucidez nueva, para algunos, nada tiene que ver con justificaciones, nada tiene
que ver con explicaciones, nada tiene que ver con causalidades sean cuales sean
sino que es la acción del Amor por el Amor y en el Amor.
… Silencio…
En este Silencio que practicamos se encuentra la
totalidad de la Verdad pues es en el Silencio donde se crea el Verbo. Al estar
en el origen de esta creación como de toda creación, el Silencio permite
también acabar con todo lo que está limitado en vuestros funcionamientos, en
vuestras relaciones, en vuestros afectos y en todo cuanto llamáis causalidad o
karma.
… Silencio…
Mis palabras como mis silencios hoy van dirigidos
exclusivamente a vuestro corazón, a vuestra alma o a vuestro Espíritu. Tened
presente que la Luz nunca irá en contra de la libertad de creeros condicionados
o sometidos al libre albedrío. La Libertad de la Luz nada tiene que ver con la
elección, nada tiene que ver con lo que llamáis libre albedrío pues el libre
albedrío implica la elección, implica la decisión e implica pues, la
posibilidad inherente a aquella noción de elección que es la equivocación y el
error. La verdadera Libertad es la sanación, aquella que sabe lo que ella es y
que no requiere suposición alguna ni proyección tampoco y menos aún
explicaciones pues la Luz se nutre consigo misma y por sí misma. La Luz es, en
el seno de lo que sois, perpetua e infinita.
… Silencio…
La Ascensión colectiva de la Tierra y por ende su
sanación final ha comenzado de manera formal, indeleble y cada vez más visible.
Obvio es que el proceso no será vivido individualmente de la misma manera sino
que variará según vuestro grado de libertad, según vuestra capacidad para
soltar lo que os importa todavía. Al corazón sólo le basta el corazón. Él
desconoce las historias, desconoce los sufrimientos, desconoce las resistencias
cualesquiera que sean.
La evidencia de lo que acabo de decir debe ser
experimentado por vosotros mismos más allá incluso de la evidencia o de la
incomprensión. En otras palabras, dejad que el corazón sea lo que es, pues eso
es lo que sois, el resto sólo pasa y pasará cada vez más rápido.
Lo que ha sido llamado los Cuatro Vivientes o los
Cuatro Jinetes del Apocalipsis se encuentran ahora soltados de manera total, a
partir del día de hoy, en la superficie de la Tierra y en las profundidades de
vuestro corazón. Tened presente también que eso no requiere de vuestra parte
nada más que la Presencia en vosotros mismos para ser lo más útiles posible, no
para vosotros mismos sino para el conjunto de la humanidad.
Recordad también que es en aquel nivel donde ha de
encontrarse la única respuesta posible a todo cuanto acontezca pues no existe
otra salida, como se lo hemos reiterado hace poco.
Tened presente que ningún sufrimiento, ninguna
resistencia, ningún conflicto, ya sea personal o colectiva, puede durar porque
en su esencia es, en este mundo, efímero y obedece a ciclos, tanto astronómicos
como temporales, ligados a la evolución en el mundo donde estáis.
El corazón se basta a sí mismo y la lucidez nueva es
aquélla, concientizada y actualizada, que sólo el corazón puede ofreceros. Ninguna
acción hasta ahora eficiente podrá en adelante proceder de lo antiguo, que
obedecía a las leyes de acción y reacción. Eso es lo que conviene identificar
cuanto antes dentro vuestro y de manera cada vez más colectiva dentro de
ciertos grupos, ya sean familiares, ya sean raciales, ya sean espirituales o
circunstanciales con relación a alguna actividad, sea cual sea.
La única Libertad real consiste pues, en reconocer
vuestro corazón como el origen y la fuente de todo lo que acontezca en el
escenario del teatro de este mundo, sin excepción alguna. En otras palabras,
cual sea el punto de vista personal de cada cual, los acontecimientos
colectivos que asoman en el horizonte de este planeta no son sino el reflejo de
lo que ocurre en vosotros. Que las circunstancias os parezcan placenteras o
terribles, eso no cambia en nada la verdad de esta aseveración.
Deposito pues, en vosotros, por segunda vez, el Soplo
del Espíritu de Verdad, que da lucidez al corazón y en cierto modo lucidez a la
persona en relación con la verdad del propio corazón, lo que permite medir cuán
lejos o cuán cerca estáis de la Libertad.
Recordad también que, cuales sean las circunstancias
que os corresponda vivir en vuestra pantalla interior o en la pantalla de este
mundo, tales imágenes sólo pasan sin alterar en nada la realidad y la verdad de
vuestra Libertad y de vuestra Eternidad.
Estaréis de todas formas, en el seno de este mundo,
colectiva e individualmente, sumidos en el silencio y el asombro ante la
belleza y la majestad de lo que acontezca en la Luz, pero también, al
contrario, en el espanto por lo que ocurra en la materia. Y es en estas
circunstancias presentes y actuales donde se encuentra la mayor capacidad para
ser lúcido, verdadero y sanado. Para lograrlo es
necesario permanecer atento y en oración. Estar atento no con relación al bien o al mal, tampoco
con relación a lo perjudicial o provechoso, sino únicamente en relación con el
corazón pues todo lo demás ha de desaparecer, sin excepción alguna. Entonces
sabréis, incluso antes de la aparición de la última Trompeta, que estáis
preparados.
La Libertad no es un concepto, sobre todo en este
mundo. La Libertad es la condición sine qua non de la conciencia. Esto es lo
que va a verse, de no verse ya. Esto es lo que va a vivirse, de no vivirse ya.
La desaparición del exterior, la desaparición del entorno, así como la
desaparición de todas las conciencias sutiles, tanto las de la naturaleza como
nuestras Presencias como Arcángeles o también como Ancianos o Estrellas, que estarán
en silencio en su momento, os permitirá – antes de la Llamada de María – vivir
directamente la Autonomía completa. Que eso suceda en forma de vivencias o
durante el sueño o de un modo imprevisto e inesperado, eso ha de prepararos
para el cara a cara final.
No olvidar en aquel momento mi Presencia y mi
radiación, sin solicitar nada más que ver la Verdad para ser la Verdad.
Eso implica también cierto número de manifestaciones
como los mecanismos de adormecimiento o de dolores periféricos en los miembros,
dirigidos a apagar la conciencia limitada.
Así pues, lo que acontece en la pantalla mundial como
lo que acontece en vuestra pantalla interna no tiene consistencia ni peso
alguno en relación con la presencia del corazón. Es aquella lucidez la que va a
actualizarse en su totalidad, de no existir ya.
Así, con vuestro permiso, establezco nuevamente este
Silencio, aquí y en otras partes, en unión con el Espíritu del Sol y con la
acción de las radiaciones solares del día de hoy.
… Silencio…
Reitero la invitación de la sesión anterior con el
ángel Uriel para que prestéis atención y escuchéis el Silencio en el que se
despliega la verdad del corazón.
… Silencio…
Soy Rafael, Arcángel de la Sanación.
… Silencio…
Soy aquél que acaricia vuestra alma por primera vez.
En el Fuego del Amor y de la Verdad, bendigo la Vida
que sois, bendigo la Verdad de quienes sois.
… Silencio…
Soy Rafael.
Soy, en vuestro interior, la sanación de lo efímero
cuya desaparición ha de coincidir con la Llamada de María. Os
saludo por última vez.
