BIDI
17 de Mayo 2012
Pregunta:
Tengo problemas para permanecer centrado, los pensamientos, los recuerdos
afluyen, partiendo en todas direcciones sin que esto sea las preguntas. Esto
vacía el mental, ¿Lo nutre? ¿Cómo hacerle frente?
El conjunto
de lo que te es sometido, que aparece bajo el ojo de tu conciencia (cualquiera
que sea el lugar donde está situada) te da a ver lo que tu llamas, “partir en
todas direcciones) impidiéndote estar centrado. No hay puerta de salida sino
una puerta de entrada.
Querer salir
de tus propios pensamientos es tan estúpido que querer salir dentro: tú no
puedes más que entrar. Es decir aceptar observar lo que se desarrolla y
refutarlo. Mirar no quiere decir aceptar. Esto va a darte los mecanismos de lo
que tú llamas “lo que parte en todos sentidos”, dándote a ver, entonces, porqué
tú partes en todos los sentidos. ¿Qué es lo que esto traduce, no al nivel de un
origen sino más bien en lo que tú dices? ¿Por qué estás descentrando
fácilmente? ¿Qué es lo que te desestabiliza y te hace perder tu centro? ¿Dónde
se sitúa la causa profunda, no las causas, no en tu historia, o en tono
histórico, sino más bien en el instante presente? ¿Qué es lo que pasa en ese
momento? ¿Por qué estás trastornado? ¿En qué te trastornan estos pensamientos
que no te conciernen? Esto significa, por supuesto, que hay una incapacidad
para poner distancia y para refutar tus propios pensamientos, traduciendo, allí
también un principio de identificación a lo que pasa, lo que no es inmutable,
lo que no es eterno. Estás, de alguna manera distraído por lo que es pasajero,
por lo que solo concierne a la personalidad y a su desarrollo en esta materia.
Te olvidas que no eres esto.
Hay por lo tanto un sentimiento de implicación exagerado en lo afectivo, en las relaciones, en lo que es vivido, en estos pensamientos que se desarrollan. Tú estás de alguna manera bamboleado por tus propias emociones y por tus propios pensamientos, porque tu les das peso, consistencia y estás persuadido que ellos vienen de ti. Es una cosa aceptar de manera conceptual que no eres tus pensamientos, no es por esto que los pensamientos van a desaparecer. Simplemente colócate en el observador que no es estos pensamientos pero que ve a estos pensamientos desarrollarse. Estos no son los tuyos. Hay por lo tanto un principio de identificación dándote la impresión y a tu conciencia de estar en todas direcciones, es decir que los pensamientos te llevan a otra parte que dentro de tu centro, te lo dices tú mismo. Lo que significa sin buscar más lejos, que te dejas seducir por tus propios pensamientos y cuando ellos te convienen, estás centrado o tienes la ilusión de estar centrado porque los pensamientos corresponden a algo que te afirma. Ningún pensamiento puede establecer el Absoluto. Ningún pensamiento puede asegurarte, de manera duradera, que partes en todos los sentidos o que tienes la impresión que ellos son agradables. Los pensamientos no vienen para ser ni agradables ni desagradables. Ellos no hacen más que pasar. Y como todo, ellos pasarán.
Esto es efímero. Das peso a lo efímero ya que esto te altera. De ninguna manera estás colocado en un buen lugar para verlos y refutarlos. Sin embargo el hecho que esto esté acentuado en este momento es exactamente lo que tienes a superar y a transcender en la refutación.
Hay por lo tanto un sentimiento de implicación exagerado en lo afectivo, en las relaciones, en lo que es vivido, en estos pensamientos que se desarrollan. Tú estás de alguna manera bamboleado por tus propias emociones y por tus propios pensamientos, porque tu les das peso, consistencia y estás persuadido que ellos vienen de ti. Es una cosa aceptar de manera conceptual que no eres tus pensamientos, no es por esto que los pensamientos van a desaparecer. Simplemente colócate en el observador que no es estos pensamientos pero que ve a estos pensamientos desarrollarse. Estos no son los tuyos. Hay por lo tanto un principio de identificación dándote la impresión y a tu conciencia de estar en todas direcciones, es decir que los pensamientos te llevan a otra parte que dentro de tu centro, te lo dices tú mismo. Lo que significa sin buscar más lejos, que te dejas seducir por tus propios pensamientos y cuando ellos te convienen, estás centrado o tienes la ilusión de estar centrado porque los pensamientos corresponden a algo que te afirma. Ningún pensamiento puede establecer el Absoluto. Ningún pensamiento puede asegurarte, de manera duradera, que partes en todos los sentidos o que tienes la impresión que ellos son agradables. Los pensamientos no vienen para ser ni agradables ni desagradables. Ellos no hacen más que pasar. Y como todo, ellos pasarán.
Esto es efímero. Das peso a lo efímero ya que esto te altera. De ninguna manera estás colocado en un buen lugar para verlos y refutarlos. Sin embargo el hecho que esto esté acentuado en este momento es exactamente lo que tienes a superar y a transcender en la refutación.
Desde que un pensamiento actúa sobre tu emoción, sobre una decisión, no eres maestro de ti mismo, puesto que es el pensamiento quien decide por ti.
Reflexiona: ¿quién decide? En definitiva, es siempre la razón, es siempre el intelecto, del cual algunos gargarizan. La problemática viene que los pensamientos (aquellos que son como dices, de enfoque espiritual) pueden tomar el color, la impresión de una intuición (como por ejemplo los impulsos del alma o los impulsos etéreos) pero estos son siempre los pensamientos que te llevan a pensar y a conceptualizar la noción de lo que es bueno para ti y de lo que es malo para ti. Mientras que pienses así y que aceptes este mecanismo de pensamiento, no eres Libre: estás sometido a tus propios pensamientos, es decir al discernimiento y a la intuición que te impiden ver la Unidad y, aún más, el Absoluto. El Absoluto no es ni bien ni mal, nada tiene que hacer de esta referencia. El Absoluto nada tiene que ver del Si, ni de la intuición y de los carismas porque todo esto deriva de una proyección, de una manifestación exterior para lo que es eterno, para algo que se manifiesta y que viene a generar o facilitar ¿qué? El mí o el Sí. El Absoluto se devela porque las circunstancias de la Tierra no son ya las mismas. Si, en ti, esto reactiva y reaviva los pensamientos, esto quiere decir que, en tu historia, has concedió demasiado espacio a los afectos por los demás, a los pensamientos de los demás. Esto también impide llegar a tu centro porque, en el centro hay toda la fuerza, hay todo lo que es necesario. Es un espacio y un tiempo, sin espacio y sin tiempo, donde la elección no tiene razón de ser, donde la razón no tiene ya razón de ser. La razón va a ser aplicada en los sectores donde la razón es necesaria y solamente donde es necesaria: sentarse en el lugar adecuado para conducir un vehículo y no detrás, esto es de la razón.
Pero desde el instante donde, en el afecto, desde el instante donde las relaciones, cualesquiera que ellas sean, tu dejas pasar la razón delante, te pierdes. Porque, como lo dije ayer, hay siempre una oportunidad sobre dos de engañarte. Es muy exactamente lo que llega porque los pensamientos no son hechos, en definitiva que por el miedo, que de los mecanismos de supervivencia, de mantener la artificialidad del ego, de la persona. Feliz el que no tiene ya pensamientos perturbantes. Feliz aquel que no cree ya en sus propios pensamientos porque el es Libre. Mientras que te adhieras a tus pensamientos, agradables como desagradables, no eres Libre porque estás persuadido que eres tu el que piensa. El que piensa, es el actor, es la marioneta, no es el que mueve los hilos y aun menos el que está arriba de los hilos. Ningún pensamiento confiere la Libertad, incluso el más claro. La Libertad no está de este lado del velo, no está en cualquier razón, en cualquier explicación y, aún menos en una comprensión sino en el simple hecho de aceptar ver, sin juzgar, honestamente, lo que está sucediendo. Y esto son los pensamientos que se desarrollan. Por supuesto, ellos están inscritos en tu historia, en tu razón, pero no eres ni tu historia, ni tu razón. El ámbito del espíritu, el ámbito del Absoluto, nada tiene que hacer de los pensamientos ya que, en el Absoluto, no existe ningún pensamiento. En el Samadhi, no existe más que un solo pensamiento: la auto contemplación de la Luz. El propósito de la meditación no es de aspirar a suprimir los pensamientos porque mientras que el saco de alimento esté allí, habrá siempre pensamiento. Salvo si el pasaje ha sido creado: entonces, puedes refugiarte en el Absoluto o en el Samadhi. Allí, no hay pensamiento. Pero querer resolver el mecanismo del pensamiento o el lugar donde el nace, no quiere decir nada. Querer apoyarse sobre la meditación, sobre la Vibración, para hacer cesar los pensamientos, es de la misma forma, aleatorio: A veces esto funciona, a veces no funciona y ustedes lo constatan en las Alineaciones, en las meditaciones. Mientras que subsista un pensamiento que moleste (entiendo por molestar: que está al frente de la escena), ustedes no son ustedes.
No pueden combatir los pensamientos porque los refuerzan. No pueden oponerse a los pensamientos, ellos no son del mismo mundo que ustedes. La única puerta de entrada consiste en no aceptar el dictado de los pensamientos. Y la primera etapa es darse cuenta y vivir que los pensamientos solo surgen sobre la pantalla de la conciencia. Incluso si tienen la impresión de aplicar un conjunto de certezas matemáticas, esto solo son creencias abstractas que encuentran ciertas, las aplicaciones en este mundo: Hay una lógica pero esta lógica allí no tiene nada que ver con el Absoluto y no tiene nada que ver con la Unidad. ¿Es que el místico que vuela en los aires ha aprendido las leyes matemáticas, físicas, que permiten volar, a un avión? ¿Qué es lo que es predominante en vosotros, en ti? ¿La necesidad de explicar, la necesidad de comprender, el miedo, el hecho de ser invadidos? Lo que yo digo para los pensamientos es de la misma naturaleza que lo que vengo a expresar para el vuelo del místico. Y luego, en un momento dado, el místico se apercibe que no tiene necesidad de volar. El está total y entero, aquí mismo, en este saco. El no tiene nada a que escapar. El saco de comida y los pensamientos escaparán ellos mismos durante la muerte. Ningún pensamiento sobrevive en otra parte que en la memoria común. Incluso los más grandes pensadores, a través de sus escritos, solo dan a vivir los elementos irreales a los cuales uno adhiere, como para una ley matemática, o una ley física que es sabio explicar un mecanismo de funcionamiento. Pero les recuerdo que estos mecanismos de funcionamiento solo son valiosos aquí pero no en el Absoluto. Esto replica muy precisamente esta frase: Allí donde ponen vuestra atención, allí donde ponen vuestra conciencia, se localiza la Vibración y es el reflejo de lo que son aquí en este mundo, pero no permite al Absoluto revelarse a ustedes. El ego va a construir todas las estrategias necesarias para su supervivencia.
Los pensamientos en realidad son ciertamente uno de los mecanismos, el más potente porque el pensamiento surge de ninguna parte, se apoya, de toda forma, sobre los conceptos y los afectos, sobre lo que ha sido construido anteriormente. O, es justamente esto que es necesario ver y desconstruir, no por una acción de la voluntad sino aceptando de verlo. Verlo les pone en distancia, de la misma forma que no pueden ver el Absoluto. Y si quisieran verlo, le pondrían aún más a distancia y en distancia.
El mecanismo de los pensamientos yendo en todos los sentidos se aplica simplemente a que tu te centres nuevamente porque es en el centro que se concretizará la visión de lo que son estos pensamientos como no siendo los tuyos. Pero si permaneces sumiso al hecho como lo has dicho a este descentramiento. Estando descentrado no tienes ningún modo de acción sobre el pensamiento. Y por otra parte, si quisieras actuar sobre el pensamiento, este se reforzaría hasta convertirse en obsesión: esto es muy conocido. La refutación, allí también, permite, a la vez, identificar lo que son los pensamientos, de donde nacen y donde desaparecen, facilitando de alguna forma, la no identificación puesto que tanto en el Samadhi como en la presencia, que en el Absoluto, estos no existen. Lo importante allí también es estar lúcido, mirar claramente. Si tú captas verdaderamente que todo lo que pasa no es eterno, entenderás que los pensamientos están en primer plano, mucho más que las emociones. Todo pensamiento concierne a la identidad que tienes, o portas, incluso si ella te parece venir de ninguna parte, ¿de dónde quieres que ella venga, comparte este cuerpo de comida que tú no eres? Todo es un problema de atención y de intención. Si aceptas observar pasar y desarrollarse a los pensamientos, y si tú mismo no te mueves, vas a verlos por lo que ellos son: elementos perturbadores que vienen a molestar la superficie de tu conciencia haciéndote jugar de la razón o de la sinrazón.
Lo que no cambia nada en el sentido profundo que es simplemente sacarte de tu centro, llevándote a buscar una puerta de salida ilusoria, a través de muchas técnicas dirigidas a silenciar el mental. Pero ninguna técnica puede hacer silenciar el mental porque el nunca se calla, excepto en el Absoluto. Tú a la vez, eres el problema y la solución. Ser afectado por tus propios pensamientos, cualquiera que sea el contenido, te lleva inexorablemente a alejarte de tu centro, a alejarte de lo que Eres, y aún mas, a alejarte del no-Si. Mira el mundo. Cuántos prefieren ir a las tiendas y comprar ropa en lugar de meditar pero el resultado es el mismo: en un caso como en el otro, crean un deseo y una necesidad.
A ustedes les corresponde superar el deseo y la necesidad. El pensamiento se inscribe en esta dinámica de deseo y de necesidad, de comprensión, de explicación, de decisión y de elección. Así, esta agitación que viste es una invitación para superar todo esto, a dejar desarrollar lo que se desarrolle sin intervenir. Entonces, por supuesto, lo que queda en el ego y la personalidad va a decir que esto no es verdadero, que está obligado a controlar tu vida, tu espiritualidad, de mantener tus marcos, tus límites, tus enterramientos.
Desde el punto de vista del ego, que está limitado, es todo justo. Y esto es totalmente falso en el Sí y, yo diría incluso, opuesto, cuando tu eres Absoluto. Ningún pensamiento puede ser de ninguna acción sobre lo que vives interiormente, excepto descentrarte. Pero esto nunca puede aportarte algo (no importa que ves, que piensas). Aquellos que están instalados en el pensamiento no pueden entender las palabras que vengo a pronunciar porque ellos están situados exactamente al opuesto de lo que he dicho.
Hazte la pregunta: ¿Sabes lo que quieres Ser? ¿Sabes a dónde vas? ¿Sabes dónde te sitúas? Mientras que esto exista, no puedes encontrar ni ser Absoluto. Es para esto que la Lucidez, la Transparencia y la claridad son indispensables. El ejemplo que he tomado ayer queda válido: Entran en una sala donde hay en el suelo una cuerda enrollada. Pero está oscuro: para ustedes es una serpiente. Tienen miedo, hasta el momento donde comprenden que es una cuerda. Ríen. Más allá de eso, está el hecho de que no hay ninguna serpiente, ni cuerda, ni Luz. Ustedes se dirigen hoy (para aquellos que aún no lo han hecho) hacia este Absoluto o hacia esta Presencia. Lo uno como lo otro debe procurar, de antemano (por las Vibraciones o por el Abandono del Si) un estado encarnado, totalmente desapegado del fruto de sus acciones, sin ninguna proyección en el futuro, sin ninguna reminiscencia del pasado. Si son capaces de quedar vacíos de todo esto, de toda información, entonces solo hay un paso a dar, ustedes están muy próximos, no importa lo que les susurre el ego al oído, independientemente de sus pensamientos.
Pregunta: ¿Qué debo de soltar y como liberarme para que la Onda de Vida nazca en mí?
Absolutamente todo. No retener nada. Soltar todo. Mientras que te aferres a algo, esto no funcionará. Es necesario parar de mirarse el ombligo. También parar de mirar lo que sea. Es necesario, allí, por ejemplo, estar plenamente presente en el Sí y no desear nada o pedir nada. No esperar nada. Permanecer allí, simplemente. Si eres capaz de hacer esto algunos minutos, la Onda de vida aparecerá pero nadie puede hacer esto por ti. Hazte la pregunta para saber si eres capaz de parar todo, no importando que el ego te susurre: “vas a morir”, “vas a perder el control”, “vas a volverte loco”. El ego tiene muchas soluciones disponibles para disuadirte de permanecer tranquilo. Ponte en cualquier parte y allí, no pidas nada, no hagas nada, dejate venir hacia ti sin barreras y sin miedo. Porque en este estado, es allí, donde estarás lo más justo, lo más próximo, a fin de que lo que no es de este mundo nazca en ti. Antes, el ser humano no es más que un laberinto y un conjunto de creencias armonizando más o menos las unas con las otras. Tú no eres esto. Es necesario, como dije ayer, salir del punto de vista de la persona: ella no existe. Hay en este nivel, la necesidad cada vez más urgente, demandándote permanecer tranquilo, inmóvil. Pasarás por el observador y, en un momento dado, perceptible entre todos, para ti, captarás que este momento es justo. Y desde el momento donde el momento es justo, la Onda de Vida está allí. Ella no ha cesado de estar allí. Es tu conciente, tus miedos y tus dudas que han impedido estar totalmente conciente en la personalidad. Aquí, lo que está para realizar: es una no-realización, una no-acción.
Pregunta: Uriel me ha hecho penetrar, por las puertas Atracción y Unidad, de la Luz, para facilitar la percepción del Corazón. ¿Qué es la percepción del Corazón? ¿Tiene un vínculo con la refutación?
La percepción del Corazón es, ante todo, como su nombre lo dice, una percepción que está instalada en la región del pecho. Diferentes percepciones, diferentes vivencias, resultando, de alguna forma, según una gradación, en la presencia y a la mezcla de lo que es denominado el Supramental y la Onda de Vida. Llevado a elevar esta Vibración y después este temblor o este Fuego de Corazón amante, a una acción sobre la conciencia ya que la Vibración es la conciencia del yo, del Sí y, en todo caso está inscrita en este saco de comida. En un primer tiempo, colocarse en la Vibración o en el Corazón no es una vista del espíritu sino un acto consciente de la conciencia ella misma, destinada y dirigida a hacerte salir de la ilusión de la persona. Después, viene el vacío o la nada: la Vibración no está allí. La conciencia está instalada en el Corazón y ella está, de alguna forma, madura para abandonarse ella misma. Y allí la Onda de Vida nace. Ella está siempre nacida de toda eternidad, pero debido a la cesación de las actividades bajas del Corazón (el mental), el lugar está libre para otra cosa. Mientras exista una interrogación, una actividad del mental, la Unidad, como el Absoluto no pueden establecerse. Es en este sentido que las reuniones que llevan a cabo a las 19 horas tienen por objeto saturarlos de vibraciones y de llevarlos a vuestra responsabilidad, a vuestra verdadera Libertad. Entiendan que es exactamente lo que realiza el Arcángel Uriel, llamado Angel de la Reversión. Esto procurará una capacidad, más grande, para estar a la escucha y para superar lo que se presente en el ojo de la conciencia. Cuando esto se produce, la refutación es automática porque hay la experiencia.
Pregunta: Tenía la certeza interior que era capaz de aceptar serenamente la partida de un ser querido. Hoy, mi madre está a punto de morir y muy frecuente la tristeza me embarga. ¿Por qué queda todo este sufrimiento en mí?
¿Por qué no te permites vivir este duelo, a vivir esta pérdida y vivirla como una pérdida? Porque para la ilusión, es una pérdida. Este saco de alimento, que fue tu madre, va a desaparecer y tú permaneces. Hay una falta de algo. ¿Por qué impedirías que esto ocurra? Refutar no es impedir un evento. Creerse fuerte, porque se viven las experiencias de Si (o del Si) es muy, muy pronto para integrar este género de pérdida, este género de desaparición. ¿Qué es lo que esto muestra, sin ninguna culpabilidad? Es que el Si no es Eterno. Solo el Absoluto es Eterno. Si estás afectada, acepta mirar. No para criticar. No para situarte en alguna parte, sino simplemente estar lúcida de que la muerte te envía a tu propia muerte y por lo tanto te pide considerar de manera brutal: ¿qué es la muerte? ¿Cómo imaginas tu propia muerte? Si aceptas que lo que muere no eres tu sino, solo, este saco de comida y su conciencia, tu madre no ha representado más que una proyección sincrónica de ti misma (ella en su cuerpo) y la traducción de un cierto número de emociones que, desde la partida, son efímeros y no son reconocidos como tales. Por lo tanto hay una dependencia, un apego, un sufrimiento que están vinculados a la pérdida. Esto te llama simplemente a vivir la experiencia. A ver esto. El Si nunca puede superar la muerte (en todos los sentidos del término). Solo el Absoluto lo hace. Porque la vida y la muerte están íntimamente vinculadas en la ilusión. En el Absoluto, no hay vida ni muerte. Mientras que no sean capaces de amar sin la presencia del que es amado, ¿cuál es este amor? ¿Por cuál razón habría una carencia para el que es Amor? De quien sea o de lo que sea. Los lazos familiares dicen bien lo que ellos quieren decir: son lazos. Estos lazos les tranquilizan, porque crean un sentimiento de continuidad, porque una madre se continúa en su hijo que a su vez, se continúa en otro hijo. Entonces el conjunto solo representa las proyecciones. ¿Es que tu sufrimiento va a durar más allá de un tiempo? ¿Es que será lo mismo dentro de 6 meses? Algunas veces sí, otras no. Es la ruptura, el sentimiento de pérdida que desencadena esto. Porque ¿qué es lo que cree que ha perdido algo, si no es el ego? Si tu cambias de mirada, verás que lo que tú Eres no sufre. Para un momento transitorio, has salido de la butaca y has entrado en el rol del actor y de la interacción con otro actor.
Esta interacción no quiere decir nada, porque a quien has amado, como madre, en otro lugar, es un ser que ha sido tu atormentador. Por lo tanto estás influenciado y marcado por el instante, el instante del vínculo (aquí llamado creación o procreación). Hay necesariamente esta pérdida y el miedo de la pérdida, que está inscrita en ti. Porque el que sabe lo que es la muerte no puede ser afectado por la muerte de un ser querido. Al contrario, si piensa en la muerte deberá estar contento y feliz, porque el haya salido de la ilusión, mientras que tu, tu permaneces. ¿Dónde colocan el Amor? ¿Lo colocan en el vínculo y en la dependencia? O, ¿entonces lo colocan en el hecho de que un ser sea Liberado de la limitación, del encierro, de la ignorancia? Esto prueba también, que colocas tu punto de vista, pero del punto de vista del que parte, no en su sufrimiento sino en su próxima Liberación.
Ustedes imaginan la muerte como una pérdida. Pero la muerte es todo salvo una pérdida. Podría responderte que la vida es una pérdida, aquí. Sí, porque pierden el Absoluto. Allí está la verdadera pérdida. Mientras que consideren que la pérdida de vuestro cuerpo, de un vínculo, el que sea, los afecta, esto señala la personalidad, o el Sí. El que está realmente, en Absoluto, sabe muy bien que la muerte es un nacimiento. El verdadero nacimiento. No el que los conduce a proyectarse en este cuerpo en el cual habitan. Están invertidos, porque este mundo está invertido. Y sufren de la inversión cuando ella desaparece. Acepta el sufrimiento. Vívelo. Pero comprende en realidad el sentido, el apego que está detrás. Mientras que estés sometida a este género de reacción, acepta verlo, pero viendo más lejos que esto, porque esto traduce otra cosa que la simple pérdida afectiva de la que te ha nutrido y dado a luz. Esto es mucho más que esto. Mientras que en los otros países, la muerte es una fiesta, hay un culto tal de la personalidad, de lo efímero, en este mundo, que ustedes festejan los nacimientos. Se regocijan cuando un alma está encerrada de nuevo. Lo quieren, incluso, como madre (encerrar las almas), porque están solos. Si van al objetivo de esta lógica, verán aparecer claramente, las carencias, la necesidad de llenarse de ilusiones. El instinto de reproducción que llama a la vida, solo es un llamado a la muerte. Ustedes son Eternos y son Amor. ¿Por qué disfrazar el Amor en cualquier nacimiento? O ¿la pérdida de un amor por una muerte? Conceptualicen y vivan que esto solo es un punto de vista y una posición y que, de esta posición, allí donde están, deriva el sufrimiento o el no sufrimiento. El sufrimiento no existe. Cuando mueres, ¿es que te llevas tu sufrimiento? ¿Es que el que ha sufrido en el momento de su muerte, es capaz de llevarse su sufrimientos, como sus alegrías a otra parte? Mientras que se coloquen ustedes mismos en lo efímero, cualquiera que sea este efímero (un hijo o un padre, en este cuerpo que es el vuestro), sufrirán, porque lo efímero es sufrimiento. No es cuestión de negar el sufrimiento sino de ver, claramente lo que se desarrolla. ¿Quieres simplemente que tus Samadhi y la Alegría estén alternados con el sufrimiento? O ¿quieres ya no ser tributario de todo sufrimiento? El sufrimiento nunca es ineludible. Solo está en resonancia con un punto de vista. No olviden que el sufrimiento, ante todo, es un proceso químico, que este sufrimiento sea físico o psicológico. La conciencia juega a sufrir. El Absoluto no puede sufrir. Incluso si el cuerpo es tocado. Y yo hablo de experiencia. Por otra parte, la expresión misma cuando dicen: « Estoy enfermo » « tengo cáncer », « tengo un duelo », ¿quién es el que tiene un duelo, o un cáncer? Este cuerpo. No ustedes. Pero están de tal manera apegados a vuestra persona que no ven nada más que vuestra persona.
Háganse la pregunta de por qué están apegados a lo efímero mientras que saben que es efímero y que lo efímero es necesariamente sufrimiento. ¿Le piden a un bebé si tiene el recuerdo, si está feliz de estar aquí? El está feliz ¿dónde? En el vientre. ¿Pero cuando el sale? Pedido para una muerte, si está muerto (pero no antes que el muera, sino después): ¿Es que el está contento? Por lo tanto, ustedes proyectan sin parar, vuestros marcos de referencias, en relación a vuestra carencia. Reflexionen. Si no hubiera lugar para la carencia, en ustedes, ¿por qué manifestar algún sufrimiento para alguien que está Liberado? De hecho, vuestro punto de vista es egoísta. Ustedes carecen de amor y por lo tanto carecen de respeto para el que está en el Amor ya que el parte o ha partido. Y aman al que llega. Desde el punto de vista de la persona y de la lógica humana, familiar y social, esto es perfecto. Desde el punto de vista del Absoluto, está distorsionado. Es completamente a la inversa. Y ésta es la Verdad. ¿Qué es lo que experimentan cuando la falta del otro les llega? La falta de ustedes mismos, ya que el otro es ustedes. Entonces, es muy bello hablar de amor y decir que todo es Uno y de hacer la experiencia. Y viene una separación o una pérdida. ¿Qué es lo que manifiestan? El sufrimiento. La Alegría se esfumó.
¿Por qué? Siempre lo mismo: a causa de la carencia. Y la carencia se inscribe como una subdivisión del miedo. Porque aquí sobre este mundo donde están, están separados, divididos y solos. Porque la personalidad vive esto. ¿Es que el Absoluto está solo? Es imposible pensar así. El Absoluto no está solo ni acompañado. Es Todo. En el Todo, no hay carencia. Son ustedes quienes están en carencia. Y buscan por todas partes, de hecho: por la espiritualidad, por la psicología, por esta búsqueda desenfrenada de ustedes mismos y olvidan que todo está allí. Y mantienen el espectáculo. El teatro, es eterno. Juegan nuevamente los mismos actos, los mismos escenarios, los mismos sufrimientos de vida en vida. ¿Es que son ustedes esto? ¿Es que son este efímero, que se reproduce sin parar con las mismas carencias, los mismos sufrimientos, los mismos terrores? ¿Es este su punto de vista? Reflexionen. No son el sufrimiento. Esto no quiere decir ignorar el sufrimiento sino no estar identificado. El está allí. ¿Qué es lo que muestra?
No hay puerta de salida, ya no, excepto el Absoluto o la muerte. Pero no pueden refutar la vida o ponerle fin, porque el Absoluto contiene también esta vida, invertida. El Absoluto no está excluido de vida, incluso aquí. Es imposible. Aquí lo que dice la pérdida de un ser querido. Cualquiera que sea esta pérdida, es necesario ir más allá. Porque el sufrimiento no expresará en definitiva que, siempre y exclusivamente a la personalidad y sus carencias, sus frustraciones, incluso a través de lo que es llamado un vínculo de amor.
Esto no es la Libertad. Atrévanse ir del otro lado, allí donde está la Eternidad, allí donde está la verdadera Libertad y la verdadera Alegría, la Risa, más allá de todas las circunstancias de esta vida, de este cuerpo. A ustedes les corresponde saber lo que quieren: ¿mantener el sufrimiento o ser el Absoluto?
21 Mayo de 2012
Pregunta:
refutar y decir: “Padre, pongo mi Espíritu entre tus manos ya que todo se ha
cumplido”, facilita la Disolución?
¿Desde cuándo
el Padre tiene manos? ¿Desde cuándo tienes algo que entregar, a quienquiera que
sea? A través de la pronunciación de esta frase, tú te alejas de tu propia
Disolución en el Absoluto puesto que consideras que existe un Padre (dónde sea
que él esté situado). Mantienes por lo tanto el Sí. El Abandono del Sí no es
entregar, alguna cosa al Padre, sino confiarse en otra cosa (más allá de toda
forma, todo nombre y toda definición). No hay nada que hacer: permanecer
tranquilo, apacible. Todo se desarrolla, sin ninguna intención, sin ningún
rezo, porque el rezo considera que hay algo exterior. Es el principio y el
fundamento mismo de todas las religiones que los llevaron a creer, a
conceptualizar, algo inaccesible. El Padre: es la Fuente. La Fuente no es el
Absoluto. Ahora, tú has como quieras.
Pregunta: Fue
el Arcángel ANAEL quien nos dijo de decir esta frase en el momento último.
Para vivir el
Sí, para establecer el Sí, pero no el no Sí. Para crear una identificación,
llamada Comunión. Pero la Comunión no es la Disolución. Fusionar no es
fundirse. Hay una diferencia. La llamada misma que creas, crea una demanda y
una falta. El Absoluto no puede ser ninguna falta.
Pregunta: Ud.
dijo: “nada puede durar de lo que se inscribe en el tiempo de este mundo, salvo
lo que no se mueve, que es inmóvil”. ¿Y eso se revelará solamente por la
refutación y la interrogación de“Quién soy yo?
Encuéntrame
una cosa que no se mueva, en este mundo que gire en torno a algo. Es una vista
del espíritu. El Centro no puede estar en este mundo. Está por todas partes,
pero más allá del Todo. El tiempo, es el espacio. En cuanto sales del tiempo,
la ilusión, es hacer creer que hay un tiempo separado de un espacio, y un
espacio separado de un tiempo, creando la distancia. Eso no existe. El Centro
no es ningún tiempo. O entonces, es todos los tiempos, pero en el espacio (que
es el tiempo). La separación del tiempo y el espacio es parte de la ilusión.
Cuando eres Absoluto, el tiempo no existe. Él es el espacio, ese espacio donde
no tienes a nadie más, donde no eres más una persona, ni un individuo, y donde
no eres más un individuo: tú eres el Centro, el Absoluto. Y allí, te es dado a
percibir (más allá de toda percepción puesto que te has fundido dentro), el
azul-noche y miles de millones de estrellas. Allí, tú no te mueves. Estás en
ninguna parte y por todas partes. No puedes estar limitado a ningún tiempo o
algún espacio. Sólo el ego mantiene el tiempo porque lo que se mueve, lo que es
efímero, se inscribe en el tiempo, siempre (que eso sea esa bolsa de comida,
tus pensamientos, tus afectos, lo que ellos sean).
