HERMANO K - JUNIO DE 2017



HERMANO K


 


Junio 2017


 


 


Soy el Hermano K, hermanos y hermanas en humanidad, si queréis, pongámonos juntos y démonos la bienvenida. Honro y saludo vuestra Presencia.


 


…Silencio…


 


Así como os han dicho muchos intervinientes, hemos entrado de lleno en el período de resolución de la ecuación de este mundo, por así decirlo. Permitidme en primer lugar, en estos tiempos de revelación, desvelar, a los que no me han reconocido, quién era en mi última encarnación con vosotros. Fui, en efecto, Jiddu Krishnamurti, y anteriormente, el que fue nombrado Jesús.


 


Como sabéis, si conocéis la historia durante mi última vida, fui reconocido muy joven por algunos seres que vieron, por supuesto, más allá de las apariencias, quién era yo. Como sabéis quizá también, renuncié rápidamente a formar parte de organización alguna. Habiendo tenido la ocasión de vivir un duelo terrible, muy joven, los velos, no de la memoria sino los que enmascaraban la Verdad, desaparecieron en ese momento. Obviamente, rechacé, en mi última encarnación, esta herencia, no porque no la conociera, sino para no falsear esa especie de veneración y adoración que era muy molesta, en relación a lo que yo veía.


 


Así pues, si tenéis la ocasión de oírme o leerme cuando estaba encarnado, siempre traté de salir de todos los condicionamientos posibles y de todo lo conocido. Por supuesto, me di cuenta que tenía una preparación para lo que hay ahora y lo que ocurre desde que partí. Así que, lo que tengo que deciros es un poco largo, pero me han pedido hoy, que responda a vuestras preguntas acerca de esa realidad histórica que ha estado tan distorsionada por aquellos que precisamente crearon organizaciones, después de mi venida.


 


En primer lugar, como se os ha dicho en muchas ocasiones desde hace exactamente tres meses, se os ofrece vivir, comprender, aceptar o rechazar, que la Tierra vive precisamente los que se os ha enunciado y anunciado desde tiempos inmemoriales. Como sabéis, todo lo que se ha hecho en la Tierra, es para haceros olvidar quiénes sois y olvidar todos los fragmentos de historia que pudieran proporcionaros un hilo conductor que os condujera a la Verdad. Vengo, por tanto, para aquellos para los que es necesario hoy restablecer la verdad de la encarnación que viví.


 


Lo que vais a vivir, es efectivamente lo que ha sido ilustrado por mi muerte y mi Resurrección, es decir, la Crucifixión. Es decir, que tomar y vivir la vanidad de este mundo y creer o esperar que los Reinos Celestiales tengan un lugar en las condiciones de encerramiento de la Tierra, obviamente, eso es imposible porque el mundo es interior y lo que observáis sobre la pantalla de vuestra vida, no es más que la interacción de los mundos personales e individuales que no dependen del ego sino de la presencia del Espíritu y también del alma, hasta ahora.


 


Así pues, el olvido fue apareciendo poco a poco y fue reemplazado por una organización donde afortunadamente algunos hermanos me imitaron y se convirtieron en mí, no como Jesús, sino como Cristo. Esos seres fueron a los que, en Occidente, les habéis llamado “santos”, que, perteneciendo a ciertas organizaciones, lograron encontrar su corazón y la Verdad, dentro de las mismas. Obviamente, su mensaje, también ha sido relativamente modificado, para no permitir la identificación a Cristo, de cada uno de vosotros. Surge la noción de un salvador exterior, de un salvador que deberá venir al final de los tiempos para salvaros.   


 


Vosotros sabéis que eso no es así y que solo vosotros os podéis salvar a vosotros mismos, en tanto que creáis que hay algo que salvar. Lo que hay que salvar, no se ha perdido, ha estado siempre ahí, es el Espíritu de la Verdad, ha estado siempre oculto, sofocado por la historia que ha sido alterada por el encierro de este mundo. Y a pesar de la siembra de la Tierra con la Matriz Crística, durante mi muerte sobre la cruz y mi resurrección, ha sido muy fácil engañar a toda la humanidad y confundir a los investigadores a través de escenarios improbables e historias exteriores que nada tienen que ver con la verdad de lo que he podido decir.


 


Ciertamente, ya sea en los evangelios que conocéis o en los evangelios apócrifos, existen descripciones reales de lo vivido en esa época, pero que han sido disfrazados en su objetivo. Recordad que las fuerzas opuestas a la Luz no pueden crear nada, solo pueden desviar en su beneficio, cualquier manifestación, en este mundo, de la Luz o de la Verdad, para conseguir una distorsión de la percepción, para conseguir lo que llamáis hoy, una disonancia cognitiva, y lograr que no podáis encontraros. Y así, hoy en vuestro mundo moderno, no solo hay religiones, sino las llamadas «distracciones». He tenido la ocasión de mencionar, hace muchos años, lo que es la imagen representada en vuestras pantallas que en realidad hacen pantalla a la Verdad.


 


Las fuerzas presentes actualmente en la Tierra, se desvelan totalmente, ninguna podrá ocultar lo que son, ninguna podrá sustraerse a la Verdad, hoy, todavía lo confirmo. Os toca a vosotros, en vuestro interior y no analizando los hechos exteriores, encontrar esta falsedad. Aquellos de vosotros que habéis vivido los procesos vibratorios que hemos apoyado, o más recientemente lo que se produce con las nuevas Radiaciones Arcangélicas o con las Teofanías, aunque no podáis describirlo con palabras o explicaciones, habéis llegado a vivir esta verdad del corazón, en el interior.


 


Al vivir la verdad del corazón, constatáis que sean las que sean las historias realizadas en la apariencia de este mundo, ninguna de dichas historias, os permiten encontrar vuestro corazón. Tanto si seguís a Buda, como si seguís a Cristo o a otros, no estáis en vosotros mismos. “Convertirse” en Cristo, no es “seguir” a Cristo, es realmente desaparecer para dejar todo el espacio al que se ha sacrificado por vosotros para daros el “Camino, la Verdad y la Vida”. Cuando yo decía que era el Camino, la Verdad y la Vida, nunca me cuestioné crear un culto a mi persona, a mi historia, sobre todo, para representarme en el sufrimiento de la cruz, más que representarme como Cristo glorioso.


 


Todas esas imágenes, han calado en vosotros, queráis o no, desde milenios, desde hace 2.000 años. Ellas os han conducido a errores de posicionamiento, a comprensiones falseadas que nunca os han permitido ni os permitirán, encontrar la Verdad esencial que está desarrollándose en vuestra intimidad y no en un libro de historia, en un libro que cuenta y narra acontecimientos ocurridos hace tanto tiempo.


