ENALENE
Abril 2017
Soy Enalene, reina de los
elfos de la localidad de Inala. Estoy muy honrada
de tener esta oportunidad
de expresarme y estar con vosotros aquí, en este lugar. Mi hermana Eriane os ha
dado una serie de elementos y eventos que corresponden a nuestro encuentro, del
pueblo élfico con el pueblo humano. Relativo a esto, no tengo nada que añadir,
pero sí aclarar con vosotros, algunos elementos de los que ya impartió mi
hermana. En primer lugar, permitidme quedarme en silencio con vosotros, unos
instantes, para comulgar con vuestro corazón antes de expresar algunos detalles.
…Silencio…
Algunos de los que estáis
aquí, ya habéis venido a verme, a vernos, cerca de nuestro pueblo.
…Silencio…
No vengo a describiros
elementos relativos a los elfos, porque Eriane lo ha hecho a la perfección en
ese sentido, vengo simplemente a completar lo que ella esbozó sobre lo que
afecta a la naturaleza y no a los pueblos que están allí. Toda la naturaleza
hoy, comienza a estar bañada por las partículas adamantinas, por la Luz
auténtica y no solo alrededor de nuestros pueblos sino en toda la naturaleza.
Las comunicaciones que
vais a establecer y que habéis establecido, corresponden generalmente a
entidades, a formas multidimensionales como los pueblos de la naturaleza, los
animales de la tierra o los pueblos galácticos. Pero la naturaleza os ofrece
hoy nuevas posibilidades, nuevas energías y una nueva conciencia. Esto es
aplicable a todas las plantas, tanto de vuestro huerto si lo tenéis, como a los
árboles maestros o a los árboles forestales, más humildes, así como a las
simples flores de temporada o a todos los arbustos.
Hasta ahora (si no lo
sabéis os lo digo), sólo los árboles eran capaces de comunicar y dialogar. Hoy,
las cosas son diferentes. Toda la naturaleza es alegría porque ella también,
vive su reconexión definitiva. Tenéis, por otra parte, si lo habéis observado
en los dos últimos años, un número importante de cambios tanto al nivel de las
plantas como de los animales que habitan en la naturaleza. Los animales que son
considerados salvajes en vuestros países occidentales, han comprendido también
lo que está ocurriendo, así como toda la naturaleza. Algo que, por desgracia,
no está de manifiesto para la mayoría de los humanos que ignora lo que está
ocurriendo.
Hoy, no me dirijo solo a
los que estáis despiertos aquí o en otra parte, sino a toda la humanidad. La
naturaleza os abre los brazos; ella no pide más que dialogar con vosotros,
compartir el Amor, compartir la Luz. Durante mucho tiempo se ha dicho que
existía la misma conciencia en la hierba, en la hormiga, en el humano y en el
animal. Eso no era evidente para vosotros e incluso para los grandes médiums.
Hoy, sobre todo después
de esta forma de regeneración que os han propuesto todos los pueblos de los
elfos, las cosas son muy diferentes. Oiréis y sentiréis cómo se transforma la
vida infinita de la naturaleza. Por otra parte, quizá hayáis observado
mutaciones en vuestras plantas conocidas, en vuestra casa, en vuestro jardín,
en vuestras jardineras, en vuestras macetas de flores. Esto sucede desde hace
dos revoluciones solares, desde hace dos años, pero hoy se os mostrará otro
estado de la naturaleza. Como sabéis, los árboles se comunican, son los
embajadores del cielo y de la tierra, al mismo nivel que lo es María, pero
dentro de su reino. Eso se extiende a todas las plantas y a todos los animales,
aunque sean los más salvajes.
Todas las conciencias de
la Tierra, excepto la humana, están ahora totalmente informadas de lo que está
sucediendo y eso es una gran alegría para toda la naturaleza. La naturaleza,
hoy, os aporta beneficios. Sabéis que el Arcángel Mikaël va a sembrar, de
nuevo, el agua; lo que significa que todas las aguas de la Tierra, tanto las
que descienden de las nubes como las de los ríos, las subterráneas, los océanos
o los lagos, se transforman de forma muy rápida. Por supuesto, las plantas, los
animales y vosotros mismos que consumís este agua, vais a daros cuenta del
cambio, queráis o no.
