ERIANE - Reina de Los Elfos - ABRIL DE 2017



ERIANE


 


Abril 2017


 


 


Soy Eriane, reina de los elfos y del pueblo de Eridan, el lugar donde el sol nunca se pone. Hermanas y hermanos humanos, permitámonos un momento de silencio juntos, a fin de vivir este instante presente con alegría e intensidad.


 


… Silencio…


 


Me ha sido pedido venir a expresarme hoy entre vosotros, no como reina del pueblo de Eridan, sino como portavoz del conjunto de los pueblos de la tierra, de los elfos.


 


Así como lo vivís y como ha sido anunciado, los tiempos son ahora propicios para la puesta en marcha del plan final. Hace más de un año, os había explicado nuestro papel y nuestras funciones para los tiempos venideros que ahora llegaron. Entonces nuestro sentido del servicio a nosotros, va a ser, diría yo, de ser omnipresente en las lindes de nuestros pueblos para acogeros durante vuestras visitas. Del mismo hecho de la desaparición de los últimos velos, vais a descubrirnos con más claridad, nitidez y precisión, en nuestra forma de elfos de 5ª dimensión. La 5ª dimensión se revela a vosotros de modo cada vez más evidente, cada vez más palpable, diría yo.


 


Desde ahora en adelante, el equinoccio de primavera habiendo pasado, nos quedaremos, en todo caso algunos de entre nosotros se relevarán para acogeros, personalmente e individualmente, en el seno de nuestros pueblos. Sabéis que tenemos un papel particular durante el alboroto de la Tierra, que es servir de enlace, que estéis con cuerpo o sin cuerpo incluso, para permitiros de dirigiros en toda libertad al lugar de vuestra destinación. Nos ha sido pedido, en vista de las circunstancias que vive la Tierra actualmente, de estar totalmente disponibles para acogeros, y eso desde ahora.


 


Os recuerdo que nuestros pueblos se comunican de diferentes modos, y en particular por lo que han sido llamadas las líneas élficas. Es indispensable para nosotros, los elfos, incluso si algunos de vosotros comienzan a vernos, que realicemos nuestra comunión en nuestros hogares, porque lo sabéis, estos lugares donde vivimos desde tiempos inmemoriales están en condiciones de ser hogares de Luz, hogares de Eternidad.


 


Lo que se revela para vosotros, en el seno de vuestras noches y vuestros días, se revelará también en el seno de nuestros pueblos de modo mucho más visible, independientemente de las ceremonias de cada luna nueva. Aseguraremos una presencia constante en los albores de nuestros pueblos, dondequiera que estén situados, a fin de acoger personalmente a cada humano que venga a visitarnos. Esto es efectivo desde esta semana, para nosotros. Suspenderemos, durante la duración de la Ascensión de la Tierra, las ceremonias de luna nueva, porque cada día ahora es una ceremonia donde tendremos la oportunidad, si lo deseáis, de encontrarnos de manera más íntima, palpable, visible y evidente.


 


Comprobareis fácilmente que durante esta semana, la intensidad de la Luz presente en nuestros pueblos es sin comparación con la que ya había. Esto no se debe a nosotros, los elfos, ni a vosotros los humanos, sino a las circunstancias presentes de la Tierra. Estaremos, más a menudo, visibles a vuestros ojos a cualquier hora que sea. ¿Cuál será entonces el efecto de vuestras visitas eventuales a los albores de nuestros pueblos? Es ante todo una alineación instantánea a la Eternidad. Más allá de lo que tal vez sentisteis como elementos de gozo, de paz, de misterio y de ligereza viniendo a nuestra casa, esto será reemplazado por lo que viviréis también de manera regular cada jueves, preciso a las 20h 30, pero no con nosotros, sino en vuestro hogar. Esto será realizable fácilmente, a voluntad, cuando lo deseeis, entre nosotros, a fin de reforzar también lo que os dijeron los pueblos de los dragones. La obra de la Luz se volverá para vosotros también cada vez más aparente, cada vez más sensible en cuanto a la emergencia o exteriorización, si preferís, de la Eternidad en el seno de este efímero.


