Encuentros Febrero 2018
BIDI
Parte 4
Entonces, Bidi está con vosotros.
..Silencio…
En primer lugar, ¿necesitáis algunas precisiones, algunas explicaciones
complementarias sobre lo evocado hoy respecto al cuerpo de Eternidad y a la
Conciencia Desnuda?
…Aparentemente,
no.
Entonces, voy a daros unas referencias correspondiendo a vuestro cuerpo
de Luz, no solamente en sus interacciones con el saco de carne, como he hecho
antes, sino directamente unos elementos estructurales y no de funcionamiento,
con respecto a este cuerpo de Luz.
El punto central de todos los cuerpos de Luz, os lo podéis imaginar, es
el Corazón. El Corazón de Luz posee una estructura geométrica perfecta, que ya os
fue explicado y que es llamado Tetraquishexaedro. Es un diamante con
veinticuatro facetas. Lo que llamáis en encarnación, en los conceptos, la
Chispa divina. Corresponde en totalidad al plano de La Fuente, lo que es
nombrado el plano átmico. Es el Atman de nuestra tradición. Es el Espíritu de
la Verdad para vosotros, el Paracleto. Es la emergencia de esta estructura, a
través de vuestro cuerpo de carne, que realiza la resurrección.
En este interfaz con el saco de carne, no tiene el aspecto de un
Tetraquishexaedro, sino de un cuadrado, sobre un plano comportando ciento
cuarenta y cuatro cuadrados, cada uno de estos cuadrados abrigando la imagen,
un holograma si preferís, del Tetraquishexaedro. Este conjunto de veinticuatro
estructuras vibrales, presentes en el cuerpo de Eternidad, permite la conexión
permanente, constante e indeleble con La Fuente y la fuente de la Conciencia.
El conjunto del vehículo de Eternidad, o cuerpo de Luz, se despliega a partir
de esta Chispa divina, a través de este Tetraquishexaedro y su manifestación en
el seno de los mundos carbonados libres, y que ahora lleváis.
El conjunto de las otras estructuras con la forma, allí también,
triangular, se encuentra distribuido en unos lugares periféricos, los más
importantes estando los pies, las manos, en todo caso lo que nombramos en una encarnación
terrestre los pies y las manos, y la cabeza. A nivel de la cabeza, existe una
red de luz particular representada por el sombrero de Buda, correspondiendo
para vosotros a las doce Estrellas, así como a los triángulos elementales y a
las líneas de radiación de Luz, que une estas Estrellas de diferentes maneras.
Son vuestros sentidos espirituales, cuyos nombres en francés fueron dados, pero
que tienen, bien evidentemente, otro nombre, éste Vibral, y sólo conocéis algunos
a nivel del sumerio original, es decir del Gina Abdùl. Todo esto son unos datos
históricos, correspondiendo a este mundo. Pero no tenéis la utilidad de
comprender esta arquitectura, la única utilidad es vivirlo.
Los triángulos de las manos y de los pies sirven, de manera global, de
captadores sensoriales, permitiendo desplegar la co-creación consciente, en cualquier
dimensión, como en cualquier universo. Existe una estructura triangular, de
momento perceptible por vosotros únicamente por la Puerta Ki-Ris-Ti. Esta
estructura triangular es responsable, por ejemplo, de las alas de los Ángeles y
Arcángeles. Son unos soportes vibratorios de traslación dimensional, conectados
a lo que habéis nombrado las Estrellas Claridad y Precisión.
Siempre a nivel de la cabeza, tenéis unas estructuras radiantes
correspondiendo a lo que se llamó unas cruces: la cruz cardinal, la cruz
Crística, doble, anterior y posterior. Todas las Estrellas están conectadas a
las demás once Estrellas por estas estructuras radiantes. La combinación de
estas Estrellas corresponde a vuestros potenciales espirituales, permitiendo
ver, no con los ojos sino con la Conciencia Desnuda, situada en el Tetraquishexaedro,
la totalidad de vuestro entorno, os manifestéis donde os manifestéis, en la
dimensión y en la forma que sea.