… Silencio…
Hasta luego.
*******
GABRIEL:
Soy Gabriel Arcángel, Arcángel de la Anunciación,
Arcángel de la Sabiduría y Mensajero. Que la Paz, el Amor y la Sabiduría, se
establezcan en este espacio.
En lo que vivís, los unos y los otros, permitidme
depositar en vosotros la Sabiduría.
…Silencio …
A la hora de vuestro tiempo en que la Luz y la Verdad
están emergiendo de manera cada vez más evidente, preparando así el Pasaje,
preparando también el Mensaje, el del Anuncio de María, de su Llamada, el
Anuncio de la Libertad.
No vengo a daros un discurso, no vengo tampoco a
entregaros ninguna enseñanza sino más bien a permitiros, si tal es vuestro
deseo, de instalaros en la paz de la Presencia y la Sabiduría eterna de la Luz.
Vengo también a anunciaros el tiempo de la revelación
final que debe de ser atravesado y vivido con sabiduría, con madurez y con
autonomía.
Vengo a traeros la buena noticia, que no es ninguna
esperanza, pero que es una realidad intangible, la de la Luz, la de la Verdad
depositándose integralmente sobre vuestra conciencia y sobre este mundo.
Vengo a invitaros a la dulzura y a la ternura que son
los atributos de la sabiduría, la que no conoce ni deseo de posesión, ni deseo
de demostración, sino simplemente la evidencia de la Luz y de la Verdad, la
majestad que pone fin a todo lo que no dura.
…Silencio …
Vengo a anunciaros mucho más que la Llamada de María y
mucho más que la Libertad, vengo a anunciaros la paz del corazón y la paz de la
Morada Eterna.
Vengo a invitaros a la sabiduría del corazón, la que
no conoce ninguna alteración ligada a una condición o a una circunstancia.
Vengo a sentaros en el silencio de la Verdad y de la
Belleza.
Soy el Arcángel que ha acompañado sistemáticamente
todas las liberaciones de los mundos, de manera tan silenciosa como el Arcángel
Rafael pero con la misma potencia en estos tiempos, haciéndoos ver esta
potencia como la emanación de la dulzura y no como algún poder cualquiera.
Porque, cuando la Luz y la Verdad están presentes integralmente en vosotros, ¿qué
pueden haber más que el Amor mismo y la Sabiduría?, no la sabiduría de este
mundo, pero la sabiduría sobre este mundo, sentándoos en este sillón de
Eternidad, el del corazón elevado, del corazón ascensionado, sólo interesado
por sí mismo, sólo interesado por el Principio y la Esencia del Amor,
traduciéndose en vosotros en la paz, la alegría, la dulzura y la capacidad por
ello de no ser más afectado por ninguna circunstancia de todo lo que es
efímero.
Vengo a daros un mensaje de Alegría y de Paz, sea cual
sea lo que se presente sobre la pantalla de este mundo, porque no sois nada de
todo esto. Tened los pies en la tierra y
mirad el cielo. Anclaos firmemente en vuestra Presencia, en vuestra Luz, en
vuestra Verdad.
El alboroto del mundo alcanza desde ya su paroxismo, y
a la medida de este paroxismo, descubrís la sabiduría, la paz y la alegría.
Vivir este alboroto en la paz es el don de la Luz a sí misma, el don de la
Gracia a vosotros mismos. Entonces reafirmo: Paz para todos vosotros, Paz a
cada uno de vosotros y Sabiduría de dejar vivir lo que tiene que vivirse en
esta resolución de toda dualidad.
Vengo a invitaros al banquete de la Resurrección.
Vengo a invitaros a acabar el capítulo del
sufrimiento, el capítulo del efímero.
Os invito pues, como lo he dicho, a la sabiduría del
Amor y a la alegría de la Verdad.
Vengo a afinar, por mi resonancia en vosotros
activándose a partir de ahora, la última transparencia donde nada puede ser
parado viniendo de este mundo, donde nada puede ser influenciado por este mundo
o desde este mundo, en lo que sois.
…Silencio …
Vengo a invitaros al banquete de la Eternidad, que sea
aquí o en otra parte, que sea en los Círculos de Fuego, que sea en el seno de
las estructuras del conjunto de la Confederación Intergaláctica de los Mundos
Libres, que sea en el Absoluto.
Vengo a invitaros a la oración silenciosa del corazón,
la que sólo escucha la Sabiduría y la belleza.
Con este anuncio, es tiempo también de trascender y de
perdonar lo que no ha sido perdonado, hasta la raíz del encerramiento en este
mundo. Porque si no hay perdón, no puede haber desaparición, no puede haber
sabiduría. La sabiduría de reconocer que sólo el Amor es capaz de lavarlo todo,
con tal de devolveros vuestros vestidos de luz en su pureza.
En el momento en que la Llamada de María resuene y en
el momento en que Cristo venga para juzgar, tal como fue escrito, a los vivos y
a los muertos, porque en definitiva no hay nadie para juzgaros, pero desde
vuestra sabiduría mana vuestro equilibrio, el equilibrio también de este mundo
sea cual sea el alboroto proyectado sobre la pantalla, porque incluso la
pantalla va a desaparecer, poniendo al desnudo el Amor-sabiduría, poniendo al
desnudo la Alegría, alimentándose y
bastándose a sí misma.
…Silencio …
Vengo a invitaros a la oración perpetua que no es una
petición, sino más bien una acción de Gracias y un estado de Gracia,
estabilizándoos en el Amor y en la Sabiduría. Allí está el perdón verdadero.
Porque así es como os reconoceréis últimamente los unos en los otros, los unos
con los otros y nunca más el uno contra el otro, porque no hay « otro ».
Vengo también a suavizar en vosotros lo que no es
suave, vengo también a consolar al manso y al pobre, por mi Presencia y mi
Emanación.
…Silencio …
Así, desde el punto de la sabiduría del Corazón de la
Fuente, pacifico también los pensamientos de lo que puede interferir entre la
Verdad y vosotros.
Vengo también a pedir de vuestra parte, una escucha y
una comprensión de lo que os digan la Luz y la Verdad, en su sabiduría y en su
belleza. No vengo a convenceros de nada, pero simplemente a deciros la verdad
de vuestro posible y de todos los posibles. Sois libres de elegir entre el
alboroto del mundo y la paz del corazón, porque no habrá otro apaciguamiento
posible que la paz del corazón. No hay otra alternativa que de manifestarlo por
la sabiduría y la bondad.
…Silencio …
En el espacio de mis palabras se encuentra la
Sabiduría que sabe que no necesita nada más que lo que ya está allí.
Vengo a suavizar en vosotros, por mi Emanación y mi
Presencia en vosotros, lo que no es suave todavía .
Vengo también a apaciguar vuestra Resurrección con el
fin de comprobar por vosotros mismos que vuestro último nacimiento en vuestra
Resurrección se hace de la manera más suave y de la manera más perfecta en la
Inteligencia de la Luz.
…Silencio …
Vengo a hacerte escuchar y a hacerte oír el canto de
tu corazón apaciguado, el canto de la Libertad que se sostiene en la Sabiduría.
…Silencio …
En el Silencio se encuentra la Paz. Todo eso lo
sabéis, todo esto lo habéis vivido en parte o en totalidad, ahora queda
instalarlo de manera definitiva, independientemente del tumulto de este mundo.