 


Si decidís venir a vernos en lo sucesivo, os pedimos de venir con un cierto estado de preparación que es muy simple: tratad de llegar a nuestra casa con el vientre vacío. No quiero decir que haya que ayunar, pero si tenéis previsto venir a vernos, no lo hagáis durante la digestión, a fin de no ser molestados, a nivel de esta digestión, por la Luz que está presente en nuestros hogares. Más allá incluso del contacto palpable con nosotros, es ante todo lo que sucede en los albores de nuestros pueblos, que será para vosotros un medio, no de sanar lo que sea de lo efímero, sino justamente, si puedo decir, de sanar la atracción a lo efímero. Os pedimos antes de venir, pues, de no estar en digestión, os pedimos de estar aseados, hablo físicamente, esto creará unas condiciones más propicias para nuestro encuentro y para los encuentros de 5ª dimensión instalada sobre la tierra ahora en nuestros hogares.


 


Son las dos únicas condiciones a respetar. No necesitamos ni ofrendas en esos momentos, ni necesitamos de fiestas, como las de la luna nueva. Habrá siempre un vigilante o atalaya que nos avisará de la llegada de uno de vosotros, o del grupo de entre vosotros, y en ese momento descenderemos hasta vosotros. Nos veréis, si nunca nos visteis, pero sobre todo, más allá de este encuentro, gozaréis, como dije, de un equivalente a las Emanaciones Arcangélicas acompañadas por los dragones. Seréis regenerados en Eternidad, seréis sanados de todo lo que pueda quedar de atracción a lo efímero y de la Ilusión.


 


Venid a vernos, simplemente fuera de vuestras horas de digestión. Y esta noción de estar aseados es importante, a nivel del cuerpo físico, por una simple razón: el agua, así como dijo el Arcángel Mikaël, va a vibrar de otro modo y con otra intensidad desde esta semana. Aplicando este agua sobre vuestro cuerpo, laváis realmente vuestras vestiduras, no solamente con agua, sino en lo que aparenta a lo que el profeta llamado el Bien amado, había dicho que lavarías vuestros vestiduras en la sangre del cordero.


 


El agua es fecundada por la Luz y por Mikaël, es resembrada por el germen de vida de Eternidad. Entonces el hecho de realizar vuestras abluciones, vuestro aseo, vuestro baño, que sea en vuestra casa con el agua corriente, o el que sea, tendrá propiedades muy diferentes que de simplemente lavar vuestro cuerpo, esto también lo sentiréis. El ritual del lavado ha sido utilizado, porque lo sabemos, no lo leímos pero lo vimos en nuestros anales, por aquel que llamáis el Cristo. El lavado de los pies, en efecto, permite de liberar ciertas contingencias y condicionamientos presentes en vosotros, del mismo modo que en vuestra forma fija.


 


Así, si tenéis la posibilidad de asearos, de bañaros, en las horas antes de vuestra venida,  comprobareis entonces, con el vientre vacío de toda digestión, que la integración de la Luz y de la Eternidad se volverá una gran dicha, y sobre todo os proporcionará, aquí mismo en vuestro cuerpo, en nuestros hogares, un sentimiento de libertad y con él, de Libertad que nada hasta ahora os había dado a vivir. Seréis nutridos y lavaréis realmente vuestras vestiduras en la sangre del cordero, incluso antes de la llegada del Cristo, incluso antes de la Llamada de María.


 


La Luz adamantina, como sabéis, se refuerza cada día, creando innumerables vórtices multidimensionales por todas partes en la naturaleza, pero también ahora en vuestras ciudades. Esta acción no es realizada por nosotros en las grandes ciudades, sino por las flotas de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres, que sobrevuelan vuestras ciudades en gran número, o en naves gigantescas. No obstante no siempre es evidente, en los entornos humanos, de poder disfrutar del lavado en la sangre del cordero. Los albores de nuestros pueblos es el lugar privilegiado para prepararse a la Eternidad con soltura, con indudables pruebas de lo que vivís.


 


No es cuestión, independientemente del aspecto visual, que tal vez será más amplio en vosotros, de dialogar o de compartir. Estaremos en silencio a vuestro lado, para asistiros. No para obrar de alguna manera, sino por la alegría de esta asistencia y de ver vuestra llama eterna renacer, volver a ser como un niño, virgen de toda mancha inherente a este mundo y a su encierro. Podréis entonces, si existe una fuente allí donde vais, de lavar simplemente vuestras manos y vuestros pies, incluso si antes os lavasteis. Abriréis entonces las puertas a la Eternidad, aquí mismo, en vuestra carne, en vuestra conciencia ordinaria, en lo que queda, para hacer lo que tenéis que hacer.