No volveré sobre las nociones de triángulos elementales, tampoco sobre
lo que fue nombrado por los Ancianos, los linajes, o el origen. Existe, de
hecho, un conjunto de estructuras triangulares, reuniendo lo que vosotros
nombráis las Puertas, de tres en tres, aquí también en una forma triangular,
pero que ya no es ni equilátera ni isósceles, porque depende de lo que fue
nombrado la Puerta Atracción y la Puerta Visión.
Os puede pasar, en el proceso de resurrección y de Conciencia Desnuda, -
a pesar, os lo recuerdo, de lo que dije, que esta resurrección ocurre en el
Aquí y Ahora, y no en otra parte que allí donde estáis, dentro de vuestro saco
de carne. No obstante os es posible, más allá de los sentidos, de las vibraciones,
de los dolores, de percibir a veces, de manera fugaz, las estructuras de las
que acabo de hablar. La más importante, por supuesto, ya que recapitula el
conjunto de estos veinticuatro triángulos, corresponde al corazón del Corazón,
a la Conciencia Desnuda, a la Conciencia de Eternidad y también, a partir de
ahora, a vuestra conciencia de este mundo.
Es esta alquimia que hasta ahora era imposible de realizar aquí, que se
realiza por el hecho de la intensidad de la Luz y de la no aparición del
acontecimiento, por ahora. No tenéis que preocuparos, salvo para aquellos de vosotros
– y hay muy pocos – que tienen la oportunidad de viajar en las esferas
multidimensionales libres, pero os recuerdo que aunque tengáis la oportunidad, la
mayoría del trabajo se hace solo dentro de vuestro saco de carne y en la
Conciencia Desnuda, y en el cuerpo de Eternidad que os cubre por todas partes. De
hecho evoqué las fluctuaciones térmicas, el calor o el frío, en determinados
horarios, casi todos los días o casi todas las noches, y que corresponde en
realidad al despliegue del Tetraquishexaedro, en forma de cuadrado conteniendo
ciento cuarenta y cuatro cuadrados.
Cada uno de los puntos de Conciencia de este holograma del Tetraquishexaedro
puede aparecer en vosotros, sobre todo cuando estáis sometidos a las olas de
Luz ascendentes, descendentes, entrantes y salientes y sobre todo
transversales, es decir de izquierda a derecha y de derecha a izquierda,
recreando este famoso entramado etérico, que permite a vuestro cuerpo de
Eternidad, sea cual sea vuestro devenir, de ser funcional.
Los elementos que os doy son simplemente unas referencias, que pueden
acompañaros durante las etapas sucesivas de resurrección o ante la brutalidad
de vuestra resurrección instantánea. No obstante, os recuerdo que no sirve de
gran cosa el verlo, sino que es mucho más importante, cuando esto ocurra, el
vivirlo. Estas llamadas al orden particulares de la Luz se producen en general,
en los lugares de intersecciones entre el cuerpo de Luz y el saco de carne, en
particular pues a nivel de la cabeza, a nivel del corazón, y a nivel del sacro
y de las Puertas emparejadas a nivel de la ingle. Es la Luz misma, en su
inteligencia y en su gracia, que activa, según los momentos, según las
configuraciones de vuestros días y las configuraciones siderales, que algunos
de estos circuitos se activan y desvelan entonces unos elementos de esta
Conciencia Desnuda, cuyo elemento percibido hasta ahora puede llamarse la
serenidad, la Felicidad y sobre todo la Evidencia.