 


Solo el Apocalipsis de “San Juan” fue escrito bajo mi dictado y está conforme en todos los aspectos, tanto en el nivel de los acontecimientos que vivís actualmente, como en el aspecto puramente vibral que os orienta, como se explicó durante la revelación de las primeras Claves Metatrónicas para que podáis encontrar el hilo conductor hacia vuestra eternidad.


 


Hoy, las cosas son diferentes porque nada debe quedar oculto, porque el Espíritu de la Verdad está ahí. He orientado a muchos de vosotros, a pesar de la falta de comprensión, durante mi última encarnación, a cuestionaros todo de forma más intensa. Sabéis que mis oyentes estaban cautivados, aunque no entendieran, propiamente hablando, por el sentido de las palabras. Las condiciones hoy, son profundamente diferentes y mi discurso en la época de Krishnamurti, prepararon el terreno lo mismo que, de una forma general, los Ancianos, así como las Estrellas, también han preparado el terreno para vuestra Resurrección.


 


Es hora de desvelar las usurpaciones que han tenido lugar y que son innumerables. Ellas están hoy todavía presentes en algunas enseñanzas espirituales que me dan un nombre que nada tiene que ver con el verdadero. Recordad que, para las fuerzas opuestas a la Luz, el nombre es lo que se imprime en vosotros. Si ese nombre está unido a las historias, esas historias, las aceptéis o no, se imprimen no quizá en vosotros sino en el funcionamiento colectivo de la humanidad y viene a encerrar todavía más al ser en la ignorancia y en la incapacidad de volverse hacia sí mismo. Se trata de la industria del espectáculo, y también de todo lo que se os muestra en cualquier imagen. Ninguna imagen, ninguna intelectualización, ninguna comprensión, puede reemplazar a la Verdad.


 


La Verdad es un país sin caminos; lo he dicho, no hay que recorrer otro camino que vuestros territorios interiores. Todo lo que captáis del exterior, todo lo que comprendéis del exterior, en definitiva y en verdad, no son más que obstáculos puestos sobre vuestro camino, desvíos que os impiden ver lo que sois. Todo eso ha terminado. Sabéis que la Luz adamantina, desde la Liberación de la Tierra, se propaga de manera extensiva a todos los niveles de la Tierra. Un umbral se franqueó el 8 de marzo y otro umbral será franqueado mañana, es decir, el 7 de junio precisamente, lo que permitirá descubrir una serie de elementos a través del comienzo de la disolución de la organización social humana en sus aspectos distorsionados, en sus mentiras y en sus disfraces.


 


La única forma de tratar eso, como sabéis, es entrar en vosotros, en vuestra intimidad y no desviaros atraídos o perturbados por lo que va a desarrollarse. El único salvoconducto es el corazón que siempre ha sido y será en estos tiempos especiales, con la agudeza más evidente, que ya era el caso para aquellos que habéis vivido los procesos vibratorios del descenso del supramental.


 


El bien amado Juan, como sabéis, era el que nombráis y que hoy se llama Sri Aurobindo; él era mi escriba bien amado. Él, durante su última vida, como Sri Aurobindo ha preparado también a la humanidad con lo que ha llamado “el descenso del supramental”, a través de sus escritos, a través de sus experiencias, aunque hubiera pequeños errores, pero normales en esa época en que vivía su última encarnación, en la que contemplaba, como la mayoría de los Ancianos, la perpetuación de un mundo que no tiene razón de ser. Pero ese error no es importante. Lo importante es haber anunciado el descenso del Supramental y haber declarado, en el momento de su partida, que el volvería cuando el supramental estuviera en la Tierra, al interior de algunos individuos, para apoyar la instalación de Cristo. Y es exactamente lo que ha sucedido, es exactamente lo que muchos de vosotros vivís desde las Bodas Celestiales o antes, desde el primer descenso del Espíritu Santo.


 


Es hora de darle a Jesús, lo que es de Jesús, por así decirlo. Es hora ya, de ver todo eso, no sobre la escena de este mundo sino en vuestro corazón, como se os ha dicho tantas veces. Nadie, desde mañana, podrá decir que no lo sabía, porque veréis por vosotros mismos que la única solución, la única escapatoria a las condiciones de este mundo, no es el cambio de nada en este mundo, porque todo cambio que constatáis desde hace 2.000 años, no hace más que conduciros hacia el reinado de las sombras.


 


El reino de las sombras se ha acabado, aunque todavía desfilan algunas, en la fecha precisa y específica del 13 de mayo de 2017. Ese fue el período de tiempo que se concedió a las fuerzas de la oscuridad para tratar de seducir y distorsionar la verdad, según acuerdos memorables y muy antiguos que no es deseable ni necesario, conocer hoy. No obstante, la mascarada, la Ilusión, el encerramiento, la desviación de la Luz, la desviación del Espíritu, todo eso se ha terminado. La Luz vuelve a tomar su lugar, su verdadero lugar en cada uno de vosotros; no cambia nada que lo rechacéis, que lo viváis o que lo aceptéis. En efecto, como sabéis, eso no depende ni de vosotros ni de nosotros, sino simplemente, quedando muy vago, de lo que llamaría una mecánica de la Luz o una mecánica celestial, si preferís.


 


Así pues, la única verdad posible para escapar a las redes de las historias y de las imágenes, es realmente mirar dentro de vosotros, no para analizar vuestro personaje, no para conocer o saber algo relativo al pasado, sino para sumergiros de forma radical en el eterno presente, en “Hic y Nunc” como os decía el Arcángel Anaël, porque realmente, la única Verdad está ahí. Es en los momentos en que desaparecéis, cuando se descubre la Verdad; algunos de vosotros desaparecéis, pero no para descubrir la Verdad porque el momento no era suficientemente intenso, se puede decir, para percibirlo, concretarlo y manifestarlo.


 


Las cosas han cambiado profundamente, no a nivel individual sino colectivo. Y así, desde el instante en que vuestra mirada se vuelva hacia el interior, constataréis en los días sucesivos y en las semanas que vienen, mayor facilidad para permanecer en la Alegría y en la Paz, pero os daréis cuenta también de algunos inconvenientes, de algunos sufrimientos, en el momento que una vez encontrado el corazón realmente, os volváis a salir. Ya sabéis y se ha repetido en muchas ocasiones, que no es cuestión de culpabilidad o de pagar lo que sea, sino simplemente que seáis verdaderos. Vosotros sois el Camino, la Verdad y la Vida, os lo hemos repetido bastantes veces y lo repetí mucho durante mi última encarnación como cuando fui Jesús de Nazaret.