 


La regeneración que se producirá entonces será tal que comprobareis a menudo, no es fundamental ni constante, pero comprobareis unos cambios, no solamente como dijo Erelim, en vuestra fisiología, sino también incluso en vuestra forma. Algunos de entre vosotros ya vieron su forma modificarse desde hace algunos años, que sea por el grosor de vuestra forma que cambia, que sea por vuestra mirada, por vuestros rasgos, por lo que llamamos también ornamentos, es decir vuestras uñas, vuestros cabellos, el brillo de vuestra tez.


 


Sólo tenéis que venir y permanecer allí, en nuestros pueblos, cuando lo deseéis, sentados o de pie, es lo mismo, tumbados también si lo deseáis. No hay otra regla que la de haberse aseado, de venir con el vientre vacío, y si hay una fuente en las cercanías o un río, de simplemente lavar vuestras manos y vuestros pies dejando correr el agua sobre vuestras manos y vuestros pies, y permanecer con nosotros el tiempo que deseéis.


 


Comprobareis además que cinco minutos os parecerán durar horas, o que a la inversa, unas horas os parecerán durar cinco minutos. Saldréis realmente y concretamente de este tiempo lineal que os ha encerrado. No solo para descubrir allí otra cosa que no sea vuestra llama eterna, sino más bien para estar exclusivamente alineados a vuestra eternidad, alineados a lo que llamáis el instante presente, haciéndoos descubrir la Gracia, no más puntual, sino cada vez más permanente, de la Verdad.


 


No tenéis que hacer nada, ni pedir nada, simplemente dejaros encantar, no por nuestras Presencias, sino directamente por el Fuego del Espíritu, por la Luz eterna. Esta fase de exteriorización de la Luz es importante y tenéis, si puedo decir, la posibilidad de poderla vivir antes de la Llamada de María.


 


Por supuesto, más allá de los cambios de forma o de fisiología, comprobaréis también un aumento de vitalidad, y esta vitalidad no estará más ligada a lo que llamáis la energía vital, sino a la Luz auténtica. Sé además pertinentemente que algunos de entre vosotros perciben hoy mucho más fácilmente, en su cuerpo, el cuerpo de Êtreté y sus líneas vibrales en su propio cuerpo físico. Vuestra conciencia se desliza en cierto modo en su nuevo vehículo desde ahora, dándoos a percibir los contornos, los efectos, las líneas, los trayectos, los nudos que llamáis Puertas, nudos de encuentro de la energía y de la conciencia, de la vibración y de la conciencia. Es así que la Ascensión finaliza antes del momento último, haciéndoos deslizaros cada vez más del efímero al Eterno, sin que sea pesado, sin mirar hacia atrás, con pura alegría.


 


Hace algún tiempo, hablé de la virtud del agua de los elfos, y en particular durante nuestras ceremonias de luna nueva. En este período ascensional, os he dicho que toda el agua, en cuanto sea sembrada y regenerada por Mikaël, vibrará de modo mucho más alto. El agua se volverá un agente realmente purificante, no solamente para lavar vuestro cuerpo físico, como dije, sino para lavar el conjunto de vuestras vestiduras en la sangre del cordero. No hay ritmo preciso, sois quienes deciden, en toda libertad, según lo que viváis ahí, si puedo decir.


 


Se trata pues, para nosotros también y para nuestros pueblos, de una nueva etapa que os permite, en cierto modo, de aclimataros a la nueva densidad antes de vuestra salida, aclimataros a la Eternidad, a la visión sin velos. Esto os ayudará también en estas palabras que han sido llamadas inocencia y transparencia, restaurando entonces vuestra integridad eterna. Vais a comprobar, más allá de vuestra forma, los efectos directamente sobre vuestra conciencia. Esto vendrá también a aumentar, como lo comprobaréis, la paz que podéis emanar y manifestar en algunos momentos de la jornada, de modo natural, sin buscarlo, sin artefacto, de modo totalmente espontáneo. Existe pues, en este particular período, una verdadera aclimatación a vuestra eternidad. La percepción de vuestro cuerpo de Êtreté, bien más allá de las Coronas radiantes, os aclimatará a este nuevo vehículo, cualquiera que sea vuestro camino durante este período final de la Tierra.