A partir de ahí os incumbe simplemente, como testigo, cuando ocurre, de
dejar las cosas producirse sin preguntas, permanecer silencioso e inmóvil,
cuando tengáis la oportunidad, y vivir lo que hay que vivir. La función es
mucho más importante que la estructura. De hecho, os lo recuerdo, que en el
Absoluto, no hay ninguna estructura, pero esta estructura del cuerpo de
Eternidad está, de manera indeleble, a vuestra disposición para experimentar el
juego de la conciencia libre, en el mismo tiempo que el Absoluto. Podéis
difícilmente comprenderlo, como siempre dijimos unos y otros, por el hecho de
que vuestra conciencia encerrada está sometida al tiempo y al espacio. La
noción de tiempo y de espacio no puede existir a nivel de la Eternidad ya que,
os lo recuerdo, no hay ninguna curvatura del espacio-tiempo, y que todo ocurre
en el mismo tiempo.
El aprendizaje del cuerpo de Eternidad se realiza por sí solo. No hay
otra necesidad que la de, aquí también, acoger y dejar obrar la inteligencia de
la Luz, la matriz Crística, con el fin de restituiros a lo que sois en Verdad.
Todo lo demás se hará espontáneamente. Porque la energía, la dimensión, el
tiempo y el espacio, tal y como lo concebís y que no existe, son controlados de
manera natural por el estado dimensional en el cual estáis. No tenéis que
preocuparos de nada.
Cuando todos nosotros sabemos muy bien que este saco de carne requiere
cuidados: alimentarlo, vaciarlo, darle carburante, mantenerlo. A nivel de la
Eternidad, nada de todo esto es válido. Todo se hace naturalmente, sin que la
conciencia tenga que ocuparse de ello. La conciencia libre se ocupa simplemente
de su juego, de su experiencia y de su Absoluto. Entonces no sirve de nada,
desde vuestro punto de vista, a pesar de la Conciencia Desnuda y a pesar de la resurrección,
el buscar otra cosa que la Evidencia que está ahí.
Tal y como dije y repito, dejad a la Luz organizarse, vuestro cuerpo de
Eternidad no os necesita. También es un vehículo, al igual que el saco de
carne. Excepto que aquí es un saco de Luz, que tampoco sois, aunque os pertenezca.
Simplemente lo tomáis sólo cuando os apetece jugar y experimentar. Y acordaos
que este cuerpo de Eternidad obedece instantáneamente a vuestra Conciencia:
pensáis en un Arcángel y sois el Arcángel; pensáis en un Arcángel y vais a la
esfera de los Arcángeles. Y es instantáneo. No hay ni tiempo ni espacio. Sólo
hay una traslación dimensional, o si preferís, un cambio de gama vibratoria de
vuestra Conciencia y por ende del cuerpo de Luz. Es tan simple como esto.
Por supuesto, durante un cierto tiempo fue importante llamar vuestra
conciencia efímera hacia los triángulos elementales, por ejemplo, donde se
revelaron a vosotros, para algunos de vosotros, una o la totalidad de vuestros linajes.
Hoy, es profundamente diferente. Porque esta palabra Evidencia es fundamental.
En la Evidencia no hay nada que ver y nada que buscar. Y en función del
principio de movilidad y de plasticidad del cuerpo de Luz, a la diferencia del
saco de carne, vosotros no tenéis que ocuparos de él, ni de alimentarlo, ni de repararlo,
ni de preocuparos de su forma, ya que la forma toma automáticamente la forma
adaptada al entorno dimensional que explora.