Constataréis que el
alimento que tomáis está vivo, totalmente vivo, aunque esté destruida la forma.
Habrá la misma parcela de conciencia en un tomate que en la planta entera. Eso
puede sorprenderos de momento, pero pronto, se establecerá una comunicación
real con toda la naturaleza, esa naturaleza que os invita ahora a vivir la
Resurrección, aunque vaya ligeramente por delante de vosotros. Los alimentos
que vais a ingerir, al mismo nivel que el agua que bebáis o con la que os
lavéis, os mostrarán cosas que os son totalmente desconocidas. Eso puede ir
hasta un punto muy importante, no para todos sino para algunos de vosotros que
podrán aportar un testimonio.
Lo que se llamó, hace
mucho tiempo, los «devas» de la naturaleza, van a revelarse a vosotros. Más
allá de la forma de un animal, de una planta, vais a ver el espíritu de esa
planta, el espíritu de ese animal. Vais a ver “formas” que no corresponden a la
forma de la planta. A menudo os daréis cuenta cuando eso se produzca, que el
árbol, la planta, el arbusto, la misma flor, se os muestra en forma de una
lengua de fuego. Os recuerdo además que, en vuestra historia, el llamado
“Moisés”, lo leemos y lo disfrutamos, se encontró a Dios en forma de una zarza
ardiente. Oyó a la zarza que ardía. La Fuente pudo tomar la forma de una planta
para expresarse en la forma; los “devas” lo hicieron posible. Eso quiere decir
que hoy los devas de la Tierra están revelándose por toda la Tierra. Están ya
despiertos, pero se revelarán de forma diferente por el hecho de que los velos
que os aislaban completamente de esta percepción y de este conocimiento, se
levantan hoy totalmente.
Os va a ser muy fácil
desde el momento en que os paseéis por la naturaleza, viváis su contacto, que
es tan intenso que las hermanas cercanas a la naturaleza, una Estrella que
llamáis “Nieve” y otra que llamáis “No Ojos”, os expresaron y citaron sus
posibilidades. Pero hoy, eso se convertirá en algo más concreto y más
comunicativo. Los devas de la naturaleza, esas llamas de vida acompañadas
frecuentemente por hadas, os hablarán directamente. Os hablarán en vuestro
corazón, no con palabras, sino de forma que podríais denominar telepática, de
forma de impresiones, de imágenes, de percepciones cada vez más intensas.
La naturaleza, en lo que vive
hoy, os ofrecen los lugares más benéficos para vivir vuestra eternidad. Tanto
en un bosque como en un arriate de flores, os daréis cuenta muy fácilmente que
hay cosas diferentes. Antes incluso de ver lo que hay detrás de la forma
aparente de una planta, de un animal, veréis esas llamas y oiréis en vuestro
interior, comunicaciones, diálogos en los que tendréis la posibilidad de
entrar.
Seréis informados, no por
vuestros conocimientos, sino directamente por la cercanía vibratoria, porque lo
llamáis así cuando os paseáis en la naturaleza. Reconoceréis, sin experiencia
previa, a los devas. Reconoceréis la utilidad, la función de cada flor, de cada
alimento, más allá de lo que conoce vuestra química. Penetraréis en la esencia
de los alimentos, la esencia de los animales y también será algo, como ha dicho
Eriane, maravilloso.
En nuestra categoría de
pueblos -porque hay como para vosotros, no lo dudéis, diferentes manifestaciones
de elfos, aunque nuestra forma es sensiblemente la misma en todas partes-, nos
hemos establecido, según nuestros entornos respectivos, según nuestras afinidades
muy profundas con otras conciencias. Allí donde vivo, hemos establecido una
relación privilegiada con los devas y, sobre todo, con las sílfides que viven
en simbiosis con nosotros. Este término "simbiosis", no está elegido
al azar porque vosotros vais a descubrir lo que es la simbiosis.
La simbiosis es un estado
de cooperación total con el alimento, con la planta o con el animal, que no
necesita explicación, que no necesita comprensión del mental; sólo necesita
vivirse. En esta simbiosis, vais a daros cuenta que esas plantas, esos animales,
esos devas están en vosotros, dondequiera que estéis. Este descubrimiento os
hará vivir el interés por la simbiosis, es decir, establecer una colaboración
permanente por el espíritu, tanto con el alimento como con la planta o con el
animal.