 


Podéis también, del hecho mismo de las virtudes del agua nueva, y eso dentro de muy pocos días, comprobéis que el simple agua de vuestros grifos, cualesquiera que sean los contaminantes que puedan existir, tendrán efectos vibratorios intensos e incluso fulgurantes. La re-sacralización del agua de la tierra, cualquiera que sea este agua, firma la vuelta de María, también firma el regreso de vuestra Eternidad. No olvidéis, incluso en vuestra casa de vez en cuando, de pasar bajo el agua vuestras manos únicamente, hasta las muñecas y vuestros pies, hasta los tobillos. Comprobareis muy rápidamente que esto no tiene nada que ver más con el simple hecho de mojar las manos o los pies, y que hay algo que sucede en el centro de vuestro ser, en vuestro pecho, que será particular. Permitidme de no deciros más, a fin de dejaros la sorpresa del descubrimiento, por vosotros mismos.


 


Si tenéis la posibilidad de recoger el agua de los elfos, ésta restaurará en vosotros las condiciones de vuestra llegada a nuestros pueblos, colocando de inmediato alrededor vuestro, la misma energía del vórtice de Paz y de Eternidad de la nueva matriz de vida.


 


Os esperamos y os esperaremos siendo siempre más numerosos, en todas partes sobre la tierra, y dado que, como lo he enunciado, algunos de entre vosotros se reagruparán en nuestros hogares, antes de ir a su destino para sus 132 días, e incluso para otros de entre vosotros, que habrán abandonado su piel efímera, de encontrar el camino más directo en su morada de Eternidad.


 


Si sentís el deseo, si sentís la intención, podéis hasta permanecer en nuestro pueblo un gran número de horas, incluso de residir en el lugar. No puedo deciros más, esto os pertenece de saberlo si lo sentís o no, y siempre de verificar por vosotros mismos, lo que sucederá entonces.


 


Los albores de nuestros pueblos serán también un lugar de encuentro particular, no solamente nuestro, los elfos, sino también de todos los pueblos de la naturaleza que, en este período, podrán manifestarse en los albores de nuestros pueblos o en nuestros pueblos. Es tal vez, para vosotros la ocasión por si necesitáis de creer por vuestras vivencias, de ver la verdad de lo que os digo; venid a nuestras casas, nosotros os acogemos permanentemente. Como dije, habrá siempre un vigilante o atalaya que prevendrá al conjunto del pueblo, pero también, a los demás pueblos de la naturaleza, aquellos de entre nosotros que están disponibles en este momento para revelarse a vosotros.


 


Desde nuestro punto de vista, nosotros los elfos, el período que ahora se abre es un período de maravillas, de magia, de encantamientos, contrastando de manera cada vez más nítida en vuestras ciudades, y en vuestras vivencias anteriores, antes de este período. Os será muy fácil de sentir la diferencia entre nuestros espacios y vuestros espacios, entonces os será más fácil de volver hacia la Eternidad sin mirar atrás, sin ser retenidos por lo que sea.


 


Atreveros a hacer esta experiencia, atreveros a venir a vernos, de manera tal vez más larga que anteriormente. Sois nuestros invitados, sois todos bienvenidos, dondequiera sobre esta tierra. Es obvio que también para nosotros es la preparación a vuestra acogida colectiva, por grupos, para los de entre vosotros que deben transitar con nosotros. Deseamos veros vivir lo maravilloso y lo mágico, lo que os tranquilizará en relación a todas las historias virtuales, contadas por vuestras imágenes, dondequiera que las veáis, porque allí, puedo decir, esto será concreto, palpable, medible.


 


Si tengo la oportunidad, volveré a veros muy pronto, dentro de pocas semanas, afín por supuesto de responder a vuestras interrogaciones y a vuestras preguntas, y para pulir también lo que vivisteis. Pero no tendréis ninguna duda sobre la realidad y la verdad de vuestra vivencia. Os volveréis más ligeros a todos los niveles, seréis realmente el Amor encarnado, diga lo que diga lo que todavía pueda quedar de persona o de reticencias en vosotros.


 


Así como dije, tendréis la oportunidad de encontrar a todos los demás pueblos de la naturaleza, también algunos seres que no son de esta tierra. En efecto, la 5ª dimensión que estará firmemente establecida en nuestros hogares, en nuestros pueblos, en los albores de nuestros pueblos, los miembros de la Confederación Intergaláctica, en su innumerable población, también vendrán  directamente a visitaros. Encontraréis representantes de vuestros linajes, tal vez encontréis también a los Ángeles del Señor, si aún no está hecho. Innumerables Presencias podrán entonces verse,  escucharse y vivirse. Como comprendisteis, nuestros pueblos se vuelven espacios de acogida, lugares de encuentro, un espacio de Eternidad.