Hasta diría que durante este período de resurrección, ver vuestros linajes
sólo sería un obstáculo. Conviene comprender que con el fin de que el trabajo
de resurrección, y de puesta en animación del cuerpo de Eternidad, ocurra sin ninguna
participación vuestra, y que la mejor participación es la de permanecer
tranquilo, es decir en la vacuidad, con el fin de dejar obrar este cuerpo de
Eternidad que comienza a animarse, aunque esté fijado en el seno de este
cuerpo, que empieza a entrar en funcionamiento. No podéis ni dirigirlo ni
controlarlo, salvo como he estipulado, a partir de ahora el pensamiento es seguido
por la Conciencia y la Luz. De la Conciencia Desnuda como de la Luz Vibral. Y
os es posible pues, simplemente pensando en una de estas estructuras, sentirla
animarse, vibrar y sobre todo funcionar. Pero no necesita ninguna regla predefinida,
porque las comprenderéis viviéndolas. No habrá, tampoco aquí, ninguna duda
posible porque esto participará de la misma Evidencia, sobre la cual no se
puede decir nada, como para el Absoluto, sino que es una evidencia para la
Conciencia. Mientras que esto nunca será una evidencia para el mental, incluso
el más iluminado. Quiere decir que el Corazón manda efectivamente y dirige
efectivamente la totalidad de vuestra manifestación dondequiera que ella esté
situada, salvo, por supuesto, en este mundo, a causa del nacimiento y de la
muerte que aparecen espontáneamente.
Si aceptáis este principio, vosotros mismos tendréis la oportunidad de comprobar
los efectos. Y constataréis entonces que no hay ninguna necesidad de
comprensión en el sentido intelectual, porque es totalmente natural y, diría
yo, innato. Reencontráis todo esto. Sólo la persistencia del cuerpo físico y de
los remanentes de la ilusión de la matriz, de alguna manera, os impide acceder
a la totalidad de esto. Pero sin embargo, por el hecho de esta superposición
del conjunto de las conciencias y de los cuerpos, es extremadamente fácil ver
los efectos de esta activación que se hace, lo repito, espontáneamente, aunque vosotros
mismos tengáis la posibilidad, por el pensamiento, de dirigir la Conciencia y
la Luz sobre uno de los puntos o una de las zonas de este cuerpo de Eternidad
que, de momento, tiene exactamente la misma forma que vuestro cuerpo de carne,
el mismo aspecto, pero simplemente con un color, ya que es Luz, pero sin
embargo con los mismos rasgos que aquello que tenéis en este mundo. Pero no es
una matriz astral, es una matriz Crística, hecha de Luz, donde ninguna imagen
puede aparecer ni ser proyectada.
Si aceptáis este principio, entonces viviréis cada vez más fácilmente
la puesta en función, ya no solamente de la Merkabah interdimensional, o de lo
que fue llamado las coronas radiantes, sino directamente de vuestro vehículo de
Eternidad. Es la acción de este vehículo de Eternidad reconstituido y puesto en
animación que viene, por la gracia y la inteligencia de la Luz, a realizar la
resolución en determinados lugares de vuestro cuerpo. Es lo que evoqué en la anterior
intervención. Sin embargo, si vuestra conciencia global es llevada hacía
vuestro pecho, sin pedir nada, sin buscar nada, entonces constataréis que
existe una percepción cada vez más nítida de la totalidad de vuestro cuerpo de
Eternidad que, os lo recuerdo, os duplica, a la imagen del cuerpo etérico.
Cuerpo etérico, de hecho, cuya mayoría de los glóbulos de vitalidad fueron
reemplazados por las partículas adamantinas. Es decir que la Luz que fue estallada,
fraccionada, se reagrupa de nuevo en Agni Deva y cubre la totalidad de vuestro
cuerpo de carne, que seáis conscientes de ello o no.
Dentro de poco tiempo, independientemente incluso del acontecimiento, podréis
observar con vuestros ojos de carne, una bioluminiscencia que
no es el cuerpo etérico, tal y como podéis verlo mirando vuestros dedos y
mirando detrás de vuestros dedos, de hecho. No se trata tampoco del aura, sino que
directamente es vuestro cuerpo de Eternidad. La percepción que tenéis de ello
por ahora es limitada - salvo para algunos de vosotros - a unas variaciones
térmicas y a unas zonas de rigidez, como en los ejemplos estipulados en mi anterior
intervención. Pero muy pronto, percibiréis sin ninguna dificultad, la bioluminiscencia
de vuestro cuerpo de Eternidad. Es por esto que los Ancianos siempre os dijeron
que, sea cual sea vuestro posicionamiento después del acontecimiento,
dondequiera que estéis situados, que tengáis un cuerpo de carne doblado del
cuerpo de Eternidad, o simplemente el cuerpo de Eternidad sin cuerpo de carne,
no hará ninguna diferencia. Os reconoceréis fácilmente, dondequiera que estéis,
porque el cuerpo de Eternidad puesto en animación en este mundo, y en las
circunstancias particulares de la resurrección individual y colectiva que tiene
lugar, en ciertos casos tendréis la oportunidad de constatar esta superposición
entre el efímero y el Eterno.