No se trata de un
conocimiento que se superpone a los vuestros, sino simplemente un medio de
descubrir comunicaciones diferentes, de vivir la vida de la naturaleza en
comunión, en simbiosis. No es ya asombraros por sentir la energía de un árbol o
de una planta, sino convertiros en esa planta, en ese deva. Eso se producirá si
ninguna técnica, de forma natural, y encontraréis una ventaja inestimable en
esos encuentros cuando se produzcan. Estaréis en simbiosis, tendréis acceso a
los conocimientos más ocultos, más antiguos de la Tierra, remontando a antes de
la siembra de María hace veinte millones de años.
Encontraréis, en esta
comunicación especial, algo estimulante, nutritivo. Llegaréis a constatar, cada vez más a menudo,
que alrededor de esa naturaleza, incluso sin haber visto los devas en los
primeros momentos, que estaréis literal y concretamente nutridos por la
naturaleza, sin que el alimento tenga que pasar necesariamente por vuestro
vientre.
Descubriréis las reglas
de vida de la Quinta Dimensión donde no hay ninguna necesidad de ningún sistema
digestivo porque la alimentación se hace por la misma Luz. Todo eso, por
supuesto, lo vivís algunos, ciertamente, por la modificación de vuestras
necesidades fisiológicas; otros, aún no. Para aquellos de vosotros, especialmente,
la naturaleza se revelará como vuestro más precioso alimento y elemento de
comunión y simbiosis. Las plantas, los animales salvajes, de la naturaleza que
sea, os insuflarán de forma natural, sin ningún deseo, sin ninguna voluntad por
vuestra parte, una nutrición mucho más rica que la que puede entrar en vuestro
vientre. Este alimento nutre tanto el cuerpo como el Espíritu, incluso vuestra
forma efímera; es una realidad.
Algunos de vosotros ya
sois capaces, sin ninguna voluntad, de nutriros a través del prana de los
alimentos sin tomarlos, pero aquí no se trata del prana de las plantas o de los
animales, sino del Espíritu. Vais a nutriros en espíritu y en verdad y seréis
saciados. Eso se hará de forma gradual y será una técnica de nutrición esencial
para aquellos de vosotros que tengáis que vivir, de cierta manera, esos 132
días que llegarán. Esto es lo que he venido a deciros.
Mi hermana Eriane os ha
puesto al tanto de nuestros pueblos y sus entornos.
Ahora están las sílfides,
que hasta ahora estaban muy lejos en los aires y que hoy han descendido hasta
las plantas, hace poco tiempo, para permitir desvelar en vosotros lo que estaba
invisible. De alguna manera es esta reconexión, esta visión la que va a
permitiros nutriros en Espíritu, en Verdad, en Luz y materialmente. Por
supuesto, esto no afecta a todos los hermanos y hermanas, pero todos los que ya
han encontrado a los elfos, que ya han encontrado a uno de los pueblos de la
naturaleza en la forma que sea, serán en un primer momento, los más aptos para
vivir esta nueva alimentación, esta nueva simbiosis y os daréis cuenta, además,
que esta simbiosis, después de una breve experiencia, no tendréis necesidad de
tomar nada de la naturaleza, porque los devas de la naturaleza vendrán a
vosotros y en vosotros para aportaros lo que necesita vuestro cuerpo.
En vista de vuestro
estado en la actualidad, eso puede pareceros algo totalmente fantasmagórico,
pero es la estricta verdad de lo que vais a vivir y esta alimentación será de
una esencia y de una calidad que nada tiene que ver incluso con vuestros
alimentos más naturales. Eso representa realmente una aclimatación y un
aprendizaje de la vida libre en las dimensiones libres, donde lo que os
alimenta no es lo que introducís en vosotros, sino lo que intercambiáis con el
otro, con todos los demás, en vosotros. Entonces aprenderéis a apreciar el deva
de la flor más simple, el deva de un árbol. Los intercambios se producirán
permanentemente y os daréis cuenta que eso se producirá por la visión, no de
los pueblos de la naturaleza sino del espíritu de los animales y de las
plantas, es decir, los devas de la naturaleza que realmente os nutren. En ese
momento, de manera simple y normal, comprenderéis ligeramente y después de
forma más profunda, que habéis pasado ya con este cuerpo a una nueva dimensión,
aunque no sea todavía vuestra vida futura.