 


Muchas cosas han sido disfrazadas, me han hecho pertenecer a ciertas órdenes, me han asignado virtudes especiales, algunos dijeron que era un profeta, otros que era un estafador, ¿Qué importa? Lo importante no es mi vida, lo importante es que permití realizar mi abandono total al Cristo desde mi bautismo en Jordán y, sobre todo, en el momento de mi crucifixión. Fue entonces cuando sembré la Tierra, prefigurando y permitiendo lo que se desarrolla hoy.


 


Ninguna organización de la Tierra puede seros de ninguna utilidad para encontraros, al contrario. Hoy os falta, como dije en mi última encarnación y como he tenido ocasión de expresaros, encontrar la Autonomía y la Libertad interior, es decir, no depender de conceptos, no depender de ideas, no depender de vuestra historia, no depender de ninguna historia de esta tierra. No hay diferencia si me llamáis Jesús, si me llamáis Cristo o me llamáis Hermano K.


 


Lo que yo percibí en aquella época, hoy lo percibís; cada uno de vosotros estáis llamados, cuando miráis a vuestro interior, a volver a lo que erais, a volver a vosotros mismos más allá de todo mundo. Como dije también, “Nadie puede servir a dos maestros a la vez”. Servís al mundo o servís a la Eternidad. Sirviendo a la Eternidad, servís al mundo mejor, que si buscáis servir al mundo o servir a vuestros hermanos o hermanas, porque en ese momento establecéis diferencias entre el que veis, el que es un familiar y el desconocido que muere de hambre, de enfermedad o de sufrimiento en el otro lado del planeta: “Lo que hacéis al más pequeños de vosotros, es a mí a quien lo hacéis”.


 


De la misma forma hoy, lo que hacéis al más pequeño de vosotros, os lo hacéis a vosotros mismos. Todo es Uno, ya lo sabéis, nuestros hermanos orientales os lo han explicado perfectamente, lo han vivido enteramente, libres de toda historia, de toda tradición. Hoy, es lo mismo para vosotros. Sea cual sea vuestro estado inicial, a partir de mañana, tanto si sois Liberados Vivientes, como si estáis dormidos o despiertos, o vibráis o no percibís nada, veréis rápidamente que todo eso va a cambiar de forma brutal y muy rápidamente, a medida que se intensifiquen los acontecimientos humanos.


 


Por tanto, no es algo paradójico sino algo obvio para el que acepta la Luz. El ajetreo de este mundo es solo el reflejo de su falsedad. Así que, cuando la Luz ilumina se vienen abajo todas las pretensiones de querer alterar, de querer encerrar, de querer engañar. Eso os concierne tanto a nivel individual como colectivo y global. Eso, a partir de mañana, no afecta solamente a la conciencia humana, sino a toda conciencia de cualquier dimensión, presente en el entorno de la Tierra. Eso afecta también a los insectos, a las flores, a los vegetales, a los pueblos de la naturaleza, aunque no estén afectados directamente en el proceso de liberación de la Tierra; sin embargo, todo lo consciente o inconsciente de esta tierra, vivirá esta transformación saludable que es simplemente, volver la mirada al interior.


 


Las Teofanías, del tipo que sean, realizadas con vosotros mismos o con el Sol, con una situación, con el Espíritu del Sol, conmigo, con Cristo, están ahí justamente para ayudaros a atravesar solos, la última puerta. No hay condición más adecuada ni mejor que el ajetreo de este mundo, para realizar totalmente vuestra eternidad, aquí mismo en encarnación.


 


Como se os ha dicho, se manifestarán muchos carismas que solo son el testimonio de la Verdad. Ellos no deben, en manera alguna, permitir que perdure nada ilusorio, y eso se os ha dicho también. Sentiréis perfectamente la diferencia entre los momentos en los que permanecéis en la Paz y en la felicidad y los momentos en que salís de eso. Eso se volverá muy evidente, sin dificultad, sin esfuerzo, sin cuestionamiento. Es así como se encuentra el último retorno, el último sacrificio y la verdadera Resurrección, y eso, durante el lapso de tiempo que no conocemos, entre el comienzo de las tribulaciones humanas y la llegada de la señal celestial. Cada día que pase, se verá aumentado el alboroto y la Paz aumentará en cada uno de los que habéis dirigido vuestra mirada hacia el interior. Es así como os demostraréis a vosotros vuestra Autonomía, vuestra Libertad y la experiencia directa que no tiene nada que ver con el confinamiento.  


 


No hay escalones que subir ni montañas que escalar, no hay vibraciones más importantes, los que las que habéis experimentado, solo la realización de lo que sois, a partir del momento en que se desvanezcan los últimos velos personales y colectivos. La Paz, está dentro de vosotros, y será cada vez menos localizable en la falsedad, en el exterior. Esto se os ha dicho, es tan simple y tan obvio como eso, y sin embargo muchos de vosotros todavía no habéis entendido lo que contienen dos palabras o dos frases: “Mirad dentro de vosotros”.


 


No hablo de meditación, no hablo de vibraciones, hablo simplemente de detener toda mirada exterior, todo lazo exterior, no de manera permanente, sino en el espacio de un instante. Ese instante muy corto, desde mañana bastará para haceros realizar eso y estableceros con facilidad y con más constancia en lo que llamamos felicidad, beatitud, éxtasis, el Reino de la Morada de la Paz Suprema, los Reinos de la Eternidad, los Reinos de la luz que os harán vivir el antagonismo completo entre todo lo que puede vivirse exteriormente en este mundo, en el ámbito que sea y lo que puede vivirse en el interior de vosotros mismos.


 


Ya sabéis que no hay ninguna solución de continuidad. En mi última encarnación, cuando se me planteaban cuestiones sobre lo que se refería a la linealidad de este mundo, las espiritualidades de este mundo, yo respondía a menudo que el que me planteaba esa pregunta, no había estado en la otra orilla para verificarlo. Os corresponde hacer el viaje. No creáis lo que os dice la cabeza, no creáis lo que os dicen vuestras percepciones, no creáis más lo que os dicen vuestras vibraciones. No creáis más en ninguna historia, sea la que sea, porque no hay ninguna historia, solo hay un encerramiento en la superficie de este mundo. Por eso os decía que mi Reino no era de este mundo y fue por eso por lo que estuve en oposición frontal con los guardianes del Templo que nunca comprendieron ni vivieron la menor onza de interioridad. Esto es lo que lleva a la falta de interioridad, al disfraz, a la guerra, al conflicto, a la oposición, a la muerte.