Esto no representará para vosotros ninguna diferencia. Hay después del
momento de la estasis, una resurrección total, tengáis o no tengáis el cuerpo
de carne, dándoos la libertad para instalaros en vuestra morada. Algunos de
vosotros, como sabéis, pasaréis por una rápida purificación de los elementos
bloqueados en la conciencia efímera; lo que unos y otros hemos llamado:
“creencias”, “costumbres”, “vestimentas corporales”, “recuerdos residuales
colectivos y personales”. Pero eso no será un obstáculo, una vez pasado el
evento, sobre lo que vais a vivir aquí o en otra parte.
En resumen, repito una vez más con más firmeza, ocupaos de vuestro
Corazón al máximo, lo que la vida os permita. No tenéis otra cosa que hacer.
Cuando digo “ocupaos de vuestro Corazón”, no se trata de protocolos, de
ejercicios, ni incluso de meditación o alineamiento, sino simplemente que
vuestra conciencia esté presente en el Corazón, lo sintáis o no. Esto no es un
comportamiento mental sino una Evidencia de la Luz. Vuelvo a repetir: la
Conciencia y la Luz, siguen al pensamiento y la idea.
Cualquier notificación dada en el exterior, sea la que sea, no os
permite estar en el Corazón. Estar en el Corazón no es una postura de la
cabeza, es una realidad vibral que os hace vivir algo distinto de los problemas
personales. Eso viene a reforzar la Evidencia. Tomad la costumbre, por la
mañana o por la tarde, cuando tengáis la ocasión, de dirigir vuestra
conciencia, vuestro pensamiento, vuestras ideas, sobre el Corazón. No necesitáis
situarlo, no necesitáis sentirlo. Pero recordad: la Luz sigue vuestro
pensamiento; es tan simple como eso.
Si tomáis como costumbre, muchas veces al día, pensar en vuestro
corazón, tener la idea del corazón sin nada más, entonces la resurrección, sea
cual sea la forma que ha tomado en vosotros, aparecerá de forma más y más
clara, por la Evidencia, por la Alegría, por la Paz y por la serenidad que no
puede dejar ninguna duda sobre lo que se vive. Porque estáis en vosotros. E
incluso si eso es desconocido por la persona, el Juramento y la Promesa surgen,
se despiertan.
Para todos, aunque no lo experimentéis. Basta simplemente, pensar en
vuestro Corazón y dirigir así la conciencia, la energía, las partículas
adamantinas, directamente ahí donde está el tetraquishexaedro. No hablo aquí
del chakra del corazón, no hablo aquí solamente de la nueva Tri-Unidad, no
hablo de la Corona radiante del Corazón, no hablo de la Corona ascensional, la
zona periférica del chakra del corazón, sino realmente del tetraquishexaedro,
el Corazón del Corazón. Pero prestad atención a que el Corazón del Corazón no
está solamente en vuestra cabeza. Si el Corazón del Corazón se vive realmente y
lleváis realmente vuestra atención, vuestra idea, vuestro pensamiento, en medio
de vuestro pecho, entonces estaréis en la Evidencia cada vez más fácilmente,
diga lo que diga vuestra persona, diga lo que diga una relación o la energía.
Es tan simple como eso.