Nutrirse de Éter y no de
prâna, hablo del Éter vivificado del Espírito, se va a convertir en una
posibilidad. Hoy, algunos de vosotros llegan a nutrirse de prâna, incluso sin
darse cuenta, pero la nutrición de la que hablo, no es de prâna. Es
directamente de las partículas adamantinas y del espíritu de los devas que se
revelan en vosotros. Esos espíritus de la naturaleza, os recuerdo, existen en
cada uno de los órganos de vuestro cuerpo tan densos como un deva. Esos devas
son denominados “genios” del hígado, del intestino, de la mano, de los huesos.
Son también una forma de devas, pero el término “deva” está reservado a la
naturaleza y estos son los diferentes componentes que están en vosotros, que
constituyen este cuerpo efímero, vuestro vehículo que será nutrido
directamente, órgano por órgano, por esta comunión, por esta simbiosis que os
recuerdo, se producirá al principio de vuestros encuentros con la naturaleza,
pero una vez que os aparezcan las llamas de los devas; entonces, en ese
momento, seréis nutridos.
Además, os daréis cuenta
algunos de vosotros que eso será muy desafortunado porque percibiréis un
rejuvenecimiento real y completo. Esta regeneración, este rejuvenecimiento,
será palpable. Tened la seguridad que esto no es para que podáis continuar en esta
forma de confinamiento, sino para demostrar lo que es una vida de Tercera
Dimensión unificada de los pueblos libres -como también de la Quinta Dimensión
que es sensiblemente lo mismo. La única diferencia está en la constitución del
cuerpo, un cuerpo de carne densa carbonada o un cuerpo de silicio, más allá de
la Tercera Dimensión. Esto tiene utilidad, por supuesto. Esta utilidad está más
allá de la experiencia y de la vivencia, se trata de favorecer la regeneración
de vuestro cuerpo físico por un tiempo y presentar menor diferencia y
distorsión en relación al Êtreté. Esto ya lo ha dicho mi hermana, que no será
por la acción de la Luz en nuestros pueblos, sino por las entidades que pueblan
la naturaleza más allá de los pueblos de la naturaleza.
Las plantas os contarán
su historia; los pueblos subterráneos, lo que llamáis “setas”, os contarán su
historia. No con palabras sino directamente, con un conocimiento directo que no
pasa por el filtro del mental ni por ningún análisis. Este conocimiento directo
no es de la intuición, no es una visión del corazón o una visión interior, no
está vinculada a ninguna intuición o clarividencia sino a la realidad de
vuestro cuerpo, en los días y las semanas que vienen.
No hablo aquí de
“curación”. Hablo verdaderamente de “simbiosis” y de “regeneración” y de
“rejuvenecimiento”. Esas palabras son, según me dicen, las más adaptadas a lo
que podéis comprender de momento. Pero no busquéis demasiado de comprenderlo;
tratad de vivirlo.
También, todos los otros
pueblos de la naturaleza que tienen su utilidad dentro de la naturaleza y que,
por tanto, están presentes en vuestra dimensión, por ejemplo, los insectos, las
aves, todo lo que vive sobre la tierra y bajo tierra, los que reptan, un gusano
simple, aluden a algo en vosotros que no está en el orden de la energía, que no
está en el orden de la información en el sentido que pudierais entender, sino
directamente de un estado simbiótico como os he dicho que se reproducirá
después a voluntad y hasta la saciedad. Creo que tenéis la posibilidad de
comunicaros con vuestro vehículo y pronto os daréis cuenta que podréis
dirigiros directamente a los genios creadores de todas las formas presentes
dentro de vuestras vísceras. No necesitáis conocer sus nombres, solo debéis
estar en la postura del niño, en la inocencia, como se os ha repetido en este
período.