 


La única Paz verdadera está en el interior de uno mismo; muchos de los grandes seres, os lo han dicho -no voy a citarlos porque son innumerables-, y por tanto toda la humanidad ha continuado en el camino de la distracción, en el camino de la búsqueda espiritual exterior, de la comprensión de este mundo más que en la experiencia de la Eternidad. Eso es así, porque es lo propio del llamado “ego”, y es así porque existe, desde que nacéis en este mundo, el miedo a la muerte que está inscrito en el interior de este cuerpo. La falsificación, la Ilusión y el encerramiento no han tocado, por supuesto, a la conciencia; han tocado prioritariamente a la organización de vuestra estructura biológica, haciendo que esa estructura no pueda responder al influjo de la luz. Por eso, la preparación fue muy larga durante el retorno de la Luz en este fin de ciclo, en este fin de revolución zodiacal, un ciclo largo que corresponde, como sabéis a más de 50.000 años.


 


Las cosas son muy diferentes desde hace treinta años, aunque pocos seres humanos encarnados lo vivieron, con el tiempo, se han realizado muchos elementos que permiten hoy experimentar esta interioridad desde el momento en que dejáis todo lo relacionado con el exterior. No hay otra puerta de salida, os lo hemos dicho siempre; la única salida es el corazón, el don de sí, la de vuestra vida en este mundo, para encontrar la Eternidad. Todo lo que tenéis, lo que sabéis, os mantiene hoy mucho más encerrados que la historia de este mundo, aunque estéis alejados. Así que os pido humildemente que miréis en vosotros, sincera y objetivamente antes de ver nada relativo al estado de la Luz, -miraos honesta y sinceramente.


 


No hay ni castigo ni temor que tener, sino simplemente reconocer; reconocer los errores y a la vez reconocer quiénes sois. Pero mientras no reconozcáis vuestros errores, mientras no reconozcáis la verdad de este mundo, no podéis reconoceros. No es momento de tergiversaciones, no es momento de vacilaciones, porque como os hemos dicho, el tiempo se ha cumplido, la Ascensión de la Tierra ha comenzado, vuestra Liberación ha empezado también, de manera colectiva.


 


Como sabéis y Juan además os lo dijo, habrá que soportar una serie de choques, pero esos choques se refieren al exterior y en absoluto a vuestro ser interior, vuestro ser de Eternidad. Por eso será más fácil y más obvio, volveros al interior, porque cuando no estáis distraídos por el exterior, cuando no estáis encadenados a vuestras actividades, incluso las más honestas y las más lógicas de este mundo, estáis realmente disponibles. Solo el que se mantiene en el exterior que está desapareciendo, sufrirá; el que encuentra su corazón, no podrá sufrir, ningún cabello de su cabeza podrá ser tocado porque estará en la Verdad, porque ha comprendido que la Verdad no necesita protegerse, no necesita disfrazarse, no necesita ser interpretada ni ser comprendida.


 


Es esta revolución interior, este último pasaje, al que he venido hoy a invitaros. Ha sido decidido entre todos los Ancianos, aportar respuesta a aquellos que se plantean todavía preguntas sobre la vida de Jesús o sobre la vida de Cristo. Así que detendré mis palabras aquí ahora, y me tenéis a vuestra disposición para responder a vuestras preguntas que se relacionen, como he dicho, a mi vida histórica o incluso, a los mecanismos que he aludido hoy relativos a este último pasaje.


 


…Silencio…


 


Una vez más, sed francos y espontáneos, no retengáis nada, desatad al Espíritu, dad rienda suelta a lo que emerge como cuestiones. Independientemente de su origen, ya procedan del Espíritu o de vuestra persona, yo responderé.


 


Pregunta: Nuestro cuerpo físico está llamado a desaparecer, el suyo ha resucitado. ¿Hay alguna diferencia entre su cuerpo y el nuestro?


 


Os indico que todos vais a resucitar, salvo aquellos que mueran realmente porque no tengan ninguna razón para quedar todavía en el escenario de una historia de este mundo o de un mundo futuro o que tenga que perfeccionar una serie de elementos vibratorios, de códigos relativos al retorno a su dimensión de origen o a su eternidad. Así pues, vosotros vais a vivir la Resurrección también, al final de los tres días de estasis y saldréis de la tumba, con o sin cuerpo. El que vive el Espíritu, no puede, de ninguna manera, estar sujeto a ninguna materia carbonada; no hablo de la Tercera dimensión disociada, sino de la materia carbonada, en el sentido que entendéis. Solo algunos hermanos intergalácticos viven y evolucionan en lo que llamáis la Tercera dimensión unificada, porque las reglas de su mundo, la influencia de la radiación de la Fuente, no es la misma que la de la Tierra.


 


La cuestión del cuerpo de carne que planteas, no hace más que reflejar la ignorancia de la experiencia, de lo que es vivir en Eternidad. La Eternidad no necesita, como sabéis, de ninguna forma, de ninguna dimensión, aunque el juego de la conciencia os permite experimentar libremente todos los mundos, todas las experiencias. Eso forma parte de vuestra libertad de seres de Amor.


 


Si planteas esta cuestión, te puedo afirmar que no conoces la otra orilla y buscas al nivel de la cabeza para comprender algo y vivirlo. Ahí está el ejemplo típico de lo que se llaman “falsas espiritualidades” que os atan formalmente a lo que sois verdaderamente en este mundo, así que no hay ninguna correlación posible, excepto al nivel del alma vuelta a la materia que no conoce, que no ha reconocido al Espíritu.


 


De todas formas, date cuenta que a través de esta pregunta, surge el problema de la muerte del ego. No importa la edad que tengas; sabes perfectamente que la muerte está cerca, aunque no haya un final colectivo. El problema es exactamente el mismo en cada una de vuestras encarnaciones, porque cada encarnación que no se os ha permitido ser verdaderos, os ha encerrado todavía más en el libre albedrío y en la ley del karma.


 


Si tu conciencia hoy, se ha vuelto hacia ese pasado y hacia esos pasados, en ningún momento podrás ser libre, te diga lo que te diga la cabeza. Hay que soltar prácticamente, todo conocimiento que esté presente en la cabeza, solo en el corazón, y cuando hablo del corazón no es un concepto sino la percepción real y concreta de la felicidad, de lo que pasa cuando has llegado a tu corazón. El que ha llegado a su corazón realmente, no tiene nada que ver con los juegos de la Ilusión. Él ha visto la Verdad, él ha llegado a la otra orilla ha vuelto y ya no puede ser manipulado. Así que, a través de tu pregunta, has sido manipulado por tu propio mental que dirige tu conciencia y dirige tu vida. Es hora, hermano mío de dejar ir todos estos despropósitos, todas esas estupideces que te alejan de la belleza de tu corazón.