Pregunta: ¿Es
deseable pasar por la Fusión con mi Padre y la Disolución en sí mismo para
devenir Uno, y solamente después de esto, pretender el Absoluto pero?
Pretender el
Absoluto no permite ser Absoluto. Sólo desde que abandonas todo lo que crees
ser (e incluso el Sí), es que penetras en la no conciencia (o a-conciencia).
Los mecanismos de Disolución son, ante todo, el Abandono del Sí, el Abandono
del Yo Soy. A partir de este momento, aparece un Doble. Cualquiera que sea, no
lo personifiques (mismo si él está encarnado), porque el encuentro permite el
Absoluto. Si era capaz de fusionar con una brizna de hierba, vivirías
exactamente lo mismo. Por razones de conveniencia, tú eliges, en general un
dios (cualquiera que sea), un mejillón u otro Ser. En realidad, no lo eliges:
es el que aparece por tu propia resonancia, como una imagen en espejo. Mientras
no realices el Sí (si fuera el caso), es preferible elegir una imagen. Pero
viene un momento en que la imagen misma, debe fundirse (como tú te fundes). No
hay necesidad de entidad, ni de ti, por otra parte. Es necesario salir de la
visión que trae todo, hacia sí. El pensamiento ha sido hecho así (el mental
también), y ustedes tienen necesidad de verse. Pero mientras crean verse, a
través de algo exterior a ustedes, ustedes no se ven. Por lo tanto: no es
necesario traer nada a sí, es necesario dar el Sí. Mientras exista una
experiencia, una sed de experiencia, exista una contemplación del Sí, del Yo
Soy, el Absoluto no se devela. Para muchos, eso es muy difícil. Pues, en esos
casos, permanezcan en el Sí. En cualquier caso, mantente tranquilo. ¿Ya que
quién juega el juego de querer jugar algo? Sé el espectador, si no puedes salir
del teatro. Pero no seas el que desempeña el papel. Olvida, completamente. Sea
lo que sea que te diga tu ego (que eso es nulo, que eso es terrible), no es
verdad.
Pregunta: ¿Si
en Sí, hay aún modelos, creencias, es necesario hacer una introspección con el
fin de desalojarlos cuando se ocultan en el inconsciente, con el fin de
refutarlos?
¿O esperar que
aparezcan durante la vivencia? La refutación no debe concernir a lo que buscas.
¿Si buscas, en lo Mío, lo que es inconsciente, qué es lo qué pasa? Tú le das un
peso, una verdad, que no existe. Lo que aflora, lo que remonta, como
pensamiento, debe refutarse, pero no ir a buscar lo que no aparece. Si no,
vuelves a caer del Sí en el Yo, y cultivas la personalidad. Ninguna acción
sobre la personalidad permite salir de la personalidad. Es el ego que cree eso.
La refutación, es interesarse en lo que se manifiesta en el Sí o,
eventualmente, en el yo pero no vale la pena entrar en el yo. Si tú le concedes
crédito, lo revalorizas, juegas el juego de la dualidad, considerándote como si
fueras una sombra. Pero no eres la sombra de ti mismo: eres Luz y Amor. Nada de
otro. Todo lo que aparece en la conciencia es una sombra. ¿Por qué ir a
despertar lo que duerme y que no existe? ¿Para volverlo consciente? ¿Y mantener
el yo?
Pregunta: ¿Mis
actividades, mi trabajo, son incompatibles con el develamiento del Absoluto si
eso alimenta la dualidad, la ilusión o incluso el encerramiento?
¿Te das cuenta
el número de yo que has pronunciado (mi trabajo, mi actividad)? ¿Quién te ha
dicho de dejar cualquier cosa? ¿Quién te pide eso? Comienza por suprimir los yo
y los mí. Tú te has identificado. Más allá del cuerpo, tú te identificas con
tus acciones, con tu vida. No puedes poner fin a tu vida, puesto que no eres tu
vida. No es tampoco suprimiendo lo que es aparente, que vas a podar, o vas a
encontrar de esta forma, lo que sea. Te invito a escuchar de nuevo tu pregunta
para ver cuántas veces hay, mi vida, mí, mío, yo. Es sólo eso. Refuta eso y no
te ocupes más. No eres lo que se desarrolla. Deja vivir la vida que se vive.
Deja el trabajo hacerse. No eres el trabajo que se hace. Eso es lo que digo. No
dije que era necesario dejar alguna cosa. No hay ningún obstáculo al Absoluto,
si eso no es tú misma.
Pregunta:
¿Podría hablarnos del lenguaje y el silencio, en su vínculo con el Absoluto?
El lenguaje es
lo propio de esa bolsa de comida. La conciencia es una secreción de esta bolsa,
tal como la llaman. Incluso el yo Soy: ¿en qué se convierte cuando esa bolsa ya
no está allí? Crees tú que va a poder pregonar: ¿“Yo Soy”, del otro lado, sin
cuerpo? Eso es una ilusión. Luego, el silencio y el lenguaje. ¿Qué es, lo que
es el lenguaje? El espacio entre dos silencios. No hay silencio. ¿Hay solamente
el hecho de estar tranquilo porque, quién puede decirte que hay en el silencio?
Puedes hacer el silencio de las palabras. Puedes hacer el silencio de los
sentidos. Pero el cuerpo está siempre allí y tú estás siempre dentro. Eso es
justo una primera fase de la introspección, que va a hacerte vivir una
aproximación del Sí. El Absoluto no tiene nada que hacer del lenguaje. Porque
incluso el Yo Soy es un sonido. Un sonido primordial, el que aparece también en
Absoluto, en este azul oscuro y sus estrellas (que no lo son). Por supuesto que
puedes trabajar sobre el Sí, reforzarlo por la meditación, y por el silencio.
Pero todos esos no son más que juegos. El lenguaje es un obstáculo. Lo más
importante es permanece tranquilo. Si te olvidas de ti mismo, el Absoluto está
allí: sin buscar nada, sin pedir nada, sin buscar zonas de Sombra, sin buscar
una Fusión (se produce por sí mismo). Deja a ese cuerpo vivir su vida. Déjalo
hablar, si él quiere. Déjalo hacer silencio, si él quiere. Pero tú no eres ni
el lenguaje, ni el silencio. Eso pertenece a la ilusión. El lenguaje es creado
por la bolsa de comida: es una frontera de la conciencia. El silencio también.
Pregunta: ¿Una
extensión del vacío, una paz, un éxtasis, permite al Absoluto develarse si uno
se borra completamente de ese estado?
Sí. A partir
del momento en que consideres que no eres la experiencia que vives, en que
refutas esta experiencia (sin querer extraerte sino constatándolo), entonces,
el Absoluto está allí. Ya no podrás hablar más de una experiencia. La
experiencia pertenece siempre al Sí, a la Presencia, o al Yo Soy. ¿Porque si no
había observador que viva la experiencia, que quedaría como experiencia?
Ninguna. Es el Sí que juega por Sí mismo y consigo mismo. Eso es muy seductor
porque la conciencia no es más que una experiencia. Y cuanto más las
experiencias aparecen, más la conciencia se alimenta. ¿Cómo quieres tu, en ese
caso, llegar a ser lo que tú ERES? Hay experiencias que no puedes reproducir. Y
por otra parte, esta clase de experiencia ocurren siempre de improvisto, sin
avisarles, si no es así ustedes no lo vivirían, por miedo. Así, no te extraes
de nada. Refútalo, y permanece tranquilo. Deja venir y constatarás que hay algo
que está detrás del observador, detrás del que dice: “vivo una experiencia y un
éxtasis”. Allí, estás en la buena vía porque permaneces tranquilo. Si aceptas
que no eres tú quien vive la experiencia (sino él Sí), entonces, el Absoluto
está allí.
Pregunta: Una
de sus intervenciones me pareció límpida. Creí comprender que el Absoluto se
revelaba a nosotros, solamente cuando no se comprendía ya nada. ¿Cómo es eso?
El día en que
comprendas que no puedes comprender nada, el Absoluto estará allí. Va más allá
de lo que se comprende porque comprender, es asir, es apropiarse, es
justificar, es explicar. El Absoluto no puede ser, ni comprendido, ni
justificado, ni explicado. Y no es una experiencia. Entiende (como en la
pregunta anterior), que hay siempre una conciencia que observa. Ve más allá del
observador. No eres el que observa la pieza, ni incluso el sillón donde está
sentado. Es necesario salir del teatro, para concluir que no hay teatro. Pero
el hecho de salir no es una acción: es una inmovilidad completa donde tú eres
el centro de todo. Es el cubo de la rueda. Eso que digo no es para ser
comprendido. Justamente. Cuando eso aparece como límpido, eso ya no es el
cerebro. A veces es el Sí. Es la inmediatez de lo que entiendes que crea el
sentido, pero va más allá del sentido. Más allá de lo que es comprendido.
Acepta que de este lado (aquí donde estás) eres ignorancia, y que todo
conocimiento es ignorancia. Suelta tus conocimientos, y ahí considerarás (ya
que es la verdad total), que tu eres ignorancia. Porque yo podría preguntarte:
dime ¿quién Eres tú? ¿Qué habrías de responderme? Lo que sea que comprendas, el
Absoluto es inmóvil (que él esté en esa forma efímera) o que él no esté en
ninguna parte. No hay experiencia ni comprensión. Es un estado más allá de todo
estado. Desde que comprendes algo, tienes la impresión y te aparece claro, que
tú lo conoces. Sin embargo no puedes conocer algo que es exterior a ti. Es
necesario superar eso. El Absoluto no es una comprensión, bien al contrario.
Tampoco es una experiencia. Tampoco es un estado. Es el Último.
Pregunta: He
vivido la fusión con la naturaleza. El resto en el entorno era un decorado. El
Velo de la ilusión se desgarró y apareció la blancura de la Luz. ¿Qué era eso?
Eso se llama
la Infinita Presencia. Es el momento (como tú lo dices) en que el velo se
desagarra. Es de alguna manera (si puedo expresarlo así), la antesala del
Absoluto. Simplemente (como lo dices) fue una experiencia. Para el Sí es una
etapa. Ella es respetable. La cosa a realizar, no es a conmemorar, ni recordarla,
sino observar, más allá de la experiencia y de la memoria de ésta. ¿Quién eres
tú? ¿Hazte la pregunta; quién soy yo? ¿Soy el observador que ha visto ese Velo
desgarrarse? ¿Es que yo Soy la Luz que he visto? Tú no puedes ver lo que tú
Eres, de ninguna manera, cuando la experiencia puede reproducirse. Si ella se
reproduce (y ella se reproducirá), va más allá de lo que tu observas. Es la
única manera de hacer desaparecer el observador. Como lo dices: es un decorado.
Pero va también más allá del decorado. Es una fase previa. Lo que puedo decirte
por eso; olvida esta experiencia, ella ya tuvo su efecto. Ella tendrá todavía
más efecto. Recuerda: Que no eres jamás las experiencias que vives, mismo si la
conciencia está ávida de sus experiencias (si es posible luminosas y no
oscuras). Te aliento, por lo tanto a sobrepasar la experiencia.
Pregunta: ¿La
memoria que se licuó es una ayuda para superar el juego del mental o es un
juego, una recuperación del ego?
No. El ego
tiene necesidad de la memoria. Observa el niño que es virgen. No está afectado
por memoria alguna, al menos tan joven. La memoria está vinculada al tiempo y a
su separación con el espacio. ¿Tiene la memoria de lo que eras antes? La
memoria no te es de ninguna ayuda. Entonces, alégrate. Verás que si tu memoria
desaparece, ¿qué es lo que queda? El Absoluto. La memoria pertenece a este
mundo. Ella hace parte de la experiencia. Eso no es la vida. Por lo tanto
alégrate.
Pregunta: No
experimento ya los Estados de Beatitud que me ayudaban a vivir. ¿Debo renunciar
a esos Estados, para estar en el Absoluto? Tengo la impresión de perder el
contacto con lo que llamaba el Divino. ¿Eso quiere decir que debo refutar ese
estado, o quizá el Sí?
Si lo has
refutado (o que no lo hayas refutado), constatas que ya no está allí. Tú mismo
dices que era una ayuda, para soportar. Pero el Absoluto no necesita ninguna
ayuda, ni de ser soportado por algo. Porque es lo que tú ERES. El Absoluto es
Beatitud, pero no ayuda a soportar nada, porque tu naturaleza es ser la
Beatitud. Y no de vivir la experiencia de la Beatitud. Por supuesto, que eso
debe desaparecer de la experiencia, para que eso pase a ser realmente, lo que
tú Eres. Ya lo dije: ¿la Vibración, el Samadhi, las salidas del cuerpo, todo
eso representa qué? El Sí, la a-conciencia. Ir más allá de la conciencia: es no
tener ya conciencia, ni memoria, ni Vibración, ni nada. Cuando eso llega, o tú
te afliges (y es el Sí que se aflige), o estés de acuerdo y todo se desplegará,
para ti, sin esfuerzo. Eso probará, de algún modo, que has renunciado. Hay,
realmente, un Abandono del Sí. Has construido el Yo Soy. Has vivido el Yo Soy.
Es hora de sobrepasar eso. Es lo que se produce. Entonces, acoge. Y no tendrás
ya que soportar la vida. La Vida se desarrollará. Estarás aquí (en este
cuerpo), pero también, por todo en otras partes. Ya no serás afectada por la
repetición de este tipo de experiencia o su desaparición. No debes alimentarte
con la Luz, sino Ser la Luz. Es lo que tú ERES. Entonces, el ego va a
inventarse sombras, proyecciones, experiencias. Él llama a eso, el Divino. Pero
cuando eso desaparece, estás madura.
Pregunta: ¿Qué
son los Leilas del Señor?
Es un juego.
Es la escena de teatro. La vida es juego. A veces, tienen papeles de
comediante, otras veces papeles de verdugo, algunas veces papeles de víctima. A
veces son felices, otras son infelices. Pero son estos juegos, precisamente,
que mantienen la conciencia, el Yo Soy o el Ego. Los Leilas del Señor: es ir
más allá, es decir, reconocer lo que pasa. Es considerar que el mundo no es más
real que tu. Es el decorado que está allí, que permite a la conciencia
manifestarse. Porque, sin manifestación, no habría conciencia (cualquiera que
sea esta manifestación). Porque la manifestación es siempre una expresión y una
proyección, al exterior (cualquiera que sea este exterior). Entonces, son
juegos. La conciencia juega a observarse. El Absoluto no es consciente.
Pregunta:
¿Ignorar sus pensamientos es una manera de dar, aún, peso a su mental?
No, en
absoluto.
Pregunta: ¿Es
que no había identificado, que alimentaba mi yo y que tendría que conocer hoy?
¿Si algo no
está allí, si tu conciencia no lo vive, por qué quieres tú que te responda de
manera precisa sobre tu inconsciente? ¿Quieres que alimente qué? Hazte la
pregunta: ¿estás aún observando, si no es tu propio ombligo? No es necesario
jugar con los miedos. No hay nada que cavar porque si cavas un agujero: te caes
dentro. Es, hasta cierto punto, lógico. No vayas a buscar lo que no te pide
nada.
Pregunta:
¿Cómo permanecer calmo, inmóvil y tranquilo?
Permanece
tranquilo. ¿Qué quieres tú que te diga? Porque si te doy algo a hacer (un
consejo), estarás aún menos tranquilo. Persigues un objetivo que no puede
existir. Sal de ti mismo. Y, no te observes el ombligo y ese cuerpo que tiene
necesidad de moverse. El expresa miedo. ¿Quieres saber cuál es este miedo? Eso
no sirve de nada, si no es de reforzar el ego. Olvídate, tu también. Participas
del movimiento, porque te identificas al movimiento. ¿Mientras creas que eres
el movimiento de ese cuerpo, que se mueve sin parar o de estos pensamientos que
surgen, cómo quieres estar tranquilo? Y si quieres oponerse a eso, hazte la
pregunta: ¿quién se opone? Siempre el yo. El Absoluto no se opone a nada: él
está, más allá del Ser. Él es el no ser, el no Sí. Por lo tanto, ninguna
técnica del Sí o del yo puede solucionar lo que me pides. Eres tú quien debe
cambiar el punto de vista. Eres tú quien debe desplazarse del movimiento. Porque
si añado otro movimiento: ¿qué va a pasar? El Absoluto estará aún menos allí.
Es así, no puedo alimentarte.
Pregunta:
¿Vivir la Disolución, Fusión, Disolución con su Mónada, corresponde a realizar
la Disolución del Sí? Realizado esto, entonces, ¿las condiciones son ideales
para vivir el Absoluto?
No existe
ninguna condición al Absoluto. El Absoluto no es una etapa, ni una realización.
No obstante, el Sol, o una brizna de hierba, pueden permitirte realizar eso más
fácilmente, ¿por qué? Porque la conciencia no es ya tributaria de esa bolsa de
comida. Ella misma se concibe, existente fuera de esta bolsa, es el “Yo Soy”,
el Sí. El error sería creer que hay condiciones, preliminares: allí no hay
ninguna. Buscas, a través de conceptos (a través del mental), porque tienes que
colocar conceptos y apoyarte en ellos. Y eso, eso formará siempre parte de la
experiencia. En cuanto buscas, ya estás en el error, porque no hay nada que
buscar. Buscar, es salir de la tranquilidad, es reactivar el juego de la experiencia.
Ahora bien, toda experiencia debe cesar. Incluso lo que nombran Mónada o Doble
o brizna de hierba, llega a ti cuando estás listo. No eres tú que va hacia él,
si es así, es un deseo, es aún una experiencia. No te ocupes tampoco de eso,
para de poner conceptos o condiciones. No puedes salir con la reflexiones, es
imposible: toda reflexión es un espejo del yo o del Sí, y nada más.
Pregunta:
¿Debe uno alegrarse cuándo no vive ninguna experiencia?
Sí, e incluso
cuando duermes.
Pregunta: Yo
ya salí del teatro, pero para encontrar un segundo decorado. ¿Qué es lo que
pasa?
No te alegres:
sustituir a un teatro por otro teatro no sirve de nada. Es aún una experiencia,
como tú mismo lo dices. Es necesario cesar las experiencias. Por supuesto, se
producen porque la conciencia sólo es experiencias, cualesquiera que sean.
Sustituir un teatro por otro teatro, no sirve de nada. Hay un momento en que
todos estos juegos deben cesar. Es la avidez que crea la experiencia.
Constatarás que en el momento en que no hay ya ninguna avidez, ninguna espera,
ningún deseo, todo llega. Pero no una experiencia. El Absoluto no se nutre con
ninguna experiencia. Las contiene, que no es la misma cosa. Es necesario
expulsar la avidez, el deseo. Repito, permanece tranquilo, no te canses con
salir de un teatro para entrar en otro. Que sea más bonito o menos bonito, no
cambia nada. Toda experiencia es del orden de la avidez o del deseo. Consciente
o inconsciente: eso no tiene ninguna importancia. El deseo no es más que la
expresión, o de ese bolso de comida, o del alma, pero sigue siendo solo un
deseo. A partir del momento en que no hay ya ningún deseo, el Absoluto está
allí, porque es lo que tú Eres. Tú no Eres un deseo y aún menos una
experiencia. Hasta que aceptes soltar todo: Abandonar el Sí. Mientras él viva
experiencias, incluso si se acerca o da la impresión de acercarse, el Absoluto
no está allí. En todo caso, tú no estás allí. El Absoluto, ha estado siempre
allí.
Pregunta: Esto
no estaba vinculado a una voluntad de experimentar, pero se produjo
espontáneamente cuando entré en el sonido.
¿Y más tarde?
La experiencia, incluso que no te interesa, no es más que una proyección de tu
conciencia. El sonido desemboca en el Absoluto, si no desemboca en una
experiencia. Sobrepasa la experiencia. Y no me digas que no lo has querido,
porque nada se produce si no deseas nada. La palabra avidez es justa porque si
hay experiencia, hay deseo. O entonces, la experiencia debe ser, precisamente,
la pérdida de toda referencia, y no otra referencia. No hay movimiento en el
Absoluto. Toda experiencia no surge de ninguna parte, ella se construye en
alguna parte. Que vean elefantes rosados o un teatro, no cambia nada: es
siempre una proyección. Hasta que el decorado desaparezca completamente, es
cuando el Sí desaparece también, no antes.
Pregunta:
¿Cuándo uno entendió que es necesario estar tranquilo, ya no hay más preguntas
a plantear?
¿Eres tú
Absoluto?
No. Yo no sé
nada. Sí, ciertamente.
¿Qué es lo que
se mueve, en estas respuestas, si no es el ego? Ya respondí a una pregunta,
detenidamente, a alguien que no tenía preguntas. La cuestión no existe más que
la respuesta y por lo tanto no es un juego.
Pregunta:
¿Cómo soltar todo y abandonarse a la Simplicidad?
Reconociendo
lo que Eres: Absoluto. No hay nada que dejar. Quién plantea la cuestión, si no
es el ego. ¿Quién cree que debe liberar algo? Permanece tranquilo, eso no es
liberar nada: es refutar. Mientras pretendas soltar algo, es que consideras,
por supuesto, que hay algo que soltar. ¿Qué quieres dejar, puesto que Estás ya,
suelto?
Pregunta
¿Podrían volver sobre el concepto de Absoluto inclusivo y la necesidad de no
negar la ilusión?
Concebir que
eres una ilusión, por lo tanto efímero, no hace sin embargo desaparecer lo
efímero: el desaparecerá por sí mismo. No tienes que poner fin a este cuerpo:
él está programado para desaparecer. Eso es cambiar de punto de vista,
simplemente. Cambiar de punto de vista, expresa la Verdad y la Realidad.
Mientras te asignes a este cuerpo, estos pensamientos, esta vida, estás en el
punto de vista de éste cuerpo, ésta vida, estos pensamiento o en esta
experiencia. Pero no eres ni la experiencia, ni el cuerpo, ni el pensamiento
porque todo eso pasa. Acepta simplemente eso, no tienes ningún medio de actuar
sobre la ilusión porque, a partir del momento en que varias conciencias
existen, ellas crean una ilusión común que llaman mundo. Vive lo que tienes que
vivir, con entusiasmo, con pasión, si quieres, pero no sea eso. No hay nada de
incompatible en lo que digo, excepto para el ego. Tú no Eres ese cuerpo, no más
de lo que Es este Mundo. Sólo existe porque estás ahí insertada. ¿Quién es
responsable de esta inserción? ¿Tus padres? ¿Tú conciencia? ¿Quién? Si llegas a
ver, sin ver, más allá de todo eso, has cambiando el punto de vista (no te pido
creer esto que te digo, sino de colocar tu conciencia en el buen lugar),
entonces el decorado desaparecerá, y la Luz estará allí. Y en la llamada etapa
Última, entenderás qué es eso y que la ilusión se incluye en eso. Sólo es el juego
de la conciencia. El propio Absoluto no puede verse a sí mismo. Es lo que tú
Eres.
Pregunta: ¿Si
no se encuentra el Absoluto en nuestra vida, qué es lo que pasa más tarde?
La conciencia
existe aún y en consecuencia se proyectará.
Pregunta:
Usted precisó que el silencio es una cuestión. ¿Puede responder sobre eso?
Sí. Las
palabras que, hoy, pueden parecerles desprovistas de sentido, la opinión, el
punto de vista. Y sobre todo “permanecer tranquilo”: todo está contenido
dentro. El Absoluto es eso.
Pregunta:
¿Colocar su conciencia en el buen lugar es colocarlo a nivel del Absoluto?
No, tira eso.
Poner la conciencia es una atención. Eventualmente, puedes servirse del sonido.
Tú te apoyas en el Yo Soy, pero no es el Yo Soy, es el no Sí. Cambiar de mirada,
esto no es colocar la conciencia en cualquier parte, precisamente. Es ya no
colocarla, ya no experimentar. Hasta cierto punto, al entrar en el silencio de
la conciencia. La opinión cambiará por sí misma, sin tener que poner alguna
cosa.
Pregunta: ¿Es
necesario dejar el sonido penetrarnos?
Pero, si tu
Eres el Sonido. Si consideras que un sonido te penetra, consideras al sonido,
exterior a ti. Por lo tanto, la opinión y la mirada no son buenas.
Pregunta: ¿Es
normal tener la impresión que mi cuerpo no me pertenece?
¿Pero como
querrías qué tu cuerpo te pertenezca?
Pregunta:
¿Cuándo se tiene la impresión de ya no existir, es una experiencia del
Absoluto?
Tienes tú
mismo la respuesta: es una experiencia. El Absoluto no es una experiencia. Eso
comienza a entrar. Estás allí. Siempre lo has estado. Entiende y libera todo.
No hay nada que soltar.
Pregunta:
Cuando uno lo siente…
¿Quién siente?
Pregunta: ...
una presencia a la izquierda, ¿cómo vivir esta resonancia?
Ella está
allí, puesto que la sientes. ¿En este cara a cara (que es, un lado a lado), qué
va a pasar? El Absoluto. A partir del momento en que no eres ya tu, y que tú
Eres lo que está a tu lado, en este frente a frente, compruebas que no hay
nadie en frente puesto que ni uno ni otro son verdaderos. Son, precisamente,
esas condiciones que muestran, lo que ustedes Son. Es un descubrimiento y no
una experiencia porque, cuando eso Es, en ese momento, tú sientes. Después, lo
experimentas. Después tú lo vibras. Después tú, fusionas. Y después, el Absoluto.
Pero esto no es un después, eso ha estado siempre allí. Simplemente, tu
conciencia no se ha desplazado suficientemente y cuando se haya desplazado
suficientemente, desaparecerá. Todo eso les fue explicado por los Arcángeles,
los Ancianos, las Estrellas. Les digo la misma cosa. El Absoluto no conoce la
distancia. Hasta cierto punto, es el cara a cara del Sí al Doble, que viene a
poner fin a la distancia. Eso no es una experiencia.
Pregunta: ¿Y
si se vivió una experiencia de Fusión con el Doble, pero que es parcial?
Es como un
examen, hay parciales, ¿es que tú comprendes?
-No
Tanto mejor.
Pregunta:
¿Volverse el Sonido y el temblor, al mismo tiempo, eso es justo?
Desde un
cierto punto de vista, se puede decir que despegas. Por lo tanto permanece
tranquilo. Eso es justo. Es la Presencia Infinita. Es necesario ir más allá,
pero está bien.
No tenemos
otros cuestionamientos, le agradecemos.
Entonces,
callémonos. Esto fue una felicidad para BIDI. Y una felicidad para ustedes,
aunque no lo comprendan. BIDI les saluda y les digo hasta la próxima vez.
BIDI-1
3 de Junio 2012
Pregunta:
¿Cómo abandonar la expectativa y la búsqueda del Absoluto?
Ya se dijo que el Absoluto no
puede buscarse ya que: ¿cómo buscar lo que ya ERES? Toda búsqueda, todo
supuesto camino, transitado o buscado, toda investigación en un pasado, de lo
que sea que ese que yo soy, aquí y ahora, no puede, sino alejarte del Absoluto.
El Absoluto no puede conocerse. Hace parte de lo desconocido. Por lo tanto
debes refutar todo lo que es conocido. Pasa tu tiempo, no en buscar el Absoluto
(no lo puedes), sino en refutar todo lo que te es conocido. En un momento dado
(y este momento dado es muy cercano porque lo que propongo es muy simple), el
cerebro, la personalidad, el ego, e incluso la individualidad, no puede
mantenerse, más allá de un determinado tiempo, con relación a la
refutación.
El sentido del yo, aparezco antes de tres años. Es entonces que
aparece la distancia entre el sujeto y el objeto. Es el momento en que la
Conciencia toma conciencia de sí misma y se distancia con relación a todo lo
que puede, sentirse, experimentarse, ser visto, percibido, establecido,
poniendo como un límite y una barrera entre tú y el mundo. Es esta distancia,
esta barrera que crean a la persona, y crea al individuo. Te basta simplemente
con aceptar que no hay nada a perseguir, nada a buscar, ni esperar, sino
simplemente, posar una mirada lúcida sobre todo lo que es efímero. Tu Eras,
antes de estar en ese cuerpo. Ya Eras, antes de que el mundo exista. Y Serás,
una vez que el mundo haya desaparecido. ¿Pero qué serás tú? Eso no es una
proyección en el futuro, aún menos en el pasado, sino el establecimiento de la
Conciencia más allá de la Conciencia. La Conciencia es experiencia: ella se
alimenta con la experimentación. Hasta cierto punto, crees ser él o la que
experimenta. Tú te identificas a la escena, te identificas al teatro, piensas
que hay un camino y lo recorres porque tú lo creas. No les enseñaré nada
diciéndoles que el pensamiento es creativo. ¿Pero de dónde viene el pensamiento?
¿Es que él es previo a la existencia de esta bolsa de comida? ¿Es que tú tienes
el recuerdo? ¿Qué pasa cuándo meditas? ¿Qué pasa durante las experiencias
místicas? Incluso la más increíble, la más extraordinaria. Y bien, es simple:
hay siempre algo que observa. Y este algo que observa no es afectado por la
experiencia, ni por la Conciencia misma. El que observa no es una persona, no
eres tú, en el sentido de una individualidad, sino es mucho más vasto, mucho
más ilimitado que lo que podrías imaginar, concebir o pensar. A partir del
momento en que observes tus propios pensamientos, la forma en que nacen (es el
principio mismo de la meditación) vas a poder, inicialmente, salir de la
linealidad. No para escapar a cualquier cosa o a quienquiera, porque te
recuerdo que el Absoluto engloba también la Ilusión. Todo lo que es efímero es
ilusorio. Lo que es permanente es infinito e indefinido. Observe lo limitado.
El Absoluto observa lo efímero. Lo efímero está contenido en el Absoluto. Nada
puede estar fuera del Absoluto.
El problema, es que la Conciencia se coloca
siempre en un relativo, en algo limitado, fragmentado, dónde hay sentido de
posesión, donde hay sentido de una atribución, de un papel, de una función, o
pertenencia de alguna cosa. Que eso se relacione al cuerpo, o a la familia, a
un objeto incluso o, para los que realicen el Sí, el sentimiento de ser la
Tierra entera y las Conciencias que son contenidas allí. Eso no es el Absoluto,
sino está contenido en el Absoluto. Ahora bien, tu Eres Absoluto. Nada limitado
puede ser lo que tú Eres. Hay pues primero, una forma de lógica, a establecer
el “yo soy” porque no se puede construir y construirse que en oposición o en
confrontación al no Sí. Es lo mismo para el yo que se construye y se elabora a
partir de tres años, a partir de un no yo: es la distancia sujeto-objeto. El
Absoluto te dice: “tú no eres ni el sujeto ni el objeto”. No eres la relación
entre el sujeto y el objeto. Y es así, desde la Eternidad, porque la perfección
no es jamás efímera. Tú eres perfecto. Sólo la visión de la construcción del yo
y, para los que están en camino espiritual, la construcción del Sí, no son más
que alejamientos de la Verdad. Todas las verdades que descubres, todas las
verdades que estableces como válidas, en tu vida, un día u otro, son barridas.
