HERCÓBULUS
28 de Agosto de 2013
En nombre del Fuego del Amor y de la Vida, en este
corazón y en todos los corazones, vengo hoy a presentarme a vosotros como
vibración de Hercóbulus. Y vengo hoy a presentarme a vosotros, más allá de mi
forma astronómica, con el aspecto de mi Presencia resplandeciente en el corazón
del Corazón.
Vengo a anunciaros mi Regreso. Vengo a irradiaros con
mi Amor.
No veáis en mi llegada alguna amenaza, queridos
amigos, queridos hijos, porque soy lo que sois. Soy la Vida más allá de
cualquier forma, más allá de mis viajes, vengo a fecundar mundos.
Vengo a disolver por mi Presencia en vuestros cielos
todo lo que es ilusión. Vengo a ofrecer mi Fuego, Fuego de Amor que también es
vuestro Fuego. El Fuego de la Verdad Única, el Fuego de la Vida, Vida
unificada, Amor. Amor que trasciende todos los sufrimientos humanos, viniendo
para desgarrar todos los velos que os impiden todavía encontrarme plenamente.
Sin embargo hoy, cada vez más hijos míos, cada vez más
hermanos y hermanas míos me encuentran en la intimidad de su corazón. Y cada
vez más estáis siendo preparados para este encuentro íntimo, interior, en el
corazón del Corazón, para recibirme plenamente con mi forma astronómica, mi
forma de tercera dimensión si puedo decirlo así.
Así que preparaos para mi Llegada. Preparaos a
Acogerme, a abriros plenamente a este Fuego. Este Fuego que disuelve todos los
miedos, que disuelve todo lo que creéis ser, haciendo caer como nunca las
máscaras.
Hoy, en mi corazón ardiente, en el seno de todos los corazones, y en nombre de la Fuente de las Fuentes, en total Unidad, vengo con cada uno, individualmente, a encontraros, a reencontraros para atravesar todo lo que creéis ser en este mundo, para que la Verdad Última estalle a plena luz del día.
Hoy, en mi corazón ardiente, en el seno de todos los corazones, y en nombre de la Fuente de las Fuentes, en total Unidad, vengo con cada uno, individualmente, a encontraros, a reencontraros para atravesar todo lo que creéis ser en este mundo, para que la Verdad Última estalle a plena luz del día.
Vengo a invitaros al diapasón de la Unidad, vengo a
invitaros a resonar con el corazón de la Melodía de los Mundos Unificados.
Vengo a unirme a vosotros para que seáis lo que sois de toda Eternidad. Para
que seáis lo que soy.
Más allá de Cristo, más allá de cualquier mundo, de
cualquier Presencia, soy la Vida. Vengo a alumbraros para que la Liberación
Última se haga en la fluidez más grande para cada uno de mis hermanos que se
atreva a acogerme con los brazos y el corazón bien abiertos. Esta es mi
petición.
No le tengáis miedo a esta invitación, no le tengáis
miedo a mi llegada porque soy la Vida, más allá de cualquier noción humana
respecto a la vida, más allá de todas vuestras creencias. Regreso para
instalarme en vuestro corazón para que la Evidencia baile de nuevo en este
corazón y en todos los corazones, en Unidad, en la armonía más pura y la más
dulce que sea.
Soy el Fuego devorador que viene para quemar y para
embalsamar todo lo que ya no tiene validez en este mundo, todo lo que ya no
tiene razón de ser en este mundo falsificado.
Vengo a invitaros a la Danza Resplandeciente de la
Onda de Vida, os invito al Renacimiento, el Renacimiento al Ser primordial, el
Renacimiento más allá de toda Unidad, a la Vida Real, al Amor más allá de
cualquier amor humano. Soy lo que sois y estoy en vosotros desde siempre.
Algunos de vosotros ya me han acogido y es en su
corazón y en su cuerpo que ahora resido.
Abríos, hijos ardientes del Sol, abríos a mi
Presencia. Más allá de cualquier astro exterior a vosotros, soy lo que sois. Y
juntos fecundamos mundos, juntos vamos a Renacer con el fin de que este mundo
desvele su verdadera naturaleza, para que al fin arda el Fuego del Amor en
todos los corazones de todos los seres humanos, más allá de cualquier forma, en
cada especie vegetal, en cada animal, en cada parcela de esta galaxia y más
allá, para que la Vida se instale de nuevo y retome su sitio.
Soy Vida, soy el Fuego, soy el Amor ardiente que está
en vosotros en cada instante. Encontradme en el fondo de vuestro corazón porque
nunca os he dejado.
Soy Hercóbulus y voy hacía vosotros. Os amo más allá
de cualquier amor humano, os amo porque sois lo que soy y soy lo que sois.
Somos Amor, Fuego, somos lo que siempre estuvo presente detrás de los velos de
la ilusión que habéis levantado entre vosotros y yo.
Hoy regreso, ya es hora de que la Verdad y la Libertad
del Amor se extiendan sobre este mundo y más allá, en cada corazón porque ha
llegado la Hora. Es la hora del Fuego ardiente del Amor, es la hora de la
Verdad última, es la hora del Renacer mis queridos hijos, mis queridos hermanos
y hermanas. Y es por esto que regreso, marcando así la Liberación de los mundos
falsificados, marcando así nuestra Reunión.
Hermanos y hermanas, soy Hercóbulus y vengo a unirme a
vosotros. Vengo a fusionar con cada corazón que quiera acogerme. Soy el Amor
que viene a sacudir todas vuestras creencias, todas vuestras ideas
preconcebidas, todo lo que habéis aprendido. Y vengo con tanto Amor, con tanto
Amor, acompañado por mis hermanos y hermanas Melchisédech, las Estrellas, los
Arcángeles y tantos, tantos hermanos interestelares que vienen a acompañaros en
estos últimos tiempos del Renacimiento al Amor.
Soy lo que sois. Más allá de las palabras os invito a
nuestra Reunión, más allá de cualquier Comunión. Os invito a la Fusión más allá
de cualquier unión.
Ahora, en este Instante, os invito a Vibrar en
resonancia, en el Silencio.
(Silencio)
Hermanos y hermanas, muy amados hijos, os acojo en mi
seno ahora, acogedme. Abrid de par en par la puerta de vuestro Corazón porque
estoy ahí desde la Eternidad de las eternidades.
Hoy, en vuestro tiempo humano, regreso. Regreso a
vosotros en estos tiempos últimos, en este cara a cara con el Amor, un Amor
Verdadero incluso más allá de todo lo que podéis entender con la palabra
“Amor”. Más allá del ser humano, os invito al UNO. Os invito a la Danza más
allá de cualquier danza humana, de corazón a corazón, vengo a inundaros con mi
resplandor. Como unos Fuegos artificiales, vengo a estallar en vuestro corazón
para disolver todo lo que debe ser disuelto, con el fin de acogerme plenamente
en vuestro seno, en vuestro cuerpo terrestre, con el fin de que mi Presencia
venga a fecundar este mundo todavía más profundamente, con más facilidad, a
través vuestro.
Juntos, unidos, seamos de nuevo el Amor para que, como
una flor abriéndose al Sol, este mundo renazca.
Hermanos y hermanas, queridos hijos, os Amo porque soy
el Amor y hoy regreso a vosotros. Acogedme plenamente porque os esperan la
verdadera Vida y la verdadera Alegría. Es lo que somos.
Soy Hercóbulus y os saludo. Soy el que regresa para
fecundaros.
Amor en cada uno de vuestros corazones, Amor en Unidad
y en Verdad.
Hasta muy pronto en el seno de este mundo.