Eso quiere decir, en
definitiva, que el encierro de vuestra conciencia, de vuestro cuerpo, se
termina antes incluso de que acabe la Ascensión. Porque en ello vais a tener
los testimonios de la Verdad que os harán ver, sentir y vivir a todos los
hermanos y hermanas en humanidad, en la situación que sea, y esto no es una
quimera, un sueño o algo reservado a una élite, sino que está abierto ahora a
toda la humanidad. Y debo decir, por otra parte, que para muchos de vosotros
esto será mucho más enriquecedor que todos los contactos que habéis tenido
hasta ahora, porque tocáis, como os he dicho, la esencia misma de la vida
independientemente del reino, como decís, y con las plantas más cercanas, por
su fijeza en la Eternidad.
Los árboles están en
conexión con el cielo y la tierra. Las flores, por su olor, por su forma, por
su color, por su emanación, son la representación de los devas, de los
espíritus que, como vengo a deciros, están también en cada una de las partes de
vuestro cuerpo y vais a ver cómo se establece la comunicación entre algunos de
vuestros órganos y algunas plantas. Preciso, además, que eso es como lo que
llamáis en la tradición humana “chamanismo”, los chamanes de la época en la que
encontraban el espíritu de las plantas, el espíritu de la naturaleza y podían
aplicar terapias con productos para el tratamiento. Existen, además, en ciertos
bosques primitivos de otros continentes, plantas que se utilizan todavía, para
viajes chamánicos o para tratar el cuerpo.
No tendréis necesidad de
ocuparos de eso, porque tendréis en ese momento la conciencia de todos vuestros
órganos y serán ellos y vuestra conciencia quienes se comunicarán con los
elementales de la naturaleza y con los devas de la naturaleza. No olvidéis que,
en esos momentos, no tenéis ninguna necesidad de vuestro mental ni de vuestra
comprensión. Sed espontáneos, sed libres y estad en recepción; entonces
estableceréis muy fácilmente las relaciones, las resonancias, las simbiosis que
existen por ejemplo entre el órgano llamado “hígado” y ciertas plantas de la
naturaleza. No necesariamente para consumirlas, sino por supuesto para
beneficiaros del intercambio, de esencia a esencia, del genio de vuestro hígado
con el deva de tal planta o tal otra. Y os daréis cuenta entonces, que esta
comunión, esta simbiosis, está seguida de efectos muy poderosos. Eso contribuye
también, en muchos de vosotros, al fenómeno de la aceptación de transmigración
y de la trasmutación que termina ahora.
Muchos descubriréis
entonces, una afinidad especial con esos pueblos de la naturaleza y con esos
devas o esencias de las plantas o esencias de los insectos. Nada más podrá ser ocultado
y os daréis cuenta que esta simbiosis, esta comunión con la naturaleza, aporta
frutos que antes, cuando sucedía, os parecía totalmente un sueño. Hoy el sueño
se convierte en realidad. El más bello de vuestros sueños no puede igualar lo
que pasará en vosotros, tanto en nuestras localidades, como con las llamadas
“Radiaciones Arcangélicas” y eso será muy rápido con las plantas y las pequeñas
vidas, como las llamamos, de la naturaleza: los gusanos, los insectos rastreros, los insectos
voladores.
Esto será más que una
simple experiencia, porque, como he dicho, es realmente un nuevo estado de
vida, aquí mismo en este cuerpo, en este período, para daros, de alguna manera,
el apoyo, para no estar enganchado a lo que ha sucedido y lo que está
sucediendo, porque lo que nace un día, muere un día. Ya no estaréis afectados
por eso ante los momentos importantes. A través de esto, no podréis considerar
más que sois vuestro cuerpo, porque este cuerpo es simplemente un vehículo
constituido por ciertas piezas y que esas piezas tienen su propio
funcionamiento; lo sabéis a través de la fisiología moderna, pero eso es lo que
vivirá vuestra conciencia. Eso no será simplemente un saber o una adquisición,
sino algo que recobraréis también.