Estás en un cuerpo. Este cuerpo va a desaparecer, es ineludible. Esta Tierra
desaparecerá, el Sol desaparecerá, el Universo desaparecerá. Vuestros
científicos lo dicen. ¿Qué ocurrirá contigo, en ese momento? Por supuesto, mientras
estés en el yo, y que jugas el juego, eso no tiene ninguna importancia porque
la escala, dicha de tiempo, escapa completamente a tu comprensión como a todo
concepto. El sentido mismo de la identidad de una persona, de un individuo, del
Sí, no es más que un concepto. El ser humano encarnado tiene por costumbre de
definir. Define a partir de una forma limitada (objeto o sujeto) pero todo eso
es efímero. Lo más difícil (y que es a la vez lo más simple), es aceptar, de
una buena vez por todas, que no hay nada que buscar, y que el camino sólo
existe si consideras que hay un camino, que si consideras que hay una montaña a
escalar o descender, es la misma cosa. ¿Pero quién es que escala la montaña o
quién es que la desciende? El concepto de esfuerzo es conocido en este mundo.
Todo es un esfuerzo. Es necesario ganar su vida. Lo que te propongo, no es de
no ganarla, sino de comprender, a fin de integrar, de sobrepasar, de
trascender, y de romper las amarras a lo finito. No ya de desviarse (eso aún
sería, un error), sino más bien de colocarte en otra parte que en lo que es
conocido. Para eso, no hay otra solución que aceptar el principio de lo que
debe refutarse. Salir del encerramiento, es sobrepasar todos los límites, no en
una especie de desorden, sino más bien, superar el orden y el desorden. Es
establecerse más allá del orden y del desorden, como más allá del bien y del
mal. Más allá de la dualidad. Más allá de la Unidad. Es ya no desempeñar ningún
papel, sino aceptar vivir lo que te propone este mundo. No se trata de
desviarse de este cuerpo puesto que estás dentro. Pero no eres este cuerpo. No
es una negación del cuerpo, ni una negación de la vida, sino más bien, la
transcendencia, la transfiguración y la resurrección de la verdadera Vida:
aquélla que no se termina y que por otra parte, nunca no ha comenzado. Lo que
incomoda, es el testigo. Lo que obstruye, es el Sí. Lo que obstruye es creer
que hay un camino, creer que hay una verdad a encontrar.
El mundo es una
proyección. ¿Una proyección de qué? Del pensamiento y de la Conciencia. Tú no
eres ni el pensamiento, ni la Conciencia, ni el agente que proyectó la
Conciencia o el pensamiento. Estás más allá de todo eso. Como yo lo decía: no
es una búsqueda, eso no es un tiempo porque a partir del momento en que consideres
que hay tiempo a consagrar, tú permaneces en lo que tiene fin. Y el Absoluto no
puede estar allí, para ti. Te has desviado, hasta cierto punto del Absoluto. El
Absoluto está más allá de la Alegría porque la Alegría es la contemplación del
Sí, poniendo fin a una determinada forma de sufrimiento, efectivamente, pero
que no responde nunca a la pegunta de quién Eres, porque el Sí, no es más que
una proyección en una diferente densidad de la que conocen en el yo, pero que
permanece inscrita en el yo. ¿Dónde quieres ser inscrito? La única angustia del
humano, es la desaparición. Ustedes no pueden desaparecer. Ese bolso de comida
desaparece. Este mundo desaparece. El universo desaparecerá. Los conceptos y
los pensamientos desaparecerán. Pero lo que sostuvo eso no desaparecerá jamás
porque él, nunca ha aparecido, precisamente. Por lo tanto, observa, sin buscar.
Cambia simplemente la mirada. ¿Quién es que nunca ha aparecido? ¿Qué es lo
nunca ha desaparecido? ¿Quién es que sostiene todas las experiencias, sin participar
en la experiencia? Ese no es ni el testigo, ni el observador. Es algo que está
aguas arriba, si puedo expresarme así. Es lo que tú Eres, no en el yo soy, sino
en la negación misma del yo soy. Recuerda que mis palabras no están destinadas
a ser entendidas por todo el mundo, porque se enfadan. Se enfadan con lo finito
y enfadarse con lo que tiene fin, es a veces perjudicial. Mientras consideres
que no has terminado de llevar tus experiencias (que no pertenecen más que a tu
cuerpo), por supuesto, el Sí se gargariza del despertar de la Kundalini, de sus
viajes, de sus sueños, su Paz, su Alegría. ¿Pero incluso eso fluctúa ya que
quién puede decir, incluso en el Sí, que él pasa la Eternidad en el Sí?
Reflexiona: ¿qué ocurre con el Sí, una vez que ese cuerpo ya no está allí? ¿Qué
ocurre con la Conciencia, una vez que este cuerpo ya no está allí? ¿Dónde
estabas tú antes de ser en este cuerpo? ¿Estabas en otro cuerpo? ¿Y aunque ese
fuera el caso, si hay al parecer una solución de continuidad entre otro cuerpo
y este cuerpo, dónde estabas tú entre los dos? ¿Tienes tú la clara visión, el
claro sentimiento? ¿Sabes tú lo que está más allá o, como se lo dijeron muchos
enseñantes, el tiempo no existe. Es bien bonito. Si el tiempo no existiera,
este cuerpo no existiría. Simplemente. Esta Conciencia no existiría. Esta
presencia no existiría. Sólo permanecería Absoluto, este Último. Pero este
Último, una vez más, no es una búsqueda. Es una Verdad que no depende de
ninguna experiencia, de ningún cuerpo, de ningún concepto, de ninguna
Conciencia.
La Conciencia está vinculada a la experiencia y a la proyección,
cualquiera que sea la Conciencia. El único momento en que no tienen conciencia
es cuando duermen, y con todo, ustedes se despiertan por la mañana teniendo,
como ya dije, el sentimiento de ser los mismos. ¿Porque hay qué? La memoria de
la víspera, la memoria de una historia limitada a esta vida, o (para los
investigadores espirituales) todas vuestras vidas. ¿Pero qué importa? Lo que
eran ayer, no es lo que son hoy. Y lo que son, realmente, no tiene nada que ver
con el tiempo. El tiempo es una creación artificial, cualquiera que sea el
tiempo. Por otra parte, el tiempo, es el espacio desprovisto de tiempo, pero no
son tampoco ningún espacio. No dependen del espacio-tiempo. Lo que depende de
espacio-tiempo es una persona. Ustedes no son una persona. Es un juego.
Mientras sigan siendo una persona, alternarán placer y desagrado, sufrimiento y
alegría. En cuanto hay emoción, allí hay tiempo, hay reacción. Mientras hay concepto,
y hay pensamiento, hay tiempo. El tiempo es la Ilusión que les hace creer en un
camino y que los pierde sobre éste, que les da satisfacciones, que alimenta la
Ilusión y la esperanza o la desesperación, pero ustedes no son ni esperanza ni
desesperación. Son lo que se llamó la Morada de Paz Suprema, esa Beatitud
Absoluta que existe en cuanto no son más una persona ni un individuo. Ahora
bien, la paradoja, es que la persona, como tú lo expresas, o el individuo, si
estás en el Sí, pasa su tiempo reivindicando una búsqueda de lo que ya está
allí. Cuando hayas agarrado que no hay nada que buscar, que no hay nada que
investigar, que no hay ningún camino, el camino y la búsqueda se detendrán por
sí mismos. Saldrás de la esperanza y la desesperación. Ya no serás afectado por
la vida de este cuerpo, por la vida de estos pensamientos, de estos conceptos.
Y con todo eso no desaparecerá, porque eso tiene un término, pero el ego va a
hacerte creer que si optas este punto de vista, pones término a tu vida, lo que
es falso. El ego es muy astuto para evitarte pensar así, porque sabe que si
adoptas esta clase de pensamientos, esta refutación, el va a desaparecer. El
bolso de comida que eres, ocupará siempre un espacio y un tiempo dado, pero no
serás ya esta persona ni esta identidad. En ese momento (que no depende de un
tiempo, sino desde un punto de vista), sal de este concepto lineal de tiempo.
No hay espera, ya está allí. Aceptar eso, es extraerse del juego de la persona
o el individuo. Lo repito, aún, para ti: la espera y el camino corresponden al
tiempo. El ego va a encontrar todos los pretextos para decirte que la vida es
eterna, ¿pero sabes tú lo que es la Vida? ¿Dónde está la Vida? ¿Está en lo
efímero, en lo que es perecedero, o en lo que sostiene absolutamente todo?
Si
insisto tanto en el punto de vista, es que éste les hace salir del tiempo. Y la
única manera de salir del tiempo, es volver a entrar en el espacio, no para
ocupar el espacio o los espacios, no solamente, para establecer comuniones,
Fusiones o incluso Disoluciones, sino más bien, para extraerse ustedes mismos
de vuestra propia Conciencia, lo que nombré no-conciencia. La Conciencia tiene
tanto miedo de no existir más que se construye quimeras en el yo, como en el
Sí. La no completud del yo o del Sí, los complace en buscar ésta mientras que
ella ha estado siempre allí. Simplemente esta completud ustedes la instalan en
el tiempo de una vida o de varias vidas o en conceptos y pensamientos que se
extienden también en el tiempo. Y mantienen así, de manera indefinida, la
experiencia. La experiencia no es el Absoluto. Precisamente, es el cese de la
experiencia, de toda Ilusión. La morada de Paz suprema es el testigo del
Absoluto, en la forma. La forma ya no es afectada, ni por los conceptos, ni por
los pensamientos, ni por las experiencias. Va allí donde debe ir. La vida se
desarrolla como debe desarrollarse, en la más grande de las facilidades,
incluso con una enfermedad muy grave, sin comer, sin dinero o incluso en la
riqueza y la felicidad. Eso no cambia nada. ¿Qué es lo que cambió? El punto de
vista. Cambiar de punto de vista: no hay otra alternativa. Es necesario
entender también que la culpabilidad no sirve de nada. Si consideras que las
experiencias son buenas para ti, entonces tienes la eternidad de tu tiempo para
realizarlas. No consideres nunca el Último como un objetivo ya que no es un
objetivo. Es una Realidad Absoluta que está ya allí. Eso es, hasta cierto
punto, el nudo del problema. La Conciencia está ligada a lo lineal y al tiempo.
Ustedes no están amarrados a la Conciencia y aún menos al tiempo. Prosigamos.
Pregunta:
¿Cómo vivir la paz y la alegría?
Te responderé: ¿por qué vivir la paz y
la alegría? Ya, en la pregunta, significas que la paz y la alegría no están
allí. La Morada de Paz Suprema no tiene nada a hacer de la paz y alegrías
efímeras. Incluso la alegría del Sí, tampoco. Sólo tiene por el recuerdo de la
experiencia o por la repetición del Sí instalado en el Samadhi, como
experiencia. Debes en primer lugar definir lo que quieres porque, cuando dices:
¿cómo vivir la paz y la alegría o estar en paz y en alegría? ¿Quién pide eso,
si no es la personalidad que quiere apaciguarse, pero sobre todo, mantenerse,
seguir existiendo? ¿Qué es lo que hace que la personalidad tenga necesidad de
mantenerse y de existir? Es, por supuesto, el miedo. Pero mientras el miedo
esté allí, cualquiera que sea, ninguna paz, ninguna alegría, puede conducirte a
la Morada de Paz Suprema. El miedo se inscribe en la memoria, en la historia y
en las experiencias, porque el bolso de comida sólo existe por el miedo. Sin
miedo, no habría siquiera aparecido. No tendría necesidad de desaparecer.
Buscar la paz y la alegría, es buscar un medicamento espiritual, no químico,
pero un medicamento. Es saber que algo no va. Es querer aportar una solución.
No hay solución. No hay problema, tampoco. Todo depende de la mirada. La paz,
la alegría, es algo que quieren conquistar porque consideran que es exterior a
eso que Son, porque todo eso es resultante del principio de falta, del principio
de miedo. Precisamente, el miedo y la falta son la característica de lo
efímero, de todo lo que es dual. El equilibrio de la dualidad no podrá jamás
alcanzar la Morada de Paz Suprema, porque ese equilibrio es inestable. El
oscila, ya sea en el yo o en el Sí.
Sólo el Absoluto, que tu Eres, de toda
eternidad, te permitirá sobrepasar este “cómo” o este “porqué”. También allí,
el punto de vista es primordial, porque mientras reflexionas, mientras hagas
esfuerzos, creyendo progresar, permaneces, moras en la personalidad y en ningún
caso, en la Morada de Paz Suprema. Es necesario cambiar de Morada. Este cuerpo
está allí y si lo suprimes, el volverá. No hay pues nada a que huir, no hay
nada a rechazar, o a adoptar. Solo tienes que cambiar tu mirada. Porque cualquier
mirada adoptada por la personalidad o el Sí no es más que el resultado de una
proyección, de un concepto, de un pensamiento, de una idea o de otra cosa. Si
quieres vivir la Libertad, más bien que la paz o la alegría, entonces libérate
porque ya lo Eres. La Conciencia, te lo recuerdo, es una proyección, al
exterior. Tú construyes el Sí, como el yo, a través de la negación de lo que
eres tú, de lo que no es el Sí. Defines, para eso, una serie de criterios o
ideales. Y buscas. Por supuesto, es más fácil estar en el Sí que en el yo,
porque en el Sí, la paz y la alegría son más frecuentes, incluso cada vez más
frecuentes, en intensidad, en tiempo, en espacio y en Conciencia. Pero eso no
será nunca la Morada de Paz Suprema porque eres tributario de lo que tú mismo
has creado como concepto, como idea, como pensamiento, como objetivo. A partir
del momento en que aceptas que no hay ni cómo, ni porqué, y en consecuencia
ningún objetivo, la verdadera Paz puede comenzar a aparecer a tu mirada porque
la verdadera Paz no depende de ninguna circunstancia exterior, ni incluso
Interior. Esta paz, llamada Morada de Paz Suprema es lo que es el Absoluto, no
dependiendo de ninguna condición, ninguna idea, ningún concepto y sobre todo de
ninguna proyección. Aceptar eso, es vivirlo. Pero no pongas detrás, el concepto
de objetivo. No metas, detrás, una espera. En resumen, no metas ningún tiempo
porque el ego, como el Sí, van a intentar atraparte en el tiempo, un tiempo más
o menos largo, más o menos amplio, pero siempre un tiempo.
Remplaza el tiempo
por el espacio. Es decir: no busques a localizarte en otra parte, no más de lo
que pretendes localizarte, en este cuerpo, en esas ideas, en esos conceptos o
en esos pensamientos. En ese momento, la necesidad de experiencia se callará. El
propio observador será él mismo, visto. Y tú eres exactamente, lo que se
mantiene detrás del observador quién, nunca ha experimentado algo. Es el sueño,
es la Disolución. Son los momentos, que todos conocieron, en la mañana al
despertar: ¿quién soy yo y dónde estoy? Cuando se despiertan de esa manera, más
que de pensar en vuestras angustias, vuestro marido, vuestra mujer, ¿Qué es lo
que pasa? Están precisamente, un milésimo de segundo, un segundo, en la Morada
de Paz Suprema. Recuerden que es siempre la Conciencia que busca la prueba, que
busca la experiencia, que busca el tiempo. A partir del momento en que
entiendes eso, no te haces más la pregunta de la paz y la alegría. Pero para
eso, debes extraerte de todas las definiciones: “soy un hombre”, “soy una
mujer”, “tengo tal edad”, “tengo tal trabajo”, “ocupo tal función”. No son nada
de todo eso. No dije que eso no existía. Al contrario: eso existe. ¿Pero eres
tú ese que existe o Eres tu otra cosa? Si quieres la paz y la alegría, no seas
nada de todo eso. Extráete, tú mismo. Para eso, la persona debe desaparecer, no
desaparecer por un final de vida que sólo sería, un espectáculo irrisorio, sino
extraerse de toda Conciencia, de toda experiencia, de todo folklore, de todo
espectáculo. Si quieres la paz y la alegría, no seas nada de eso. Extráete tu
mismo. Si llegaras a hacer eso, más allá de algunos milésimos de segundo o
segundos, no tendrías ya ningún problema de paz o alegría de cuerpo o de
Conciencia. La Vida se desarrollaría sin intervención del ego o del Sí.
Esperarías pacientemente, haciendo lo que debe hacerse, lo que la Vida te da a
hacer, sobre este mundo, pero ya no serías afectado por lo que sea. Allí está
la Libertad.
Por supuesto, hay entre ustedes, quienes han hecho experiencias
fuera de este cuerpo, de este tiempo, y de esta Dimensión, pero eso siguen
siendo sólo experiencias. El Absoluto está más allá de toda experiencia. Pero
si tienes sed de experiencias, entonces, las vivirás. Si tienes sed de
encarnación, entonces, las vivirá hasta no tener más sed. El ser humano
encarnado tiene siempre sed, porque él se construye sobre el miedo y la
carencia. Si, un día, no tienes ya sed, eso quiere decir que no hay más miedo y
más falta, que no hay más búsqueda de paz y alegría porque habrás pasado a ser lo
que Eres, desde la eternidad: la Morada de Paz suprema. Pero mientras estés
atado a ti, a eso que crees ser (este cuerpo, esta persona, estas ideas, estos
conceptos, esta búsqueda, este espectáculo) participas del espectáculo, de una
manera como de otra, como el actor o quién observa, pero no has salido de la
Ilusión. Y el colmo, es que el ego, como el Sí, se persuaden de que van a poder
seguir siendo lo transitorio, porque finalmente, el ego y el Sí querrían que lo
efímero dure. Pero lo transitorio no será nunca Absoluto. Es una Ilusión. En
este sentido, buscar el Absoluto no quiere decir nada. Buscar la paz y la
alegría es una proyección de la Conciencia y no quiere decir nada, para el
Absoluto.
El Absoluto, es justo el momento en que todo punto se convierte en
el centro y no hay centro que buscar porque todo es centro. Y no hay nada que
proyectar, cuando todo es centro, porque cada centro produce las
características de cualquier otro centro (supuesto, proyectado o imaginado). No
eres ya el punto de vista de la persona, tanto en sus alegrías como en sus
sufrimientos. El que es Absoluto puede manifestar cualquier cosa en esa bolsa
(incluso manifestando algo, muy doloroso) y con todo, no es eso. Y si lo sabe,
entonces, cualquiera que sea el sufrimiento, no puede ser afectado o alterado.
Allí, está la verdadera Paz. Allí, está la verdadera Alegría. Mucho más allá de
la contemplación de la Luz, porque mientras contemplan u observan, ponen una
distancia. Cuando digo: “cambien de mirada” o más bien “cambien de punto de
vista”, eso los lleva a extraerse de toda mirada y en consecuencia a no
observar más. Porque la única manera de verlo todo, es estar en el centro.
Ahora bien, el centro no se mueve jamás. Está por todas partes. La inmovilidad,
como el sueño, participan en el establecimiento de lo que nombré no-conciencia.
Mientras que la búsqueda de un ideal, de un marido, de una mujer, de un
trabajo, de un más allá, los aleja. Es la paradoja. Creen avanzar pero
retroceden mientras no hayan comprendido que nunca se han movido. Pasan del uno
al otro y vuestros humores fluctúan en el mismo sentido, así como vuestros
pensamientos. Es como cuando ustedes dicen: buscar el Amor. Pero ustedes Son el
Amor. No pueden buscar el Absoluto, porque ustedes lo Son. No pueden buscar el
Amor, porque ustedes lo Son. No pueden buscar la Luz, porque ustedes lo
Son.
Esta noción de búsqueda, en un momento dado, en vuestra investigación
temporal, debe cesar. Se puede decir que este mundo sólo existe porque
multitudes de Conciencias se proyectan ahí. Cuando duermen, como lo dije, el
mundo desaparece. Ustedes no se plantean la cuestión de si va a reaparecer
mañana. ¿Por otra parte, tienen la certeza? No existe, como ya lo saben,
ninguna certeza sobre este mundo, si no es la muerte de esa bolsa. No se
planteen la cuestión del devenir de esa bolsa, ni de sus leyes, la verdad,
porqué y quiénes son, sabiendo que no encontrarán ninguna respuesta en lo que
se les da a percibir, sentir y experimentar porque están más allá de todo eso.
Mientras vuestra Conciencia se vuelva hacia la proyección de un ideal (incluso
el más elevado, incluso de más Amor), eso sigue, y seguirá siendo, una
proyección que aleja a ustedes de la Morada de Paz Suprema. Acepten este
postulado. Háganlo Verdad porque no hay otro. Recuerden: lo efímero se
construye sobre los miedos y las carencias. Si pretenden colmar los miedos y
las faltas, mantienen lo efímero, en esta vida o en otras vidas. ¿Son ustedes
de verdad eso? Ahora, si son de verdad eso, entonces continúen. Ustedes deciden:
¿lo efímero o el Absoluto? ¿La Morada de Paz Suprema o la alegría del Sí?
¿Contemplarse el ombligo o el corazón, o detener la contemplación, con el fin
de ser lo que Son más allá de todo tiempo? Les corresponde definirse. A ustedes
de decidir. Ningún elemento exterior puede decidir en vuestro lugar: ninguna
paz proyectada, ni alegría proyectada, ni amor proyectado, ningún efímero. El
colmo de lo efímero es hacerles creer que pueden encontrar el Infinito en lo
efímero. Eso es falso. La mejor manera de encontrar la Paz y la Alegría eterna,
es olvidarse de uno mismo. Es lo que pasa cuando duermen, normalmente.
Pregunta:
¿Cómo puedo refutar el miedo de no saber cómo formular y hacer una pregunta?
La
pregunta es una interrogación: toda pregunta, que puedas platearme o no importa
a quién. Cuando tú te planteas la pregunta de saber si llueve, observas por la
ventana o miras el cielo. El problema es que si te preguntas por el Absoluto,
no puedes tener respuesta. El principio es: “tú eres lo que buscas”. ¿Qué quiere
decir el miedo, repito? El miedo no es más que la carencia, llevada al extremo.
Y todos los miedos (como lo dije) toman nacimiento en el mito de la muerte. Es
muy fácil decir que el ciclo de la vida y la muerte forman parte de la vida. En
cuyo caso te respondo: dónde estás tú cuando has muerto puesto que yo no estás
en vida, tal como lo has definido. La conciencia de este cuerpo, del yo, como
del Sí, desaparece. ¿Es que tu, tú vas a desaparecer? Sí. El miedo está allí.
El miedo de plantear una pregunta (o de no saber hacerlo) sólo está destinado a
darte aún más miedo. Mientras te pongas una identidad (o una no identidad)
sobre el miedo, consideras que el miedo es tu vida. Qué más da saber si el
miedo viene de esto o de aquello, puesto que, en definitiva, todo miedo está
vinculado y solo se justifica por lo efímero ¿Cuándo duermes, sin sueños, ni
pesadillas, tiene miedo? ¿Quién es que tiene miedo? Mientras alimentes el miedo
(de no saber, vivir cualquier cosa desagradable), no puedes ser Absoluto (que ya
está allí). Se puede decir que el ser sólo es sostenido por el miedo. Porque el
ser que es sostenido por el Amor, él, Es Absoluto. Allí también (y una vez
más), el defecto, es la falta y el miedo. La falta y el miedo inscritos en lo
limitado. ¿Eso qué quiere decir? Que te identificas a tu saber, a tu persona.
Estás por lo tanto atada a lo efímero. De allí, viene el miedo. Allí, está el
origen inicial y final del miedo. Ahora bien, la única cosa a la cual puedes
atarte, es lo que Eres, en Verdad. Es el apego a la persona (que no es lo que
ERES) que inicia el miedo y lo mantiene.
El miedo es una secreción del cuerpo
y vuestros científicos lo saben: hay hormonas del miedo, como hay hormonas de
alegría. ¿Es que tú eres una secreción de este cuerpo? No. Simplemente te has
identificado. ¿Por qué? Debido al miedo. El miedo genera el miedo. No hay
ningún medio de salir. Puedes poner el bálsamo del Sí (que alivia). Puedes
poner el bálsamo (que alivia) del sueño o la química, para luchar contra el
exceso o la insuficiencia, en este cuerpo. Pero no eres ni el exceso, ni la
insuficiencia, del uno como del otro. Imagina (ya que es la Verdad) que el
miedo es segregado por el cuerpo. El miedo tiene un olor, por otra parte: hay
química, allí dentro. ¿Pero eres esta química? No. Simplemente, tu conciencia
se ha identificado. Y va a responderme que, cuando vives el miedo, tienes
miedo. O cuando vives el cansancio, estás cansada. O cuando vive la muerte,
vives la muerte. Pero tú no puede morir. Es éste cuerpo que muere. Mientras
tienes miedo de la muerte, tienes miedo de vivir. Mientras tienes miedo de
vivir, tienes miedo de la muerte. Porque no sabes lo que hay después de lo
efímero. No puedes saberlo, de ninguna manera, en ninguna experiencia, incluso
en el encuentro con la Luz. Eso no puede darte sino bonitos recuerdos, bálsamos
aliviando el sufrimiento y el miedo, sustituyendo a la secreción del miedo por
la secreción de la paz o la alegría. Pero la Morada de Paz Suprema no se
inscribe en la química. Es la mirada que cambia. El que tiene miedo ha inscrito
su creencia en lo efímero, cualquiera que sea este miedo, cualquiera sea lo
efímero que se vive. No puedes encontrar ninguna satisfacción definitiva fuera
de lo que Eres, de verdad. Porque todas las alegrías, todos los dolores, sólo
duran un tiempo. Todos los seres humanos lo saben. Incluso grandes seres que
vivieron la Morada de Paz Suprema (viviendo por lo tanto el Absoluto, en la
forma) pasaron por estas etapas, porque eso hace parte de la Ilusión de este
mundo.
No puedes demostrar la Ilusión de este mundo. No puede probar la
Ilusión de este cuerpo, porque, si se lo golpea, le hace mal, y la conciencia
lo vive. No puedes, sino refutarlo. Refutar no es demostrar. Refutar no es
oponerse y aún menos (como ya lo dije), negar. Es cambiar de mirada, de punto
de vista. No eres ni lo que sufre, ni lo que está contento, ni él Sí, ni el yo.
Si aceptas eso, lo vives. Ningún miedo puede surgir. Y aunque surja, no tiene
ningún agarradero. Pero mientras luches, te opongas a cualquier cosa, en la
Ilusión, mantienes la Ilusión. Cuando duermes, la Ilusión no existe ya. Es más
bien allí que está el problema. El miedo es un aguijón que te mantiene en la
Ilusión. Porque, para el que está en la ilusión, la ilusión da menos miedo que
el Absoluto. Por otra parte, para él, el Absoluto no existe. O entonces, lo
prevé en un tiempo futuro, como un esfuerzo para proporcionar, algo que está
lejos, en el tiempo como en el espacio. Eso no hace más que firmar el apego
formal a la bolsa de comida o bolsa de pensamientos. Es la misma cosa, aunque
no lo veas. El que dijo: “pienso por lo tanto soy” no puedo penetrar el no-ser,
no pudo abandonar el “yo soy”. Puedo, solo pulirlo y construirlo. Pero cuanto
más lo pulirá más lo construirá, él mismo se encerrará más, en su propio
aislamiento, en su propio miedo, detrás de sus pantallas, en sus propios
límites. Mientras hay límite, mientras hay salvaguardas, no hay Libertad. Y con
todo reivindican toda la libertad. Pero tienen miedo de la Libertad, porque es
lo que Son. Sólo la conciencia les impide verlo. No es algo a concientizar,
pero es algo a hacer cesar. Es el revés exactamente de lo que quiere hacerles
creer la persona que creen ser (este saco de comida, este bolso de
pensamientos).
Recuerda: ningún bolso, incluso el más perfecto, es Absoluto.
Porque un bolso, es un límite entre lo que está dentro y lo que está afuera.
Por lo tanto, mientras consideres ser un bolso, eso quiera decir que consideras
que hay un dentro y un fuera. Y mientras consideres eso, el miedo esta allí. Es
una secreción del bolso. No eres el bolso. No eres tampoco lo que constituye el
bolso. Ni tampoco todos los bolsos. El Absoluto no conoce el límite. No hay por
lo tanto bolso. Deja tranquilo este bolso, no te ocupes de él, déjalo vivir lo
que tiene que vivir, que eso sea en el trabajo, en el amor o en lo que sea. Y
percibirás que, si lo dejas vivir, completamente sólo, tu vida se volverá
maravillosa y el Absoluto estará allí. Es precisamente la implicación de la
propia persona (o del Sí mismo) que encierra el bolso y hace a este bolso
miedoso. Todo lo que llamas control, habilidad, es la ausencia de Libertad. Es
una dificultad. Entonces, vas a defenderte diciendo que estás encarnada y que
es necesario establecer normas. Pero las normas son buenas para la bolsa, para
los pensamientos, para la moral, pero no para lo que Eres. Salvo si consideras
que eres algo de moral. No eres más la moral que el miedo. No eres más esta
vida que se vive, que la muerte que se vive, o que ese nacimiento que se vivió.
Es un concurso de circunstancias. Que lo llames kármico o evolutivo, eso es
falso. Sal de todo lo que te obstaculiza y verás que el miedo sólo existía en
eso que te entorpecía. El bolso no es culpable (ni de comida ni de
pensamientos). Él está allí, es un punto, eso es todo. Pero tú, no Estás allí.
Descubre dónde Estás (fuera del tiempo) y verás que este bolso de comida y
pensamientos se llenará de maravillas. Aunque lo vivas o no lo vivas. Mientras
Eres tributaria de los afectos, de los miedos, de las pérdidas o las ganancias,
es la misma cosa. Es ilusorio.
El ser humano, generalmente, quiere poner la
Eternidad en lo efímero. Pero eso es falso. Es lo efímero que está en la
Eternidad. El Absoluto contiene lo efímero. Pero ningún efímero puede contener
el Absoluto. Eso es matemática elemental. No puedes ser el centro y la
periferia. No puede ser el movimiento y lo inmóvil. Salvo si te conviertes en
el centro y trasladas este centro por todas partes, puesto que es el mismo
centro. Cuando les decía (o cuando les digo, sobre todo ahora), de permanecer
tranquilos, eso no quiere decir permanecer sentada en una esquina y no hacer
nada. Es permanecer tranquila en los pensamientos, de no dar peso, ni al miedo,
ni a las experiencias, ni a ninguna cosa. Quieren estar en la Morada de Paz
Suprema, que ya Son y hacen todo para alejarse. La Morada de Paz Suprema no
tiene nada que hacer con lo que hacen o de eso que creen ser. Ella es eso que
ustedes Son. Son eso. Son el centro. No son el centro del mundo: sin duda, eso
es el yo. No son más el centro del corazón: sin duda, es el Sí. Pero son todos
los centros, no solamente estos dos. ¿Qué es lo que los limita? El saco. Pero
no son este saco, ni de las ideas, ni de los pensamientos, ni la comida.
Acepten eso porque es la Verdad. No es una creencia, es precisamente el fin de
todas las creencias. Paren de creer. Cuando me dices: “tengo miedo”, muéstrame
tu miedo. ¿Eres capaz de mostrármelo? Cuando dices: “soy este cuerpo”, veo este
cuerpo, pero pruébame que eres este cuerpo. Es una creencia, una experiencia,
pero no es la Verdad. Si te liberaras de esos pesos, aunque eso te parezca
absurdo (por supuesto, que el ego va a encontrar eso absurdo y el Sí también),
pero si tú vas en lo que te parece absurdo, te descubrirás Absoluto. Porque
recuerda que, para lo conocido (para la persona como para el individuo), el
Absoluto es absurdo. Obviamente, allí, desde este punto de vista, sí. Da vuelta
al punto de vista y vivirás lo que tú Eres.
Pregunta: De la noche a la
mañana, la vida que llevo y que siempre había deseado me parece vacía de
sentido, como si fuera la vida de otra. Hoy no me reconozco ya, ni en lo que
elijo, ni en esos que se presentan a mí. ¿Qué hacer?