Vengo a invitaros a dejar aparecer y a dejar ser la
totalidad de vuestra Luz, la totalidad del Mundo, no sólo de este mundo, pero
del conjunto de los Mundos Libres.
…Silencio …
Entonces sí, escuchad y oíd lo que os dice la
Sabiduría y mi Anuncio, con el fin de no estar más engañados por las
circunstancias alteradas de este mundo, por los lazos efímeros creados vida
tras vida, o en esta vida.
…Silencio …
En la sabiduría está la confianza, no en cualquier
acción o reacción, pero la confianza total en la obra de la Luz, sobre este
mundo. Sean cuales sean las imágenes observadas y observables pronto, no seréis
arrastrados; la sabiduría se habrá instalado y no podrá ser alterada por
ninguna circunstancia de este mundo, por ninguna circunstancia de este cuerpo.
En cualquier circunstancia de vuestra vida, que tenga
que vivirse desde ahora, nunca perdáis de vista la potencia del Amor y de la
Sabiduría.
…Silencio …
En este día, día de celebración de un cierto santo,
deposito en vosotros la Sabiduría Eterna, atributo del Espíritu por la Gracia
del Coro de los Ángeles que cantan los elogios eternos de la Verdad.
…Silencio …
Sonreíd a la verdadera Vida, que no son para nada los
conflictos de este mundo en su perturbación final, allí está la Sabiduría, allí
está la Verdad.
…Silencio …
En el Amor-sabiduría, establecido en la Verdad, Soy el
Arcángel Gabriel que anuncia la Resurrección.
Recordad también que ningún arma de este mundo puede
alcanzar el Amor y la Verdad, recordad también que ningún engaño de este mundo
puede durar en el Amor-sabiduría y ante él.
Soy el Arcángel Gabriel y en el Amor y en la Gracia
saludo vuestra belleza. Paz para vosotros, Paz en vosotros. La Verdad otorga la
Paz que ninguna guerra puede alcanzar.
Estad en paz con vosotros mismos, sed mansos con
vosotros mismos, allí está la potencia frente al engaño, frente a lo que sois.
Por la Gracia que me es concedida desde el Sol
Central, dignaos en recibir la Paz de nuestra Madre a todos, en cualquier forma
que sea.
…Silencio …
Soy Gabriel Arcángel, sois la Luz y la Verdad, en
Presencia como en Ausencia, saludo esto.
…Silencio …
Hasta pronto, mis amigos, mis hermanos, mis amores, en
la misma Llama y en el mismo Espíritu del Cristo Uno. Hasta pronto.
…Silencio …
*******
JOPHIEL:
Soy Jophiel,
Arcángel de la Luz Dorada y del Conocimiento. Vengo hoy, en el seno de la Ronda
de los Arcángeles, a confirmar un cierto número de puntos que vine a esbozar y
a darles antes de las Bodas Celestiales.
Vengo hoy, no
tanto por retomar lo que fue expresado sino simplemente para inscribirme en el
seno de la vibración de la Presencia, en vuestro Templo.
Muchos de entre
vosotros vivieron, durante estos años, el corazón, despojado de todo ornamento
humano y de todo conocimiento humano. Vengo pues para actualizar en vosotros el
principio de la manifestación del corazón. Allí también, en mi intervención y
más allá de mis palabras, se encuentra un impulso para apartarse y abandonar, en adelante, todo lo que no es esencial
para vuestra Eternidad.
Ningún conocimiento
aprendido, ningún conocimiento leído, puede aportar la Verdad del corazón, pero
puede acercarse. El verdadero conocimiento, como esto le ha sido martilleado
por el que se llama Bidi, no tiene que ver nada con los conocimientos porque el
que conoce el corazón sabe pertinentemente, por haberlo vivido, que el conjunto
de los conocimientos aprendidos o leídos, sólo es ignorancia a los ojos del
corazón.
El principio de
la Luz Dorada, más allá de las esferas astrales, en cierto modo aglutina las
diferentes obras que definí en 2008. La Gran obra de la Verdad, del
restablecimiento de la Verdad en este mundo, toca a su resolución final.
Por haberlo
vivido algunos, a diferentes niveles, muchos de entre vosotros descubrieron la
plenitud del corazón y la sequedad o sequía, yo diría, de los conocimientos
exteriores. Porque ningún conocimiento de este mundo os da el Conocimiento. El
Conocimiento no tiene que ser aprendido, no tiene que ser sabido, no tiene que
ser visto, no tiene que ser explicado. Ello consiste simplemente en reencontrar
el punto de origen, si puedo expresarme así, el punto de partida de toda
conciencia, de toda dimensión. Remontar hasta la fuente del Amor, sin
preguntas, sin andamiaje y sin construcciones de ninguna clase y sobre todo,
sin explicaciones y sin justificaciones.
El corazón es la
única verdad intemporal y trascendente de toda dimensión, de todo estado y de
todo mundo. Ese es el verdadero conocimiento que es de hecho el reconocimiento
de sí mismo en su Eternidad, allí donde no hay ningún lugar para lo que es
superfluo y accesorio.
Todos tenéis, a
diversos grados, vivido esta forma de aprendizaje, permitiéndoles o bien
acercarse lo más próximo al corazón, o bien vivir el corazón. Vivir el corazón,
en cualquiera etapa que sea, a nivel impersonal e incondicionado, te hace ver
la vanidad de las construcciones cualesquiera que sean en este mundo, incluso a
nivel de los conocimientos llamados ocultos. La verdadera alquimia es pues un
trabajo íntimo e interior que no depende de ninguna circunstancia de este
mundo, ni de alguna historia, ni de alguna proyección.
El corazón es
libre de todo vínculo y de todo apego, y sobre todo, de todo conocimiento. Es
el momento en el que aceptáis descubriros, ser vuestro propio jefe en cierto modo, en relación con los ciclos en
el seno de esta humanidad.
El verdadero
conocimiento, aquel del corazón, se desplegará, indistintamente, para todo
humano viviendo en la carne, en el momento de la Llamada de María. Cualquiera
que sea el filtro que exista a nivel del mental, a nivel de las creencias, a
nivel de las proyecciones, todo esto se borrará para dejar lugar a esta puesta
al desnudo, en cierto modo, de vuestra joya de Eternidad, de vuestro Corazón.
Reencontrar y
revivir la Verdad en su totalidad pone fin realmente, cuando llega el momento,
a todo lo que no dura, a todo lo que fue adquirido en este mundo, de cualquiera la naturaleza que
sea y lo que representa en cierto modo un obstáculo a la desnudez del Corazón.
Esto será y esto
es más o menos fácil en función, yo diría, de estos sistemas de conocimiento,
estos velos que vosotros mismo colocasteis por lo que llamáis búsqueda
espiritual o búsqueda del espíritu o búsqueda de la Verdad. El tiempo de las
muletas, el tiempo de las ayudas, el tiempo de los conocimientos exteriores
desaparece cada vez más para muchos
hermanos y hermanas de vuestra humanidad.
La Libertad se
carga de nada más que de vivir el corazón. La Libertad desvela todo lo que
pueda quedar de velos, todo lo que pueda quedar de obstáculos a la pureza
intrínseca del Corazón. Despojarse de todo lo que no es el corazón y entonces
de todo lo que no es Eterno, nunca resultará de un acto voluntario o de un acto
de voluntad, sino más bien, como lo sabéis, de un abandono total a la Luz, a su
Inteligencia y a su Gracia.