Os recuerdo: solo vosotros podéis hacerlo; no se requiere ninguna
experiencia, ningún conocimiento. Recordad que todo conocimiento es solo
ignorancia porque pertenece a este mundo. Debéis reconoceros en vuestra
Eternidad y nada más. Todo lo demás se hace automáticamente. Si mantenéis este
precepto os daréis cuenta rápidamente que la persona, la historia, las
relaciones, no pueden estar en el centro de la escena. Y en ese momento os dais
cuenta a solas, de lo que tenéis como actividad, como ocupación, como problema
o como enfermedad.
La que fue llamada “Puerta Estrecha” vinculada al octavo cuerpo,
vinculada al guardián del umbral, a la última reversión, está abierta de par en
par. No para algunos, sino para todos. Ved todos, cómo está diseñada la
sociedad de hoy para alejaros del Corazón, ya sea por deseos, por imágenes, por
relaciones, por trabajo, por la sociedad misma y sus obligaciones. A pesar de
eso, utilizad la Inteligencia de la Luz, contentaos con pensar y dirigir
vuestra atención sobre el Corazón y todo lo demás se hará por sí mismo. Si eso
no se hace, cuantos más días transcurran, más será el caso que vuestro Corazón
del Corazón, esté todavía en la cabeza, en el mundo.
Con ello mostraréis vuestra elección. Es lo uno o lo otro. En este
momento es lo uno o lo otro. En un momento dado no podrá ser más que lo uno o
lo otro, aunque el cuerpo de Eternidad esté presente totalmente. Porque por
vuestras ideas, vuestros pensamientos, vuestra atención, hoy, alimentáis… ¿qué
alimentáis?, ¿la Eternidad, la Alegría o la dualidad?, ¿el Amor o el miedo?,
¿la Alegría o la tristeza?, la Evidencia o la confusión? No hay otro
posicionamiento.
Hace tiempo, el Comendador os habló de tener el culo entre dos sillas.
Yo dije que no había silla, ni culo. Es la verdad. Hoy veis muy bien, todos
vosotros en el transcurso de vuestros días, qué tiempo os toma la Luz y qué
tiempo os toma la persona. Ahí también hay una balanza. Esta balanza va a
volverse cada vez más evidente, sean las que sean vuestras obligaciones
legales, sociales, familiares. Eso significa, dicho en otras palabras, que ya
ahora, pero cada vez más, seréis menos capaces de tratar con la persona, si
estáis en la Eternidad. Por eso, algunos de vosotros vivís momentos de estasis
importantes.
Pero, como sabéis, cuando estáis en ese estado, la Alegría y la
Evidencia crecen más y más. Cualesquiera que sean las palabras que pongáis a
ello, es simplemente: serenidad, Paz, Alegría y en la última etapa, “Evidencia”
que comprende la Paz, la Alegría y la serenidad. Pero sobre todo contiene el
Amor revelado en este mundo, el Amor desconocido, el Amor verdadero que no está
cubierto por lazos de sangre, por lazos afectivos o sentimentales.
Este Amor, también está desnudo. No necesita de nadie ni de ningún
mundo, aunque todos los mundos están abiertos. Lo único que tenéis que hacer
hoy, básicamente, sea cual sea el estrato de vuestra resurrección, es observar
lo que nutrís vosotros mismos. Por supuesto, debéis nutrir el cuerpo, ocuparos
del cuerpo, pero en la conciencia, ¿qué estáis alimentando?, ¿la Evidencia o la
dualidad?, ¿este mundo o la Verdad? Todo se volverá extremadamente agudo,
extremadamente claro. Lo que significa que, a ese nivel, vosotros sois
totalmente autónomos y libres. Y os atañe a vosotros como testigos, observar
porque las condiciones están reunidas para lo que se desarrolle en vuestra
vida. ¿Es todavía vuestra vida, o la vida está fluyendo? Sean cuales sean los
problemas, sea cual sea la riqueza, los enlaces vinculantes, del tipo que sean.