Precisamente: no
hacer nada. No hay ninguna solución que aportar, puesto que has encontrado la
solución. Si puedo expresarme así, esás a caballo entre el juego del Sí y el
Absoluto. Por supuesto, como lo sabes, no hay pasaje, ni del yo, ni del Sí,
hacia el Absoluto. Pero ser Absoluto, es cuando el yo y el Sí son absurdos. Es
exactamente lo que vives. Pues te felicito y debes felicitarte. Eso prueba,
simplemente, que el yo no quiere jugar más. Eso prueba que el Sí, que era el
objeto de todas tus atenciones, él también, se disuelve. Sobre todo, no pidas
nada. No proyectes nada. Estás en la buena vía, la que te dice que no hay vía.
No escuches por otra parte ninguna voz, incluso la mía. Porque ya estás ahí. Ve
a los límites de lo que te parece precisamente absurdo. El Absoluto está allí.
Lo que pasa (y lo que vives) se llamó la disolución del alma (o la consumación
del alma que ya no se vuelve hacia la Ilusión, ni hacia la experiencia, sino
que remonta hacia el Espíritu. Tienen a la que fue una gran dama, que ustedes
llaman (Ma Ananda Moyi) en numerosas ocasiones. No hay otra manera de
desaparecer y de anularse. La desaparición no es la muerte. Desaparecer, es
salir del parecer. Es por fin estar claro, de no detener más nada, ni desear
nada. No es la muerte del deseo, no es el desinterés, sino es la Verdad. Es el
lugar fuera del tiempo (el centro, como todos los centros) donde se encuentran
todos los contentamientos. Por supuesto, desde el punto de vista del que es
limitado, eso puede parecerle inquietante, desesperante, vacío. Pero si vas al
final, está lleno, es el Absoluto, es eso. Pero está también, la percepción del
observador que observa que todo eso que hacía parte de su vida, ya no
existe.
Pero como lo dije: no eres tu vida, inscrita entre el nacimiento y la
muerte. Es necesario poner bien fin a lo que es conocido, a todo lo que se
conoce, para, por fin estar, más allá del yo soy, en la no conciencia que llamé
la a-conciencia, que no es la inconsciencia. Pues, sobre todo, no hagas nada,
no cambies nada. Permanece tranquila. Porque a fuerza de observar esta nada
(como tú lo observas), el Absoluto está allí. No hay nada de más simple. En
cuanto eso te parece complicado, es el yo que interviene, la pequeña persona,
la bolsa. Permanece allí donde estás y deja desarrollarse lo que se desarrolla.
Si aceptas eso, sin implicarte, sin indiferencia, sin deseo de alguna cosa, y
si haces cesar el juego del observador, saldrás del teatro. Es la única
condición posible para vivir y Ser la Morada de Paz Suprema, aquí como por
todas partes. Habrás vivido tus Tinieblas, que con todo llamabas tus Luces, que
partieron. No olvides que estás invertida, sobre este mundo: que lo que llaman
el vacío, es lleno y que lo que llaman la materia, es vacío. Vuestros
científicos lo saben. Tú tienes la oportunidad de vivirlo. Entonces, sobre
todo, no busques a saber, porque el saber es una proyección. Lo que vives
pondrá fin a la experiencia y en consecuencia a la conciencia limitada. Ninguna
duda es posible al respecto. Y si ustedes mismos se preguntan, los unos y los
otros, se darán cuenta que es el caso, para muchos de ustedes, que han
trabajado para el Sí.
Allí también, cada vez más, lo que hay que asir no es un
saber, ni una comprensión, ni una experiencia, ni el yo, ni el Sí, simplemente:
cambiar de punto de vista. Acepta la aparente absurdidad de la cosa para descubrir
el verdadero sentido, es decir, la Esencia (y no los sentidos, en dos
palabras). Y no hay ningún sentido. Los sentidos te engañan. Sólo la Esencia
(en una palabra) es la solución. Y mientras hay sentido, no hay Esencia.
Mientras quieras dar sentido, una lógica, a tu vida, a tus experiencias, a tu
Sí, no estás listas a soltar te agarras de lo efímero. Pues lo que vives (o más
bien lo que no vives) es exactamente eso: lo que tú Eres. Entonces, por
supuesto, la personalidad, el Sí deben hacer el duelo, porque es una puesta a
muerte de lo efímero. Y eso puede dar miedo, o en todo caso, interrogar. Si tú
sobrepasas el miedo o la interrogación, constatarás rápidamente, que Eres la
Morada de la paz Suprema. Es ahí. Tú Eres eso. Repito no busques comprender
ahora. Tendrás todo el tiempo para reflexionar y concluirás que no hay nada a
reflexionar. Hay que dejar doblegar lo que muere, ya no alimentarlo, ni buscar
a saber. Entonces, dicho de manera poética, se te dirá: “vuelve a ser como un
niño”. Pero un niño, es aún una bolsa. Ve más allá del niño, antes del saco. Ya
estas allí.
Pregunta: Una fragilidad me hace pasar de la risa, de la
ligereza a la pesadez, a pensamientos obsesionantes continuos, sin
concientizarlos. Soy incapaz de amar y de ser amada, de centrarme e incluso de
refutar. ¿Cómo salir de este infierno?
Pero, el infierno, eres tú, en lo
que crees ser. No hay otro infierno. Reflexiona. Amar o ser amada, es
considerar que hay una carencia puesto que tu Eres Amor. Proyectar el amor, es
alejarse de ser Amor. Porque quien es Amor absolutamente, no tiene que decidir
amar o buscar a amar, ni incluso de ser amada. Puesto que es su Esencia. Detrás
de tu pregunta, hay culpabilidad. Lo efímero oscila: no puedes encontrar
equilibrio, de ninguna manera, de manera duradera, en el seno de lo efímero. El
problema, es el narcisismo porque, básicamente, este infierno que describes
está vinculado a tu propio narcisismo, la necesidad de traer a sí, en el yo. Es
el centro del ombligo. Es buscar causas al sufrimiento, a las oscilaciones, a
los humores. Pero, al hacer así, mantienes la Ilusión no de no creerte digna de
amar o de ser amada. Pero no tienes que ser digna (o indigna) puesto que Eres
Amor. Mientras busques el amor en el acto de amar, en la necesidad de amar (o
la necesidad de ser amada) no haces más que renegar de tu propia naturaleza.
Todos los seres humanos reivindican de actuar, como mínimo, una vez en su vida,
por amor, cualquiera que sea la expresión de este amor (sexual, filial,
pasional, espiritual). Mientras buscas, hay carencia. Si no buscas, la carencia
ya no está. Buscar el amor, es como pedir a una manzana buscar una pepita.
Porque la pipita está dentro. No puedes buscar en un exterior, una satisfacción
interior, si eso no es permanecer y quedarse en la Dualidad y en la alternancia
placer-desagrado, en algún amor que éste sea (sexual, pasional, filial). Todo
eso son amores humanos que sólo reflejan la falta de amor de lo que Son,
realmente. Porque vuestra mirada no es buena. Todo eso viene de las creencias,
de todas las creencias, cualesquiera que sean, de todas las memorias (las
vuestras como las de los otros), cualesquiera que sean
Pero no eres un ser de
memoria o creencia. Eres Absoluto. Ustedes Son Amor. ¿Cómo puede ser que lo que
es ilusorio (Maya) podría aportar alguna satisfacción que sea durable? Porque
incluso la satisfacción más duradera se apagará con la propia muerte, de este
cuerpo de comida. El ego se cree, en permanencia, inmortal. En todos los amores
que existen, él los quiere infinitos y eternos, más allá de la muerte. Pero
ningún amor, vivido aquí, es el Amor. Todo amor (incluso el más desinteresado,
el más espiritual) no es más que la traducción de la falta de reconocimiento de
lo que Son: Amor. Como el miedo, como el narcisismo, como el infierno, que no
son más que no reconocimientos de vuestra propia naturaleza, de vuestra
Esencia. Pones peso allí donde no existía ningún peso. El Amor no es una
responsabilidad. El Amor no tiene que justificarse y no es justificable. No
tiene que ser buscado o buscarle. Ni siquiera hay que plantearse la cuestión de
su manifestación, de su ausencia, o de su presencia. Porque es lo que Eres. Es
el ego que querría ser Amor. Pero no podrá serlo nunca puesto que el ego se
construye sobre la falta de Amor, sobre el miedo. Pues, no puedes permanecer en
el ombliguismo y reivindicar el Amor.
El único verdadero Amor es en el que
desapareces, como persona, como individuo, como conciencia, como búsqueda. Si
pudieras detener todo eso, de un golpe de vara mágica, y permanecer tranquila,
constatarías instantáneamente (como ya lo dije) que no eres ni la protagonista,
ni la escena de teatro, ni la espectadora, ni el teatro. Juegas uno de estos
papeles y lo crees realmente, sabiendo, pertinentemente, que todo papel tiene
un final, como esa bolsa. Entonces se puede hablar del alma, del Espíritu.
Muéstramelo. La única verdad es el Amor, Morada de Paz Suprema, Absoluta,
Eterna, no efímera, no-yo, no-Sí. Mientras hay reivindicación sobre la persona,
eso quiere decir, simplemente, que estás instalada en la persona. Si no hay
persona, la persona no puede tener el menor problema. Es imposible. Tomando
otro ejemplo: es como si tú me dijeras: “no quiero estar en el piso de bajo,
pero quiero estar en el 4to. piso del edificio”, pero persistes a permanecer
abajo, sin querer mudarte al 4to. piso. La expresión que podrías emplear es:
querer uno y otro. No puedes querer, a la vez, lo efímero y Ser Absoluto.
Recuerda: lo efímero no puede contener el Absoluto. El Absoluto contiene lo efímero.
Es tan simple que nunca el ego lo aceptará, como jamás el Sí lo aceptará,
tampoco. Porque desean hacer pasar lo efímero por Eterno. Aunque eso sea duro
de oír, para la persona: tú no eres esta persona. Pero mientras permanezcas en
la persona, permaneces en el narcisismo, que es sufrimiento o, a lo mejor,
alternancia de sufrimiento y satisfacción. Ahora bien, toda satisfacción llama
a su reproducción (en todos los sentidos del término, reproducción): en ti, por
los miedos que vuelven y que dan la vuelta, por la necesidad misma de
reproducirse, esperando encontrarse en una continuidad efímera. Toda persona
está inscrita en esta necesidad de reproducción. Todo, esa bolsa de comida no
puede existir, sino por este principio de reproducción. Es precisamente de eso
que es necesario tomar conciencia y extraerse. Y después, deshacerse también,
de la conciencia que lo percibió. Porque cuanto más cavan (esperando encontrar
la Luz), más se insertan en las Tinieblas. Podría llamar a eso la psicología de
la bolsa. Y esa es la Verdad.
Busquen sin buscar. Deténganse y avanzarán. Es
necesario deshacerse de todo lo que llega a la conciencia. Yo imagino que la
persona encerrada va a querer deshacerse de lo que hace sufrir. Pero no llega a
entender cómo debe también quitarse de lo que lo pone en alegría. Eso no quiere
decir salir de una relación pero es, cambiar de punto de vista. Cuando me
dirijo a ustedes así, la persona puede comprender (erróneamente) que es
necesario alejarse de una profesión, de un marido, de una mujer, de una
relación. Pero nunca he dicho eso. Es lo que oirán, a nivel de la persona. Y lo
oirán siempre así, mientras estén instalados en la persona. Acepten ya no ser
una persona y verán. Pero a partir del momento en que emprendan una acción para
ya no ser persona, suprimiendo esto o aquello, no entendieron nada. Porque no
me dirijo necesariamente a la parte que oye mis palabras, inicialmente. Y es
para eso que les digo, cada vez, de tomar el tiempo para comprender. Si no
comprenden ahora nada, es mejor, porque me dirijo a lo que está más allá de la
comprensión. No me dirijo a la persona que escucha, sino a la que entiende
Fin Primera
Parte.
3 de junio de
2012
Pregunta: ¿Por
haber practicado la meditación en el 3er. Ojo durante años, la cuestión
luciferina está determinada en mí pues tengo la Vibración en el tercer ojo que
persiste por momentos?
Yo te
responderé simplemente: no te hagas ese género de preguntas. ¿Quién es Lucifer?
¿Quién es el diablo? ¿Quién es Dios? Obstáculos sobre el camino, nada más. No
des ningún crédito a todas esas creencias, aunque tengan un soporte verdadero,
sobre este mundo. Tú no eres este mundo. Hacer esta pregunta, es recaer en la
Dualidad y el miedo del bien y del mal. Cualesquiera sean las Vibraciones, las
Vibraciones conciernen la Conciencia ya que la Conciencia es Vibración. Pero no
el Absoluto, que no es Conciencia, ni Vibración. En el Absoluto, no hay ojos,
ni tercer ojo, ni cuarto ojo. Hay un Centro, el Corazón, el Amor y nada más. Y
ningún obstáculo (fuese el diablo o Lucifer u otro) no puede impedirte ser lo
que tú Eres, de toda Eternidad. Sólo el peso de las creencias y de la bolsa de
pensamientos es un obstáculo y no hay nadie más que tú que puede dejar de
alimentarlo. Ninguna montaña puede detener el Amor. Ningún mundo puede detener
el Amor. Ninguna fuerza puede detener el Amor. Pueden simplemente dar la
ilusión de detener. Es a esta ilusión de detener el Amor, que el ser humano
cree. Pero si tu vas más allá de la creencia y de la Vibración, eso no tiene
ningún peso, ninguna consistencia y ninguna Verdad. Aligérate.
Pregunta:
Cuando mi conciencia siente que ella se diluye en el vacío, en el infinito, se
asusta y se retracta, parando así su disolución. ¿Qué debo refutar para pasar
ese límite?
A ese límite,
no hay nada que refutar. Solamente continuar siendo un observador, hasta el
momento donde el observador, él mismo, que observa la retractación,
desaparecerá, él también. En ese límite, como tú lo llamas, el límite de la
refutación se superó. Hay todavía alguien que observa el teatro, que tiene
conciencia que hay un teatro pero que pronto va a salir. No hay nada que hacer
para salir, sólo quedar ahí, quedar tranquilo, jugar todavía el juego del
observador, hasta el momento donde el observador él mismo desparecerá, solo. No
hacer nada más, no ser nada más. Dejar Ser y dejar hacer. Esas son las palabras
maestras. Ya que desde el instante, en ese límite, donde tú aceptes no dirigir
nada más, no observar nada más, el observador desaparece por sí mismo, desde el
instante donde tú sugieres que no hay nada a observar. Y por lo tanto, no haces
nada. Ese límite es lógico. Precede la Disolución. Nos unimos con una pregunta
anterior concerniente al sentimiento de ser otra persona, o ninguna persona del
todo, lo que es mejor todavía. Eso era llamado, por algunos místicos, en
occidente, la Noche negra del alma. Pero hay todavía un observador, que
constata. Entonces, limítate a constatar lo que se desarrolla y acepta de no
constatarlo más, tampoco, sin refutar. Y ahí, vas a darte cuenta que la
Disolución de la conciencia se realiza y no habrá más retracción.
La retracción
es la característica del observador mismo. Vosotros sabéis, en la física que
nombráis cuántica de vanguardia, que el observador modifica lo que es
observado, desde luego. Por tanto, en tanto que hay un observador, hay una
modificación. El observador debe desaparecer por sí mismo. Basta simplemente en
no interesarse más en él, ni en la retracción. Y todo eso va a desparecer. Pero
es una fase normal. Porque la retracción es llevar al Centro que es el centro
de todos los centros y de todas las periferias. En ese momento solamente, todas
las periferias, sin ningún límite, se revelan. Es la pérdida total del sentido
de una identidad cualquiera, de una persona cualquiera, de una historia
cualquiera, de una emoción cualquiera, de una bolsa cualquiera, tanto de comida
como de pensamientos. Yo diría que, quizá, lo más duro, en ese límite, como tú
lo has llamado, es aceptar de no hacer nada, de no ser nada, de no observar
nada tampoco pero sin actuar. Porque si hay una acción, hay una tensión y esta
tensión aleja del Centro. Olvídate y desaparece. Y tú desaparecerás, es
inevitable. Y eso no está inscrito en un tiempo o en un espacio pero está
inscrito en la Eternidad, porque tú eres Eternidad. La retracción del alma,
luego del Espíritu, son los últimos sobresaltos del individuo. Obsérvalos y
deja desaparecer la observación, sin quererlo, sin decidirlo. Observa, en
cierto modo, la desaparición del observador. Y ahí, no habrá nada más a
observar: tú estarás establecida en el Absoluto. En realidad, en esos instantes
donde tú hablas del último límite, aunque haya retracción del Alma o del
Espíritu, el observador percibe claramente que se instala alguna cosa mucho más
vasta que él mismo. Es justamente lo que está detrás del observador: Tú.
Pregunta: A
pesar de vuestra manera estruendosa de escandir vuestras respuestas a las
preguntas, intención y atención constantes, después de algunos minutos, el
sueño gana y aún el sonido de vuestra voz desaparece, leyéndolo, escuchándolo
solo o uniendo a las dos (Nde: acciones: la lectura y la escucha). ¿Lo mejor es
dejar hacer?
En totalidad,
porque menos tú comprendes, más tú eres. Y más te duermes, más tú eres, si es
que pueda haber un más. Porque quien quiere escuchar y quien quiere comprender,
sin oír, es ¿quién? El ego o el Sí. Si el ego y el Sí se apagan, es decir si la
conciencia se apaga, ¿qué queda? El Absoluto. En un momento dado (que no
depende de un tiempo futuro sino del lugar donde tú te colocas) entonces, El
Absoluto será establecido en eso que tú eres. No hay por tanto, efectivamente,
nada a emprender, nada a hacer, y nada a no hacer. Solamente, aquí también,
dejar desarrollarse lo que se desarrolla. Esto demuestra que nosotros hemos
franqueado, en esta entrevista, ampliamente, la barrera de la escucha, la
barrera de la comprensión, para penetrar de lleno en lo que yo llamaría un
entendimiento. Esta entrevista se vuelve ya un entre-nosotros. Tú aceptas no
tener nada, tú no lo comprendes, pero tú lo vives. Es por consiguiente la
Verdad, más allá de la experiencia. No es por consiguiente la buena vía o el
buen camino sino la buena actitud y el buen emplazamiento para mirar. Es por
consiguiente el buen punto de vista. Aquél que es justo porque escapa del saco
de pensamientos, de la misma manera que tú escapas del saco de alimento y a la
conciencia misma. Tú entras en el entendimiento, figurado, como propio. El
entendimiento del sonido del Absoluto, de la Residencia de Paz suprema. Es
exactamente eso: lo que tú Eres. Yo diría: no te agites más, no hagas nada más,
no seas nada más. Entonces, la Transparencia está ahí: tú no detienes nada, tú
no estás más en el parecer y tú desapareces, totalmente. Entonces, ahí, emerge lo
que tú Eres: eso.
Pregunta:
Tengo la impresión de ser llevada todo el tiempo, sin el conocimiento de mi
propia voluntad, a los viejos esquemas acción/reacción, la personalidad y el
ego omnipresentes. Yo tengo por lo tanto, la impresión de no lograr Ser. ¿Cómo
salir de esto?
No existe
ningún espacio de resolución allí donde se sitúa lo que tú vives. Tú constatas,
como tú lo dices, la acción/reacción, el juego del ego, el juego de la
duplicidad, de la Dualidad. No puedes servirte de la palanca situada en el
mismo nivel para extraerte de allí, porque eso de lo que tú querrías extraerte
va a reforzarlo. Es inevitable. Porque la conciencia, situada a ese nivel, no
te es de ninguna ayuda para salir de ese nivel porque toda solución aportada al
mismo nivel no será más que efímera y transitoria. Porque todo eso pertenece al
mundo de la ilusión. Tú todavía crees ser una persona que se debate. Todavía
crees estar en un mundo que existe. Tu punto de vista está inserto en la
realidad que vives, que no es la Verdad.
Esta realidad
no puede ser de ninguna ayuda, ella es útil para actuar en la acción/reacción.
Si te rompes un brazo, puedes hacer todas las plegarias del mundo, pero él
quedará roto: hay que enyesar. Eso no puede funcionar así para salir del juego
del ego y de la personalidad. Tú no puedes enyesar nada, a ese nivel. Eso no
sería más que un parche efímero. La solución está por consiguiente en otro
lugar. No la vuelvas a poner en el mismo tiempo de la ilusión, de la
acción/reacción sino, sale de ese espacio encerrado de la personalidad. Aquí
también, hay una falla de punto de vista, mayor, que ya no es narcisismo, sino
una complacencia. Una complacencia a lo efímero, una complacencia al ego que
quiere resolver un problema cuando él no tiene ninguno de los medios. Hay que
aceptar, por consiguiente, no querer resolver sea lo que sea, sino de salir de
esta linealidad. Colócate en otra parte. No simplemente cambiando de punto de
vista sino aceptando que tú no eres todo lo que se juega. Tú estás todavía
sobre el escenario del teatro, queriendo esto y queriendo aquello. Quieres
poner un parche. Cambia de punto de vista. Elévate. No te hablo siquiera de
Abandonar el Sí sino de Abandonarte a la Luz. ¿Eres más inteligente que la Luz,
que tú eres? ¿Es tu ego superior a la Luz? ¿Tu ego cree que él es el maestro de
tu vida? Si la respuesta es sí, entonces continúa sufriendo, si es no, elévate.
No dejes dirigir al ego. Deja entrar la Luz. Es eso, el Abandono a la Luz, que
te permitirá ir hacia el Sí, antes de realizar el Abandono del Sí. Pero si tú
eres valiente, sé directamente lo que tú Eres: olvida todo eso, no le des más
peso, ni le des pie a lo que te fastidia. Yo no dije dicho, con eso, que hay
que huir de lo que te fastidia sino elévate, vuélvete más leve, aquí también. No
quedes pegada en la oposición y la contradicción, en la acción/reacción, porque
toda acción acarrea una reacción, y toda reacción acarrea otra acción. Y eso no
puede terminarse nunca, contrariamente a la estafa espiritual que os quiere
hacer creer que el Karma va a resolver sea lo que sea. No hay Karma. El Karma
no concierne más que a la persona, no al Sí, y menos todavía al Absoluto, si
puedo expresarme así. Por consiguiente, tú te sometes, a ti misma, a la
acción/reacción, reaccionando. Y más tú reaccionas, hay más acciones que
aparecen y más eso te encadena, mientras que tú buscas la Libertad. Así pues es
cuestión de salir de la acción/reacción. Sitúate bajo la acción de gracia, es
decir deja hacer a la Luz. Deja que la luz se ocupe de todo. Mientras que tú
quieres ocuparte de alguna cosa, eso fracasará, es inevitable. ¿A quién le
tienes confianza? ¿A tu ego o a la Luz? ¿Dónde sitúas tu interés: en el ego o
en la Luz? Es tu responsabilidad. Tú no puedes mantener la acción/reacción y
pedir que la acción/reacción cese. Es lógico.
Elévate por
encima de la acción/reacción y constatarás, por ti misma, que la reacción no es
más tuya, así como la acción no es más tuya. Y que, verdaderamente, en ese
momento, es la Luz que actúa y no tú. No es cuestión, tampoco, de pedir a la
Luz que actúe, porque esto, es todavía del ego que quiere poner la Luz ahí
donde él quiere, pero no ahí donde se necesita. Cómo puedes saber lo que se
necesita, puesto que, irremediablemente, todo te arrastra en la acción/reacción
permanente e incesante. No hay ninguna satisfacción y ningún sosiego ahí
dentro. Es más allá de la noción de confianza. Es verdaderamente el Abandono.
Es necesario que tú te entregues, tú misma, a la Luz. Y la Luz se entregará a
ti. Pero tú no puede pedir a la Luz lo que tú quieres, porque lo que tú quieres
no es lo que quiere la Luz. Tú no tienes ningún medio para saber si hay una
adecuación entre los dos (Nde: pedidos) y la mayoría de las veces, hay una
total inadecuación. Porque lo que pide el ser humano siempre está formulado
desde el ego, y toda demanda formulada desde el ego no hace más que reforzar el
ego, la persona, la acción/reacción. Si tú te Abandonas a la Luz, tú no tienes
nada que demandarle. Eso te extraerá del escenario del teatro y te instalarás
confortablemente en la butaca de quien mira el teatro. Es una etapa.
Se necesita
hacer consciente el hecho de que pedir está sistemáticamente inscripto en el
orden de la personalidad. En cambio, pedir a la Luz, basta. No es útil pedir a
la Luz de hacer esto o aquello. ¿Creéis que ella tiene necesidad de vuestros
consejos, de vuestros argumentos, de vuestros límites o de vuestras creencias?
Vosotros sois Luz. Pero si hay pedido de Luz (que no sea el pedido de Luz, sin
adjetivo detrás) pues bien, es el ego que se expresa. Y la Luz no responde
nunca al ego, contrariamente a lo que vosotros creéis o contrariamente a lo que
os quisieron hacer creer las religiones. Remitirse a la Luz, es destituir al
ego: es uno o el otro. En ningún caso, pueden ser los dos. Es eso que se
necesita comprender. Recuerda: el mundo no existe. Todo lo que se proyecta
sobre la pantalla de tu conciencia (el mundo, el enemigo, como el amor) no es
más que el reflejo de tu ser Interior, el reflejo de tus propios deseos
inscriptos en la personalidad. Si no hay más personalidad activa, no hay más
deseo y la Luz obra. Y tú te vuelves lo que tú Eres: Luz. Nada puede
alcanzarte. Sólo el ego es alcanzado y lo será todo el tiempo, porque el ego
está construido sobre el miedo y la carencia. Lo que tú Eres no es el ego, ni
el miedo, ni la carencia, sino es Amor, Luz y Absoluto. No existe ninguna
solución al sufrimiento, en la Ilusión. No existe ninguna solución al
sufrimiento, en la personalidad.
El Sí va a
representar un sucedáneo de Paz, poniendo fin al sufrimiento o, en todo caso, a
la percepción de su ilusión. El Absoluto pone fin a la percepción misma, del
sufrimiento. Yo podría decir de otro modo que, en el Absoluto, aunque haya
sufrimiento de la bolsa de alimento, el sufrimiento no hace más sufrir. Y es el
objetivo. Mientras hay ego, hay atracción al sufrimiento. Mientras hay Sí, hay
venda. Pero llega un momento, un espacio, todo eso no se puede jugar más, donde
todo eso se apaga, porque eso no es más alimentado por el ego, ni por el mundo,
ni por la acción/reacción. Vosotros sabéis todos que, cuando un sufrimiento es
extremo (sea una pérdida o un dolor, o todo acontecimiento extremadamente
traumatizante para el ego) ¿qué pasa, la mayoría de las veces? Hay un
sentimiento de irrealidad, una salida del espacio-tiempo lineal: todo parece
desarrollarse en cámara lenta porque la conciencia no está más en el ego sino
que ella se extrajo, de manera temporaria, del ego, e incluso del Sí. Es, aquí
también, otra vista del Absoluto. Estas experiencias han sido descritas por
todas partes. Si tú realizas esto, tú constatarás que toda tu vida, sobre esta
ilusión, no podrá ser afectada por el menor sufrimiento. Pero para eso, hay que
soltar, hay que aceptar soltar. ¿Quién es el maestro a bordo? ¿Y a bordo de
qué?
Pregunta:
¿Vivir la Onda del Éter, es vivir la Luz Vibral y la Onda de Vida, al mismo
tiempo?
Vivir la Luz
Vibral y la Onda de Vida, al mismo tiempo, es el Absoluto, que desemboca en la
no Vibración, en la no conciencia, en la Morada de Paz suprema. Es el momento
donde no hay más pensamiento, ni emoción, ni aflicción, ni siquiera Alegría,
sino un estado de tranquilidad total, sin tener necesitad de dejar este saco de
alimento o este saco de pensamientos. Porque hay una desidentificación total,
real y exitosa, de este saco de alimento y de este saco de pensamientos. Es eso
el Absoluto.
Pregunta: La
vida me muestra, actualmente, de manera física, que las puertas están cerradas,
que hay una dificultad para ponerse en marcha, mientras que antes siempre
estuvo presente la Fluidez. No llego a captar la profundidad.
La Fluidez de
la Unidad es el reflejo y la manifestación del establecimiento del Sí. Cuando
las puertas están cerradas, cuando la Vibración se hace muy discreta o ausente,
cuando la Fluidez desaparece, sin por ello ser reemplazada por resistencias
sino simplemente, como tú has dicho, por la detención de las puertas que
están cerradas: un flujo, que estaba ahí, no está más ahí, es muy buena señal.
Es la retracción del alma y el Espíritu, que conduce al Absoluto. Sólo hay que
Abandonar, totalmente el Sí. Lo que te permitirá comprender que lo que tú
llamas tu vida, no es más que una ilusión. Es dejando de alimentar la Ilusión,
incluso con la suspensión de la Fluidez de la Unidad, que llega la Morada de
Paz suprema. Siempre y cuando yo pueda emplear la palabra llegar, porque
no hay continuidad. Lo que tú vives, es como en una pregunta precedente,
exactamente la misma cosa: tú tienes un buen límite. Si tú te Abandonas
totalmente a eso, el Absoluto está ahí y tu eres Eso. No te preguntes más sobre
el sentido de lo que vives, de lo que vive tu vida si no pregúntate sobre la
Esencia de lo que pasa. Tú sales del Sí al no Sí, que, no se opone al Sí. Y se
desarrolla el Absoluto. No busques restablecer cualquier cosa del pasado si no
instálate, de manera muy lúcida, en eso que lo que tú llamas tu vida, te da a
probar. Es la prueba de que el Absoluto está ahí. El Absoluto no puede estar
más que en el Abandono del Sí. Es exactamente el papel que tú juegas: observar
y dar pruebas de eso. No busques restablecer nada sino, más bien, a
establecerte en lo que Es, de toda Eternidad. Desde ese instante, tú ya no te
harás la pregunta de la Fluidez, porque eso será evidente. Todo ya no será
simplemente Fluido y fácil pero tú estarás fuera de todo eso, dejando entonces
desarrollar tu vida, sin interferir, en lo que tú Eres. Así muere lo Ilusorio,
así muere lo efímero, antes de su hora, dejando lugar al espacio del Absoluto.
Vosotros sois más y más numerosos (y lo seréis más y más) a ser, en cierto
modo, a ser confrontados a esto. Cosa por la cual el ego os va querer atar de
nuevo, haciéndoos creer que es absurdo. No lo escuchéis. Si, para él, es
absurdo, está muy bien.
Pregunta: ¿Por
qué tengo la sensación de estar a la expectativa, como si me faltara alguna
cosa para pasar, para bascular, en lo Desconocido, el Absoluto?
Yo te llamo la
atención sobre el hecho de que esta pregunta tiene un contrasentido. Porque, si
tú tienes la sensación que falta alguna cosa para bascular en lo Desconocido y
el Absoluto, ningún elemento de lo que te es conocido (o conocible) te puede
permitir ir al Absoluto. Y no puede faltar nada al Absoluto, ni limitarlo.
Existe, simplemente (y esto de una manera general, que no es específica), lo
que ha sido llamado (en las preguntas precedentes): la Última Retracción, o del
Alma, o del Espíritu, que rehúsan deponer las armas y capitular. Por
consiguiente, no puedes buscar lo que falta pues no falta nada. Tú no puedes
probar una sensación de expectativa (porque la expectativa te sitúa en el
tiempo o en la búsqueda) sino aceptar que eso es así es decir: ser, cada vez
más, el observador de eso, sin plantearte preguntas, sin refutar nada (ahí
donde tú estés) y esperar, pacientemente, (sin esperar nada porque él desaparecerá
por sí mismo), que el observador se disuelva. Por lo tanto, no te plantees más
la pregunta de por qué, ni lo que podría faltar, sino, simplemente, deja que se
desarrolle esa expectativa. Pero tú no eres la que está expectante. Tú eres la
que observa. Que es profundamente distinto. Desde ese instante, el
contrasentido planteado desaparecerá por sí mismo. Porque tú no buscarás un
sentido o una respuesta sino, tú constatarás, por ti mismo, lo que se
despliega. Y lo que se despliega no pide, ni una pregunta, ni una
interrogación, sino simplemente, una lucidez, aquí también.