 


Os pedimos también, si venís en grupo, de no serviros de vuestras palabras habituales. Sed silenciosos, incluso si sois numerosos, para poder justamente dejar este efímero borrarse y transmutarse. De la cualidad de vuestro silencio, comprobareis la cualidad de vuestros encuentros, y de los visitantes que os vendrán a ver. Si no son los pueblos de la naturaleza, sino más bien los pueblos estelares, entonces tenéis muchas posibilidades de encontrar los representantes de vuestros linajes. Esto será para vosotros unos encuentros que os permitirán, allí también, de anclarse a la Eternidad, más que en la Ilusión de este mundo. El momento acabó efectivamente para resolver por la espada de la Verdad todo lo que era todavía atractivo para vosotros en el seno de este mundo. Comprobareis entonces, si no está hecho, que no puede haber comparación posible entre la Libertad y la vida sobre la tierra. Esto es nuestro servicio para vosotros, en estos tiempos particulares.


 


La duración de esta abertura de nuestros pueblos está estimada que dure la primavera y que acabará antes del solsticio de verano, durante la misma duración que se producirán, los jueves, las Emanaciones Arcangélicas. Os pedimos de evitar venir durante las Emanaciones porque en ese momento, nosotros también estaremos en acción de difusión, un poco como los Arcángeles lo harán, y los dragones, pero nosotros, como sospecháis, respecto al Elemento Aire. El Aire es la flexibilidad, es la no resistencia, es también la Libertad. Aparte de esta restricción, como ya dije, podéis venir en cualquier momento, y permanecer en nuestros espacios, el tiempo que queráis.


 


Si os quedáis en nuestro espacio varios días, que esto sea al aire libre o bajo lo que llamáis una tienda, no olvidéis, si tenéis que comer, de salir del pueblo para comer. Tampoco olvidéis, antes de volver a entrar en nuestros pueblos, de pasar las manos bajo el agua, como también los pies. Son las únicas reglas. Son simples, y ya veréis por qué. Entonces, todos nosotros estamos muy contentos de poder celebrar cada día ahora con vosotros. Con aquellos de entre vosotros, diría yo, que son más cercanos a los elfos, podremos entonces compartir de manera más concreta, si puedo decir, y hablaros directamente, pero no sólo en nuestros espacios. Si se establece el lazo entre nosotros, entonces vendremos a vuestro hogar, dondequiera que estéis, para intercambiar y comunicaros lo que tenemos que comunicar.


 


Nuestros pueblos son unos lugares de anclaje de la Luz eterna y de manifestación de ésta, desde ahora en adelante, y el silencio prevalece. No hay necesidad ni de palabras, ni de pensamientos, ni de ideas, sino simplemente de estar allí. Es en estas circunstancias, habiendo lavado vuestras vestiduras en la sangre del cordero, habiendo lavado vuestras manos y pies, teniendo vuestro vientre  vacío, y os beneficiareis de la justeza la más perfecta, respecto a la Luz y a vuestra eternidad.


 


Hoy, es tiempo para vosotros de acostumbraros, si puedo decir, a la Verdad: la verdad de los Éteres, la verdad de la Luz, de la vida eterna y del Amor incondicional. Diría incluso que vuestro cuerpo hoy, y lo que pueda quedar de historia o de persona, ya no representa más ningún obstáculo, porque  con la intensidad de Luz que hay desde ahora, no hay nadie a convencer ni a quien cambiar, hay únicamente a darse cuenta de la evidencia de la Luz. Es un modo también, para aquellos de entre vosotros que están atados a este mundo, a sus ilusiones, a las peregrinaciones de cuerpo en cuerpo, de liberar estos últimos límites, estas últimas barreras o creencias.


 


Cada llegada a nuestros lugares será un momento de fiesta para vosotros como para nosotros. Una fiesta silenciosa, una comunión interior en la Verdad, en la Luz, más allá de vuestra forma como de nuestras formas. Algunos de entre nosotros, como dije, podrán establecer un lazo más fuerte, un lazo de Libertad y de Amor, sobre todo para aquellos de entre vosotros que se sienten cercanos a nosotros, y para aquellos de nosotros que se sienten próximos a vosotros, pero la misma cualidad de acogida será reservada para cada uno. No pueden existir en el seno de nuestros pueblos, desde ahora en adelante, la menor antinomia, la menor oposición – para vosotros – a la Luz.