En el seno del
nuevo mundo que se perfila, cualquiera que sea vuestro nuevo mundo, ningún
conocimiento podrá venir de un aprendizaje, de una memoria, sino que será
solamente el verdadero resultado del encendido final del corazón.
Cuando el momento
que fue llamado “las Trompetas”, suenen de modo continuo sobre la Tierra, la
totalidad de los conocimientos adquiridos de este mundo se borrarán incluso
antes de que la materia de este mundo sea transmutada en una dimensión y una
octava diferente, llamada nueva Tierra. Habrá efectivamente una nueva Tierra,
un nuevo Cielo, no teniendo nada que ver con el marco que lo definían hasta
ahora, no teniendo nada que ver con los conocimientos adquiridos a veces de
modo laborioso en el curso de vuestras vidas.
La Inteligencia
de la Luz actúa en cierto modo, al nivel del Corazón, en la inmediatez y en la
instantaneidad. No existe ninguna reflexión ni ninguna posibilidad de
construcción en otra parte que en la Verdad del Corazón. Así pues, la puesta al
desnudo comenzará de manera radical incluso antes de la Llamada de María. Vivís
de desde ahora las primicias, sobre este
mundo, por la acción de los Jinetes pero también en vosotros.
La única pregunta
que os será hecha por las Trompetas es ésta: « ¿Estás dispuesto a perder todo,
estás dispuesto a soltar todo para reencontrar la Verdad de lo que eres? ».
Cualesquiera que sean los borradores o experiencias que fueron vividas, ellas
representan sólo una parte de esta verdad. En el momento de la puesta al
desnudo, la herramienta llamada mental se apagará ella misma en el momento de
la Llamada de María. Durante un lapso de tiempo, correspondiendo a menos de una
semana, no podréis hacer otra cosa que soltar lo que pueda quedar, lo que
consideráis como posesión en este mundo.
Recuerden que no
es el fin del mundo, sino el final de un mundo y de un modo de funcionamiento
donde ninguna de las referencias, existiendo previamente y anteriormente, os
serán de ninguna ayuda. No podréis apoyaros, es decir, sobre lo que sea de lo
que hayan aprendido: que esto sea en el funcionamiento del mundo como en las
leyes espirituales de este mundo. Es pues una puesta al desnudo, si prefieren
la disolución de un marco de referencia, permitiendo la emergencia de lo nuevo
que no será un marco limitante, sino más bien la expresión instantánea de la
co-creación consciente.
No volveré sobre
los linajes estelares, sobre los orígenes estelares, que condicionan por
supuesto, en parte, lo que podríamos llamar vuestra destinación en Eternidad.
Pero lo que actuará, el papel más importante, es vuestra capacidad a deja ser
lo que será. Aquel que dejará el Amor
eclosionar en su totalidad, en vuestra carne como en vuestra conciencia,
estará listo para la Llamada de María.
No olvidéis
tampoco que los que no estuvieran listos, en ese momento podrán reconocer a
María y reconocer el Amor. Ningún miedo podrá resistir ante el Amor, sean
cuales sean los miedos que todavía podríais pensar cargar con vosotros.
La Llamada de
María representa pues la última Gracia en un marco de referencia en disolución,
incluyendo tanto este cuerpo efímero como las estructuras de este mundo.
Entonces, por supuesto, que sea para la persona en fase de liberación o bien
liberada, o que sea también para la persona totalmente ignorante de lo que
todavía se juega sobre la tierra, para cada uno será el mismo guión, y os lo
repito, incluso si la destinación es diferente.
La puesta al
desnudo, y os ha sido explicitado, ya puede percibirse en el seno de vuestra
capacidad a desaparecer sin quererlo, durante las Llamadas solemnes de la Luz,
durante vuestras alineaciones y también de manera repentina.
Más que nunca
hoy, no hay nada que buscar, ni nada que cultivar, sino sólo, diría yo, hacerse
lo más pequeño posible. Desaparecer a los intereses de este mundo sin renegar
este mundo, porque es sobre este mundo que todo ocurrirá y no en otra parte,
antes de finalmente vivir en otra parte.
Así, las
Trompetas tendrán una acción directa sobre vuestras estructuras efímeras, sobre
vuestra conciencia limitada, hasta antes de la Llamada de María, para los más
sensibles de entre vosotros. Sabed pues, que en este momento no habrá nada más
que preparar, sólo vosotros mismos interiormente. No habrá que protegerse de
absolutamente nada viniendo de este mundo. No habrá que ocuparse de ninguna
necesidad fisiológica o de ningún lazo afectivo, sea cual sea. Porque muchos de
vosotros, desde este momento, vivirán la Verdad en totalidad, incluso antes de
la Llamada de María, dándoos el acceso al conocimiento directo del corazón, más
allá de todas las etapas intermediarias que tal vez habéis vivido, en el
despliegue del cuerpo de Êtreté y en el conjunto de las estructuras nuevas que
han sido reveladas en el seno de vuestra vida.
No necesitará
ser reflejado o anticipado. Será realmente una evidencia absoluta para muchos
de vosotros. Si la evidencia se instala antes de la Llamada de María para
vosotros y entonces, desde la audición de las Trompetas, desde la aparición de
las señales celestes, si esta señal celeste es sincrónica a la aparición de la
segunda Estrella, poco importa, las Trompetas serán el marcador de vuestro
revuelo interior e individual para muchos de vosotros, antes del revuelo
colectivo.
Aprovechad entonces,
si tenéis consciencia de estos momentos, para instalaros de forma duradera en
lo que podría llamar la plenitud de la vacuidad, dejando disolverse en vosotros
lo que pueda quedar de identidad, lo que pueda quedar de memorias, lo que pueda
quedar de incertidumbres, de proyecciones o de miedos.
Existe de
hecho sobre la tierra una forma de yoga basado en el sonido, llamado Kriya Yoga
- existen de hecho varios - pero tenéis más o menos la misma analogía, con
relación a esta forma de yoga, con lo que ocurrirá en el momento de la
aparición de las Trompetas de manera permanente.
Utilizad este
sonido, no como una forma de alimentar el temor o el miedo que aparecerá en la
superficie de este mundo, sino más bien para entrar en la intimidad de vuestro
corazón. Porque todo fluirá desde allí, para vuestros allegados, para vuestros
amigos, para vuestros hermanos o para vuestras hermanas, para vuestros animales
y para todas las circunstancias de la vida que se produzcan sobre la pantalla
de vuestra conciencia en este momento.
No habrá
necesidad de pedir nada, porque en el momento en que las Trompetas suenen, el
silencio se hará en la tierra. No habrá en ese momento la posibilidad de
comunicar con nuestros planos, que sin embargo serán visibles en vuestros
cielos. No habrá más apoyo posible fuera de vuestro corazón, para vosotros como
para vuestro entorno.
Bastará
entonces con conectarse a este sonido, dejarlo invadiros y dejarlo tomar todo
el espacio, en el seno de vuestras estructuras etéricas, tal y como ya ocurre
para algunos de vosotros, donde el sonido ya no es localizado al nivel del oído
izquierdo o del oído derecho, sino que parece difundirse al conjunto de vuestro
cuerpo de Êtreté, imprimiéndose pues sobre el doble físico que está debajo.