Observar, ir
más allá de la observación, es, ya, aceptar superar al que experimenta y
observa. Es ya, en cierto modo, hacer salir, sin buscarlo, lo que está detrás
de todo lo que se juega. Si tú aceptas esto (de quedar tranquilo, de no buscar
nada: ni respuesta, ni falta), entonces, todo va a llegar. Ni siquiera hay que
cambiar el punto de vista. Sólo hay que observar el punto de vista y dejar
hacer. Aquí también, nosotros llegamos al último límite del Abandono del Sí. El
Abandono del Sí (como el Abandono a la Luz) no es una acción de la voluntad, ni
una decisión del ego sino más bien lo que yo llamaría una capitulación del ego
y una capitulación del Sí, donde no es necesaria ninguna acción, ni es
indispensable ninguna decisión. Simplemente, observar lo que pondrá fin,
seguramente (de ahí donde tú estás), al observador mismo.
Tú
constatarás, además, que desde que cesa el porqué, desde que cesa la
expectativa, todo está ahí. Eso transcurre, siempre, así. Fue dicho (por
algunos Ancianos) que la expectativa y la esperanza no eran lo mismo. Yo os
digo, en cuanto a mí, que la expectativa y la esperanza deben cesar, ahora, una
como la otra. Porque no hay más tiempo, en todos los sentidos del término. El
Tiempo se cumplió, los Tiempos finalizaron, por consiguiente, vosotros salís
del tiempo para entrar en el espacio. Y no busquéis, tampoco, naves. Vosotros
sois la Nave. Aunque, desde luego, existen circunstancias precisas y
particulares donde lo que vosotros llamáis naves exógenas deben intervenir,
pero eso no os concierne. Ocupaos de vuestra Nave. Porque vosotros sois una
Nave. Es esto lo que pasa.
Pregunta: En
principio, más mentalmente que en el cuerpo, a veces, el deseo sexual me gana.
Entonces, con mi elección del Absoluto y todo eso, estoy desconcertado.
Tú no puede
desear el Absoluto porque tú lo Eres. Recuerda: el Absoluto contiene todo,
incluso la Ilusión. ¿Por qué deseas excluir algo del Absoluto? Presentas las
cosas como si fuera uno o el otro. ¿Quién dijo eso, si no es tu propia cabeza?
¿A nombre de qué? Deja tu cuerpo vivir lo que tiene para vivir o bien, separa
lo que desborda. Pero eso no hará desaparecer lo que sea. Eres tú mismo que te
separas de ti mismo, poniendo una oposición ahí donde no la hay, una
contradicción ahí donde no la hay. Lo que vive este cuerpo, lo que vive ese
mental, no concierne lo que tú Eres. Sé lo que tú Eres, más allá del Sí, y
luego, tú mirarás lo que transcurre, en ese cuerpo como en ese mental. Pero no
hagas a la inversa: es poner el carro delante de los bueyes.
Tú no puedes
preocuparte del Absoluto. No es una búsqueda. No es una Realización. Es una
Liberación. Pero plantear la pregunta de la Liberación hace resurgir eso de lo
que tú creías estar libre. ¿Pero quién dijo que era necesario estar liberado de
este cuerpo para vivir la Liberación? Tú no eres este cuerpo. Tú no eres,
tampoco, quien lo supera. No hay ninguna antinomia (ni ninguna contradicción)
si no es en ti mismo. ¿El Absoluto me impide tener hijos? Nosotros no estamos
en una religión castradora. Haz lo que la vida te pide. Este cuerpo te pide
cosas. Este mental te pide cosas. ¿Eres tú eso? ¿Estás identificado a eso? Mientras
que des peso a una contradicción, mientras que otorgues, al deseo, las virtudes
opuestas al Absoluto, mantienes, tú mismo, tu propia Dualidad. Deja al Absoluto
ser lo que tú Eres, y yo diría: el resto lo seguirá. Pon los bueyes y el carro
lo seguirá. En el otro sentido, eso no funciona.
No hay Pasaje
del ego (o del Sí) al Absoluto. En cambio, en cuanto el Absoluto es lo que tú
Eres, los Pasajes se hacen sin interrupción y sin discontinuidad. Pero no
pongas el carro delante de los bueyes: deja el orden de las cosas establecerse
por sí mismo. De lo contrario, tú puedes creer cualquier creencia: que si tú
tienes un bigote, no puedes ser Absoluto, porque no. Pero eso queda en el
dominio de las creencias. No hay ninguna verdad, detrás de eso, ni siquiera relativa.
Son solamente suposiciones. Deja establecerse lo que tú Eres (Absoluto) y el
resto, tú verás por ti mismo (pero no por el punto de vista del ego o del Sí).
Porque no hay que confundir el deseo y la necesidad, el deseo y la carencia. La
expresión de un deseo del cuerpo, de un deseo del mental, es el Absoluto. Esto
no es contradictorio (ni opuesto) pero hay un orden: el carro o los bueyes.
Cambia, aquí también, de posición. No emitas juicio. No emitas suposiciones.
Porque el ego va a presentarte obstáculos. Para ti, eso puede ser lo que tú
llamas el deseo sexual, y además, llega a hacerte creer que porque hay un
deseo, el Absoluto no puede estar presente (lo que es, evidentemente,
absolutamente falso). Te dejas caer en la trampa de tu propio ego que te somete
a una ecuación con una imposibilidad. Sé Absoluto y, luego, verás lo que pasa.
Aquello no tendrá ninguna importancia.
Pregunta:
Desde mi infancia, yo viví varios duelos de personas por las que tenía mucho
afecto y yo no probé ninguna emoción. Estaba tranquilo (Nde: interiormente).
Hace 3 semanas, mi hermana mayor me anunció que ella tenía un cáncer muy grave,
y 4 días después, llega otro gran problema. Desde entonces, yo siento, casi
permanentemente, sentimientos de tristeza, impotencia, miedo, traición. De
ningún modo llegué a refutar. Como si todo lo que yo creía integrar hubiera
desaparecido. ¿Podéis ayudarme en esta etapa?
La vida del
ego te presentará varias veces el mismo plato. Y los platos serán cada vez más
difíciles de digerir. Lo que creía ser superado, un buen día, no lo es más.
Esa, es la visión del ego, en la linealidad del ego. ¿Qué implica esto? De no
colocarse en el ego. Porque, ahí, lo que se manifiesta como tú lo dijiste), es
la culpabilidad, el síndrome del salvador que no puede salvar más, que se
encuentra con los pies y las manos atados. Porque vive una injusticia, y por
consiguiente, una tristeza. No se considera la pérdida únicamente, sino, más
que eso. Esto significa que había, bien escondido, en el Sí, restos del ego del
tipo responsabilidad, del tipo salvador. El Absoluto no tiene nada que ver con
eso. Lo que tú llamas pruebas, en el Sí, es en efecto, una escalera (o un
bulevar) que se te abrió para desembarazarte de todo eso. Recuerda: es siempre
una cuestión de punto de vista, aún sin hablar de Absoluto. Lo que tú podrías
llamar una pérdida, en un primer tiempo, se considera (en en otro tiempo) una
ganancia inestimable, en otro nivel. Lo que la oruga llama muerte, la mariposa
llama nacimiento. ¿Qué punto de vista adoptas: el del ego (que te llama al
orden), el del Sí? ¿O decides dejar los dos, más allá de toda noción de
aflicción o de paz? Porque la Morada de Paz Suprema no es la tranquilidad del
Sí. Eso lo que viene a recordarte lo que tú llamas tu vida. Eso te lleva a aclarar
y a poner a la luz ciertos lazos, ciertos apegos en la noción de familia.
Porque lo que tu hermana (o tú) llama la muerte, su Absoluto lo llama la
Libertad. Aquí también, ¿dónde te sitúas: estás contento por esta Alma y este
Espíritu que encuentran el Absoluto muy pronto, o padeces por una pérdida o una
responsabilidad, o una culpabilidad? La cuestión está solamente ahí. Es a eso
que te somete tu vida, tu ego que estaba agazapado a la sombra del Sí.
Contestar al desafío no es volverse fuerte con respecto a un acontecimiento, no
es negarlo, sino integrarlo. Porque todo acontecimiento de la vida (que me
puedas describir, cualquiera sea) no pertenece más que a la ilusión. Así pues,
te vuelves a poner, por ti mismo, en la ilusión, que te muestra, por ella misma,
a lo que estás apegado. No puedes estar apegado y Liberado. Es uno o lo otro. Y
esos acontecimientos te ponen frente a eso. ¿Quedas apegado o no? ¿Vas más allá
de los acontecimientos, más allá de los afectos, más allá de los choques?
Plantéate la cuestión de la significación, profunda y real. ¿Estás apegado? ¿O
estás liberado? Es uno o lo otro. El ego elegirá, siempre, elegirá el apego, la
culpabilidad. El Absoluto es Libertad. Está en ti verlo.
Pedir ayuda,
muestra, también, la culpabilidad. ¿Cómo podría yo dar una ayuda a lo que no
existe: tu persona? ¿Qué peso le das a tu persona, a tus apegos? Hay que hacer
saltar todos los circuitos, en totalidad, aún el más grande. Es lo uno o lo
otro. Y más que nunca (para ti como para todos), eso podrá ser, cada vez menos,
uno o lo otro. Los Tiempos se terminaron. La hora del Espacio ha llegado. El
Absoluto está ahí. Es lo que vosotros Sois: desde siempre, en todo espacio y de
toda Eternidad. Entonces, es lo uno o lo otro. No podéis llevar vuestras penas.
No podéis llevar vuestros apegos. No podéis llevar vuestros sufrimientos. No
podéis llevar lo que os rebasa. ¿Me comprendéis?
Pregunta:
Desde hace muchos años, que leo y medito con el fin de vivir otra cosa que mi
conciencia ordinaria, con el fin de vivir el Amor. No he superado la etapa de
la Vibración. Por un lado, todo va bien pues no tengo ningún temor por mi
devenir. Por el otro lado, ser un Liberado Viviente, eventualmente, sería una
cosa extraordinaria. ¿Cuáles son, en mí, los bloqueos o la actitud a llevar
adelante?
Pues bien, es
muy simple: deja de leer y deja de meditar. Se han vuelto, hoy, tus obstáculos
más importantes. Porque, a través de la lectura y de la meditación, en tu caso,
hay una voluntad. Mientras que exista la menor voluntad de ser un Liberado, no
serás Liberado porque tú ya lo eres. Por tanto, tú puedes querer algo que ya
eres. Tú puedes vivir el Amor pero tú eres el Amor. Por consiguiente, tu pones,
tú mismo, una distancia con lo que tú Eres. Hay veces donde hay que aceptar que
hubo demasiado tiempo destinado a leer, a meditar, a orar, a hacer ejercicios
espirituales. Si no se produce nada, al cabo de tanto tiempo, haceros la
pregunta sobre su utilidad.
Hoy, en este
mundo, vosotros tenéis seres que realizan lo que Son y que son Liberados
Vivientes, instantáneamente, sin haberse formulado preguntas sobre una
meditación o una lectura. ¿Por qué? Porque se instalaron en la Transparencia.
No pararon nada. Aceptaron desaparecer: tú deseas aparecer. ¿Comprendes la
diferencia? Tú expresas una búsqueda. Expresas una investigación. Expresas una
falta de perfección. Por consiguiente, expresas una duda sobre lo que tú Eres.
Y, mientras que esa duda esté presente, el ego toma la delantera. Detiene todo
y pregúntate a ti mismo, y eso será posible porque en ese momento, toda
voluntad desaparecerá. Desde luego, yo no diría esto a aquél nunca buscó nada
porque no se ha enardecido lo suficiente en buscar en un rincón, en algo que no
tiene rincón. Pero tú, has buscado lo suficiente. Por lo tanto, es muy simple:
sólo resta que tu ego lo acepte. Si la Vibración está ahí, no hay nada para
hacer: vive la Vibración, vive el Sonido, vive la Respiración. Ayúdate, si lo
quieres, de lo que te propone tu saco de alimento y es todo. Deja el saco de
pensamientos tranquilo: allí se encuentran (en el interior) los deseos, las
necesidades, las carencias, la espiritualidad (que es, como ya lo dije, la más
grande de las estafas: ya tú eres espiritual). El problema dejas tranquila la
opacidad de lo material, se volverá Transparente. Por el contrario, si la
agitas, se volverá cada vez más opaca y pesada.
Acepta
renunciar a todo lo que has adquirido. Devuelve todo. Yo no hablo de lo que
tienes en tus bolsillos, desde luego: hablo de todo lo que has adquirido por
tus lecturas y tu meditación. O, si prefieres, vuelve a ser un niño virgen de
todo conocimiento. El conocimiento no es más que ignorancia. El conocimiento es
un alejamiento de la Verdad. Eso os ha sido explicado durante muchos años, sea
por los Arcángeles, o por los Ancianos. Todo conocimiento es una ilusión. Él os
da la impresión de poseer pero sois vosotros los que estáis poseídos. El
conocimiento os posee y él os desposee del Absoluto. El único verdadero
Conocimiento, es el Absoluto: él hace de vosotros un Liberado Viviente. Puedes,
por supuesto, leer todo sobre el Amor y vivir todas las meditaciones más
exitosas, ¿en qué te adelanta eso ahora? En nada. Porque todos los niveles han
sido franqueados. Te queda sólo abandonar todo eso. Porque nada de eso te
pertenece y nada de eso es la Verdad. Acepta estar desnudo. Acepta tu
ignorancia del Absoluto y tú vivirás el Absoluto. Lo que tú Eres.
Pregunta: Cada
vez más, me siento en Comunión con la naturaleza.
No obstante,
permanecen pensamientos que dispersan y actitudes de seducción, lo que me aleja
de aquélla (Nde: Comunión). En esos momentos, me vuelvo a centrar. ¿Qué otra
cosa hacer?
Qué existe
después de la Comunión? Eso os ha sido explicado (no por mí): la Fusión y la
Disolución. Tú te complaces en la Comunión (que es una forma de seducción) y
mantienes la seducción porque hay un goce, y luego, aparece otro goce, otro
deseo aparece. Porque hay que ir más allá de la Comunión, más allá del goce.
Para eso, hay que Fusionar (se). Para eso, hay que aceptar dejarse Disolver,
por la naturaleza, por el Doble, por el CRISTO, por lo que tú quieras. ¿Estás
listo? No hay bloqueos, excepto tú mismo. La Comunión, con quien sea, es una
aproximación del Éxtasis. Pero no es el Éxtasis. No es la Beatitud. No es la
Morada de Paz Suprema. La prueba: tú sales de ella. Está implícito (por lo que
vives y por lo que se manifiesta) que no te atreves a ir más allá de la
Comunión. No te Abandonas. Quieres continuar controlando y dirigiendo: he ahí
donde está el obstáculo.
Lo que te
propone la naturaleza no es solamente una Comunión, al igual que con el Doble,
con el Sol, con lo que vosotros llamáis, MARIA, o CRISTO, u otros. Hay que ir
hacia allí. Eres tú quien decides. No busques pretextos o coartadas en lo que
no estaría decidido. Es simplemente tu conciencia que todavía no decidió
anihilarse (de olvidarse, mismo), por sed de experiencias y de
experimentaciones. Pero tú eres libre: no concibas ninguna culpabilidad en eso.
Pero no puedes desear una cosa y tener otra. Al igual que para una de las
preguntas precedentes: mira, claramente. No busques algo que estaría escondido
o que te impediría (Nde: de hacer algo). Pero es simplemente tu aptitud a la
Comunión con la naturaleza, que fue una etapa importante, y que, hoy, es en un
obstáculo. Ve más lejos. Atrévete.
No hay otra
cosa más que el Sí, incluso, y el Absoluto. Si este mundo es ilusión, todo lo
que él os presenta es ilusión, aún si existen, en su seno, elementos (como la
naturaleza, un Doble, un ser espiritual) con el cual podéis superar la Comunión
y la Fusión a fin de vivir (o preparar) la Disolución o la Deslocalización o la
Multilocalización, es decir encontrar la Libertad. La Comunión no es,
totalmente, la Libertad. Es la mitad del camino hacia la Libertad pero la
comunión no logra nunca, la Libertad. Es una preparación. Tenéis que os dirigir
más arriba, si tenéis necesidad pero no quedaros fijados ahí arriba.
Pregunta: Aspiro
al Absoluto viviendo el Abandono del Sí, que reconozco, desde hace poco tiempo,
efímero. Pero no puedo Abandonar el Sí sin haberlo realizado previamente.
¿Podéis precisar lo que permite la realización comprobada del Sí, pues no se
puede Abandonar un estado del ser en el cual no se está todavía instalado en
permanencia?
Entendámonos
bien: el Absoluto no puede ser una aspiración. El Absoluto no puede ser, de
ninguna manera, una finalidad. Es un Último. No es un estado que deriva de otro
estado. Simplemente, para aquéllos que realizaron el Sí, hay que Abandonar el
Sí, Realizar el “yo soy”, para, finalmente descubrir el no-Ser. Pero esto no es
una lógica sucesiva. Es totalmente posible, y ese ha sido el caso para muchos
Hermanos y Hermanas, en todos los tiempos, de pasar directamente del yo al
Absoluto. Ese Pasaje no es tal. Es, simplemente, la ruptura del yo, por una
circunstancia particular (traumatizante u otra) que permite la Liberación.
Querer aspirar al Absoluto no es una técnica: no se puede aspirar a Ser
Absoluto. Esto no puede ser un pedido, ni una voluntad, ni un logro. Nosotros
hemos insistido, en lo que me concierne y a través de otros Ancianos que os
hablaron, en el principio de Refutación. ¿En qué convendría que se logre un
estado para dejar lugar a otro estado (que no es, por otra parte, un estado)?
No hay lógica sucesiva. Hay una verdad relativa, construida y de-construida
después: el aspecto en capas de cebolla. Pero podéis muy bien pasar capas de
cebolla, para descubrir que no hay nada: ni capas, ni cebolla. No hagáis del
Absoluto un principio de Realización, lo que no es. Sólo desde el instante
donde lo que os es conocido, es refutado, el Absoluto se establece. Eso no
quiere decir, por tanto, que debéis recorrer el conjunto de lo conocido, o
descubrir, en ese conocido, lo que no os es todavía conocido: eso sería sin
fin. Vuestra conciencia (sea la del yo o la del Sí) debe dirigirse a lo que
tiene sentido, y lo que es evidente en vuestras manifestaciones mismas de la
conciencia, es decir lo que ya fue construido. No busquéis, ahora añadir otras
construcciones. Si no, iréis a pensar, como tú lo haces, que hay que finalizar
algo, para ir a otra parte, lo que nunca se dijo.
Cualquiera
seas el nivel de la conciencia, y el estado de tu conciencia, fragmentaria o
Unificada, eso no hace ninguna diferencia. Yo diría incluso, que cuanto más
fluya el tiempo de esta Tierra, más fácil será para aquél que no tiene ningún
proceso espiritual, ninguna búsqueda (espiritual o de sentidos), de vivir el
Absoluto, más que aquél que se construyó un Sí sólido. Porque el Absoluto, es
tanto el Abandono del Sí, como el Abandono del yo. Esto es así más allá del
Abandono a la Luz que ha permitido realizar el Sí, para aquéllos que lo
realizaron. La Liberación no tiene que ver con estados anteriores. En un
ejemplo que puse (uno de los ejemplos que puse), hay una escalera en la cual
los barrotes aparecen poco a poco. Así pues vosotros creéis subir una escalera,
para ir a alguna parte pero vosotros no vais a ninguna parte. Insistí,
largamente, sobre la noción de mirada y del punto de vista. Ese punto de vista
y esa mirada no tienen nada que ver con los ojos: es una iluminación de la
Conciencia misma, una iluminación del observador. ¿Para qué un observador
tendría necesidad de terminar una casa, para comprender que esta casa no sirve
para nada? No se dijo nunca que hay una sucesión de estados que permiten, en
cierto modo, llegar con éxito al Absoluto. El Absoluto no es una finalidad: es
la Verdad Absoluta. Si esto no os conviene, quedaos en el Sí. Yo nunca presenté
el Absoluto como finalidad. Si vosotros lo hacéis una finalidad, lo hacéis una
aspiración o una búsqueda. Contentaos, entonces, en dejar que la Onda de Vida
os recorra, sin buscar nada, sin esperar nada, sin pedir nada. Porque si hay
una expectativa, si hay un pedido, si hay una búsqueda, aquélla no puede llegar
a tener éxito. Sólo lo que yo llamé refutación permite conducir con éxito al
Absoluto, pero eso no es un logro. Es cuando habéis eliminado las capas
ilusorias y de ilusiones que os son perceptibles, que el Absoluto se revela.
Siempre estuvo ahí. Comprended bien que es vuestra visión y vuestro punto de
vista que es responsable, en cuanto a su alejamiento: el Absoluto nunca se
movió, siempre estuvo en el centro. Sois vosotros los que habéis salido del
centro. No sois ni responsables, ni culpables: no hay responsable, ni culpable.
Hay sólo una mirada diferente. Hay sólo que reconocer vuestra ignorancia. Hay
sólo que refutar lo que es efímero y lo que os es perceptible. La primera de
las cosas que os es perceptible no está al otro lado del mundo: es vuestro
cuerpo. La segunda cosa que os es perceptible: es vuestro mental. El tercer
elemento que os es perceptible: son vuestros apegos. Tenéis pues trabajo, que
no es un trabajo, sino una investigación. Investigad sobre lo que os es
perceptible. No se os ha pedido un discurso de teología para saber si CRISTO
fue crucificado en tal lugar, o en tal otro: eso no os aportará estrictamente
nada, si no es alimentar el mental, alimentar las creencias, alimentar las
ideas. No sois una creencia, no sois una idea, cualquiera sea.
No hay por lo
tanto aspiración posible al Absoluto. Concebirlo así, es alejarse aún más. El
Absoluto no será nunca un estado. Recordad: no hay pasaje posible desde un
punto de apoyo conocido, hacia lo Desconocido. Todos los puntos conocidos no
son pasajes, sino obstáculos o resistencias. No tenéis que luchar en su contra.
Sólo ver y reconocer esas resistencias y esos obstáculos, no para comprender el
sentido o el origen, sino el sentido primero, es decir: los elementos que
limitan y alteran lo que Sois, en Verdad. Es desde ese punto de vista ahí (si
se puede decir) que debéis (si se puede decir) partir, o poneros en marcha, lo
que no puede ser en ningún caso una búsqueda, sino más bien, como ya lo dije,
una investigación. Esta investigación no es un juego mental, sino un Juego
Divino, que va a permitir siderar, o hacer saltar, las bases de funcionamiento
de la personalidad y del Sí. Ese, es sólo el objetivo. Todo el resto
(aspiración, deseo) no es más que proyección. El Absoluto no puede ser, en
ningún caso, una proyección, un objetivo o una meta. Es en ese sentido que yo
lo llamé Último. Pero este Último no es la consecuencia de lo que estaba antes,
porque este Último contiene todo el resto. Es un conjunto, que contiene un
sub-conjunto, una multitud de sub-conjuntos. Ninguno de esos sub-conjuntos
conduce al conjunto, es imposible. El conocimiento de las partes no os dará
nunca el Conocimiento global y de la Totalidad. Eso no funciona según un
principio aritmético.
Pregunta: ¿Qué
me impide percibir el Canal Marial?
Tú misma. No
te has borrado. Al no haberte entregado, el Doble y su Canal no pueden
aparecer. El sacrificio del Sí, o Abandono del Sí (Crucifixión y Resurrección,
si vosotros preferís esta terminología) no se puede realizar en tanto exista
una veleidad, de la persona o del Sí. El Canal Marial está presente en todo ser
humano. Su concientización, si puedo expresarme así, es posible sólo desde el
instante donde la conciencia no está más focalizada, en el yo o en el Sí. El
único obstáculo, eres tú misma, en lo que crees ser, en lugar de lo que Eres.
Del mismo modo que os han sido explicitados algunos de los mecanismos de la
Onda de Vida, es lo mismo para el Canal Marial. La aparición de la Onda de
Vida, el despliegue de la Onda de Vida, no tiene que ver con el yo, ni tiene
que ver con el Sí. Justamente, sólo cuando el yo y el Sí se borran, se
constituye el Canal Marial. Es decir que tenéis que desaparecer como persona,
desaparecer como individuo, volveros Transparentes, en totalidad: no detener
nada, no retener nada, no refrenar nada, y no manifestar ninguna voluntad, son
las condiciones indispensables para la aparición conciente, a la conciencia,
del Canal Marial. Se dijo que en el momento oportuno, el Canal Marial estaría
presente sobre el conjunto (Nde: de personas) de la Tierra. El hecho de que no
esté presente ahora, más allá de lo que expliqué, es también significativo para
vosotros en cuanto a comprender que vuestro tiempo no ha llegado todavía.
Aunque el Tiempo de la Tierra ha llegado y terminado, no todos vosotros estáis,
yo diría, sincrónicos y sintonizados en el mismo tiempo. No sientan ni
culpabilidad, ni pesar, ni impaciencia, ni expectativa, pues es la mejor manera
de retrasar eso. Cuando os decimos de no hacer nada y de dejar hacer, es la
estricta Verdad, en lo que concierne al Absoluto (no en lo que concierne al Sí,
ni al yo).
El Absoluto (y
este lenguaje es metafórico) no sobreviene, mientras está ya ahí, si no desde
el instante donde todo el juego de la conciencia, cualquiera sea, cesa.
Mientras que exista la mínima voluntad, existe una forma de tensión, no
satisfecha, hacia un objetivo. El Absoluto no es un objetivo: está ya ahí. No
es más que vuestra mirada que debe cambiar. Pero ese cambio no es un trabajo,
ni una ascesis, ni lo que sea: es un desplazamiento del observador, que
desaparece. ¿Cómo queréis que el observador desaparezca, si observáis
permanentemente? Las primicias son ante todo: la Disolución y la
Multilocalización, y la Fusión con el Doble. Más allá de eso, que no es
tampoco, para ser buscado (la Comunión puede ser buscada, la Fusión puede ser
buscada), la Disolución se establece por sí misma. Buscarla, la paraliza, y la
obstruye. Porque la Disolución, como la Onda de Vida, no nacerán, de manera
perceptible, hasta que estéis listos. Pero para estar listo, no hay que hacer
nada, justamente. Volved a ser como un Niño: Simple, Humilde, y Transparente y
Espontáneo. Esos Cuatro elementos, o Cuatro Pilares son la llave (Nde: las
intervenciones en las cuales esos 4 Pilares fueron presentados están indicados
en “Los 4 Pilares del Corazón”- rúbrica “Protocolos para practicar” de nuestro
sitio). ¿Cómo queréis ser Espontáneo, cuando buscáis algo? ¿Cómo queréis ser
Transparente, mientras no estáis borrados? Mientras interceptáis un
pensamiento, mientras interceptáis un deseo, mientras interceptáis una
observación exterior, os alejáis. Lo mismo que el conocimiento aleja del
Absoluto, ningún conocimiento de todos los misterios del Universo os hará
Libres: él os esclavizará. Pero si vuestra sed de experiencias es tanta,
entonces, vivid vuestras experiencias, no os ocupéis del Absoluto. Una vez más,
la investigación no es una búsqueda. El conocimiento, tal como lo aplicáis en
este mundo encarnado, es ignorancia. Si vosotros os liberáis de eso, el
Absoluto está ahí. No hay otra alternativa, no hay otra posibilidad. No podéis
aplicar los principios del Sí, al Absoluto. Es exactamente lo opuesto.
Pregunta: El
Absoluto es un estado que el mental no puede comprender y yo doy vueltas
alrededor de eso. ¿Cuáles son los obstáculos que me impiden estar en el estado
del Absoluto?
Tu mental.
Tienes la respuesta en el enunciado mismo de tu pregunta. ¿Qué es lo que da
vueltas si no es la mente? Formulas la respuesta, y te haces la pregunta
después. Si comprendes esto, puedes ver que es tu mental mismo, que da vueltas.
Tú no puedes dar vueltas alrededor de algo, porque tú estás al centro, y tú
Eres Absoluto. Lo que da vueltas, es el mental, con una fuerza centrífuga. Y
más das vueltas, más te alejas. Alcanza para parar las vueltas alrededor, con
quedar inmóvil, y tranquilo. Mientras que hay cuestionamiento, hay error. Y yo
respondería, como lo hice precedentemente, el único obstáculo, eres tú mismo,
reenviándote por eso mismo a los cuatro fundamentos, o Cuatro Pilares,
llamados: Humildad, Simplicidad, Transparencia, Espontaneidad (Nde: o
Infancia). Si aplicas eso, no puedes dar vueltas alrededor de algo. Lo que da vueltas,
es el yo, ante todo, y el Sí, hasta cierto punto, aunque más cerca del centro.
Porque buscas el Absoluto: no puedes encontrarlo, él Está ya ahí. No te pido
que me comprendas, ni lo analices, porque en el momento donde comprenderás,
verás mis palabras como una evidencia, pero ahí donde estás (Nde: ahora), no
puedes comprenderlas. Hay que aceptar cambiar de lugar, de punto de vista, de
mirada, sin hacerse preguntas. Las preguntas conciernen a la refutación, a la
investigación. Pero te repito que la respuesta es previa a la pregunta que
hiciste, y tú misma la diste. El Absoluto, el centro, el Último, se revelan,
desde el momento en el que se suelta todo el resto, sin ninguna excepción. El
hecho mismo de dar vueltas alrededor muestra que no has soltado, porque das
vueltas. No estás inmóvil, no estás aún en el lugar del observador, estás
todavía jugando la escena de teatro. Establécete, descansa, no des más vueltas.
Todo está ahí y siempre estuvo ahí.
Pregunta: Viví
en un momento la paradoja de tener la sensación de no estar ni acá, ni en otra
parte, ni en ninguna parte. De hecho, no sé dónde se localiza la Conciencia.
¿Qué pasa con eso?
Justamente, no
pasa nada, está muy bien y no es una paradoja: es una evidencia. Si la
Conciencia no está aquí, ni está en otra parte, es que no está en ninguna
parte. Y al no estar en ninguna parte, está a la vez en todas partes y ausente.
¿Qué mejor acercamiento del Último puede existir? Queda sólo superar, ahí
también, ser testigo de eso. Es justamente, el momento donde la Conciencia no
está más localizada a este cuerpo, a este Sí, que la Conciencia parece
disolverse, al no estar ni aquí, ni en otra parte, en ninguna parte y en todas
partes, cuando el Absoluto está aquí. Una vez más, no es una paradoja, es una
evidencia. Reconoces así, por ti misma, tu ignorancia en cuanto al
emplazamiento mismo de tu Conciencia. No es más la opacidad, es la
Transparencia. La Conciencia no se apoya más en el cuerpo, no se apoya más en
otro espacio, en otro tiempo, y sin embargo, se puede decir que está
deslocalizada. Esto acompaña, o precede, o sigue, la Disolución. No estés
turbada por tu propia Transparencia. Debes percibir que en ese estado de no
conciencia o de conciencia deslocalizada, no puedes más apreciar una densidad.