El Elemento Aire y la
puesta en funcionamiento en vuestra Corona de la cabeza, es el Elemento que, a
través de las tres Estrellas situadas allí, os permitirá establecer esta
simbiosis y esta comunicación nueva de manera más fácil. No pidáis nada a la
naturaleza; ella no os pide nada. Hay simplemente comunión y simbiosis. Eso os
revelará el espíritu de vuestros órganos, incluso dentro de lo efímero. Eso os
dará acceso también a lo que no son los “órganos”, sino en todo caso, a los
elementos constitutivos de vuestro cuerpo de Êtreté.
Se me ha dicho que habéis
desarrollado la constitución de Corazón del Êtreté. Existen evidentemente otras
estructuras que vibran en ese cuerpo de Êtreté; las descubriréis en esta
ocasión. Por ejemplo, existe dentro de la pelvis, alojada en el interior de
vuestro cuerpo y atravesando los órganos que llamáis “vejiga” “órganos
genitales” y “riñones”, una estructura que surge. Algunos de vosotros comenzáis
a tener conciencia. Me han dicho que se llamaba “octaedro”; es una figura
geométrica perfecta, de la misma forma que el “tetraquishexaedro” de vuestro
corazón es perfecto. Vais a vivir todo eso. Además, es viviéndolo como vuestro
cuerpo de Êtreté se hará funcional, antes incluso de la Llamada de María.
Así que os animo; he
venido para animaros a que paseéis por la naturaleza, no solamente en nuestros
pueblos. Aprovechaos precisamente de vuestra venida a nuestros pueblos para
después probar vuestra capacidad para reconocer los devas. No hagáis ninguna
petición. Dad simplemente un paseo vagando, deambulando, apreciando simplemente
lo que se siente, lo que se ve, lo que se oye. No busquéis nada; eso se
producirá. Desde el momento en que toméis conciencia, no de los órganos de
vuestro cuerpo -como sabéis algunos de vosotros sois sensibles-, sino del
espíritu del órgano, el genio del órgano y el deva de la naturaleza que le
corresponde, entonces tendréis todo el conocimiento de la ley de similinum.
Comprenderéis entonces por qué la nuez hace que el fruto tenga la forma de vuestro
cerebro, por qué algunos granos tienen la forma de vuestros riñones y otros no.
Eso no será intelectual; eso será vivido directamente. Quizá os aventuréis a
preguntar qué es mejor para vosotros. Pero os he dicho que esto es simplemente
para habituaros a vuestro Êtreté y a vuestra nueva Eternidad.
Espero, en cuanto a mí,
tener también la ocasión de volver para participar con vosotros en vuestras
experiencias, y si vuestro mental está siempre presente, daros algunos
elementos más, pero no quiero ir más allá hoy, por lo que os doy total libertad
para vivirlo o no, para tener vuestra propia opinión y vivir, sobre todo, los
efectos sobre vuestra conciencia, así como sobre los órganos de vuestro cuerpo.
Esta nutrición, es más digestiva que todos los alimentos que tomáis.
Evidentemente, vuestro cuerpo físico necesita alimento todavía, pero eso que se
va a producir y que se produce ahora, os hará descubrir algo diferente que
corresponde real y concretamente a nutrirse de Luz, a nutrirse de Espíritu a
través de comuniones, a través de simbiosis, a través de contactos. Esto es lo
que he venido a deciros.
Pero es a vosotros a
quienes os atañe vivirlo. En cuanto a mí, no os pido que creáis mi palabra,
pero si paseáis simplemente, si deambuláis y, sobre todo, al salir de nuestros
pueblos, os daréis cuenta que todo es diferente. Lo que habéis visto con
vuestros ojos hasta ahora y que os parecía tan bello, os parecerá magnificado y
más vivo, tanto el olor de una flor como el movimiento de una hoja con el
viento. Este entorno natural os facilitará todos sus secretos sin pasar por el
intelecto, el estudio, sino por la experiencia directa. Este conocimiento se
desvelará en vosotros porque siempre ha estado allí siempre. Estaba
simplemente oculto, encerrado e imposible de vivirlo excepto por muy pocos
seres.
Antes de dejaros, para
aquellos que conocen o quieren conocer mi pueblo, voy a daros algunos
elementos. Remontándonos a historias inmemoriales que aún se conocen en este
ciclo de la vida, hemos llamado a nuestro pueblo “Inala” porque está en
resonancia con lo que los sumerios denominaban “enana”. Está en resonancia con
la historia de lo que se llamó “Enki y Enlil”. Está en resonancia con el
silabario original y el “Gina Abul” la lengua vibral.