El sonido de
las Trompetas sólo es el despertar de vuestra eternidad, preparando este
retorno a la Eternidad y preparando, por supuesto, la Llamada de María para los
más recalcitrantes, diría, de entre vosotros, a la Verdad Eterna a la cual, os
lo recuerdo, no le importa nada vuestra verdad efímera como persona, como
cuerpo o como marco social.
Si dejáis el
sonido obrar, la beatitud y la felicidad se instalarán en vosotros antes de la
Llamada de María. No os preocupéis de nada más, sólo de este sonido y de lo que
activará en vosotros como paz y como beatitud. Porque allí estará el mejor
apoyo para los que nombráis vuestros allegados y para el conjunto de los
hermanos y hermanas humanos de esta humanidad.
Muchos de
vosotros ya percibís, diría, una amplificación también del sonido percibido al
nivel del Canal Marial y de las bombillas de la clariaudiencia. Es una realidad
y es la verdad.
Si hoy,
incluso antes de que las Trompetas resuenen en vuestros cielos, en cualquier
lugar de este planeta, si hoy tenéis la posibilidad y si oís este sonido y
estas amplificaciones, id simplemente al corazón del corazón y dejad que este
sonido crezca en vosotros y tome todo el espacio, porque os pondrá al desnudo,
sin esfuerzo y sin dificultad.
Podrán existir en el seno de estos momentos, a veces,
repuntes de inquietud con una persona cercana, con relación a vuestras propias
necesidades normales y fisiológicas. No temáis nada, porque la Inteligencia de
la Luz proveerá. Allí, lo que nombráis el metabolismo y la fisiología, será
ralentizado al extremo, dándoos acceso al Mahasamadhi y a la Morada de Paz
Suprema, sin buscar nada y sin pedir nada, simplemente dejándoos llevar por el
sonido del conocimiento verdadero.
Dar el primer
paso, allí también, y comprobaréis la realidad de este yoga de la eternidad que
se presenta ante vosotros. No hará falta ni mover el cuerpo, ni emitir un
sonido, simplemente estar allí en silencio, y dejar ser lo que debe ser.
Allí se encuentra, y lo repito una vez más, el mejor
apoyo en el seno de vuestros allegados, en el seno de vuestro entorno más
próximo.
Si dais el primer paso, la beatitud será tal que
incluso antes de que lo antiguo desaparezca, incluso antes de la Llamada de
María, seréis liberados en totalidad y enteramente. Ningún grillete os
sujetarán los tobillos y las muñecas, el cuerpo se adormecerá, desde la
periferia hasta el centro, de manera progresiva, a medida que la beatitud se
intensifique. Esto, muchos de vosotros pueden vivirlo desde ya; tranquilos, sin
que eso os lleve a vivir el proceso final de la Llamada de María.
Recordad que
cualquiera que sea vuestro devenir en el seno de la Eternidad, queda un lapso
de tiempo, después de las Trompetas y la Llamada de María, de cuatro meses. Y
durante estos cuatro meses, vuestra afectación de Luz será eminentemente
diferente para cada uno. Sabed desde ahora que se hará según vuestra fe y según
vuestra vibración, y según los deseos de vuestra conciencia ilimitada o de
vuestra conciencia de alma.
Las reivindicaciones de la persona
irán apagándose entonces por completo. La historia misma de este mundo irá
borrándose de vuestro campo de conciencia. Sólo quedará vuestra Presencia, ya
sea que permanezcáis en un cuerpo físico, ya sea que moréis en el cuerpo de
Êtreté, ya sea que estéis trasladados por vosotros mismos o por cualquier medio
fuera de este sistema solar, eso no tendrá la más mínima importancia porque la
beatitud será tal que ocupará todo el espacio de vuestra conciencia.
Fue en este sentido que otros
Arcángeles os hablaron de Sabiduría, de Paz y de Amor.
Tened presente que no hay nada que
preparar exteriormente. Solamente conviene quedar lo más posible en comunión
con uno mismo, con la naturaleza, con los hermanos y hermanas, mucho más allá
del círculo familiar, con quienes lográis comunicar de una manera u otra.
Así os ruego con insistencia prepararos
para aquella beatitud eterna, para aquel gozo sin principio ni fin. Os invito
además, pues puede ser de utilidad, a informaros de manera más profunda sobre
lo que es el Kriya Yoga o yoga del sonido pues ahí encontraréis apoyos a través
de la respiración, a través de la focalización de conciencia, a veces a través
de posturas – pero no tanto – que han de permitiros descubrir los gozos de la
beatitud eterna si fuere necesario.
Del mismo modo como algunos entre
vosotros comienzan a ser tapados literalmente por partículas adamantinas, con
lo que desaparecéis de la conciencia ordinaria, también pasaréis a ser
invisibles para quienes eligen voluntariamente mantenerse en medio de la sombra
y de la dualidad, incluso con este cuerpo físico. Todo eso tendrá lugar, como
dije, durante menos de una semana.
Una vez más, la mejor de las
preparaciones consiste en olvidar todo cuanto habéis aprendido, olvidar todo
cuanto creéis, olvidar todo lo que opináis sobre el desarrollo de lo que viene.
Recordad esto: el Verbo es un sonido,
la co-creación consciente, la Fuente es una vibración, una luz y un sonido. Es
aquel sonido que – desde hace poco – oís en uno o ambos oídos y a veces
alrededor de la cabeza. Sumergíos dentro de aquel sonido, dejad que os demuestre
lo que sois. Es la única cosa – antes de la Llamada de María – a la que podréis
aferraros y con la que podréis uniros en la libertad del corazón recuperada.
En caso de no vivir las primicias
hoy, ya sea en el aspecto vibral o por el sonido, lo oiréis vosotros también
seis días antes de la Llamada de María, como todo el mundo. Sin embargo,
aprovechad este lapso de tiempo para cultivar la Vía de la Infancia y la Vía de
la Simplicidad. Cultivad, pues, aquella Vía de la Infancia, id a lo más simple,
id hacia la Sabiduría. El tiempo de la exuberancia, el tiempo de la
manifestación de lo que sois en la apariencia de este mundo ya no significa
nada.
El sonido - en caso de percibirlo -
os sacará de los diferentes atolladeros que se manifiestan todavía en la
superficie de este mundo y que sólo corresponden, de hecho, a unos ajustes muy
finos entre la ilusión, lo efímero y la verdad de la Eternidad, dentro vuestro
como en todas partes en este mundo. Queda claro que la verdad aparece sobre la
parafernalia de este mundo, la verdad aparece sobre la acción de los Jinetes,
en muchas partes de este planeta. Todo eso se debe al encuentro entre lo
efímero y lo Eterno. Eso sucede ya en vuestro interior también o sucederá.
No olvidar tampoco que nada tenéis
que ajustar a nivel de este mundo pues todo se resolverá y se ajustará por sí
mismo.
Responder a la Llamada de la Luz sólo
podrá realizarse si aceptáis en cada oportunidad la Llamada de la Luz. Cuán
ocupados estéis, ninguna obligación podrá sostenerse frente a las órdenes y los
Llamados de la Luz. Os corresponde comprobar la eficacia de aquella orden y de
aquella llamada, os corresponde comprobar las consecuencias sobre el gozo y la
beatitud y sobre la desaparición total de toda persona.