Estás por consiguiente en la levedad. Eso que llamas paradoja no es más que la
incomodidad de lo que todavía no está establecido de manera firme. Te invito,
pues, acá también, a descansar. Deja hacer lo que se vive. Son, en cierto modo,
las primicias de la deslocalización y de la multilocalización. Queda sólo, no
refutar eso, sino aceptarlo, en su totalidad, sin involucrarte, sin atarte. Así
como lo constatas, no lo expliques, sino vívelo. Abandonar el Sí, es entregarse
a esto. Si te entregas a esto, entonces el Absoluto está ahí. Esto te da una
aproximación de lo que yo llamé el Absoluto sin forma pero como tu forma está
todavía acá, la paradoja es esa. Pero lo que te parece todavía una paradoja, en
lo que acabas de enunciar, se volverá, también, evidencia.
Pregunta:
¿Podríais desarrollar sobre: vivir la permanencia del instante presente?
El instante
presente participa del Sí. Vivir la permanencia del Instante Presente es estar
instalado en el Sí, en el reflejo espiritual de su propia Luz proyectada sobre
la pantalla de la Conciencia. Vivir la permanencia del instante presente es
gozar del Sí, gozar de los Samadhis, pero no es el Absoluto. Muchos Hermanos y
Hermanas se complacen en eso, y está perfecto, porque nunca hay que juzgar
cualquier proceso que sea. Pero vivir eso, nunca conducirá al Absoluto y
todavía menos a la Liberación. Es haber realizado un estado, y eso se llama el
Despertar o la Realización. ¿Y después, qué pasa después? ¿Una vez que el saco
de alimento partió, una vez que el saco de pensamientos no exista más? ¿Qué
queda de vivir la permanencia del instante presente? Nada. Por lo tanto, es
ilusorio y efímero, aunque sea gratificante para el ego, para el bienestar.
Vivir la permanencia del instante presente, es aceptar lo efímero. Un efímero más
lindo, más bonito, que lo efímero del yo, pero eso queda en lo efímero, aún
permanente. ¿Cuál es esta permanencia? Está inscrita entre el nacimiento y la
muerte, como lo más amplio. ¿Pero antes, pero después, dónde está la
permanencia? ¿Dónde está el instante presente? Date cuenta, que detrás de esta
expresión, está la satisfacción de un ego espiritual y un impedimento de ir más
allá. Esta inmovilidad no es el centro, esta permanencia no es permanente,
porque está limitada por el nacimiento y la muerte. Lo que tú Eres, no está
limitado, ni por el nacimiento, ni por la muerte. Es muy difícil, para aquél
que vive la permanencia del instante presente, Liberarse de eso. Es el reflejo
del Sí, ese reflejo de la Luz, que ha sido llamado Ilusión y que conduce a todos
los excesos, a todos los encierros. Es quedar espectador de un estado,
observador de un estado. Es gozar de lo efímero, tomándolo por Eterno, aunque
eso sea muy satisfactorio. El “yo soy”, afirmación de la Presencia, no es más
que una estafa, sin embargo, indispensable para muchos. Realizar el “yo soy” no
es estar Liberado, sino estar todavía más encerrado. Pero sois libres de
afirmar el “yo soy” y de quedaros ahí porque, para muchos, eso es una meta y
una aspiración, una finalidad, un conjunto que es un sub-conjunto y que se
considera como un conjunto, sin embargo. No es el centro, aunque el centelleo y
el reflejo de la Luz puedan colmar. La meta no es ser colmado. La finalidad (si
es que se puede emplear esta palabra) no es ser colmado, porque la perfección
está ya ahí, desde siempre: es lo que tú Eres. Instalarse Aquí y Ahora, en el
instante presente, realiza el Sí, el estado de reflejo donde la Luz es vista.
Pero, si la Luz es vista, es que todavía está proyectada. El Absoluto no es
eso. Pero debéis aceptar, como yo lo acepto, sin ninguna problemática, que,
para muchos, eso es un objetivo y una finalidad.
9 junio
2012
Bueno, Bidi
está con ustedes, para nuestro entre-nosotros. Vengo pues, para tratar de
dialogar con ustedes, mucho más allá de simples palabras, mucho más allá de sus
preguntas, mucho más allá de sus respuestas. Con el fin de ver lo que resta
como obstáculo al Absoluto, a través de lo que yo les dije y a través de lo que
vamos a intercambiar. Como es habitual, vayan más allá de mis palabras, vayan
más allá de la tentativa de comprensión, por el momento. Verán después. Yo los
saludo y podemos comenzar.
Pregunta:
Después de haber hecho la experiencia del éxtasis, siento la necesidad de
desprenderme (ndt: de la experiencia) y de refutarla, ¿cuál es su punto
de vista al respecto?
El éxtasis y
la beatitud son sin duda los más destacables acontecimientos durante este
Último, que va desde la Infinita Presencia al Absoluto. Y cuando digo “va” no
es totalmente exacto. A continuación: tú eres el éxtasis como tú eres la
ausencia de éxtasis. Si sientes que existe en ti algo para refutar, entonces
hazlo. ¿Qué arriesgas? ¿Qué tienes para perder? Si existe algo detrás del
observador que constata el éxtasis y que lo autentica, quizá, para ti, hay que
refutar eso también. El éxtasis es un marcador. Cuando ustedes se volvieron la
Onda del Éter, la Onda de Vida y la Gracia, el observador desaparece y sin
embargo, ustedes están siempre ahí: todo lo que comprende la personalidad, el
Sí, e incluso la Última Presencia. Considera que más allá de eso, está el vacío
y la nada. No olviden que todo, aquí, donde ustedes están, está invertido y
proyectado. Volver al derecho, sin proyectar, no es el vacío ni la nada, aunque
todo a nivel del observador quiera creerlo. ¿Y por qué? Porque si él
desaparece, no hay nada más a observar. Sin observación, sin proyección, sin
experiencia, el observador no tiene ninguna razón de ser. Queda sólo el
Absoluto. Entonces, hazlo. Tú comprendes, desde ahora, que lo que hagas, o no
hagas, siempre has estado ahí. Recuerda que la única cosa que no puedes
definir, experimentar, manifestar, es lo que tú Eres. Tú no Eres ni el Sí, ni
la persona, ni el individuo, ni el mundo: tú Eres Amor.
Pregunta:
Desde hace mucho tiempo, yo realizo diferentes formas de encuestas sobre el
humano…
Eso nunca
lleva a ningún resultado. No es un conocimiento intelectual que no es más que
ignorancia. Olvídate de todo conocimiento. Yo no propuse encuestas, sino una
Encuesta y una sola: ¿quién Eres tú? Sin ninguna proyección. Sin esa avidez de
conocimiento. Porque, cuando estás ávido, estás vacío. Entonces, tú No eres
eso.
...Yo tengo
conciencia de eso, ahora...
Olvida la
conciencia de eso. Ve más allá.
... También
tengo conciencia de la realidad crística, de mis maestros…
¿Eres eso? Te
hago una pregunta: ¿quién Eres tú? No te hablo de ése del cual tienes
conciencia, porque todo eso de lo cual tú tienes conciencia es experiencia.
¿Qué buscas? ¿Qué quieres? ¿De cuántas pruebas más tienes necesidad? ¿Quién
busca las pruebas? No es un experimento, es una mirada que debe cambiar. Puedes
conocer todos los misterios del mundo, de las otras Dimensiones, como ustedes
dicen, puedes experimentar alegría: todo eso no son más que proyecciones. Tú
Eres Amor. Olvida todo eso. La única Investigación que pido no es intelectual.
Ella apunta, como lo dije, a cesar los juegos, estúpidos, de esa estafa
espiritual. Lo que tú Eres, lo eres. Ayer como mañana, en esta Dimensión, como
en toda Dimensión. Tu eres, también, desde luego, todo lo que me dijiste. Pero
eso es una parcela, eso no te es útil para nada.
... yo intento
de vivir la Unidad con mi Padre, en su realidad multidimensional.
La única
manera de vivirla, es de olvidarte. Si te olvidas, no tienes conciencia del otro,
tú Eres el otro, también.
... es eso lo
que intento hacer…
Pero no hay
nada que intentar. Sólo hay que quedar tranquilo, no observar más, no
experimentar más, ni siquiera tener la conciencia de… Es muy simple. Tú Eres
tú. Por tanto cállate. Si haces callar todo, ¿qué queda? Más allá de toda
contemplación del “yo soy”, tú eres Absoluto. Pero en cuanto buscas, tú sales
(Nde: del Absoluto). En cuanto la conciencia está ahí, pierdes lo que buscas.
Hay que hacer caer la vigilancia. Ese es el objetivo de la refutación y de la
Investigación. No hay otro objetivo. El Absoluto no puede ser una creencia, ni
un objetivo, ni una experiencia. Porque la creencia, como la experiencia, como
el objetivo, son exteriores a lo que tú Eres. El problema es que de lo que
hayas tomado conciencia, quieres ser Liberado.Pero no tienes que quererlo,
porque lo Eres ya. Es la conciencia, la experiencia, la creencia, que te hace
creer lo contrario y que te hace creer que si detienes, incluso todo eso,
aquello va a aparecer. Pero no hay otra manera que desaparecer. Olvídate. Tú
eres Amor y nada más.
Pregunta: Vivo
en un ida y vuelta entre el Absoluto, el Sí, la personalidad y el mental.
Intento dejar hacer el ida y vuelta, pero cuando me encuentro en el mental,
comienzo a intentar salir.
Mientras que
hay Absoluto con forma, los pasajes son innombrables. Tienes necesidad de tu
mental para vivir sobre este mundo, no para ser lo que tú Eres. Si el pasaje,
que no es uno, si ese Último es lo que tú Eres, o tú quedas Último, o tú vives.
Eso no debe plantear ningún problema. Puedes llevar a cabo lo que llevas a
cabo, sin ningún problema, porque el Absoluto está ahí. Cuando el primer
Absoluto se revela, todo es Absoluto. Tu mental no puede dirigirte pero puede
dirigir lo que concierne tu vida, lo que aprendiste, lo que llevas a cabo, en
esta vida, sin ningún problema. El pasaje del yo, al Sí, y al Absoluto (cuando
el Absoluto se revela), es normal. Es incluso saludable, eso no tiene que
turbarte. Esta forma existe, este cuerpo existe, este saco de alimento está
aquí. Déjalo vivir. No eres tú. Él vivirá su final cuando lo vivirá, eso no te
concierne. Y en función de eso, déjalo vivir lo que él tiene previsto vivir.
Eso no debe plantear ningún problema. Y no es un problema. Los pasajes se
vuelven cada vez más evidentes, es decir que tú ves claramente quien actúa,
quien Es, y quien no Es.
Pregunta: ¿Qué
hacer cuando se vive un gran fuego a nivel de la caja toráxica?
No hacer nada.
Quedar tranquilo. Observar, si quieres, y después, superar la observación. Pero
te señalo que, tal como expresaste la cuestión, consideras todavía que eras tu
pecho, que eras ese fuego en el pecho, que debías hacer algo. ¿Qué es ese “yo”
si no aquél del observador? Aquí también, ponte contento de dejar vivir lo
quedebe vivir. Tú no eres eso. Nunca se confundan refutar un elemento porque es
efímero con negarlo. No es porque niegues este cuerpo, que va a desaparecer.
Muy al contrario, va a darte problemas para decirte que está aquí. Sea por un
dolor, al pie, a la cabeza. Cuando digo de olvidarte, ¿Me dirijo a tu cuerpo?
¿Me dirijo al “yo”? Me dirijo a ti, no a tu cuerpo. El problema es la
identificación al cuerpo: “Me duele”, “yo tuve mi pecho en llamas”. Miren: como
siempre, el mental quiere explicar en lugar de vivir. Porque, si se vive, él
pierde su acción, su preeminencia, su poder. Miren, en lo que ustedes viven,
como tienen necesidad de explicar. ¿Eres capaz de explicarme por qué respiras?
¿Eres capaz de explicarme quién piensa, quién siente, quién percibe?
Desde luego que no. ¿Cómo puedes estar en cualquier experiencia sea cual sea?
Y si eso
concierne al Sí, esto implica Aquí y Ahora. Por consiguiente, si hay
interrogación sobre el sentido de una explicación, no hay más Aquí y Ahora: hay
ego. Hoy, ¿eres lo que viviste la otra noche? ¿Qué es? Un pasado, una memoria,
una experiencia. ¿Eso existe? ¿Eres tú? Si me dices, “yo viví eso”, yo te
respondo: tú lo viviste, tú no lo vives más. ¿Entonces era qué? Efímero. Tú no
eres efímero.
Pregunta: En
mis momentos de paz interior, de inmovilidad ¿soy observador?
Pero ¿qué
puedo saber dónde estás, salvo tú? ¿Cómo quieres que te dé una respuesta? El
Absoluto es la ausencia de localización, de referencia. Estás en paz cuando
duermes. No se vio nunca correr a un muerto. Ni a alguien que duerme, comer.
Desde luego que hay un observador en la paz. Es el “yo soy”. Ve más allá del
“yo soy”. Como lo dije: olvídate. Incluso el contacto con lo que se les propuso
(el Canal Marial, los dobles), están ahí, efectivamente, como otra conciencia
que la de ustedes. Pero es la misma, porque hay una Fusión, una Disolución. Tú
no eres más tú, te vuelves primero el otro. Y luego, no eres ni tú, ni el otro.
Y el Absoluto se revela. Comprende bien que es siempre el “yo” o el “yo soy”
quien dice que, a través del “yo soy”: tiene esa necesidad de existir. Y para
un “yo soy” adelantado, la necesidad de no ser separado y fragmentado como en
el “yo”. En ese momento, hay contemplación del Despertar, del Sí, de la Realización.
Pero ¿tú Eres eso? Eso desaparece como la bolsa de alimento. Nada de lo que es
efímero puede ser la Verdad. Y tú misma sabes que después de la paz, no estás
más en paz. Y vas a buscar los momentos de paz, el Samadhi. Eso se vuelve una
droga, pero no eres ni lo uno ni lo otro. Es eso lo que hay que ver.
Pregunta:
¿Llegar a quedar tranquilo en toda circunstancia, conduce al Absoluto?
Eso se sabrá.
Eso es previo. Quedar tranquilo conduce a experimentar el Sí, cuando el “yo”
desaparece. Pero el Absoluto, es el no-Sí. Es mucho más que estar tranquilo. Es
no existir más, es mantenerse fuera de lo que sea. Primero es volverse la Onda
de Vida, o el doble, para darse cuenta que nada de todo eso es verdad. No como
una negación, sino como un punto de vista que se desplaza. Ustedes no son nada
de eso que perciben. Dicho de otra manera, no eres el que vive la experiencia.
Eso que hace creer el “yo soy”, el miedo de desaparecer, el miedo del vacío y
de la nada, que, de hecho, está lleno porque ustedes están invertidos. Cuando
mueres, ¿quién muere? Hazte esta pregunta. Si sabes quién Eres, antes de nacer
o después de la muerte, si puedes responder esta pregunta, ninguna experiencia
es necesaria, ninguna percepción es necesaria. Ningún yo y ningún “yo soy” se
puede sostener.
Pregunta:
¿Cuál es el lugar de la experiencia, entonces?
Una
distracción, una escena de teatro. Relajar el yo, empezar alguna cosa, pero
empezar no basta. La Conciencia juega a experimentar. Creer que la Conciencia
va a conducirte a una meta, está perfecto pero entonces, dime: ¿Cuál es esa
meta? Dímelo. ¿La sabes tú mismo? Espero. Puedo esperar mucho tiempo: no
hay respuesta. No puede haberla. Y por causa: no hay causa. Tú Eres Absoluto.
Tú Eres quien nunca cambió, nunca experimentó, nunca concientizó. Desde luego,
con pavor, el yo y el “yo soy” va a decir: “es un horror”. Si, para él, es un
horror. Pero tú Eres Amor. Porque buscar lo que tú Eres, no es más que la
experiencia y la proyección de la Conciencia, que se burla de sí misma.
Pregunta: ¿La
refutación de lo conocido es suficiente para volverse Absoluto?
Ampliamente.
Lo que es conocido, o lo que está para conocer, ustedes lo llaman experiencia y
conocimiento. Es una proyección. Pero, siempre igual: ¿Quién eres tú? Desde que
desapareces, El Absoluto está ahí y es lo que tú Eres. El ego y el “yo soy” son
muy fuertes. El Sí es muy fuerte. No olvides que él se contempla, él mismo, el
ombligo o el Corazón, la Sombra o la Luz. Pero no son más que juegos de Sombra
y de Luz.
Pregunta:
Después de haber tomado conciencia que una pregunta lleva a otra pregunta y que
eso es sin fin, unas palabras resonaron en mí: Infinito, Eternidad, Amor, mi
Esencia.
¿Y entonces?
¿Por qué quieres estar tranquilo? ¿De qué?
Sentí una
falta de confianza de ese estado.
Hubiera
preferido que dijeras una falta de conciencia. La confianza concierne ¿a quién
o a qué? Y su falta, todavía más. Exclusivamente al Yo. ¿Eres tú ese Yo? Quien
te ha pronunciado (Nde: eso) es lo que tú Eres. Has comprendido todo.
Pregunta: ¿Cómo
tomar conciencia de quién se Es?
Pero no es una
cuestión de tomar conciencia. Es rendir la conciencia. Tú lo Eres ya, por tanto
no puedes tomar conciencia (Nde: de lo que eres). Tomar conciencia, es ya
experimentar y salir de lo que tú Eres. Lo que tú Eres no es para tomar
conciencia sino para rendir la conciencia. Es el observador que quiere tomar
conciencia, el testigo. Tú no eres ni el sujeto, ni el objeto. Podrías, por lo
tanto, en lo que dices, salir de lo que tú Eres, para ver que tú Eres. Pero eso
es imposible. Tú Eres amor y Absoluto. Es todo. Es el Todo. Tomar conciencia,
es apropiarse de lo que ya tú Eres. No es posible. Podrías todavía proyectar
algo, a través de la toma de conciencia, para conocer lo que es una no
proyección. ¿Cómo resuelves la ecuación? No puedes aparecer y desaparecer, al
mismo tiempo. No puedes tomar conciencia y rendir la conciencia.
Pregunta:
Usted nos dijo que estaba aquí para permitirnos acelerar nuestro acceso a lo
Desconocido.
No hay acceso
al Absoluto. No hay acceso a lo Desconocido. No es un acceso. Yo te muestro lo
que no existe. No hay otra forma.
Pregunta: ¿Lo
que en mí, desea esa vuelta al Absoluto, es el Absoluto que yo soy?
Pero tú no
puedes volver, nunca te fuiste. Es el “yo soy” que juega a eso. No puedes hacer
una pregunta como ésa. Eso quiere decir que tú buscas. No puedes buscar el
Absoluto. Eso es dar vueltas en círculo. Olvídate y desaparece. No tienes otra
solución. Se necesita que la conciencia del observador, el observador, el
testigo, el sujeto, el objeto, el teatro, desaparezcan. Es todo. Tú quisieras
que el teatro desaparezca para mostrarte lo que hay, pero te quedas en el
teatro. Yo dí el ejemplo del sueño. El Absoluto no puede observar el Absoluto,
porque desde que hay observación, qué hay? Conciencia, experiencia. Por
consiguiente tú buscas hacer la experiencia del Absoluto. Pero ¿quién busca
hacer la experiencia del Absoluto, si no es la conciencia? No puedes
comprender, Absoluto. No puedes servirte de tu conciencia, aunque sea ella la
más Realizada. Es justamente ésta que debe desaparecer. Si llegas a olvidarte,
a desaparecer, el Absoluto está ahí. Tú consideras, todavía, el Absoluto como
una búsqueda, pero el Absoluto está ya ahí. Sale del teatro. No tiene que
aparecer porque todo está ahí. Es tu no desaparición que bloquea. Tu querrías
tomarte de lo que tú Eres, tu querrías hacerlo una experiencia, tú querrías
tenerlo como una certeza, percibida. Eso no es posible.
Pregunta: ¿El
Absoluto es el último punto de vista que descubre que no hay más teatro?
Sí, es lo que
tú Eres. Es por lo tanto hacer cesar toda proyección, toda conciencia, toda
experiencia, todo sentido del yo y todo sentido del “yo Soy”. Pero reflexiona:
el “yo soy” no puede decir: “yo no soy”. Hay que salir de lo que es visto, de
lo que es percibido, salir de los sentidos, hacer el famoso Silencio, que no es
un Hacer. No es la expresión de una voluntad. No es la expresión de una
experiencia nueva. Es justamente la desaparición de todo eso. Tú Eres eso, en
ese momento.
Pregunta: ¿La
Onda de Vida, cuando se despliega, borra el yo?
Sí. El yo, es
el miedo, La Onda de vida encuentra el yo. Si el yo se borra, en todos los
sentidos del término, entonces la Onda de vida es vivida, percibida,
experimentada. Luego viene el momento donde no tienes más este cuerpo, este
pensamiento, no eres más aquél que observa la Onda de vida, sino tú Eres la
Onda de Vida. Es el mismo proceso con un Doble.
Pregunta: ¿Vivir
la Onda de Vida y vivir con un Doble, es lo mismo?
No vives con
un Doble: tú Eres el Doble. Hay primero percepción del Doble y a continuación
Fusión y Disolución. Por consiguiente entras en la a-percepción, la no
percepción, si tú prefieres. Del mismo modo que la Onda de Vida es percibida
pero, para volverse la Onda de Vida, es necesario que desaparezcas, en tus
ilusiones y tus efímeros. Es la misma cosa. En la Realización y el Despertar
del “yo soy”, existe la percepción que nada está separado, que todo está unido,
que todo es muy viviente. ¿Y entonces? ¿Y después? Muchos se quedan ahí. Porque
es una satisfacción, una impresión tan diferente del yo. Es el Sí. Es
gratificante. ¿Y después?
Pregunta:
¿Vivir la Onda de Vida y vivir la Fusión con el Doble, son dos procesos
obligatoriamente conjuntos, o bien se puede vivir uno o el otro?
La Onda de
Vida te muestra el Doble. La Onda de Vida viene de la Tierra, pero ¿qué tierra?
El Doble viene del Cielo, ¿de qué Cielo? Los dos son Confianza y Resonancia. Es
una experiencia Última. El objetivo, es que la experiencia cese. ¿Cómo es que
cesa? Cuando tú no eres más este cuerpo, estos pensamientos, sino la Onda de
Vida. Cuando no eres más un Doble que mira un Doble, sino que el Doble vuelve a
ser Uno. Desde el instante donde pierdes el sentido de tu identidad, en el yo o
en el “yo soy”, en el ego o en el Sí, en el Doble, también, el Absoluto está
ahí. La Onda de Vida y el Doble, vistos desde el Sí, son los agentes operantes.
Pero no eres ni el Doble, ni tú, ni la Onda de vida. Tú eres Absoluto.
No tenemos más
preguntas, le agradecemos.
Y bien yo,
rindo gracia y les doy gracia por nuestro entre nosotros. Tengan presente, en
la cabeza y en el Corazón, que si ustedes no comprenden, está perfecto. Porque
¿quién quiere comprender? No el Absoluto. Simplemente, mis palabras, sus
preguntas, las Vibraciones, llegan a estremecer. Y si ustedes están
estremecidos, pueden desaparecer, pronto. Pero quien desaparece no son ustedes,
es el Sí. BIDI les dice hasta pronto, quizá, para ustedes, aquí. Adiós.
29 de Junio del
2012
Pregunta:
yo estoy al servicio de mis padres aunque la demanda no viene de ellos. Esto no
me procura alegría. Antes, yo expresaba mi creatividad en la danza, el canto,
las actividades manuales, ahora ya no. ¿Qué pasa en mí para que yo actúe así?
Y bien, tú te
pones en la situación de la que te quejas. Entonces, la respuesta está
evidentemente, en ti y únicamente en ti, puesto que esta contrariedad te es
impuesta por ti misma y, como tú dices, por ningún elemento externo. El marco
de lo que tengo que decir no se sitúa en un análisis de tu esfera psíquica
porque esta esfera psíquica no concierna más que a tu vida efímero y no
corresponde a ningún Absoluto. La cuestión que tú me planteas es por tanto,
encontrar una salida o una explicación a algo que, de todas formas, es efímera.
No puede existir respuesta porque cualquier respuesta (incluso la más adecuada,
incluso la más justa, incluso la más eficaz) no hará sino mantenerte en otro
efímero. Y en tanto que tú consideres tu vida en lo efímero, en una satisfacción
(incluso en la creatividad), tú permanecerás limitado y permanecerás sumiso a
la alternancia de lo efímero, es decir los momentos de paso de la alegría a la
no alegría. Esto es propio de todo lo que es efímero. La única forma de estar
estable, la única forma de no estar condicionado por tus acciones y tus
reacciones (felices o desgraciadas) es comprender que tú no eres ese saco de
comida, que tú eres aún menos ese saco de pensamientos, que tú eres aún menos
esta vida que vives.
Mientras que
tú busques una respuesta a esto, te sitúas de oficio, de ti mismo, según el
principio de la acción /reacción o, si lo prefieres, del bien y del mal, de lo
que te hace bien o de lo que te hace mal. Cualquiera que sea el bien que
encuentres, lo efímero no aportará jamás una satisfacción permanente. Lo propio
de lo efímero será siempre, hacerte oscilar de un extremo a otro. Y el ser
humano pasa su vida, en lo efímero, navegando entre penas y alegrías, buscando
la felicidad. El objetivo de nuestras charlas no es procurar un bienestar, ni
un malestar, sino de mostrar la situación tal como la vives, tal como lo has
aceptado, y tal como la has identificado. Mientras que tú estés identificado
con lo que me has dicho (creatividad, asistencia, bienestar o malestar), tú no
puedes salir porque en una caso como en el otros, tú mantienes una dependencia,
tú mantienes un encierro y una incapacidad de salir. Así es lo propio de todo
ser humano confrontado a esta vida, a este efímero, a esta acción/reacción.
Pasáis tiempo buscando mejorar vuestro ordinario. Buscáis permanentemente
obedecer a contingencias sociales, morales, afectivas o de creatividad o de
desahogo material o espiritual. Pero ningún desahogo material, ningún desahogo
espiritual, permitirá salir de ese círculo vicioso. La única forma de proceder
es entender que tú no eres este cuerpo, ni estos pensamientos ni esta vida.
Mientras que estés identificado con lo que me has descrito, girarás en círculo.
No existe ningún medio, ningún útil, ninguna técnica que te aporte la durabilidad
y aún menos, el Absoluto y lo Eterno.
Necesitas
distanciarte. Distanciarse no quiere decir capitular o abandonar una obligación
sino cambiar de emplazamiento de tu propia Conciencia porque, cuál ese “yo´”
que tiene necesidad de creatividad, cuál es ese “yo” que tiene necesidad de
salir de una situación donde se ha metido él mismo, si no es el ego. El ego se
pasa el tiempo, en lo efímero, yendo del bien al mal, de la acción a la
reacción, encontrando en el lugar donde está encerrado, una justificación y una
solución. Ninguna justificación, ninguna solución, no será ningún seguro,
mientras que tú mismos no te sitúes fuera de aquél que cree actuar, del que
cree ser, del que cree tener que expresar una satisfacción, una creatividad o
lo que sea, porque todo esto pertenece a algo que por esencia y por naturaleza,
es efímero. Ahora, tu esencia y tu naturaleza es opuesta a eso a lo que te
sometes. Es por tanto, un cambio radical de punto de vista; es la única
solución. Mientras que tú encuentres en lo efímero, una fuente de satisfacción,
una fuente de insatisfacción, tú lucharás permanentemente, tú te agotarás.
Porque nada de esto puede ser estable, nada de esto puede ser Eterno y aún
menos Absoluto. Mientras que el ser humano se encierre en sus Ilusiones (y este
mundo es una ilusión), mientras que creas que hay que resolver cualquier cosa
incluso en esta persona, tú no dejas a este saco de comida, vivir su vida, tú
no dejas a este saco de pensamientos vivir su vida. Tú no eres eso. Hace falta
adoptar un cambio radical de punto de vista. Esto se llama la refutación y te
remito a todo lo que he dicho. La cuestión de que tú te planteas está
totalmente fuera del sujeto y no puede, en ningún caso, aportarte en mi
repuesta, una solución. Porque cualquier solución que corresponde a tu pregunta
y tu demanda no hará más que devolverte, aún más a lo efímero. Eres tú misma la
que te instalas en lo efímero de sufrimiento y alegría. Sea lo que sea eso
efímero, sabes pertinentemente que una alegría no puede durar, de igual forma
que una tristeza no puede durar. Porque incluso tristeza o la alegría más larga
se encuentran confrontadas a la barrera del fin de este saco de comida y de
pensamiento. Mientras que actúes así, mientras que reacciones así, no puedes
encontrar la paz. Y es normal. La cuestión que tú planteas concierne únicamente
a tu persona y a tu personalidad y, en ningún caso, al Absoluto.
No hay
alternativa al Absoluto. Si quieres estar en paz, más allá de lo efímero,
necesitar ver más ampliamente, salir de los meandros de las acciones/
reacciones de tu vida, de toda búsqueda que apela a la solución de una
problemática. Mientras que tú adoptes esto, eres prisionero de ti mismo, en tu
ilusión, en tu efímero. No puedo por tanto animarte a ir más allá de la
búsqueda de solución relativa a este efímero. Mientras que tú pases tu vida
buscando una mejoría, mientras que pases tu vida buscando un alivio, sea el que
sea, un bienestar, no puedes Ser. Mientras exista un malestar, sabes
pertinentemente que no puedes Ser. Pero es exactamente igual para el bienestar.
Porque tanto bienestar como el malestar se experimentan en lo efímero, en lo
que se mueve, lo que no es inmutable y eterno. Y mientras reflexionas así, tú
te sometes tú mismo al funcionamiento de lo efímero, es decir a ese saco.
¿Quieres seguir siendo un saco mientras que tu naturaleza y tu esencia es
absoluta y es mucho más amplia que lo que tú crees, de lo que vives, de lo que
experimentas? Necesitas superar esa dualidad. Ninguna solución aportada a tu
problemática te permitirá ser completo, porque permanecerás incompleto mientras
que tú mismo, te sitúes en la incompletud. Si entiendes esto, si te adhieres a
ello sin huir de lo que sea, entonces, todo te aparecerá claramente. Pero
mientras que no estés en este punto de vista, permanecerás problematizado en el
problema. No existe ninguna solución dentro de lo efímero, de la experiencia de
tu vida (como de cualquier vida). El ego se satisfará por decir que paga un
karma. Pero el karma no existe, salvo para la persona, no para eso que tú Eres.
Y tú no Eres una persona. Tú no Eres siquiera un individuo. Sal de ese juego.
Ir más allá, no es solamente superar una situación, aun menos aportar una
solución: es ver claramente las cosas. Mientras que estés identificado a lo que
sea de lo que vives (a este cuerpo, a estos pensamientos) ninguna solución
puede ser duradera y eficaz. Solo son pensamientos que te hacen girar en bucle,
como cualquier vida que no acepta tener la experiencia del Yo Soy. Pero ¿quién
dice Yo? ¿Quién dice Soy? Mientras que haya una apropiación dentro de lo
efímero, no encontrarás jamás la Paz definitiva. Tienes que saber lo que
quieres. Responder a un problema es dar la cara de nuevo, a otro problema, en
la misma esfera, o en otra esfera. Así es la vida del ser humano que se
encierra él mismo, cada vez más, en esta continuidad sin fin, de acciones/
reacciones efímeras. Mientras que te creas efímero, estás sometido a las leyes
de lo efímero donde está inscrito el sufrimiento. Y tú te adhieres al
sufrimiento, de igual forma que te adhieres a la alegría. ¿Cuál es su objetivo?
¿Qué es lo que quieres? Si es encontrar una solución a un problema, no es
necesario dirigirse a mí. La única solución que puedo darte es decirte que tú
no Eres lo que crees. Tú no Eres lo que vives, lo que tú vives, lo que tú hayas
vivido. Lo que se ha vivido, lo que es vivido, no concierne a lo que tú Eres.