 


Entonces te lo ruego, contesto a tu pregunta: ¿qué importancia tiene lo que le pase a tu cuerpo? ¿Eres este cuerpo? ¿Eres este efímero que sigue de vida en vida y que sufre de vida en vida? ¿Sé honesto y sé verdadero, de qué tienes miedo si no es de perder una forma, que de todos modos está destinada a perecer? Hubo en la tierra muy pocos seres que fueron capaces de llevarse su cuerpo a la Luz, su cuerpo de carne. Esto no es la finalidad sino que correspondía a un objetivo preciso. Fue mi caso, fue el caso de María, fue el caso de Enoc, fue el caso de Elías.


 


La formulación misma de tu pregunta muestra tu apego visceral a la materia, no hay ningún corazón ahí, si no es el corazón de la mente que te engaña. Entiende bien que no te acuso de nada, no te estoy recriminando, sino que te ayudo a ver la Verdad. Mientras estés interesado por el pasado, mientras estés interesado por tu cuerpo y por tu devenir, es lógico de ocuparse de tu cuerpo para mantenerlo funcionando correctamente, es totalmente ilógico relacionar este cuerpo con la espiritualidad, de la manera que sea.


 


El problema mayor, son las historias que fueron engramadas en vosotros a medida que vuestras vidas, y más particularmente durante este período de final de los tiempos, como he tenido la ocasión de decirlo, a través de las imágenes, de la seducción de vuestros ojos, la seducción de vuestros sentidos, la seducción de creeros inmortales en el seno de vuestro personaje, a través de la reencarnación. Entonces ahora te lo digo, ya es hora de detener todos estos vagabundeos, ya es hora de entrar en ti y verte más allá de todo juego. Mientras no se haya hecho, errarás de pregunta en pregunta, de cuestionamiento en cuestionamiento, y progresivamente de miedo en miedo, de sufrimiento en sufrimiento. ¿Es esto lo que quieres o es la verdadera Luz?


 


A partir de mañana, ninguno de vosotros podrá decir que no sabía, aunque no haya oído nuestras palabras, aunque nunca se haya interesado en nada más que en su vida material. Daos cuenta, en todo caso en Occidente, sois todavía muchísimos en estar convencidos de que la muerte es el fin, que no hay nada después. ¿No es el peor de los olvidos? ¿No es la causa primera de vuestros sufrimientos? Entonces por supuesto, tan pronto descubrís la espiritualidad, vais a explorar un cierto número de acontecimientos, luego os interesáis por vuestra infancia, luego vais a buscar en vuestro pasado unas justificaciones de vuestro presente. Estas justificaciones de vuestro presente sólo son unas sandeces que nunca podrán permitirte vivir lo que eres. Acéptalo y averígualo en ti. No te pido creerme, te pido experimentarlo.


 


Hacerse la pregunta sobre la muerte de este cuerpo es una negación del Espíritu. Acéptalo, no hay ningún juicio ni ninguna condena, simplemente está la Verdad pura. No podemos discurrir sobre esta Verdad mientras en alguna parte estás identificado a tu persona, a tu cuerpo, a tu personaje, y esto será visto muy rápidamente por cada uno de vosotros. Nadie podrá decir que no sabía. Es decir que a partir de mañana, la frase que dije en el momento de mi crucifixión no tendrá más razón de ser, porque ninguno de vosotros podrá pedir lo que no ha querido ver, deberá pasar por la Puerta Estrecha con el fin de encontrar de nuevo lo que es, y de poner fin a todas sus ilusiones por el Amor y en el Amor, no el de tu persona, no el amor de este mundo, no el amor del pasado o del futuro, sino el Amor de la verdadera Vida. Eres la Vía, la Verdad y la Vida en el instante presente, y en ninguna otra parte.


 


…Silencio…


 


Si os he propuesto contestar a vuestras preguntas sobre la vida de Jesús, no es para reforzar la historia sino para permitiros, si todavía hay algunas interrogaciones con relación a esto, de no seguir siendo engañados por algunos escritos, por algunos condicionamientos presentes en el seno de lo que es nombrado la Iglesia exterior que, más que nunca, no es mi Iglesia.


 


Mi Iglesia está en vuestro interior, es lo que decía en el templo: « Destruid este Templo, mi cuerpo, y lo reconstruiré en tres días. » Es exactamente lo que vais a vivir, enriquecidos por la Llamada de María.


 


Y veis cómo fue entendido. Os hablan de la resurrección de los muertos, cuando es una resurrección de la Vida y no de lo que está muerto y que de todos modos muere. Veis cómo es la inversión, la falsificación, con las palabras, con los escritos, es extremadamente fácil. No sois responsables de esto, lo que es responsable de esto es vuestra mismísima estructura cerebral sobre la cual se imprime vuestra conciencia. No puede haber pues, en el seno de este encierro, ninguna solución de Libertad.


 


…Silencio…


 


¿Tenéis más preguntas?


 


Pregunta: una amiga vive desde hace un año una transubstanciación. Ella dice que está muerta pero sigue viva, parece que su cuerpo se regenera. ¿Qué pasará si todos debemos dejar nuestro cuerpo?


 


Pero, la regeneración de algunos de vuestros allegados, que podéis observar en algunos hermanos y hermanas, está ligada a la acepción de la Luz, a nada más. Si hay aceptación de la Luz y que la Luz manda en este cuerpo, quiere decir también que las estructuras cerebrales han cambiado, y me parece de hecho que os hemos enseñado la correspondencia que hay entre las 12 Estrellas, las funciones espirituales que están situadas al nivel de la cabeza y que entonces actúan con el cerebro.


 


Pues la transubstanciación, antes de la estasis, lo constatáis, o bien estáis sufriendo, o bien constatáis la aparición de algunas enfermedades, o bien estáis siendo regenerados en este cuerpo. Y se ve, y se vive, se siente. Son los efectos de la Luz, así que el « ¿para qué? » no tiene nada que ver aquí. Es justamente la conciencia de la Eternidad que se despliega, la que regenera este cuerpo que sin embargo va a desaparecer. Cuando el umbral de la Luz sea alcanzado, durante lo que el Comendador ha nombrado el asa-planeta final, la materia carbonada desaparecerá, no quedará ningún rastro de ella.


 


Pues es totalmente normal, ya que la finalidad es común, que algunos de vosotros que ya hayan reconocido la verdad de la Luz, acogiéndola y viviéndola en Paz, en Felicidad, vean su cuerpo transformarse, rejuvenecer, funcionar con ligereza. Ahí está la Libertad, ahí está el verdadero alimento de los cuerpos, dondequiera que estén situados en las dimensiones.