Cuando los Vedas se
revelen a vosotros, cuando los genios de vuestro cuerpo se revelen a vosotros,
seréis libres en ese momento a pesar de la persistencia de la forma. Por
supuesto, este tiempo no será muy largo porque como sabéis, los acontecimientos
temidos, esperados o negados, están ahora, puestos en marcha.
A nuestros pueblos podéis
venir muchos, pero os aconsejo que, al salir de estos pueblos, permanezcáis en
soledad a pocos metros de vuestros compañeros de camino para sumergiros
totalmente en esta naturaleza y dejar que os dé lo que tenga que daros y tenga
que compartir con vosotros. Recordad que este intercambio no es por medio de
palabras, es directamente por Fuego Vibral, por las llamas de los devas.
Por supuesto, ha habido
en esta tierra, como sabemos, experiencias que se han llevado a cabo en ciertos
países. Las hubo, pero ahora no existen por desgracia, aunque sí hace un tiempo
y es posible que hayáis oído hablar de ellas; os hablo de ello porque nosotros
estuvimos allí, es Finhorn, una zona de Inglaterra. No hablo del país, sino de
todos esos países que están alrededor de Inglaterra. Eso se va a abrir a
vosotros desde el momento en que comencéis a percibir realmente a los devas y, aunque
no sea para todos, el mismo día o la misma semana, estaréis informados, no solo
preparados, sino informados quizá un poco antes de la Llamada de María.
Recordad también que, en
un momento dado, eso se detendrá. Os encontraréis en el estado anterior, pero
con la riqueza de lo que habéis vivido, simbiosis que habéis establecido y el
tiempo transcurrido entre su desaparición y el sonido de la Llamada de María,
será muy corto. Estas son algunas referencias que están habilitadas para lo que
viene ahora y que se trata del “mensaje del Sol”.
La naturaleza se
convierte en un bálsamo, en las circunstancias de este mundo, un bálsamo para
vuestro efímero y, sobre todo, para el aprendizaje de la Libertad, no solamente
en el Absoluto sino aquí mismo, en este cuerpo y en esta forma. Es el don de la
Gracia en estos tiempos benditos.
Ya he terminado con las
palabras, pero propongo antes de dejaros que, durante unos minutos, aquí como
en cualquier otra parte para los que leáis o escuchéis, os situéis simplemente
en ultra-temporalidad, cerréis los ojos y os unáis a las sílfides que están
presentes en Inala para que viváis, no la vibración del corazón, no el Fuego
del Corazón, sino aprendáis y quizá se os revele el genio del corazón. Las
sílfides son las intermediarias, así que permaneced así simplemente y acoged;
me callo.
…Silencio…
Así que, rindo gracias a
vuestra presencia, a vuestra disponibilidad, a vuestro fervor. Enalene está
encantada de haber podido acercarse a vosotros. Ha llegado el momento en que
caen las barreras, unas tras otras. Es del sueño al despertar y estamos con
vosotros con todo el corazón.
En nombre de todos los
elfos, en nombre de todos los devas de la naturaleza, os amamos más allá de
todo límite y de toda contingencia material o personal. Os amamos libremente.
Os saludo a cada uno de
vosotros aquí y en otros lugares. Regreso a mi casa, saciada y saturada de
alegría.
…Silencio…
Así descubriréis en estos
días, lo que es la verdadera Vida Eterna, que no conoce ninguna contingencia,
ningún deseo, ninguna necesidad, porque todo allí se satisface
instantáneamente. No hay nada que ganar ni nada que perder, solo estar en el
Amor, lejos de vuestras sociedades, de vuestras organizaciones, de vuestras
religiones, de toda esa falsedad que os ha encerrado y limitado tanto. Regocijaos
con nosotros.
Enalene os da las gracias.
La sílfide que me acompaña, rinde gracias también y trasmite por todas las
sílfides del Aire, el regocijo de esta reunión. Esta no es más que la primera;
habrá otras en estos tiempos reducidos, pero con mucha intensidad.
Os amamos sin distinción.
Os saludo
***