Si no percibís nada hoy, recordad que
la vía más directa es la Vía de la Infancia y de la Humildad, donde queda
simplemente un observador, un testigo, presenciando el desarrollo de la vida,
de su vida, como de toda vida y que está plenamente presente al mismo tiempo
que descubre lo esencial del Amor, de la vibración, de la luz. Y entonces el
sonido ha de aparecer – de manera más o menos sincrónica – con las Trompetas.
Trátese del sonido del cielo o del
sonido de la Tierra, tienen la misma resonancia en vosotros. El sonido de la Tierra
os reconecta con vuestro origen común: Sirio. El sonido del cielo os
reconectará con vuestro origen estelar, sin dificultad, sin nada buscar ni nada
solicitar. El único conocimiento real posible en aquel momento será aquella
vivencia. Ya más nada del pasado, ya más nada de lo adquirido podrá interferir
en aquel momento.
Os lo reitero nuevamente, con firmeza
y certeza, contáis desde ya con la posibilidad de sumiros en lo profundo del
sonido, en el seno del sonido, en la plenitud del sonido, que es mucho más que
la conexión con el alma, mucho más que la conexión con el Espíritu sino más
bien el despliegue del Espíritu de Verdad, del Espíritu del Sol, del Coro de
los Ángeles, de Cristo y de la totalidad de la Confederación Intergaláctica de
los Mundos Libres en vuestra estructura de Êtreté y efímera.
El grado de facilidad depende
realmente de vuestra capacidad para volcar la conciencia hacia el sonido,
olvidando al mismo tiempo las vibraciones que han de acompañar la meditación o
la alineación con el sonido para quedar solamente con aquel sonido que ha de
invadir la totalidad de vuestra conciencia. Si tenéis la suerte o la
oportunidad de experimentar aquellos sonidos desde ya, probadlo y vividlo. Os corresponde comprobar la veracidad de mis dichos. Os corresponde
comprobarlo por vosotros mismos.
Permanezcamos, aquí y en otras
partes, algunos instantes en silencio sin palabras, en silencio sin
pensamientos, simplemente escuchando y oyendo aquel sonido.
… Silencio...
Muy amadas Semillas de estrellas, así
siembro en vosotros el conocimiento último a través del sonido y la vibración
del silencio.
… Silencio...
Con la única Verdad del Uno, saludo
en vosotros la Eternidad recuperada.
… Silencio...
Soy el Arcángel Jophiel.
… Silencio...
Hasta luego y permaneced el tiempo
que sea necesario en aquel estado cuya duración depende de cada cual.
… Silencio...
METATRON :
Ehyeh
Asher Ehyeh…
Soy
Metatron. Saludo en vosotros la Llama de la Eternidad. Más allá de mi
Presencia, por la Gracia del Espíritu del Sol, en cada uno de vosotros, aquí como
en todas partes sobre esta tierra. Os propongo, antes de expresar lo que tengo
que deciros, un momento de Gracia y de Silencio.
…Silencio
…
Vengo
en este día, como cada día desde el principio de vuestro nuevo mes. Aquí en
este país y en esta Europa, instalo mi Presencia cada día a las 16 horas en
vuestro Templo, como en los templos más sagrados de la Tierra constituidos por
los seis Círculos de Fuego. Así se despliega la Jerusalén Celeste, todavía
invisible para vuestros ojos de carne, pero perceptible en el plano vibral, así
como las repercusiones en el seno de vuestras estructuras.
Vengo
para clausurar y para finalizar la Ronda de los Arcángeles, de la misma manera
que el Cónclave Arcangélico no es ya de ninguna utilidad desde el momento de la
Liberación de la Tierra. Hoy, desde la liberación de vuestra Llama Eterna por
el proceso ascensional en curso, colectivo e individual, venimos, nosotros los
Arcángeles, a desvelarnos y revelarnos en el interior de vuestra Presencia.
Presencia también activa, no sólo en el seno de los Círculos de Fuego,
nombrados desde ahora la « Jerusalén Celeste », sino en el seno de un
conjunto de hermanos y hermanas humanos, presentes aquí o en otra parte, con el
fin de ultimar los preparativos del conjunto de las fuerzas de la Confederación
Intergaláctica de los Mundos Libres preparando el advenimiento.
Así,
cada estructura, cada conciencia, cada grupo, viniendo de los innumerables
universos y multiversos, están instalados desde ahora sobre esta tierra y en
vosotros, al límite de la visibilidad de vuestros ojos de carne. Intervenimos,
los unos y los otros, cualquiera que sea nuestro estatuto dimensional, en el
seno de vuestra realidad, lo más cercanos a vosotros, lo más cercanos a vuestro
entorno, lo más cercanos a vuestra Eternidad, culminando así el decreto de
realización de la Ascensión colectiva en estos tiempos, viendo así el
cumplimiento de las profecías, el cumplimiento de la Liberación de la Tierra y
de este sistema solar en su totalidad.
La
potencia de la Luz, disponible en vuestras Llamas Eternas, como en la
superficie de este mundo, hace posible, como lo habéis comprobado, de manera
inmediata la co-creación consciente. Es pues, vuestro deber de Llama Eterna, de
reuniros en el espacio sagrado de vuestro corazón, tan a menudo y tanto tiempo
como sea necesario, porque vais a daros cuenta de que el único alimento posible
de la Vida se encuentra a partir de ahora en vuestro corazón y ya no más en
algún elemento exterior, sea cual sea. Hay pues, de manera concomitante, una
fusión del conjunto de las estructuras inter-dimensionales, realizando la
fusión de vuestro cuerpo efímero con vuestro cuerpo de Êtreté, aquí
mismo.
Muchas
manifestaciones ligadas a este proceso, son ya presentes al nivel de mecanismos
haciéndose visibles y no pudiendo ser explicadas por ninguna causa física o
ninguna acción física. La irrupción de la Luz, de manera tangible y visible,
por un número cada vez más importante de conciencias en la superficie de este
planeta, sólo puede traducirse por dos posibilidades: el incremento del Amor o
el incremento del miedo. Así os es dado a ver, dondequiera que estéis en la
superficie de este planeta, los resultados de uno u otro de los dos
posicionamientos. Con el incremento del Amor, hay Paz, con el incremento del
miedo, hay guerra. Con efectos, tanto en vuestras estructuras, como en la
estructura social llamada país.
Lo
que acontece pues, desde este día y desde el principio de este mes de octubre,
en la superficie de esta tierra, no tiene ya nada que ver con las decisiones
personales o colectivas de los individuos, países o grupos, sean cuales sean,
poniendo fin, en cierto modo, a los últimos residuos de egregores ligados a las
últimas fuerzas de predación. Esto induce, por supuesto, a un cierto número de
manifestaciones sensibles y visibles en vosotros como alrededor vuestro. Es
durante el periodo de estos acontecimientos, que han comenzado desde el 30 de
septiembre y el 1 de octubre de este mes, de este año, que realizaréis
que sólo hay dos fuentes de alimento: el que tomáis de afuera, y el que
proviene directamente de vuestro corazón eterno, impersonal, y entonces de
vuestro Espíritu de la Verdad, preparando así, lo que yo nombraría, el
alumbramiento de la humanidad y del sistema solar, en el seno de su nueva
dimensión.
Así,
como lo dijeron otros Arcángeles: « Velad y rezad », en el sentido, no de
redimir alguna cosa, sino con el fin de instalaros de manera cada vez más
tangible en el corazón, en el mismo seno de este mundo, porque como lo sabéis y
tal vez lo vivís, la única puerta de salida es el corazón, no habrá otra,
preparando así la inminencia de la Llamada de María, la inminencia de las
señales celestes y de las señales terrestres, anunciadas desde tiempos
inmemoriales.