 


Os recuerdo que incluso algunos de nuestros hermanos procedentes de Vega, y que había nombrado los Ángeles del Señor, tienen un cuerpo biológico pero no necesitan comer, no necesitan reproducirse, y sin embargo tienen un cuerpo biológico. Estáis tan condicionados que estáis convencidos que sea cual sea la 3ª dimensión, estoy seguro de eso, estáis convencidos que hay que comer, que hay que hacer el amor, que hay que tener un techo. Pero, todo esto son unos condicionamientos de la materia encerrada y no de la materia libre. Es por esto que hay que desacostumbraros, desincrustaros de todo lo que es conocido. No tenéis ningún punto de apoyo ni ninguna referencia, en ninguna historia o en ninguna vivencia, sólo el corazón os hace descubrir la Verdad. Todo lo demás sólo son unas desviaciones, sin ninguna excepción.


 


Los que habéis llamado santos o místicos, que sea en el seno de la Iglesia católica o en otra parte del mundo, son de hecho unos seres que han encontrado su corazón. Entonces por supuesto, la influencia cultural va a jugar con esto para traducirlo, según el origen, según la cultura, según la educación, pero sólo son unas coloraciones, una manera de vestir que evita el aspecto desconcertante de esta Luz, para el que está encadenado y encerrado en su ego.


 


…Silencio…


 


La Luz, cuando es acogida en el corazón en totalidad, por la conciencia, es capaz de regenerar cualquier cuerpo, de hecho lo sabéis. Algunos cuerpos de algunos santos, que de hecho sólo son los que fueron revestidos de Cristo, como lo fui hace ya 2.000 años, prueban, por su incorruptibilidad de la carne, la santidad. El impacto de la Luz y del corazón fue tal que la materia no puede disolverse, esta materia será disuelta por supuesto durante el asa-planeta final. Si estáis enfadados, si no creéis en eso, entonces os puedo asegurar que nunca habéis encontrado vuestro corazón, y no sirve de nada creer en ello, hay que vivirlo.


 


…Silencio…


 


La estructura de vuestro cerebro os obliga a adheriros a unos conceptos, a unas ideas, a unos pensamientos, pero ¿quién piensa, quién tiene unas ideas, quién tiene unos conceptos? ¿De dónde vienen esas ideas, de donde vienen esos pensamientos, de donde vienen esos conceptos? Es una de las primeras preguntas que me hice antes de reconocerme.


 


Volver a encontraros os da una Felicidad y una Paz que ningún conocimiento de este mundo puede proporcionaros, ni siquiera los acontecimientos más felices, porque no es comparable, no es mensurable.


 


…Silencio…


 


¿Tenéis otras interrogaciones?


 


Pregunta: ¿Jesús estuvo casado?


 


Sí, estuve casado y tuve tres hijos. No hay nada peor para un occidental que de vivir solo. Para nuestros hermanos orientales, esto no plantea ningún problema porque la estructura cerebral no es la misma. Es en esto que la herejía de la Iglesia, habiendo prohibido el matrimonio, es un error monumental. Os recuerdo de hecho, que en el seno de la ortodoxia, que está mucho más próxima a mi corazón, en todo caso lo estaba, el matrimonio era algo fuertemente aconsejado porque no hay otra manera de equilibrar, en la pantalla exterior, que de estar con alguien del sexo opuesto. Pero por supuesto, lo sabéis, las relaciones humanas fueron tan falseadas, tan alteradas, que hoy, y lo veis, la mayoría de las parejas se separan muy rápidamente, cada vez más rápidamente, porque buscan en la otra persona lo que no pueden encontrar.


 


Entonces sí, María-Magdalena fue mi esposa, legal y oficial, todo esto fue retirado por supuesto. Entonces sí, tuve tres hijos que llegaron a Francia, al igual que mi esposa, mientras que mi madre, ella, fue al otro lado del Mediterráneo, acompañada por mi bien amado Juan. María había perfectamente entendido esta frase que le dije antes de su último suspiro « Madre, éste es tu Hijo. Juan, ésta es tu Madre ».


 


…Silencio…


 


¿Alguna interrogación más?


 


Pregunta: ¿qué pasó con sus hijos? ¿Quiénes son?


 


Han procreado y se han multiplicado. Algunos de ellos os son conocidos, fueron los primeros reyes de Francia. Su realeza era conocida y reconocida. Así que algunas descendencias han aparecido en el continente europeo, pero esto pertenece a la Historia. Hoy esto tiene muy poco interés.


 


Es en este sentido, de hecho, que Francia fue nombrada la hija mayor de la Iglesia, es en este sentido que hoy este país se ha vuelto el reino del Anticristo, es en este sentido que deberá ser aplacada a los ojos del mundo. No se trata de un combate, ya que mis Testigos no tienen ninguna intención de combatir nada, sino simplemente de probar, por su resurrección, la primacía del corazón sobre cualquier experiencia terrestre.


 


…Silencio…


 


Pregunta: ¿cuál fue el verdadero papel de Judas?


 


Fue el papel que conocéis. Estando revestido de Cristo en mi corazón, veía evidentemente más allá de cualquier apariencia, y lo que la Iglesia relató, contando esta historia, es efectivamente la verdad, pero la mirada y el punto de vista que yo tenía, era el de cumplir la voluntad de la Fuente. Es en esto que os digo todavía hoy de no juzgar, incluso a aquel que es vuestro peor enemigo. Esto pertenece a las apariencias. La única Verdad, si todavía no la veis – y cuando la veáis os lo confirmará –, es que absolutamente todo lo que ahora sucede, a pesar de las vicisitudes, a pesar de los cantos de gloria de las fuerzas opuestas a la Luz, el corazón, y nada más, es decir todo, no limita nada, no excluye nada. Judas jugó a la perfección su papel. Mi objetivo no era el de establecer un reino en la tierra, lo que es imposible, porque cualquier reino establecido en la tierra pertenece a Satán y no es mío.


 


Durante mi última encarnación, fui muy suave y muy comedido, como lo fui con vosotros desde hace muchos años, pero ante la intensidad de la Luz hoy, esta dulzura no tiene más razón de ser porque la Verdad es fuerte, no admite ningún compromiso ahora porque todo es revelado. La verdadera dulzura está en vuestro corazón, no puede estar en las palabras que llegan a vuestra persona, porque lo que toco hoy es, como tal vez estéis viviendo desde las Teofanías, es el corazón. Y en el corazón, no puede haber ninguna mentira, ninguna alteración, ningún concepto, ninguna historia.