Y, en un momento dado, cuando os canséis de pesar y oscilar de un
estado a otro, de un movimiento a otro que no depende de vosotros sino
simplemente de las olas de Luz, como las he llamado, vosotros elegiréis, no
intelectualmente, sino que la elección de vuestra conciencia se expresará bien
por la Evidencia, bien, por la dualidad. Eso no es una cuestión de miedo, ni de
Amor, porque el Amor está ahí. Es una cuestión de Libertad, diga lo que diga
vuestra persona.
La mejor forma, si no está hecho, de que el alma se vuelva hacia el
Espíritu es, simplemente, pensar en el Corazón. Pero no conceptualizado.
Dirigir por el pensamiento y la atención, toda la conciencia hacia el Corazón.
Y la Luz estará ahí. Es todo. Pero si mezcláis un elemento histórico o personal
en ello, no funcionará. Es decir, no podéis, desde la persona, decidir que la
Luz haga esto o aquello, tanto en vosotros como externamente a vosotros, porque
la decisión no procede de la persona, sino de la Conciencia, directamente. Así
os demostráis por vuestra vivencia, vuestro emplazamiento desde el mes de
diciembre, que os hará vivir, a través
de vuestras palabras, a través de las olas de Luz, a través del sentimiento -o
no-, la Evidencia que está ahí. Todo lo demás son solo distracciones que os
desviarán de la Verdad.
Diría incluso que hoy, no existe ninguna obligación, ninguna
responsabilidad de este mundo, sea la que sea, que pueda sostenerse ante la
Evidencia de la Luz, si no son vuestras elecciones, coartadas, pretextos,
siempre ubicados en la persona. Hoy se os da, de forma impactante, todo lo que
había indicado, hace unos años cuando vivía y estaba encarnado, sobre el
principio de refutación: vosotros no sois este cuerpo, ni esta persona, ni este
mental. No sois nada de lo que pasa, fallece, nace y muere.
Hoy, la única refutación posible, es simplemente dirigir vuestra idea,
vuestro pensamiento hacia el Corazón, aunque no sepáis nada ni viváis nada. Es
un lugar específico en medio del pecho. Es todo. No necesitáis nada más porque
todo está ya allí. Eso significa que ya no podéis alimentar la dualidad y
alimentar al mismo tiempo la Eternidad; entonces, las dos se superponen en
simbiosis, se puede decir, mientras esperáis el evento. Eso es lo que tenéis
que aceptar. No hay nada que explicar. No hay nada que comprender. Os incumbe a
vosotros verificarlo y tenéis la entera responsabilidad de esto. Porque no
existe ningún obstáculo de edad, cuerpo, salud, condición familiar,
profesional, social, que pueda perjudicarlo en relación con lo que hay ahí,
sino demostraros, ¿qué es más importante, la obligación de este mundo o la
Verdad?
Así que, cuando decimos unos y otros, que es simple, el problema es que
la persona no acepta la simplicidad. Y así, no hay otra posibilidad hoy, yo
diría incluso: olvidad todos vuestros conocimientos, todos vuestros logros,
todas vuestras experiencias. Pasead por la naturaleza. Descansad cuando os lo
pida la Luz. Ubicaos en el Corazón, no en el corazón de la cabeza, sino dirigid
vuestra conciencia… Creo que el Comendador os dijo que os golpearais el pecho.
Ya no necesitáis golpearos. Solo necesitáis que vuestra lucidez sea dirigida
hacia el Corazón, que la mayor parte de vuestra atención esté en la Eternidad;
es un equilibrio. Si habéis comprendido lo que acabo de decir en esta segunda
parte, no existe ya ningún problema, no puede existir. No estáis afectados ni
por el tiempo, ni por la conciencia, ni por el espacio ni por el evento que
sea. También es eso la Evidencia que está emergiendo. No hay otra posibilidad,
no hay otra alternativa, no hay otro plan posible.