Ya no
son tiempos de resolver nada en el seno del efímero, sino más bien de dejar
florecer y crecer la Eternidad en vosotros y alrededor vuestro, algo que no
podréis realizar por voluntad propia, por algún deseo, sino exclusivamente por
vuestra confianza en el Amor y la manifestación del Fuego sagrado del corazón,
tal como lo percibís algunos. Todo procede y todo mana de allí, mostrando la
fatuidad de las actitudes humanas, de los comportamientos humanos, de los
comportamientos sociales, con relación a la verdad absoluta del Amor y de la Luz,
en toda manifestación de vida o de conciencia.
Así,
vuestro Templo interior, el conjunto de vuestras estructuras efímeras, físicas
y sutiles incluidas, vive los últimos ajustes a la Ascensión definitiva de la
humanidad. Más que nunca, os daréis cuenta de la inutilidad de todo lo relativo
a la persona, en sus mecanismos de funcionamiento que han prevalecido en la
superficie de esta tierra desde tiempos inmemoriales. Todos descubrís, cada uno
a su manera, la irrupción de la Luz, ya no solamente en el seno de vuestras
Puertas, de vuestras Estrellas y de las estructuras ascensionales, pero
directamente en vuestras vidas, en múltiples circunstancias, demostrándoos con
ello el salto cuántico, en cierto modo, de la conciencia hacia su nuevo estado
de ser.
Así
pues, algunos de vosotros desaparecéis de manera cada vez más evidente, incluso
si esto ocasiona, diría, algunos disgustos en el seno del efímero, dándoos
cuenta, allí también, de la fatuidad de todo lo que concierne al efímero y lo
que, de todos modos, vida tras vida, estaba llamado a desaparecer al final de
vuestra vida, en el momento de vuestro último aliento. Lo que acontece no es el
fin, sino el comienzo de los procesos vividos, por el momento de manera íntima
e individual, pero referidos esta vez, al conjunto de la humanidad, al conjunto
de las estructuras creadas en cualquier área de la vida en este mundo.
Pues,
la Jerusalén Celeste está desplegada, de la misma manera que vuestro Corazón
Ascensional también inicia su despliegue y su Ascensión. Cada vez más
comprobaréis la inutilidad de todo lo referente al efímero, tanto en los actos
más comunes de la vida y que hasta la fecha os parecían de los más vitales,
como dormir, como comer, como intercambiar, como compartir vuestra vida,
compartir vuestras experiencias. Ha sonado la hora de la Eternidad, ha sonado
la hora del corazón, expulsando todo lo que no procede del corazón, y todo lo
que no procede de la Eternidad. Así, se realiza la preparación para vosotros
como para nosotros, de la Llamada de María, que corresponde, como ha sido
explicado por el Arcángel Jophiel, a un proceso minucioso y perfectamente
libre, a pesar de su aspecto organizacional, presente desde ahora en la
superficie de la Tierra.
Las infinitas
conciencias multidimensionales manifestándose, tanto a nivel de los pueblos de
la naturaleza, que durante vuestros contactos transdimensionales por el Canal
Marial o por otra vía, os pone ante la realidad de la Eternidad, ocupando el
sitio del efímero y llegando, en cierto modo, de manera natural y espontánea,
en el momento en que no resistáis, a la disolución de este efímero de manera
evidente, concreta y palpable. A cada Llamada de la Luz, conviene desde ahora
estar disponible, con el fin de actualizar y demostrar vuestro posicionamiento
en el seno de la Eternidad o del efímero, porque será cada vez más difícil de
mantener a la vez lo que corresponde al efímero, y lo que corresponde a la
Eternidad.
Así
pues, os incumbe seguir las líneas de menor resistencia, las líneas de
evidencia de la Luz, en la circunstancia que sea, sean cuales sean vuestras
intenciones, sean cuales sean vuestras afinidades residuales en el seno del
efímero. Acordaos que durante este proceso y hasta la Llamada de María y el período
que siga, cada uno de vosotros, dondequiera que esté en la superficie este
mundo o en otra parte, tendrá que mantener este estado de Gracia, de la manera
más espontánea y más natural posible. Sabed simplemente, que la Gracia toma
todo el sitio en el seno de vuestra vida, en el seno de vuestra conciencia y en
el seno de vuestro entorno, que no hay
para ello absolutamente nada que emprender en el seno del efímero. Diría
además, resaltaría además, de poneros en el seno de la Presencia, de poneros en
el seno de la Presencia Infinita o en el seno de la Corona radiante del
Corazón, que la percibáis o no.
Así,
las conminaciones de la Luz se volverán cada vez más poderosas y presentes,
permitiéndoos literalmente, de guiaros, de alinearos, en resonancia con la
Eternidad de vuestro cuerpo de Êtreté. Cualesquiera que sean las consecuencias,
cualesquiera que sea lo que acontezca en el seno de lo que está desapareciendo,
no le deis importancia, excepto por supuesto a lo que corresponde a vuestras
obligaciones en el área que sea. Pero tened en mente que incluso en estos
casos, la primacía de la Eternidad alcanzará vuestra conciencia de manera
clara, dándoos cuenta finalmente, para muchos de vosotros, de la futilidad de
todo lo relativo al efímero, e incluso lo relativo a vuestro cuerpo, a vuestra
vida, a vuestra familia o a vuestro país.
Así
se despliegan las condiciones óptimas del acto final en el escenario de la
Tierra en este período. Cada vez más, la Llamada de la Luz os sorprenderá en
los momentos que podríamos calificar de los más inoportunos. Pero en el seno de
las costumbres, en el seno de las funciones, en el seno de las obligaciones que
os quedan por cumplir, la Luz también irrumpirá y supondrá algunas
modificaciones, al principio y por lo menos al principio, muy sorprendentes
para muchos de vosotros. Una vez pasadas las primeras sorpresas, comprenderéis
sin dificultad alguna, que lo que actúa en vosotros, a través de vosotros y
alrededor vuestro, sólo es la acción de Gracias en estado de Gracia, actuando
directamente sobre las estructuras de este mundo, residuales y efímeras.
Es
pues un cambio de paradigma total y definitivo con el cual estáis confrontados,
cualquiera que sea el devenir de lo que es efímero, que sea vuestro cuerpo, que
sean vuestros últimos apegos, vuestras últimas obligaciones o vuestros últimos
aspectos ligados a la moral o a los mandatos de este mundo. El mandato de la
Luz es haceros libres y no puede tolerar el menor obstáculo sobre su camino,
porque la Luz no lucha sino que se establece en totalidad en el conjunto de los
campos de la conciencia de la Tierra, a nivel individual como a nivel
colectivo, de lo que corresponde a la noosfera.
Esto
manifiesta de manera irremediable, ya no la desaparición final de las líneas de
predación, sino la desaparición total de toda forma de predación, de toda forma
de prejuicios hacia la Vida Una y Eterna. Así, el Amor es un decreto que no es
una obligación, sino que es una evidencia cada vez más en vuestras vidas, no
como una proyección, no como unos aspectos personales, afectivos o mentales,
pero directamente emergido de vuestro Espíritu de la Verdad, del Espíritu de la
Verdad, del Espíritu del Sol, de la Matriz Crística y del conjunto de los que
os hablaron hasta ahora por múltiples voces, pero que se realizará cada vez más
en vosotros, de manera espontánea, digáis lo que digáis y hagáis lo que hagáis
.