 


De hecho, mirad lo que sucede desde siempre en esta tierra, con una agudeza más grande durante el siglo pasado, las guerras mundiales, la interacción de los países, las comunicaciones, todo esto sólo os muestra la competición y la guerra. ¿Dónde está la Vida? ¿Dónde está la Verdad? Está ausente de todos estos juegos. De hecho mirad, con toda esta violencia en nombre de Dios, no pienso que quede mucho trabajo a Satán, Dios se encarga muy bien de eso en su nombre. Mirad las matanzas, mirad las guerras, ligadas a la avidez, ligadas simplemente a unos conceptos de gente que no viven nada. Si no, si vivís el corazón, da igual vuestra religión, no podéis quitar ninguna vida, no podéis herir a nadie, no podéis ir en contra de la Vida. Mirad lo que han hecho las religiones, vengan de donde vengan.


 


…Silencio…


 


Pregunta: cuando usted dijo: « Padre, encomiendo mi espíritu entre tus manos » y « Padre, que se haga tu voluntad », ¿esas frases son unas palabras de abandono?


 


No he entendido lo que has preguntado. Las frases que he pronunciado son exactas, tal y como las has repetido. ¿Y entonces?


 


Pregunta: ¿hay un grado de abandono último entre estas dos frases?


 


Las dos son concomitantes y corresponden a la misma verdad enunciada. No estoy seguro de haber entendido lo que quieres hacer como pregunta.


 


Pregunta: a menudo repito esas frases. ¿Alguna de las dos tiene una intensidad de abandono más importante que la otra?


 


Mi querida hermana, puedes repetir esta frase toda tu vida que esto no cambiará un ápice lo que eres, hasta que no estés en el corazón. Primero hay que estar en el corazón antes de repetirte unas frases que tienen un sentido para el que lo ha vivido, pero que no tienen ningún sentido y no tienen ningún efecto hasta que no estés en el corazón. Puedes repetir todas las oraciones que quieras, puedes pasarte, y algunos de vosotros lo han hecho, muchas vidas repitiendo las mismas oraciones, el corazón se quedará seco. El corazón es la Paz, el corazón es la Felicidad, el corazón es la Verdad, y no necesita palabras.


 


Y de hecho a menudo, cuando repetís esas frases con corazón, con certeza, pero que vuestros actos están al opuesto, ¿dónde está la realidad de vuestro abandono? ¿Dónde está la desaparición de vuestro personaje, de vuestra persona, de vuestra historia? Traéis esta frase de la verdad del que está en la cruz y que vive el abandono real por la crucifixión, a vuestro propio personaje, a vuestro propio guión. Es un disfraz. Puedes repetir exteriormente todo lo que quieras, no cambiará en nada el emplazamiento de la conciencia.


 


El corazón es Evidencia, nunca se hace preguntas, sigue la evidencia de la Luz, lo acepta todo, lo aguanta todo. Si hablas la lengua, la de los hombres y la de los ángeles, si te falta el Amor, no ganas nada. Si tienes todos los poderes, si te falta el Amor, todo es falso, te falta en ese momento lo esencial. Cuando digo “tú”, no me dirijo a ti sino que a cada uno de vosotros. Buscad el Reino de los Cielos que está dentro de vosotros y todo lo demás os será sobradamente dado, pero no hagáis lo contrario, si no nunca encontraréis el corazón. Y no interpretéis lo que digo con respecto al corazón, « tener buen corazón » no es « estar en el corazón ».


 


…Silencio…


 


Pregunta: la Estrella Gemma Galgani me ha propuesto vivir la Unión Crística. ¿Se ha realizado?


 


¿Quién puede saberlo mejor que tú? ¿Por qué esperar una confirmación exterior? Date cuenta: en cuanto esta pregunta emerge, quiere decir que no se ha realizado. ¿Quién hace la pregunta, este tipo de pregunta, si no es la mente? El corazón es Evidencia, lo repito, no puede dejar subsistir ninguna duda, ninguna interrogación, ninguna pregunta. A partir del momento en que te diriges hacia el exterior, aunque fuese una voz autorizada, aunque fuese una voz procedente de las Moradas de la Eternidad, te reenvía a ti. En la vivencia del corazón real no puede haber ninguna duda, no puede emerger ninguna pregunta. Con lo que si una pregunta emerge con respecto a esto, quiere decir que no se ha producido. Es en este sentido que te repito, sólo tú puedes saberlo, vea lo que vea y diga lo que diga.


 


Si te contesto “no”, estarás frustrada, si te contesto “sí”, estarás satisfecha, pero no es la respuesta lo que debe satisfacerte, es tu propia conciencia, no tu mente. Pero, ¿estás en la felicidad? ¿Observas esta felicidad desde tu primer despertar por la mañana hasta tu última mirada al exterior antes de dormirte? Si la respuesta es sí, entonces estás en el corazón, no en la mente sino que eres el corazón, si no, te corresponde deducir la verdad de ello.


 


Una vez más, vivir la Eternidad y ser liberado viviente no deja ninguna duda con respecto al Espíritu. Por supuesto existirán siempre unas preguntas sobre el desarrollo de tu vida, las elecciones que hay que tomar, las decisiones que hay que tomar, pero en ningún caso esto puede atañer al Espíritu. Os invito a todos a reconsiderar la verdad. No sirve de nada mentirse o interrogar afuera, el que vive el corazón no puede tener ninguna duda ni ninguna fluctuación de su presentación, de su humor, de su sonrisa, sea cual sea lo que la Vida le presente.


 


Las interrogaciones espirituales, las interrogaciones sobre el Espíritu sólo pueden venir del ego; el Espíritu es evidente cuando es revelado y vivido, no puede existir la menor duda sobre el Espíritu. Podrá en cambio, siempre existir unas indecisiones y unas dudas respecto a las elecciones que haya que tomar en tu vida diaria, saber qué comer, saber dónde ir de vacaciones, pero ¿por qué mezclar el Espíritu en esto? El Espíritu os da esta Paz y esta serenidad; esta felicidad, es el Amor. Ama y haz lo que te gusta, pero no hagas lo que te gusta si no amas.


 


…Silencio…


 


Pregunta: ¿por qué lo de su sacrificio en la cruz ante el mundo, con 33 años? ¿Cuáles eran el mensaje y los objetivos reales?


 


Pero lo dije: fecundar la Tierra por mi sangre, de la matriz nueva de Vida que fue nombrada, creo, Matriz Crística. Todo lo demás sólo sirvió el interés de la imagen, y entonces la Ilusión, y sirvió para organizar una religión, y para haceros creer que iba a venir a salvaros. ¿Salvaros de qué? ¿De vosotros mismos? ¿Qué hay que salvar? Sed lógicos, ¿quién cree necesitar ser salvado, vosotros que sois la Eternidad? Daos cuenta de la inepcia de este tipo de creencias propagadas por esta religión, como de hecho por otras religiones más antiguas o más recientes que sólo están ahí para esclavizaros, salvo algunos hermanos y hermanas que fueron lo suficientemente iluminados desde el interior y que, a pesar de la falsificación, consiguieron imitarme, volverse como yo, no como Jesús sino como el Cristo de aquella época.