Es la Ilusión la que te hace creer eso, el punto de vista, si prefieres.
Mientras que no salgas de ese punto de vista, nadie puede estrictamente hacer
nada por ti. Eres víctima de tus creencias. Eres víctima de tu propia vida, de
tus Ilusiones y esto es sin fin, dentro de lo efímero. Solo la muerte pone fin
(la muerte de este saco). Ve más allá de todo esto, sin renegar por tanto, de
lo que vives como difícil pero tú no eres eso que vives: toda la problemática
está ahí y en ninguna parte más.
Pregunta:
yo deseo aplicar tres consejos: permanecer tranquilo, cambiar de punto de
vista, refutar lo conocido. ¿Cuáles son los bloqueos que me impiden realizar
esto?
Pero porque
consideras que es algo a realizar. No hay nada que realizar. El único obstáculo
eres tú mismo, en el funcionamiento de lo efímero en lo mental y los
pensamientos. Mientras que estés en tu persona, mientras que estés identificado
(también), todo lo que tú reclamas no puede aparecer, porque está ya ahí y ya
está Realizado. Mientras que creas que hay un camino, una etapa, un tiempo
necesario, pruebas o marchas que recorrer, te alejas tanto más de lo que
buscas, porque no hay nada que buscar. Solo hay que Ser eso porque tú Eres eso.
Es siempre la persona, la mente o el cuerpo los que desviarán esto. No es algo
que buscar, no es un esfuerzo que hacer. Eso ya es. Eso siempre ha estado ahí.
Eres tú el que te has salido. El Amor está por todas partes. Tú no puedes
buscar lo que tú Eres porque tú Eres Amor. Entonces lo que te propones
(permanecer tranquila, encontrar la Paz), ya está ahí. Tú Estás tranquila. Tú
Eres la Paz. Cambiar de punto de vista, es aceptar esto. Mientras que exista el
más mínimo intersticio para la creencia en ti mismo, no puedes superar lo
efímero. El Absoluto ya está ahí, no tiene que buscarse y aún menos
encontrarse. Es como si tú me dijeras: “quiero encontrar el aire”. Pero tú
estás en el aire. ¿Comprendes esto? No puedes buscar lo que Eres y aún menos
encontrar lo que Eres. Solo la refutación de todo lo que es conocido, todo lo
que te concierne, puede terminar. Pero ese acabamiento no está inscrito en un
tiempo lejano o en un espacio separado de lo que tú Eres, ni en un más allá, ni
en una creencia cualquiera, ni en una religión, ni en una técnica, ni en un
ejercicio. Pasa por el estado primero, del observador. Cuando respondes: “Yo
Soy” ¿quién observa? ¿quién mira? ¿quién está detrás de lo que se juega ? tú
estás aun jugando a la escena de teatro. Hace falta entonces situarse en el
sillón que observa la escena y no jugar la escena y después, salir del teatro.
Esto no detendrá la escena (continuará desarrollándose, este cuerpo continuará
viviendo) pero ya no serás afectado, ni indispuesto, ni alterado por lo que sea
que se desenvuelva en la escena, porque ya no mirará esta escena. No estará
sentado ya mirando el espectáculo, saldrás del teatro y constatarás entonces,
por ti mismo, que jamás ha habido teatro. Solo el lugar donde te sitúas
determina las condiciones a las que tú te adhieres (las leyes físicas) pero, en
ningún caso, la física puede seguir a la metafísica. No hay esfuerzo que hacer
porque, mientras que consideres que hay un esfuerzo, te sitúas también en el
interior del teatro, sobre la escena, juegas y te adhieres a cualquier cosa
pero la escena de teatro se parará de todas formas, un día. El teatro
desaparecerá, de todas formas, desde el instante en que este saco de comida ya
no será. Es el juego de la mente, el juego del ego (de la propia personalidad),
a lo que te adhieres, que te impide ver claro. Es como si hubiera orejeras que
te muestran únicamente lo que hay delante de ti y que te impiden entonces,
salir de lo que está delante, no solamente para ver lo que está sobre los lados
y detrás sino para entender que no hay nada que ver. El Ser está más allá de
ver. El Absoluto no es un ver. El Es lo que tú Eres, en Esencia, en Eternidad,
cualesquiera que sean las circunstancias vividas por este cuerpo. Como he
dicho: tú no eres ni la escena de teatro, ni el actor, ni el espectador, ni el
teatro. Mientras que no hayas respondido a esta cuestión, mientras que tú no
hayas tenido el punto de vista exacto de esto, y bien, lo que buscas no puede
obtenerse. El punto de vista en que te sitúas es el de la persona, el de tu
vida, pero, para ti como para cada uno, mientras que te definas en relación a
tu vida, eso no concierne más que a la persona, que a lo efímero pero no a lo
que Eres.
Mientras que
creáis que hay que recorrer, mientras que creáis que hay un progreso, mientras
que creáis que hay una búsqueda que es sin fin, os equivocáis a vosotros
mismos: todo está aquí ya. Es vuestro punto de vista el que ha puesto la
distancia con la Verdad. La Verdad no conoce ninguna distancia, ningún tiempo,
ningún espacio. Cuando digo: “cambiad de punto de vista”, eso no concierne, por
supuesto, a la visión. Sino, mucho más allá de la perspectiva, está la
Conciencia misma que debe desenmascarar el juego de la ilusión. Y, si puedo
decirlo así, además de esta conciencia ¿qué es lo que hay? Está lo que yo he
llamado la a-conciencia. Mientras que no estés disuelto, mientras que no estés
muerto a ti mismo, a tus propias ilusiones, puedes continuar buscando todo el
tiempo la Paz.
Cuando decimos
de permanecer tranquilos, es una invitación a haceros cambiar de punto de
vista. Mientras que estés identificado a tus pequeños yo, a tus pequeñas
necesidades, a tus pequeñas satisfacciones, o a tus grandes necesidades a tus
grandes satisfacciones, no puedes encontrar la Paz. No puedes estar tranquilo.
Es por eso que he dicho (y repito): no tenéis otra alternativa que la
refutación de lo conocido porque lo Desconocido no puede ser conocido puesto
que es lo que vosotros Sois. El punto de vista debe instalarse, es decir, salir
del teatro. Mientras que no hayas tenido esta experiencia, tú estás persuadido
de ser este cuerpo. Mira (por ejemplo) tus Hermanos y Hermanas, nuestros
Hermanos y Hermanas que viven la experiencia de salida del cuerpo o la experiencia
de muerte, saben que no son este cuerpo, incluso si entran dentro. Por el
contrario, saben pertinentemente que es un saco de comida que está muerto,
aunque se llame la vida. El mundo no existe. Todo lo que se ve no puede
existir, es una Ilusión. Mientras que tú no aceptes este punto de vista, no hay
solución porque esta solución, aunque posiblemente existente, no se inscribirá
más que en el marco de la acción/ reacción, en lo efímero de la Ilusión.
Pregunta:
¿en una charla precedente me habéis dicho : deja este cuerpo tranquilo, no
tiene necesidad de ti para vivir, ¿qué debo entender hoy?
¿Has dejado
vivir a este cuerpo? Permanentemente estáis en resistencia. Esas resistencias
se expresan por sufrimientos, en el saco de comida o en el saco de pensamientos.
Mientras que haya sufrimiento, sea el que sea, estáis en el interior de esta
ilusión. Aquél que deja vivir su cuerpo (cualquiera que sea la de este cuerpo,
o cualquiera que sea la Paz de este cuerpo) no está de ninguna forma concernido
puesto que, lo admitirás, tú no Eres este cuerpo. Cuando mueres o cuando
duermes, ¿qué queda de ti? Más allá del sueño o de la pesadilla ¿dónde estás tú
en ese momento? ¿En qué se transforma el mundo? ¿Existe o no? ¿En qué se
transforman tus allegados, tu familia, tus hijos, tu profesión? ¿Están
presentes en tu Conciencia cuando duermes? Toda la problemática es esa. Dejar
este cuerpo tranquilo no quiere decir descuidarlo o abandonarle, sino no
resistir más porque, desde el instante en que no resistís más, o no os oponéis
más, la acción /reacción no puede ya desencadenar: el punto de vista cambia, la
Paz se instala, la tranquilidad está ahí. Entonces, en ese instante, tú
descubres otra cosa que el Yo Soy, tú descubres que tú Eres Absoluto y que esta
forma, esta vida, se vive pero no te concierne. Por supuesto, el ego se va a
apoyar en lo que he dicho (di tú lo comprendes a ese nivel) para decir: “ah
pero, tengo obligaciones”. Pero las obligaciones, llenan de sí mismas. No hablo
de las obligaciones, sean las que sean, sino de tu Conciencia: ¿dónde está? Y
más allá de la Conciencia hay algo, más allá del observador, que siempre ha
estado ahí, que nunca se ha movido, que siempre ha estado tranquilo, que
siempre ha estado en Paz. Es el punto de vista en el que es necesario Estar.
Mientras que no sea así, lo efímero sigue su curso, alterando o mejorando tu
vida y haciéndote creer que estás sometido, de una forma o de otra.
Ciertamente, el ego va a creer que va a hacer falta buscar un conocimiento
espiritual, psicológico, un conocimiento de mañana. En tanto estés en eso, no
estás aquí y ahora, estás en la proyección y la proyección mantiene la ilusión.
Ninguna satisfacción puede ser duradera en la proyección, porque incluso si
tuvieras todas las ayudas (materiales y espirituales), aunque conocieras todos
los misterios del Universo ¿qué cambiaría? Absolutamente nada, si no es la
satisfacción del ego de creer que va a dominar el futuro, su situación
familiar, social, financiera, afectiva.
Mientras actúes
en la escena de teatro, no puedes tener el punto de vista de aquél que ya es
Absoluto y para quién el teatro no tiene necesidad de él. Es el juego de las
interacciones en los cuerpos ilusorios (incluso sutiles) que ellos mismos,
mantienen la Ilusión. Cuando os decimos que no hay nada que hacer, que no hay
camino, que no hay evolución, por supuesto que para el ego lo hay y será
siempre una involución porque es sin fin, dentro de lo efímero. Pero ese sin
fin de lo efímero, no desemboca nunca en el Absoluto porque la sucesión de las
causas es infinita. Alimenta este saco, conténtale, pero tú no eres eso.
Conténtate con
observarlo, mirarlo y después, desvía la mirada. Entonces el ego te hará creer
que es la muerte, el ego te hará creer que es el fin. Sí, es el fin. Pero no es
tu fin, al contrario. El cambio de mirada, de punto de vista, es una Conciencia
más vasta, e incluso esta Conciencia más vasta es efímera porque si no, (si
esto fuera Absoluto) estarías permanentemente en el mismo estado, sin fluctuación,
sin movimiento (lo que por supuesto, no es jamás el caso).
Mientras que
haya búsqueda de Luz y de Amor, esto significa que pones una distancia con la
Luz y el Amor y es por tanto una proyección. Tú crees que hay algo que buscar,
que mejorar porque te lo han dicho pero ¿puedes probártelo a ti mismo? ¿Dónde
está la prueba? No existe ninguna. Es una superchería, es una estafa. Acepta
esto, no como una creencia sino viviéndolo, y la ampliación de la conciencia se
hará supra-conciencia y después a-conciencia. Es el momento en que tú duermes.
Es el momento en que tú sabes que tú Eres y, por tanto, donde no existe ningún
cuerpo, ningún pensamiento, ninguna emoción, ninguna interacción, donde tú no
estás inscrita en ninguna realidad efímera. El Absoluto se desvela, en ese
momento. Pero se desvela por supuesto, esto quiere decir que siempre ha estado
ahí, no está en otra parte, no es mañana. Hay que salir del teatro pero ¿qué
debe salir del teatro? No este cuerpo, no esta vida, sino lo que tú Eres. Tú
Eres Amor pero mientras que tú consideres que este Amor está fuera, haces una
proyección, un deseo y pones una distancia y tú crees que mañana será mejor y
quedas atrapado por el tiempo, por el espacio, por la localización en un
cuerpo. Mientras estés localizado, estas atrapado. Mientras creas que hay
búsqueda, estás atrapado. Mientras que estés ávido de conocimiento, estás
atrapado porque en realidad, conoces lo que Eres, ya que el sentido mismo de
esa palabra es nacer-con (por cierto, tú no puedes nacer-sin. Reflexiona). La
Esencia de tu Ser, la Esencia de lo que tú Eres, es Amor, es Absoluto.
Descubrir el Todo, si lo prefieres, es no ser ya nada, aquí, no como una
negación de la vida sino más bien como un cambio de punto de vista: esto se
llama también la Humildad y la Simplicidad. Es entender y ver que tú no eres
nada de este mundo, que no eres de este mundo, que no estás en este mundo. No
hay mundo. No hay persona. Solo hay creencias, solo hay proyecciones, ilusiones
que se mantienen y sustentan por sí mismas en el marco de lo efímero, en la
acción /reacción, del bien y del mal. Lo que tú Eres no puede ni nacer, ni
morir. Lo que tú Eres no puede ser afectado por lo que sea de este mundo. Lo
que es afectado, es lo efímero y, mientras estés identificado a lo efímero, estás
afectado y por tanto sufres, de una manera o de otra. No es cuestión de poner
un pensamiento o un anti-dolor ahí donde sufres. Hace falta cambiar de punto de
vista, que va a mostrarte que, cuando se desvela el Absoluto, el sufrimiento no
existe. Es el saco de comida, es la química del cuerpo, la que crea el
sufrimiento, es este mundo. ¿Cuándo duermes, sufres incluso de una enfermedad,
incluso de un trauma afectivo, aun el más violento cuando estás despierto? El
enigma está ahí: ¿qué Eres cuando duermes? ¿Qué Eres cuando mueres? ¿Qué Eras
antes de nacer? Y no hablo en términos de futuro o de pasado, sino de la
esencia de lo que tú Eres.
Pregunta:
las enseñanzas invitan a liberarse de lo conocido, a vivir el instante presente
tal como es y no como se quisiera que fuera. ¿Basta esto para hacerse el Amor
de la Luz Eterna en esta vida?
Si eres capaz
de cambiar el punto de vista (de no ser más este cuerpo, de no ser este
instante que se despliega, esta sucesión lógica de acontecimientos), aunque
solo sea lo que podría llamar una mil-milésima de segundo, por supuesto que
bastaría. Todo el problema está ligado a la localización de la Conciencia,
llevada al cuerpo, a los pensamientos, a esta vida que tú vives pero, como te
he dicho, tú no eres esta vida que vives, de ninguna forma. La vida está ahí,
independientemente de ti, independientemente del mundo. Vivir esto, es ser
Absoluto, no es más una creencia, es la ausencia de localización, es la
ausencia de identificación, es no jugar más el juego de la acción /reacción
sino hacer todo (absolutamente todo) lo que la vida propone con la misma
ecuanimidad, la misma Simplicidad y la misma Humildad porque, dentro del
Absoluto que tú Eres, el Absoluto no puede ser afectado ni por la enfermedad,
ni por la pérdida, ni por la carencia, ni por la plenitud, ya que el Absoluto
es Infinito Eterno. Lo que no es este cuerpo, lo que no es esta persona, ni son
tus relaciones, ni son tus hijos, ni tus padres, ni aquello a lo que estás
atado.
Aquello a lo
que estás atado, te pierde y te perderá. Mientras que haya atadura, hay
localización a este cuerpo, a este marido, a esta mujer, a este hijo, a esta
casa. Mientras no seas libre ¿cómo quieres reivindicar la libertad? ¿Cómo crees
tú poder ser libre estando atado a lo que sea? ¿Qué es la Libertad? Mientras
que estés en este saco de comida ¿eres Libre? ¿Sabes quién Eres? ¿Quién Eras tú
antes de nacer? Mientras no tengas esta respuesta, no sirve de nada. Todas las
otras respuestas son caduas y tú giras, y todos nosotros giramos mientras que
el Absoluto no se revele. Mientras nos adhiramos a lo conocido (de una manera o
de otra), estamos atrapados, encerrados y encerrando a los otros en nuestras
certezas, en nuestras ataduras, en nuestros deseos, en nuestras insuficiencias,
porque todo esto es efímero y solo dura el tiempo de este saco de comida. Lo
que es importante es que lo que está dentro (lo que tú Eres) pero tú no Eres el
Templo, tú Eres lo que está en el Templo. Lo Sagrado no es el cuerpo, aunque el
cuerpo es sagrado. Lo Sagrado es lo que es invisible, lo Sagrado es lo que es
Eterno y Absoluto. Nada hay que hacer del tiempo que pasa, nada hay que hacer
de la vida y de la muerte, nada que hacer de los placeres, nada que hacer de lo
que crees poseer, porque en este mundo, todo lo que tú posees (sin ninguna
excepción) te poseerá. Mientras que tú no te hayas dado, totalmente, el
Absoluto no puede ser tu Verdad porque en ese momento, tú estás atrapado por ti
mismo. No busques en el exterior, un culpable o una causa porque mientras que juegue
a esto, no eres lo que Eres y crees acercarte pero no te acercarás jamás.
Ningún
elemento de este mundo, ninguna persona de este mundo, ninguna localización
dentro de este mundo, ningún Amor de este mundo, puede aportarte lo que tú Eres
porque todo lo que se ve, proyectado, toda posesión es una ilusión. Entonces no
pidas la Libertad, si tú no eres libre. Vosotros jugáis un juego que no existe
más allá que en la proyección. Aquél que sale de su cuerpo, sabe que no es este
cuerpo. el que sale de sus pensamientos, sabe que no es sus pensamientos y
aquél que sale de la Conciencia, sabe que no es la Conciencia. No son creencias
puesto que podéis vivirlo. No hay ningún obstáculo en este mundo, no hay ningún
karma. Las únicas restricciones son vuestras propias creencias, nada más. Más
que nunca, hay que estar lúcido. Esta lucidez, es un punto de vista que no
tiene nada que ver con el punto de vista de aquél que está localizado en un
cuerpo, en una vida, en una profesión. El amor es Libre, el Amor es Absoluto porque
es lo que Sois. Pero no el amor humano proyectado en un afecto, sea el que sea,
porque todos vuestros afectos no hacen sino traducir vuestros propios vacíos y
vuestras propias incompetencias a ser Absoluto porque no hay nada que llenar,
salvo para lo efímero. La esencia es Amor: lo que vosotros Sois, lo que todos
nosotros Somos. Si nosotros somos esto, entonces no hay nada que buscar, no hay
ideal, no hay nada que idealizar, no hay nada que creer. Necesitáis, al
contrario, descreer, aceptar no ser nada aquí, en la conciencia que vivís e,
instantáneamente, Sois Todo, Absoluto. Si la mínima parcela de efímero
permanece (en vuestras ataduras, en vuestras posesiones, en la necesidad de
contradecir el mundo, de oponeros, de actuar o reaccionar) os inscribís
vosotros mismos, en el sufrimiento, en lo efímero y en la carencia. Ahora,
vosotros Sois la plenitud del Amor. Vosotros Sois Absoluto. Los límites y las
barreras no vienen sino de vuestras proyecciones, ya fuesen las más felices.
Mientras que proyectéis, no podéis ser Absoluto. Mientras que busquéis, no
podéis encontrar. Todo lo que creéis encontrar no hace más que alejaros porque
eso que buscáis os inscribe en una localización sobre este mundo, en este
mundo, y todo eso es efímero. El mundo desparece desde que vosotros dormís.
Daros cuenta: corréis detrás de quimeras, buscáis una satisfacción inmediata o
programada, os atribuís roles, profesiones, funciones. Pero no sois nada de
todo eso. Vosotros Sois Absoluto, Amor.
Pregunta:
desde algún tiempo, en toda circunstancia que, en otro tiempo, generaba
emociones de todo tipo, la ausencia de emoción me deja un poco perplejo. ¿Es un
pequeño paso hacia el Absoluto que debo ser?
No hay paso
hacia el Absoluto. Sin embargo, cuando las emociones se agotan, en un primer
tiempo, eso puede darte a pensar que hay un desinterés o algo de extraño o
inhabitual. Eso es efectivamente un paso hacia el Sí que, efectivamente, puede
parecer que te acercas del Absoluto, que está ya allí. El desinterés de la
localización de esta bolsa de comida, como de las bolsas de pensamientos,
efectivamente, se traduce por la disminución y la desaparición de las
emociones, porque la emoción es lo que pone en movimiento. Ahora bien el
Absoluto no es el movimiento: es la ausencia de movimiento puesto que no (ndt:
tiene) participación en este mundo en movimiento. Lo efímero es movimiento. El
Absoluto es no movimiento, pues lo que es el Todo no puede estar en movimiento.
Las partes del Todo pueden estar en movimiento. Así pues, cuando las emociones
se agotan, incluso si eso puede aparecer como extraño, está muy bien. Porque
esa es la prueba indiscutible que tú no participas más en los movimientos de lo
efímero. Una vez más, no es un desinterés o un desentendimiento sino, más bien,
un punto de vista que cambia. Es un gran paso del punto de vista. El punto de
vista se amplía, tú no estás más en la escena del teatro, tú eres todavía el
que puede observar pero que no vive lo que se vive en la escena. Entonces, eso
es inhabitual. Eso puede traducirse, en un primer tiempo, como un sentimiento
de extrañeza, pero es normal. Eso traduce el proceso de ruptura de la ilusión
de lo efímero, del conjunto de bolsas efímeras. Desde ese instante, el
observador se revela, lo que te da a comprender que tú estás siempre allí, a
pesar de no haya más emoción. ¿Quién está allí? ¿Quién observa? ¿Quién observa,
si no es lo que tú Eres, en Verdad, en Absoluto? Esto no es pues un paso hacia
el Absoluto pero, sino más bien, un paso del punto de vista. En lugar de estar
al pie de la montaña y de tener una visión limitada por los árboles, te has
alejado de la montaña y ves la altura y la cumbre de la montaña. Es una etapa.
Queda ahora comprender que no hay etapas. Recuerda las capas de las cebollas:
las verdades son capas apiladas. La verdad de la primera capa no conoce nada de
las otras capas que están encima. Pero la capa más extrema contiene todas las
otras capas, incluso si ella no las ve, incluso si ella no las siente. Así
evoluciona la Conciencia en la Supra Conciencia llamada Turiya. Y viene, luego,
la equivalencia del sueño, es decir la no conciencia (aún más allá del Samadhi)
que da a vivir Absoluto. Del punto de vista limitado es un paso, pero del punto
de vista del Absoluto, eso no cambia nada puesto que eso está siempre allí. En
resumen, más vosotros penetráis la supra-conciencia, más os dormís, menos este
mundo tiene peso para vosotros. Y, como yo lo decía, todos sabéis que si
llegáis a dormiros, sea cual fuere el problema, no existe más. O entonces, no
hay sueño: hay pesadilla o sueños.
Ni la emoción,
ni los pensamientos, ni la bolsa de comida, ni el conocimiento, ni la
espiritualidad son de cualquier utilidad para ser Absoluto. Esas son trampas
que os mantienen en la ilusión de lo efímero. Nada de lo que vosotros Sois es
efímero. Los juegos de rol, cambian en permanencia. Vosotros cambiáis de
ocupación como de canal de televisión, como de mirada, como de profesión. Pero
todo eso es efímero porque, justamente eso cambia. El Absoluto nunca cambió y
no cambiará nunca es lo que vosotros Sois. Entonces, desde luego, si vosotros
tenéis ganas de jugar, entonces jugad. Recordad que el Absoluto no es una
búsqueda, ni todavía menos una etapa. Es un Último. Es el momento donde todo lo
conocido se borra. No es la muerte, incluso si el ego os lo dice, incluso si el
mental va a segregar la química del miedo. Porque la bolsa de alimento, como
las emociones, como los pensamientos, tienen la enojosa tendencia a haceros
creer que son verdaderos. Y vosotros os identificáis con ellos, adherís a
ellos, de una manera u otra. No es importante conocer las maneras que conducen
a esto, eso no tiene ningún tipo de importancia. Mientras que estáis
interesados en la acción/reacción, la Acción de gracias no puede ser vuestra
Morada, porque habéis situado vuestra Morada en esta bolsa, en estos
pensamientos, en esta vida. Entonces, vais a alimentaros de una pizca de Luz,
vais a crear la evolución, vais a crear la mejora, la búsqueda. Pero son
tonterías. Eso no tiene ninguna existencia, eso no existe más que en las
proyecciones, más que en la Ilusión. La única pregunta esencial, es: “¿qué Sois
vosotros?” Y ese “vosotros Sois” no tiene nada que ver con lo que creéis ser.
Sea lo que sea que viváis, es efímero. Incluso la cosa más perfecta
desaparecerá totalmente con este cuerpo. Entonces, desde luego, vosotros
adherís al karma. Pero el karma no concierne lo que vosotros Sois, concierne
otro efímero que no existe , aún menos que lo otro: las vidas pasadas. Hay que
elegir: Absoluto o efímero. Pero no esperéis encontrar una satisfacción durable
en lo efímero. Incluso el Sí no es estable. Es fácil describir la experiencia
del Sí, de la no separatividad, del Amor Infinito. Pero ¿es eso Absoluto? No,
seguramente. Porque lo que podéis expresar, con palabras, de vuestras propias
experiencias, de vuestras propias memorias, desaparecerán con la desaparición
de esta bolsa. ¿Eso Sois vosotros? ¿Qué buscáis y por qué lo buscáis? ¿Qué
buscáis llenar, tranquilizar, si no es el vacío de este cuerpo y de estos
pensamientos que no son más que proyecciones, cáscaras vacías? Y sin embargo,
vosotros estáis dentro: por tanto, no podéis salir. Es simplemente el punto de
vista que cambia. A partir de ese momento, todo irá muy rápido para vosotros.
El principio de la refutación de lo conocido os conduce, si se puede decir, a
ser Absoluto. Pero una vez más, refutar no es rechazar: es ser consciente.
Dejad a este cuerpo hacer lo que tiene que hacer, dejad a este cuerpo levantar
vuestros hijos, dejad a este cuerpo ir a trabajar. Vosotros no sois nada de
todo eso. Hacedlo pero no inviertáis absolutamente nada, sino alimentáis el
ego, alimentáis lo efímero. Vosotros llamáis eso la satisfacción y el
bien-estar. Pero ninguna satisfacción y ningún bien-estar es Absoluto, porque
se inscribe en lo efímero.
Pregunta:
la Onda de Vida comenzó a subir y se detuvo. ¿Podría orientarme para que yo
emerja de este caos?
Hay que pasar
por el caos. Mientras que no estás muerta, no puedes buscar lo que tú Eres.
¿Por qué rechazar el caos? Está allí, tú no Eres eso. No hagas nada, no luches
contra: míralo. ¿Eres tú eso? Eso prueba que estás identificada a ese caos,
pero tú no Eres ese caos. El caos concierne lo efímero, sean cuales fueren las
palabras que le demos. El caos no traduce más que el caos del ego, el caos del
cuerpo, el caos de los pensamientos. Pero agradece el caos, obsérvalo y, si
eres lúcida y lo ves, sabes muy bien que tú no Eres eso. Y si piensas serlo y
vivirlo, estás todavía, en algún lugar, apegada. Porque el ser humano cree
estar apegado a su familia, a sus hijos. Pero estáis de igual manera apegados a
vuestros sufrimientos, incluso si decís (y sobre todo, si vosotros decís): “yo
no quiero sufrir”. Recuerda: no tienes que luchar contra el caos. No hay
solución para aportarle. Míralo, obsérvalo y constatarás que no Eres nada de
eso. En ese momento, el sufrimiento se soltará, el caos se disolverá por sí
mismo, no por cualquier acción, no por la aplicación de una venda. Sé lúcida.
Tú lo has dicho: eres lúcida, pero cierta parte todavía, tiene una adhesión a
esas proyecciones. Entonces, desde luego, se podría decir que está ligado a lo
que has vivido en el pasado pero eso no tiene ningún tipo de importancia.
Observa en el instante. No busques las causas, que pueden ser verdaderas a un
nivel de la cebolla pero no en otra parte, y sobre todo no en el Absoluto. Mira
el caos. ¿Eres tú eso? De manera definitiva, no. Es imposible. Observa con
lucidez y suéltate de eso, no luchando contra, no aportando una solución
(porque lo reforzarías). Sino simplemente porque has expresado esta lucidez,
tienes la capacidad real de expresarla. ¿Está el caos allí cuando duermes?
Desde luego que no. Y cuando te despiertas, está siempre allí. ¿Dónde estaba
mientras que tú no estabas allí? Reflexiona. Es muy simple. No es un enigma o
una charada. ¿Qué tienes miedo de soltar si no es tu pobre pequeña persona
efímera? Ninguna perfección eterna puede ser obtenida en lo efímero. Puedes
tener la ilusión de ello, del mismo modo que puedes transformar una cara por un
maquillaje, o dar a ver, por tus ropas: llamar la atención y la mirada en otra
parte que en la Verdad, con el fin de no ver lo que nació. Es el mismo
principio: suéltate, refuta. Ningún caos puede alcanzar lo que eres, sea cual
fuere el grado de sufrimiento, sea cual fuere el grado de lucidez. Todo eso no
es más que una escena de teatro. Ya tienes la chance de observarlo, de ser
lúcida, como tú dices. Entonces, ve más lejos. Basta con no inscribirse en ese
caos, basta con no luchar contra, sino, simple y objetivamente, mirarlo. Si
haces eso, entonces, si puedo decir, se ganó. Todo problema viene, en
definitiva, del miedo: el miedo a perder este cuerpo, el miedo a sufrir, el
miedo al abandono. Pero no puedes abandonar lo que tú Eres, de toda Eternidad.
Tú Eres Absoluto. El caos es un lavado de lo efímero. Queda tranquila, deja
actuar, pero tú no Eres nada de eso. Acéptalo. Velo. Es muy simple. Pero si tu
lucidez te lleva a querer actuar o querer reaccionar, entonces te inscribes,
por ti misma, en algo que va a durar en lo efímero. Mientras que si haces la
tentativa de aplicar lo que te he dicho, extremadamente rápido, tu lucidez se
volverá todavía más clara. No podrás ser alterada por ese caos que no te
concierne de ninguna manera. En este tipo de pregunta que te haces, aquí
también, hay etapas, no hacia el Absoluto, sino etapas de lucidez que deben ser
superadas, unas después de las otras, no luchando, no oponiéndose, sino más
bien mirando, no solamente la situación, no solamente el caos, sino más bien a
ti misma, más allá de esos sufrimientos, más allá de ese caos.
Entonces, en
ese instante, habrá un instante, detectable entre todos, donde algo bascula. Tú
pasas de lo efímero, si se puede decir, al Absoluto, aunque no haya pasaje, ni
vuelco, ni cambio. Pero eso, la Conciencia lo percibe claramente. Pero, aquí
también, no eres la que percibe claramente eso. Aquí también, hay que ir más
allá. Hacer esto, observar esto, es no darle más peso al caos, no prestarle
atención a lo efímero, a las creencias, a las suposiciones, sino más bien
acercarse a la Infinita Presencia. Y allí, el Absoluto está casi ahí, para ti.
La búsqueda de perfección, como la culpabilidad que expresas, no son más que
los miedos. Pero no tienes que luchar contra esos miedos, hay justamente que
mirarlos (como para el caos), ver que eso está relacionado, que eso funciona en
sinergia en el seno de lo efímero, pero no puede, en ningún caso, tocar o
alterar lo que tú Eres, en Verdad. Acepta pues tu inmortalidad. No eres ni este
cuerpo ni lo que has vivido, ni tus actividades. Tú eres el caos y es en ese
caos personal, individual (que es una muerte mítica y mística), que el Absoluto
está allí. Ese momento de temor, que te hace creer en el fin, no es de hecho,
más que la apertura a la Verdad, es decir al Absoluto. Desde luego, el cuerpo,
desde luego los pensamientos, van a hacer todo para evitarte que pienses así.