Sólo
el miedo podrá ahora ocultar lo que acontezca, desembocando como lo dije, en
situaciones contrarias al Amor que llamáis conflictos y guerras. Habrá pues, la
guerra o el Amor. La libertad es total. « La guerra o el Amor » no quiere decir
negar la guerra o aceptar el Amor, o a la inversa, sino simplemente ver de
manera completa, sin evasivas y sin falsedades, la realidad de vuestra
asignación vibral, la realidad de vuestro posicionamiento y la realidad de
vuestro Amor impersonal encontrado en el seno del Espíritu de la Verdad. Esto
será, como lo dije, cada vez más flagrante y evidente, pase lo que pase sobre
la pantalla de vuestra conciencia en el seno del efímero, permitiéndoos allí
también, daros cuenta con evidencia, y diría que con firmeza, de la potencia
del Amor y el ridículo del poder humano.
La
potencia del Amor os indicará y os obligará en algunos casos a adoptar la Vía
de la Humildad, la Vía de la Infancia, despojándoos de todo lo que es
superfluo, incluso lo que os permitió hasta ahora elevar vuestras vibraciones.
La única manera de elevar su vibración, la única manera de entrar en el Amor y
en la Eternidad, seréis vosotros mismos y solamente vosotros mismos. En el
momento en que las Trompetas resuenen de manera colectiva en el conjunto del
planeta, un Silencio se hará en vosotros. No percibiréis nada más, sólo el Amor
creciendo en vuestra Llama Eterna, en vuestro Templo de Eternidad, en vuestro
cuerpo de Êtreté, hasta el momento en que estas mismas manifestaciones se
apaguen ellas mismas en cuanto se pronuncie la Llamada de María. Tendréis
entonces 72 horas, con el fin de asentir y de decir « Sí » al Amor, « Sí » a
Cristo, « Sí » a la Libertad, sean cuales sean las circunstancias de vuestro
cuerpo, sean cuales sean las circunstancias, obligaciones o resistencias en el
seno de vuestra vida.
Así
que sí, velad y rezad, no unas oraciones suplicando ser salvado, pero la
oración del que observa, más allá del observador, lo que acontece sobre la
pantalla de este mundo y sobre su pantalla interior. Las capacidades de visión
ligadas a la reversión del Triángulo de Fuego de la cabeza, se establecerán de
manera efectiva y duradera, dándoos para muchos de vosotros la capacidad de
percibir más allá de los sonidos oídos en este momento, todo lo que sucede al
nivel de los planos invisibles, en vosotros como en el seno de vuestro
entorno.
Los
velos pues, y lo habéis comprendido, caerán de manera total y definitiva
durante este período, permitiéndoos averiguar por vosotros mismos y en vosotros
mismos, sin ninguna mirada exterior, aunque fuera la de vuestros hermanos o
vuestras hermanas, aunque fuera la de un Arcángel, pero de cara a cara con
vosotros mismos y solamente con vosotros mismos. Privados así de cualquier
interferencia exterior y de cualquier alimentación exterior en luz y en
energía, muchos de vosotros os daréis cuenta entonces de vuestra verdadera
naturaleza y la potencia del Amor que está en vosotros, proporcionándoos, como
lo dije al principio de mi intervención, todos los alimentos necesarios y
suficientes para atravesar lo que será atravesado en esos momentos.
Más
allá de mis palabras, deposito en vosotros la Llama de mi Presencia conjunta al
Espíritu del Sol y al Coro de los Ángeles, aquí y en otra parte.
…Silencio
…
En el
momento en que esta dinámica se cumpla en vosotros, podréis vosotros también,
que sea anterior a la Llamada de María o en el momento de la Llamada de María,
exclamaros a vosotros mismos « Yo Soy el que Soy, Ehyeh Asher Ehyeh. ».
Rodeados entonces por el Coro de los Ángeles, rodeados entonces por la última
Trompeta, caeréis entonces en la muerte del efímero y en el éxtasis de la
Resurrección, como lo dije, que sea ahora o que sea en el momento de la Llamada
de María.
Hay
pues una intensa preparación, no de vuestra persona pero de la Luz en vosotros
y alrededor vuestro, finalizando tal y como fue anunciado, en unos mecanismos
poderosos ligados a la actividad Elemental que viene para limpiar, para
purificar y para pacificar lo que está destinado a desaparecer, para dar paso a
la majestad de la Luz, sea donde sea en este mundo, como en la totalidad del
sistema solar.
La
gran preparación vivida por la humanidad desde hace más de treinta años,
permitió establecer desde ahora las condiciones previas al mecanismo global del
que se habló ampliamente durante todos estos años.
Acordaos
que no tendréis más, en poco tiempo si ya no es el caso, la capacidad de
utilizar lo que nombráis vuestras « mentes » [sic]. Vuestras historias,
vuestras referencias afectivas, vuestras obligaciones sociales, morales o
profesionales, os aparecerán como quimeras con relación a la Eternidad de lo
que sois. Puede representar para algunos de vosotros una revolución de mayor
importancia y sin embargo indispensable, cuya evidencia os saltará a la vista
si ya no fue el caso, reajustándoos entonces inmediatamente en el seno de
vuestra Infinita Presencia, de vuestra desaparición y de vuestra aparición de
lleno en la Luz, de lleno en el seno de la conciencia de vuestra Eternidad.
Así
resonará en vosotros el conjunto de las llaves Metatronicas, OD-ER-IM-IS-AL,
ELOHIM, NEFILIM, dándoos el acceso de diferentes maneras a la Jerusalén
Celeste, a la Merkabah interdimensional personal y colectiva. Cada uno de
vosotros tomará las vías de la Ascensión que os son propias, con el fin de
actualizar lo que uno es en Eternidad aquí mismo, en la superficie de este
mundo, o como mínimo en el límite de este sistema solar para los que abandonen
lo efímero totalmente durante este período.
Así,
clausuro la Ronda de los Arcángeles. Por la potencia de la Fuente, por la
Presencia de Cristo y de la Nueva Eucaristía, sello en vosotros la actualización
de la Promesa y del Juramento.
…Silencio
…
Ehyeh
Asher Ehyeh...
…Silencio
…
Al
principio era el Verbo y desde ahora, es el comienzo. La acción del Verbo
Creador, ya no solamente en el seno de vuestra co-creación consciente, pero en
el seno de la humanidad colectiva, al fin se eleva.
…Silencio
…
Muy
amados, Hijos Ardientes del Sol, oíd en cada soplo de este mundo la Llamada
invencible de la Luz, la Llamada al Amor, la Llamada a la fraternidad, la
Llamada a la Verdad.
Entonces
juntos, aquí y en otra parte, acojamos.
…Silencio
…
En el
corazón del Uno, en el corazón de cada uno se eleva la Llama de la Libertad, la
Llama de la Verdad. Soy Metatron, saludo lo que sois.
Ehyeh
Asher Ehyeh …
…Silencio
…
Metatron
os saluda y os dice adiós.
…Silencio
…
Nos
encontraremos pronto, para muchos de vosotros, en el seno de mi Presencia y de
mi Emanación, allí donde me instalo desde ahora.
…Silencio
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