 


Os recuerdo que si os parece necesitar de un apoyo, independientemente de las reglas que he dado para venir a vernos, os podéis ayudar de lo que queráis. Si necesitáis de una llama, traed una vela; si necesitáis de una resonancia cristalina, llevad un cristal con vosotros; si necesitáis de rezar silenciosamente, entonces rezad cuando lleguéis. Tenéis libertad total, pero deseamos que nuestros encuentros, y vuestro encuentro con la 5ª dimensión pase lo mejor posible para vosotros. Es por eso que he dado estas muy simples consignas, para que esto pase efectivamente lo mejor posible. 


 


… Silencio…


 


He aquí lo que me ha sido pedido entregar, por el conjunto de la comunidad de los elfos y por el conjunto de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres. Preciso que más allá de los pueblos de la naturaleza, más allá del conjunto de los pueblos que eran invisibles hasta ahora, si a veces encontráis en nuestros lugares, en silencio, un pueblo galáctico o uno de sus representantes, no es por nada; no está simplemente por el placer – porque la Luz misma se basta desde ahora en adelante en nuestros espacios –, sino para alumbrar y preparar vuestro destino de los 132 días. Tendréis la oportunidad entonces, tal vez, no necesariamente desde vuestra primera llegada porque hay que lavar suficientemente las vestiduras en la sangre del cordero, pero muy rápidamente encontrareis entidades que son descendientes de vuestros linajes y orígenes.


 


Este contacto vibratorio, si existe para vosotros, se hará visual. Hablo aquí de vuestra visión de carne y no de una visión interior. Os recuerdo que estáis en la fase donde la exteriorización de la Luz se hace máxima, entra en manifestación sobre este mundo, no solamente en los vórtices, no solamente en algunas aldeas o pueblos, sino sobre el conjunto de la tierra, y nuestros lugares son unos lugares privilegiados. Son en cierto modo unos cruces de circulación para nosotros, elfos, para vosotros también, pero también para los pueblos galácticos.


 


… Silencio…


 


Tengo tantas cosas todavía que deciros, me habría gustado responder también a las preguntas, pero me han pedido acortar un poco, a fin de veros la próxima vez, si la hay. Sed ricos en vuestra vivencia y en vuestro acceso a la Eternidad, y en ese momento vendré para responderos, porque ya no tendré que anunciar nada más.


 


Sé también que este año, en la historia de la Tierra, para la humanidad, el período que llamáis “pascual” es esencial. Es una oportunidad y una ventana de Luz sin igual. Os propongo entonces de visitarnos sobre todo durante esta Semana Santa – excepto por supuesto el jueves por la tarde – porque es el momento más propicio, incluso si efectivamente, si repiten vuestras visitas, vuestra llegada, comprobaréis que cada día, semana a semana, la intensidad de la Luz crecerá, la intensidad de la Paz también, así como la intensidad de vuestra visión.


 


Preciso también para señalaros que, en los albores de nuestros pueblos o en nuestros pueblos, o en las cercanías, es posible coger, recoger vegetales, flores, minerales, que bien evidentemente también serán lavados en la sangre del cordero por la presencia permanente en nuestros espacios. Si tenéis la suerte de encontrar un vegetal comestible, entonces comprobareis también una gran diferencia con respecto a antes. Si tenéis la oportunidad de encontrar minerales, o de traerlos, comprobareis también que vuestros minerales, cuando regreséis a vuestro hogar, que son portadores de otra cosa, de lo que tenéis costumbre. Comprobareis además que todo lo que penetró con vosotros, hasta lo que llamáis vuestra ropa, habrá cambiado, no de forma o de textura, sino de energía, de cualidad.


 


Entonces deseamos colectivamente de acogeros cada vez más numerosos. Es una preparación para lo que ya está aquí y lo que se intensifica. Ya es hora de concluir mis palabras hoy, y de esperaros siempre más numerosos, a medida que los días que se anuncian.


 


Soy Eriane, reina de los elfos del pueblo de Eridan, el lugar donde el sol jamás se pone. Desde ahora en adelante esto es verdadero, la Luz no se acostará nunca más, en nuestros lugares. Veréis, a través de lo que acabo de decir, lo que hay detrás de ello. Abrazo a cada uno de vosotros sobre la tierra sobre mi corazón de elfo. Para nosotros son muy grandes momentos, tanto como para vosotros. No tenemos nada que cambiar, nosotros, pero estamos tan felices con lo que sucede. Os amamos, sin restricción ni condición.


 


Eriane os saluda.


 


 


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