 


Vaciaos de todo concepto. Por favor, olvidad todo lo que os dice vuestra cabeza. No quiere decir que no hay que preguntarme nada, sino realmente ver la fuente de vuestras preguntas. El corazón no tiene ninguna pregunta, el corazón es evidente y Evidencia; os lo han dicho, es la felicidad, la beatitud, el éxtasis. ¿Qué más se puede necesitar cuando vivís esto? Mirad a nuestras hermanas Estrellas, que sean de Oriente o de Occidente, que hayan vivido mucho tiempo en la tierra o que se hayan ido muy pronto, mirad su camino, sus testimonios. ¿Qué más se puede necesitar en el éxtasis?


 


El que está en el corazón, que sea una Estrella, un Anciano o un desconocido hoy, porque sois muchísimos, no necesita referirse a ningún pasado porque ha descubierto el tesoro, y el tesoro pone fin a cualquier carencia. Sólo puedo invitaros hoy, en esta víspera del 7 de junio, a encontraros de nuevo más allá de todo concepto. Todo lo que ha sido vivido, incluso vuestras experiencias místicas, incluso vuestras vibraciones, sólo quedaos con la Teofanía, sólo quedaos con lo que os han dado un Amigo y el Maestro Ram. Mirad los consejos que os ha dado recientemente Teresa de Lisieux.


 


El ego siempre hará todo, todo lo posible para impediros vivir el corazón. Digáis lo que digáis y penséis lo que penséis, ahí está la inversión que os hace creer que cuanto más conocimientos poseéis, más experiencias tengáis, más os acercaréis. Son unas muletas pero en un momento dado, hay que soltar estas muletas si no, éstas muletas no os dejan avanzar más, os obstruyen definitivamente la puerta del corazón hasta que las rechacéis.


 


Acordaos que por debajo del ego y la persona siempre está el miedo. El ego se considera inmortal, se cuenta historias, os cuenta historias. El encierro os ha cargado, os ha progresivamente, en el transcurso de este ciclo, bajado siempre más a las profundidades de la oscuridad y no a las profundidades del corazón. De hecho nuestros hermanos orientales lo llaman la edad oscura, la edad sombría, el Kali Yuga. ¿Cómo queréis que haya alguna verdad ahí cuando todo se ha disfrazado?, la organización misma de la sociedad está falsificada. ¿Dónde está el compartir? ¿Dónde está la Verdad? Mirad lo que habéis hecho con el dinero. ¿Hay la menor libertad en lo que nombráis “la sociedad”? ¿Hay el menor espacio de libertad en este mundo cuando estáis limitados por este cuerpo, limitados por el nacimiento y la muerte? ¿Acaso lo que pasa es la verdad? La Eternidad nunca pasa, siempre ha estado ahí.


 


Aceptad los errores, aceptad vuestras andanzas, perdonaos a vosotros mismos y sobre todo, como dije: « ve y no peques más ». No hay ningún pecado si no es contra el Espíritu, no hay ningún pecado mortal, son unas sandeces que los hombres de la Iglesia han creado íntegramente.


 


…Silencio…


 


Pregunta: con respecto a las palabras que fueron escritas: « si esta copa puede pasar lejos de mí sin que beba de ella, que tu voluntad se haga »…


 


Repetí esta frase tres veces en el jardín de Getsemaní, es efectivamente la verdad, porque cualquier ser humano, incluso liberado viviente, sabe que no es este cuerpo sino que existe, como dije, una estructura biológica que tiende a la preservación del cuerpo. Es esta estructura biológica en vuestro cerebro que os hace creer que sois una identidad, una persona y una historia, y por supuesto no fui una excepción. En el momento de vuestro último soplo, tendréis una enorme ventaja que yo no tuve, María vendrá para anunciároslo. En mí caso, María estaba abajo de la cruz, y sufría como madre humana.


 


De hecho estoy muy sorprendido de que nadie de vosotros me pregunte acerca de la Inmaculada Concepción, esto también son unas sandeces. María era efectivamente virgen, pero no es el Espíritu Santo el que la preñó. Es cierto que hizo falta un material genético que no es en absoluto el material genético de José, sino que es efectivamente una intervención de la Luz, tal y como el Arcángel Gabriel dijo.


 


No nací de la nada, únicamente la Fuente puede hacerlo, lo sabéis, de hecho os lo ha expresado, puede hacer que aparezca cualquier cuerpo, pero yo nací de la carne y del Espíritu. La fecundación de María fue realizada por una técnica que nombraríais hoy inseminación artificial, procedente de unos pueblos que no tienen nada que ver con la humanidad. Hubo que aportar, por mi estructura biológica como Jesús, incluso antes de que Cristo viniera para romper, y esto desde la concepción por el material genético, el principio de encierro presente al nivel del cerebro. Hacía falta pues una sangre de fuera – cuando digo una sangre, me habéis entendido–, se trata de un material genético ajeno a la Tierra y sin embargo humano, humano pero no de la Tierra.


 


…Silencio…


 


Entonces veis, mi madre preñada por la operación del Espíritu Santo es un monumental engaño. Hizo falta que la estructura biológica en la cual llegué pudiese soportar, es la palabra correcta, la Presencia de Cristo.


 


Vosotros mismos os habéis dado cuenta, algunos de vosotros, de las etapas que hubo que pasar para aquellos de vosotros que se han abierto, por así decirlo, desde hace décadas. Entonces imaginaos que en tres años una estructura biológica pudiese soportar a Cristo en el seno del encierro, es de hecho imposible.


 


…Silencio…


 


Sé pertinentemente que muchos de vosotros, leyendo estas palabras o escuchándolas, entrarán en un rechazo o una negación. ¿Qué importancia? Mañana es la verdad del corazón.


 


…Silencio…


 


Creo que ha llegado el momento para mí ahora de retirarme. Permitidme entonces ofreceros la bendición de Jesucristo, una Teofanía, no solamente con Hermano K, no solamente con Jesús, y más allá incluso de la Historia, una Teofanía con Cristo. Queridas hermanas y hermanos en humanidad, ha sido un momento importante revelaros estos elementos.


 


Entonces, en nombre de la Verdad, estáis bendecidos.


 


…Silencio…


 


Soy Hermano K.


 


…Silencio…


 


En el Amor, os saludo. En la Eternidad, os rindo gracia.


 


…Silencio…


 


Adiós. Envío a cada uno el beso del Fuego, el beso del Amor.


 


…Silencio…


 


Ahora os dejo.


 


 


***