En resumen, estáis a solas, entre las dos partes de vosotros. Una parte
que no existe, efímera, sufriente, este mundo y, vosotros, lo que sois en
verdad. Las religiones os han dicho que debíais mejorar, que debíais
evolucionar, que debíais pagar el karma. ¡Es falso!, ¡totalmente falso! Solo
cuando estáis encarnados. Comprobadlo vosotros mismos. No necesitáis ni
maestro, ni consejo, ni técnicas. Todo eso ha terminado. Solo necesitáis ser
verdaderos, humildes, simples, transparentes, todas esas palabras que se os han
explicado, en todos los sentidos, desde hace un año. Todo lo demás, se hace
ahora automáticamente. Incluso en un evento que os pareciera contrario al
Corazón, no juzguéis. Esperad a ver. Esperad a vivir lo que la Inteligencia de
la Luz quiere indicaros a través de eso. Eso no procede de vosotros. En el proceso
de la Conciencia no se os necesita. Necesitáis de vosotros como persona, para
ocuparos de vuestra persona si es necesario, si la vida os lo pide. Y ahí,
saldréis de toda espera, del tiempo, del espacio y estaréis en la Felicidad,
con los ojos abiertos o cerrados; esto no os dejará más.
En definitiva, cuando hay un problema, sea el que sea, sois vosotros
los que os abandonáis a vosotros mismos. No hay nada que pagar; solo hay que
acoger. El ego proyecta, el Amor acoge la Vida. Y encontraréis entonces con
facilidad, como aquellos que ya están viviendo la Evidencia, que todo lo
pasajero y lo que concierne a este mundo, os afecta cada vez menos, no porque
lo rechacéis -desafortunadamente sigue ahí-, sino porque ya no interfiere con
la Verdad, con la Evidencia. La Evidencia ocupa todo lugar, todo espacio, toda
vuestra vida. Es lo que sois. Si aceptáis esto, incluso intelectualmente,
veréis lo que sucede. No puedo decíroslo mejor.
Probadlo por vosotros mismos. Sois vuestro propio maestro. No imaginéis
que vais a encontrar la Luz en algún lado, en cualquier historia, en cualquier
escenario. La Luz exterior no es la Luz. La única Luz auténtica es la que está
aquí, en medio del Corazón y está presente. Todo lo demás, pasará. Además, está
pasando.
Entonces, en relación a esto y solamente a esto que acabo de decir en
esta segunda parte, ¿tenéis alguna pregunta o testimonio para intercambiar con
nosotros? Os escucho.
…Silencio…
Entonces, continúo.
En los mecanismos que se juegan en este mismo momento, todo se
desarrolla naturalmente. Todo se hace por sí mismo. Y eso forma parte de la
evidencia de la Alegría, de la evidencia de vuestra Verdad. Como veis, no
necesitamos hablar del Absoluto, de Parabrahman, de las Estrellas, de los
cuerpos, de los chakras, de todo eso. Yo lo he hecho para enmarcar un poco,
ciertos elementos, pero es todo. Lo más importante es vuestro pensamiento y
vuestra atención. ¿Dónde está ella? No hay nada más simple, más evidente. No
puede haber nada más fácil. Todos podéis comprobarlo, estéis donde estéis
situados. Pero no podéis alimentar al mismo tiempo, el mental, lo efímero y la
Eternidad, ¿está claro?
…Sí, Está
claro.
¿Está claro?
…Sí.
¿Nos queda tiempo?
…Diez
minutos.
Entonces, voy a quedar en silencio y vamos a ponerlo en práctica. Esta
no es una fusión en la Eternidad de Bidi, es una fusión a solas. ¡Vamos! Sed lo
que sois, Dirigid el pensamiento únicamente en medio del pecho. Y es todo.
…Silencio…
Bueno, Bidi está feliz.
Y Bidi va a dejaros ahora en vuestro Corazón. Y os digo: hasta el
próximo intercambio.
…Gracias.
Adiós.