Pregunta:
¿estoy preparada para aceptar el punto de vuelco hacia el Absoluto?
Tu pregunta no
quiere decir gran cosa. ¿Quién hace la pregunta? No es la videncia, todavía
menos una autoridad exterior que va a decirte: “está bien” o “no está bien”. No
hay que estar preparado a algo que siempre ha estado allí. No eres un vestido
para ponerse para ir a casarse. Hay que aceptar ser despojado, totalmente desnudo,
en el caos, en el Abandono más total. Soy más bien yo que te pregunto: ¿Estás
preparada? Porque sólo tú tienes la respuesta. ¿Cómo puedes proyectar una
respuesta a esperar del exterior? ¿Qué te hace pensar o creer eso, si no son
tus propias indecisiones, tus propias dudas? Toda respuesta está en ti. No hay
mejor momento que el instante presente. No hay distancia, no hay búsqueda, no
hay ropas para poner, no hay estar preparado. Es la perspectiva del punto de
vista de la personalidad que va hacerte creer que hay que estar preparado o no
preparado. Estar preparado, o no estar preparado: pero eso no quiere decir
nada. No hay además nada que decir. ¿Qué buscas decirte a ti misma? ¿Qué
quieres disfrazar? Sobre todo no creer nada. No hay que estar preparado o no
estar preparado a algo que siempre ha estado allí. Es el punto de vista de la
personalidad que, siempre, a través de las palabras que empleas, muestra
incluso que aguardas algo o que tú esperas o temes algo. Pero es el mismo
principio: esperar, temer, u otro, no es más que la proyección de tus propias
incertidumbres Interiores. Y ¿de qué Interior hablas tú? Y ¿de qué interior
hablo yo? El del Sí, hay que Abandonar el Sí para ser Absoluto, porque el
Absoluto está ya allí, envuelve al Sí, es el No sí, el No Yo, el No Maestro, el
No Parecer. Es el Para Brahman, es decir el Todo más allá del Todo, el Absoluto
Último, Amor. ¿Cómo podrías estar preparada a lo que tú Eres, ya? La noción de
preparación pone una distancia, una separación, incluso. No hay nada que
preparar. No hay que estar preparado o no estar preparado, porque adoptar esto
te devuelve a una cierta forma de linealidad, a lo efímero, a la incompletud.
Es una proyección, aquí también. No es un matrimonio, no tienes que encontrar a
otro si no lo que tú eres ya. Sólo el ego cree eso y traza hipótesis al
respecto.
Pregunta:
¿qué es oportuno que yo entienda de vuestra parte?
La primera
respuesta es: “nada en absoluto”. La segunda respuesta es: “qué aguardas, qué
esperas entender?” Ningún conocimiento que venga de lo que yo podría decirte,
de lo que tú Eres, te permitirá Ser lo y todavía menos devenirlo. Hay que hacer
el Silencio. Ese Silencio no es una obligación que dice: “Yo paro de pensar, yo
paro de mover”. Sino es el Silencio del observador. ¿Quién piensa? ¿Quién
habla? ¿Quién vive? ¿Quién tiene el nombre que llevas? Si todo eso se detiene,
entonces, puedo decir lo oportuno que es parar todo eso. El Absoluto, una vez
más, no es una etapa, ni un decir (cualquiera sea) puesto que el Absoluto se revela,
justamente, desde el instante donde hay Abandono del Sí o Abandono del Yo, sin
sufrimiento, sin querer huir sea de lo que sea. Se trata más bien,
verdaderamente, del momento donde el Silencio se hace y donde nada se dice,
donde nada más es oportuno. Es el momento de la Disolución, llamada
anteriormente el caos, en la pregunta precedente. Vivir el caos, es osar
también Abandonarse, no depender más del Yo y del Sí, devenir, realmente,
independiente y Libre, sean cuales fueran las circunstancias de tu vida. Ningún
hijo, ninguna regla social, ningún ataque de este cuerpo puede alterar eso. En
definitiva, y aquí también, el “quedar tranquilo” toma todo su sentido. Como ya
lo dije, repetidas veces, aquel que mira la escena de teatro no puede ponerse
de pie y molestar a los otros espectadores. Está en una butaca, él observa.
Está cautivo, él también. Pero el hecho de estar cautivo del observador
desemboca en la no Conciencia o a-conciencia. Pero eso está ya allí. No existe
ninguna distancia, ningún tiempo, ningún apego que pueda frenar o sujetar al
Absoluto, puesto que el Absoluto contiene todo eso.
Pregunta:
¿cómo hacer para no intervenir más en la vida corriente?
Pero
justamente, no hay nada que hacer y todo se hará. Vosotros tenéis tendencia a
considerar, los unos y los otros, que cuando se os dice de dejar hacer, de
quedar tranquilo, debéis quedar sentados sobre un sillón y esperar. No habéis
comprendido nada y está muy bien porque, justamente no hay nada que comprender.
Refutar no es renegar de: es simplemente el punto de vista que cambia. La
acción se desarrollará siempre, el hacer tendrá lugar, pero la Conciencia no
hará. Observaréis lo que se hace. Es el punto de vista que cambia. Y percibís y
mantenéis, una visión limitada. Cuando os digo que este mundo no existe, ¿acaso
eso quiere decir que tú vas a salir de este mundo en cuanto cierras los ojos, o
en cuanto te metes en un sillón? Pero desde luego que no. No hay que negar lo
que vive esta bolsa de alimento: no hay que implicarse. Es eso, quedar tranquilo.
Eso no quiere decir volverse una verdura, eso quiere decir hacer e intervenir,
pero tú no eres ni lo que hace ni lo que interviene. Es un problema de
posicionamiento. Eso ha sido repetido numerosas veces. Cuando se os dice de no
hacer nada, eso no quiere decir quedar sin hacer nada, sentado en alguna parte
o en la cama. Desde luego que no. Haced lo que hay que hacer, responded a
vuestras obligaciones, sean livianas o pesadas, pero vosotros no sois nada de
eso. Es el ego que se apodera de eso, en tu pregunta. Es el ego que se dice:
“pero ¿cómo yo puedo parar de hacer, mis hijos, mis obligaciones, mi familia?”.
Nadie te ha pedido parar sea lo que sea. Es un cambio de punto de vista. Tú no
eres el que hace, tú no eres el que interviene. Es el ego que, espontáneamente,
quiere limitar según lo que percibe, desde luego, y que te hace creer que eso
no es posible. ¿Aquél que sale de su cuerpo para de vivir? No, él está mucho
más vivo que cuando él actúa. Del mismo modo (y lo repito), no hay nada a
rechazar. Refutar no es rechaza: es cambiar de mirada, cambiar de punto de
vista. Desde luego, lo que yo digo para el ego es incomprensible, porque el ego
no ve y tiene razón. ¿Cómo podría hacer, sin hacer nada? Si yo tomé el ejemplo,
varias veces, de la escena de teatro, no es por azar. Voy a retomar otro
ejemplo: el de la soga. Tú entras en una pieza mal iluminada, tus ojos ven una
soga, pero como está mal iluminado te persuadiste de que es una serpiente y
tienes miedo y tú enciendes la luz y te das cuenta que no es más que una soga.
Es exactamente el mismo principio. Dicho de otra manera, en vuestro lenguaje
corriente, confundís Roma con Santiago. No hay serpiente y sin embargo tú lo
has creído. Pero el hecho de cambiar de enfoque te hace dar cuenta de tu
equivocación.
Es el mismo
principio para vuestra vida: nadie os ha pedido nunca de no intervenir, de no
actuar. Al contrario, esta bolsa de comida debe vivir lo que tiene para vivir,
liviano o pesado. Pero no os impliquéis, porque eso no es vosotros. Es el punto
de vista que cambia, no es la acción. Pero la personalidad, desde luego, no va
a comprender eso. El mejor modo de llegar, yo lo expliqué, es la refutación.
Refutar no quiere decir no hacer nada, es estar tranquilo, es dejar hacer. Ese
Hacer no tiene necesidad de lo que tú Eres. Es toda la diferencia. El punto de
vista, el enfoque, la mirada: no hay serpiente, es una soga, es una creencia y
después, solamente después, no hay tampoco ni serpiente ni soga. Pero no es
porque tú vas a decir que no hay serpiente y no hay soga, que eso va a ser
verdad. Es como las capas de la cebolla, es parecido. ¿La capa de la cebolla
que está más próxima del centro, conoce la vida de la envoltura de la cebolla?
No, es parecido para ti. ¿El hecho de ser Absoluto hace desaparecer sea lo que
sea que está al interior de la cebolla? Por supuesto que no. Pero la lógica del
ego es de hacerte creer que sí. De ahí esta pregunta. El Absoluto no es aquel
que queda en una gruta. El Absoluto puede realizar no importa qué, en el seno
de una forma, pero sabe que no es esta forma y sin embargo, hace. Es el cambio
de punto de vista, no de acción. No es pasar de la acción a la inacción, no es
detener todas las interacciones, no es matar padre y madre o hijo. Es otra
mirada, una conciencia ampliada. Es pasar de aquel que es actor de su vida, a
aquel que mira. Es el observador: ahí, es el Yo Soy. Y luego, el observador
desaparece, él también: no hay más localización en un cuerpo, en una historia.
Pero ¿quién ha dicho que la historia debía detenerse? Nadie, salvo tu ego.
29 de Junio de
2012
Pregunta: ¿En
ese contexto, qué quiere decir el Absoluto y como vivirlo?
He aquí el
ejemplo típico (y no tengo nada contra ti), de alguien que no leyó nada de lo
que dije. No se puede decir nada del Absoluto. No es un contexto, ni un
concepto. No se puede decir nada (absolutamente nada) sobre el Absoluto puesto
que, precisamente, es Desconocido. Querer tener un enfoque de comprensión
intelectual, mental o imaginar, no quiere decir nada. Es el mental que plantea
esta cuestión. El mental no puede acercar, ni siquiera dudar, alguna cosa
acerca del Absoluto. El principio mismo del Absoluto es, precisamente, refutar
todo lo que es conocido. Nada puede explicarse (darse) sobre el Absoluto.
Querer hacer una comprensión no quiere decir nada. De la misma forma, no existe
ningún medio para darte (o explicarte) acerca de cómo vivir el Absoluto porque
¿cómo?; implica necesariamente, una comprensión (un mecanismo intelectual de
prensión, de enfoque), lo que es imposible. Te comprometo, por lo tanto, a que
releas todo lo que dije, incluso, en mi texto de introducción. Toda voluntad de
comprensión del Absoluto está condenada al fracaso, puesto que les es
Desconocido. El Absoluto no poder ser expresado en palabra porque eso es lo que
ustedes Son. Por lo tanto, querer vivir lo que ERES, no tiene sentido puesto
que ya lo ERES, desde la Eternidad. El mental hace esta clase de pregunta
porque está persuadido de que va a poder apropiarse del Absoluto y de vivirlo.
Pero, precisamente, es en la ausencia de comprensión, en la desaparición de la
interrogación del mental mismo, y de la comprensión (o de la lógica, o por la
desaparición de la propia persona), que el Absoluto Es. No puedo pues aportar
ninguna respuesta a tu pregunta. Sería presuntuoso creer (o de esperar) que una
definición de lo que es el Absoluto sea posible. De la misma forma que no existe
ninguna técnica, ningún medio, de vivir el Absoluto, haciendo éste género de
preguntas. Sólo refutando todo lo que se conoce (es decir: no eres este cuerpo,
no eres estos pensamientos, ni esta vida, ni este mundo), dejando hacer lo que
es a hacerse sobre este mundo, que el Absoluto Es. Ninguna emoción, ninguna
imagen, ningún símbolo, nada imaginario, ningún sueño, ninguna proyección, te
es de alguna utilidad para ser Absoluto. Al contrario. Deshazte de todo eso.
Sólo cuando te deshagas de todo lo que recubre lo que tú ERES (es decir, el
Absoluto), el Absoluto Es. El Absoluto es Desconocido. Es lo que decía al
comienzo.
Imaginémonos
(y eso es fácil) que me dices que no sabes lo que es el aire. Pero, vives en el
aire. Cualquier proporción guardada, es exactamente el mismo principio.
Mientras hagas una proyección (del Absoluto), Él nunca podrá ser para ti. Y,
sin embargo, está allí. La mirada exterior, la comprensión, la proyección en un
sistema de conocimientos (cualquiera que sea), no puede darte este acceso. No
existe, simplemente. Sólo cuando todo lo que está vinculado a tu persona, seas
“tú” “Yo”, tu Sí, no existan ya, es que el Absoluto está ahí. Toda palabra que
pudiera darte del Absoluto no haría más que alejarte. Es, en los momentos en
que el “Yo” desaparece, en que el “Sí” desaparece, completamente (eso se llamó
el Abandono del Sí), es cuando te liberas, completamente, de todo lo que le que
conoces (de todos tus condicionamientos, tus reflejos, de todas tus creencias,
tus Ilusiones, en este cuerpo, en esta vida, y esta conciencia, no existen ya)
que el Absoluto Es. No antes. ¿Cómo puedes tú imaginar servirte de tu propia
conciencia, de tu propia inteligencia, y comprensión, para ser Absoluto? Es
imposible. Mientras este planteamiento exista (que lo llamen psicológico,
espiritual u otro), ustedes mismos se engañan. Mientras jueguen el juego de la
conciencia, no pueden ser Absolutos puesto que el Absoluto es, precisamente
todo, excepto una conciencia, excepto una comprensión, Todo, salvo lo que les
es conocido. No hay pues ningún medio, ninguna posibilidad, de responder, a
este género de pregunta. Te invito, por lo tanto, que releas atentamente, las
respuestas que di. El Absoluto está ya allí. Es la conciencia, precisamente,
que pone fin al Absoluto. El Absoluto es no-conciencia. El Absoluto no es supra
conciencia. La supra conciencia podría ser la fase pre-última. Pero, el
Absoluto no es una fase, ni una etapa. Está más allá de toda posibilidad de la
conciencia. Querrías hacer, de algo que es Ilimitado, algo limitado que pudiera
entenderse. Pero no hay nada que agarrar-entender. Al contrario. Debes
deshacerte de todo, sin ninguna excepción, vivir este caos, esta muerte, este
rebasamiento de todos los miedos, no por una acción, sino más bien, por la
observación de ver morir todo lo que debe; porque es efímero. Pasar por las
Puertas de la Disolución. Lo que se llamó la Onda de Vida, que llega a algunos
lugares del cuerpo ilusorio y que les hace estalla en la cara, el caos, la
negación, la voluntad de dejar perdurar el Sí, por orgullo espiritual, por
miedo de la muerte, por un pequeño miedo. Es lo que debe verse. Cuando eso es
visto, el Absoluto no es más un problema, no es una búsqueda, no es algo a
encontrar. El punto de vista cambia y comprenden que el Absoluto ha estado
siempre ahí. Pero, mientras se localicen en un cuerpo, en un Sí, en una
historia, en un compromiso (cualquiera que sea), ustedes no puedan ser
Absoluto. Sin embargo, es ya lo que ustedes Son. Pero el ego lo impide. El Sí
también. Deben aceptar morir. Eso se llamó la Crucifixión, la Resurrección. Es
necesario perderlo todo, para ser Todo. Mientras te mantienes en cosas como (tu
conciencia, tu cuerpo, el Sí, en tus chacras, tu Kundalini, qué se yo, que
más), tú te estafas a ti mismo. Te limitas tú mismo. Permaneces en el conocido.
En el posible, en lo circunscrito y, en ningún momento, tu punto de vista
cambia. La mirada es la misma, vestida con otros Velos, con otras ilusiones. No
puedes conocer lo que ERES. Sólo puedes Serlo. Conocer recurre a la conciencia.
Es el cese de la conciencia (en una localización, en un espacio y en un tiempo,
en una historia y un cuerpo, en un mental, en un Alma o como en un Espíritu)
que Realiza. Mientras permanezcas como algo de lo que acabo de describir, el
Absoluto sigue distante y, sin embargo, es lo que ERES, más allá de toda
historia, de todo cuerpo. El ego sólo existe por la carencia vinculada a lo
efímero. El Absoluto pone fin a la compartimentación, pone fin a la
localización, a toda Ilusión, a toda creencia, a todo Sí, a todo “, sino más
bien, por la experiencia directa. Ahora bien; esta experiencia directa no puede
vivirse mientras exista la menor identificación a cualquier cosa, es decir,
mientras exista la menor proyección. Ahora bien, la conciencia es proyección,
en el “yo” como en el Sí.
La conciencia
es movimiento (que este movimiento sea fragmentario, en el “Yo”, como mucho más
vasto) dando acceso a lo Ilimitado del Sí, llamado pomposamente: Despertar.
Pero, si están allí, es lo que ya son; Despiertos. No hay nada a realizar que
ya no esté realizado. Es el ego que cree eso, él Sí que cree eso. Es la peor de
las trampas porque eso los lleva a mantener proyecciones constantes, a creerse
Infinito, en una búsqueda sin fin. El Absoluto no es eso. Es, precisamente,
detener toda proyección, toda conciencia, toda localización, todo tiempo, todo
espacio y toda Dimensión. ¿Es qué lo acabo de decir, todo lo que acabo de
enumerar, desaparece? ¿Ver la cebolla, en su totalidad, con sus primeras
cáscaras, quiere decir que el núcleo de la cebolla, en el centro, no está ya?
Es un cambio de mirada. Pero el ego no lo aceptará jamás. Y él Sí, aún menos.
Porque mientras el “Yo” tiene el “YO” de la misma manera, el Sí tiene el “Sí”.
Y mientras tengan lo que sea, no son Libres.
Por supuesto,
el ego va a susurrarles que están encarnados. El Sí va a susurrarles que tienen
una evolución espiritual. El “Yo” voy a decirles que tienen obligaciones. El Sí
va a decirles que tienen una responsabilidad espiritual. Pero, todo eso es
conocido, archiconocido, y no concierne de ningún modo al Absoluto. Deben pasar
al otro lado, sabiendo que no existe ningún punto de paso, excepto por la
muerte de todo lo que acabo de enumerar. Eso no es un viaje: es detener el
viaje. Creer que hay un viaje, los aleja del Absoluto. Mientras corran detrás
de una Kundalini, corran detrás de un chakra, o detrás de cualquier cosa,
ustedes se engañen. Es el miedo que les hace creer que tienen algo a buscar y
encontrar. Mientras el miedo esté allí, permanecen en el “Yo” y en Sí, en el
miedo por ese cuerpo, en el miedo por una evolución espiritual, o un karma que
no existe. Permanecen en los estratos inferiores. Vuestro punto de vista no
puede cambiar. Todo lo que se desarrolla en el “Yo”, y en el Sí, obviamente, se
inscribe en el Absoluto, pero no es el Absoluto porque todo eso les es conocido
o conocible. Deben renacer, vírgenes y nuevos. No es porque no hay más
programa, porque no hay más sistema, que todo desapareció. Es un problema de
configuración, de mirada y de punto de vista. Mientras no hayan soltado todo,
el Absoluto no estará allí para ustedes, mientras que Él está siempre allí.
Harían bien en abandonarlo todo, en la carne, meterse en una montaña, meditar
durante miles de años, y eso, no cambiará nada. Creerán llegar a alguna parte y
no entienden que no hay ninguna parte a donde llegar. Seguirán manteniendo y
creando escenas de teatro, nuevas piezas, construyendo otros teatros y tomando
eso por realidad, por real, por la única verdad. Deben abandonar eso. Deben
liberarse de todo. Eso se llama el Abandono del Sí. Recuerden que el Absoluto
no puede ser, en ningún caso, un objetivo final. Es el Último. No es una etapa.
No es una búsqueda. Es, precisamente, el cese de todo eso.
Pregunta: ¿Por
la refutación y el cambio de punto de vista, la angustia se hace menos
presente, incluso no aparece más. Paralelamente a eso, el mental se disuelve.
Pero el ego se manifiesta, todavía, por momentos de forma aguda. Refuto
igualmente, pero me sorprende que ciertos sentimientos están todavía ahí. La
Onda está presente. Estoy un poco perdida con todos estos estados. ¿Podría
usted aclararme?
Tú, eres ya
esclarecida. ¿Qué quieres tú, como aclaración suplementaria? A partir del
momento en que la conducta de la refutación te da a vivir estos cambios, ¿qué
quieres de más? Quizá no te has perdido aún suficientemente. Cuando te hayas
perdido completamente, por fin, se te encontrará. Acepta perder, completamente,
toda referencia, todo espacio. Todos esos Estados que cambian, obsérvalos y refútalos
también. Lo que conduces (y llevas) es la buena solución. Te esclareces tú
misma. Continúa. No dije nunca que eso iba a realizarse en un mes o dos.
Algunos lo viven instantáneamente. Otros van a poner (en término lineal) varios
meses. ¿Cuál es la importancia, en definitiva, puesto que, como se lo dicen
numerosos Participantes, están todos, Liberados? La Liberación es para todos.
Pero, es diferente vivir la Liberación a partir del “Yo”, a partir del Sí, o a
partir del Absoluto. Porque las implicaciones no son las mismas: el que se
mantiene ligado sufre, el que se libera no sufre ya. El que tiene creencias
sufre y sufrirá. El que no tiene ninguna creencia, el que renace en lo virgen,
no puede sufrir. No puede existir lucha.
Cuando son
Absoluto (lo repito), pasan del “yo” al Sí, y del Sí al Absoluto, como del
Absoluto al Sí, y del Sí al “Yo”, sin ningún problema, a voluntad. Pero,
mientras no sean Absoluto, no pueden pasar del uno al otro. Es para eso que es
necesario abandonar el “Yo”, y el Sí. Hacer frente a su propia muerte, con el
fin de dejar la Ilusión desaparecer, sin desaparecer uno mismo. El testigo es
la Onda de Vida, más allá de lo que llaman Kundalini, los chakras y el Supra
mental. Tú, eres ya esclarecida. ¿Qué quieres más cómo claridad? Deja
desaparecer todo el resto. Lo que has enumerado como traduce, que la refutación
(según vuestra terminología encarnada), funciona. No busque más
esclarecimiento, que ese que da la claridad que tú vives. Todo está ahí. ¿Por
qué querer más? No hay nada que buscar. No hay nada a querer. Solo hay que
abandonar, totalmente el Sí. Y la refutación es la sola vía posible. Entonces
prosigue. Ya estás ahí. Es lógico que, en el «Yo» y en el Sí, que el mental
esté presente. La pacificación de las emociones, la disminución de las
angustias y del mental, te conduce a vivir la Presencia, y la Infinita
Presencia. A partir de este momento, si aceptan morir a toda localización, a
todo vínculo, a todo lazo, renacerán, Libres y Liberados. Son por lo tanto,
Liberados vivientes. Son el Jnani, el Mukti. Y allí, todo pasa a ser
extremadamente claro. Todo es claridad. No puede persistir ninguna zona de
sombra.
Pregunta: La
conciencia se identificó, recientemente, a memorias de individualidad con un
notable sufrimiento durante varios días. La refutación y la trascendencia no
pudieron puntualmente efectuarse. ¿Por qué?
Porque es
necesario reforzar tu posición de observador. Te recuerdo que es la posición
del observador que te hace salir del papel de actor (cualesquiera que sean los
medios empleados), sobre el camino de la refutación y la Liberación (que no es
un camino). A menudo, las resistencias se expresan. Si puedo emplear esta
palabra, aspirar, ahí en ese momento, a ver cada vez más claramente (de aceptar,
refutándolo, cada vez más claramente), sus angustias y sus manifestaciones. En
un momento dado, podrás decir que has llegado. Es decir, te habrás distanciado
suficientemente de ese sufrimiento. Todo sufrimiento es hecho para ser
trascendido. La transcendencia no es la supresión del sufrimiento por un medio
cualquiera (químico, energético, psicológico u otro). Es, simplemente, la
visión más clara y la más lúcida del sufrimiento, o lo que sea, con el fin de
permitir una no identificación. La refutación es, efectivamente, el medio.
Pero, eso también, no marcha instantáneamente. A veces sí. A veces no. A veces,
es necesario un poco más de tiempo. Más eso les parece arduo (por la no
respuesta a la no refutación), más están próximos a la Infinita Presencia. Entonces,
no busques porqué, no busques cómo. Pero, sigue refutando. Y, necesariamente,
este sufrimiento se alejará. A partir del momento en que no lo des más atención
(sin rechazar, una vez más), a partir del momento en que no hay más agarre en
la Conciencia (para el sufrimiento como para una atadura, es el mismo
principio), entonces, el apego o el sufrimiento no están más. Allí, está la
Libertad. Esa es la Liberación.
Por supuesto,
a menudo hay una tendencia a decir: “eso no funciona”, a partir del momento en
que consideran que se consagró un tiempo suficientemente largo. Pero, si eso
está siempre presente, es que el tiempo consagrado no es suficientemente largo.
Es una exhortación a continuar. No existe ningún sufrimiento que resista a la
refutación. Por el contrario, existen muchos sufrimientos que van a resistir a
la reacción: que sea química (por un calmante), que sea psicológica (por un
medicamento psíquico, a objetivo psíquico), o cualquier otra técnica. Podría
decir la misma cosa con relación a la pregunta a la cual no respondí, con
relación al miedo, es la misma cosa: si quieren comprender los mecanismos del
miedo, como del sufrimiento, no saldrán nunca de la acción-reacción. Mantienen,
y alimentan, la Dualidad. La refutación no puede, nunca, alimentar la Dualidad
porque eso va a crear una ruptura de equilibrio en el mental y en consecuencia,
en el cerebro. Es esta ruptura de equilibrio, en el cerebro y en el mental
(como se obtiene en una experiencia de muerte inminente, o aún en ciertas
experiencias fuera del cuerpo o místicas), que se realiza la Liberación. Es asi
de simple.
Por supuesto,
cuando hay allí sufrimiento o miedo, la primera cosa que viene a la conciencia,
es encontrar un remedio para hacer cesar el miedo o el sufrimiento. El error
está allí, y es fundamental: la refutación no va a actuar contra, mientras que
la lógica de la encarnación querría que se actúe contra. La refutación es un
acompañamiento y no una lucha. El acompañamiento va siempre hacia las líneas de
menor resistencia. La refutación va, en ese caso (como en la cuestión a la cual
no respondí), a ser, exactamente, un agente de transcendencia contribuyendo a
la Liberación. Mientras quieren luchar contra, mientras quieran explicar
miedos, sufrimientos (es la misma cosa), se equivocan. Porque inducen, a esa
bola de comida, esta bolsa de pensamientos, a una repetición en lo efímero que
es sin final, hasta el final de lo efímero, y ustedes ni siquiera lo perciben.
Por otra parte, la refutación, incluso si ella no parece dar resultados, es
realmente, el solo medio que va a hacerlos pasar del actor que sufre (o que
tiene miedo) a ese que observa y que en definitiva a ir más allá del
observador. Te exhorto a continuar. Esta respuesta va junta a esa concerniente
al miedo, a la cual no respondí porque la formulación no es la misma. Los insto
a releer las formulaciones de las dos preguntas, que podrían parecerse, pero
que, sin embargo es lo opuesto. Porque el punto de vista de la primera
pregunta, no es el mismo de la segunda, a la cual respondí. Toda la diferencia
está ahí.
Pregunta:
¿Cuál es el peor obstáculo a revertir por mí para fusionar como ya lo hice una
vez sin buscarlo, para renovar la experiencia a voluntad?
Pero, ninguna
experiencia a voluntad te hará vivir el Absoluto. Es necesario cesar toda
experiencia. Por otra parte, la experiencia espontánea que se vivió no se
reproduce, porque hay un obstáculo, de importancia: tú mismo. Toda experiencia
se ve apropiada por el “Yo” o por el Sí y, mientras hay apropiación de una
experiencia (así fuera la más maravillosa), no hay Absoluto. Esto es un
constante. ¿Alguien que hizo una experiencia a las puertas de la muerte renueva
esta experiencia a voluntad? Y, bien no. ¿Por qué? Porque hay un apego al
recuerdo de la experiencia. Este apego al recuerdo de la experiencia basta para
bloquear la experiencia futura y bloquear el Absoluto. Ninguna persona habiendo
vivido una experiencia de muerte inminente puede acceder a este estado
Absoluto. Porque hay un apego. Todo apego a una experiencia (así sea, la más
auténtica y la más profunda), es el obstáculo mayor al Absoluto. El que nunca
no ha vivido una experiencia accede más fácilmente al Absoluto porque es
virgen. Es el mismo principio que para Sí: el que mantiene su Sí no quiere
dejarlo. El que es marcado por una experiencia mística, cualquiera que sea, no
quiere soltarla. Acepta, que el único obstáculo eres tú mismo. Olvídate. Olvida
esta experiencia.
Refútala y tú
serás Absoluto. Una vez más, la dificultad viene del apego. Y cuanto más la
experiencia es profunda, más bella, y más viva, más es un obstáculo en lo que
son, hoy. Recuerden: no hay progresión entre el Sí y el Absoluto. No hay pasaje
entre el Sí y el Absoluto. Es Sí es el orgullo espiritual, por excelencia, del
que cree haber llegado, del que quiere permanecer encerrado, que se niega a
Abandonarse y que con todo, clama la necesidad de Libertad. El que dice eso
está baldado por los miedos y sufrimientos. Ninguna experiencia debe
reproducirse. El Absoluto es el cese de toda experiencia. Pero, una vez que el
Absoluto se revela, todas las experiencias resultan posibles, pero no antes.
Eso es necesario entender. Entonces, refuta todas tus experiencias, incluso
ésta y verás. Lo propio del ser humano, es ligarse a todo lo que le cae en la
mano o bajo los ojos. Y si, además, es una experiencia mística inusual, eso va
a bastar a arraigarlo en la última experiencia y a impedirle ser Libre y en
consecuencia vivir su propia Liberación. No es una paradoja puesto que el
Absoluto no es una progresión desde el Sí. Es la ruptura del Sí. Por esta razón
la refutación es fundamental y principal. Mientras
no hayan refutado vuestro acceso al cuerpo de Etreté, no hayan refutado vuestro
acceso al Sol, ni refutado vuestra propia Disolución, no pueden ser Liberados.
Ahora bien, precisamente, el Sí va a creer, lo contrario, que es necesario
mantener viva la experiencia pasada, debido a su intensidad. Va a rememorar la
experiencia, va a tornearla en bucle (en el mental, en el Sí) y va a alejarse,
aún más, de esta Liberación. El Despertar, pomposamente llamado así, no es la
Liberación. La Realización no es más que una estafa que los mantiene en la
ilusión. Es así como nacieron las ilusiones espirituales (lo que llaman el
Nueva Edad o las enseñanzas Luciferinas) que les hacen reflejar algo que no es
verdadero y que es el mayor obstáculo a la Libertad y a la Liberación porque
permanecen fijos en la última experiencia, en la visión del 3er. Ojo, en
potenciales energéticos y Vibratorios. Mientras que incluso eso debe refutarse.
Si no, ustedes mantienen el Sí. Haciendo gárgaras por del Despertar, haciendo
gárgaras por vuestra auto Realización que no es, en realidad, más que el
reflejo de vuestra auto suficiencia. Incluso eso debe refutarse. Y es más fácil
refutar la vida ordinaria, para una persona en el “Yo” que no ha vivido nunca
el Sí, que de refutarlo para el que está instalado en el Sí y el orgullo
espiritual. Les recuerdo que están todos liberados, pero que las condiciones y
las circunstancias de esta Liberación no son las mismas. Que el devenir de
vuestra propia Liberación no es el mismo. Por lo tanto el obstáculo eres tú.
Pregunta:
Tengo siempre mucha dificultad para interiorizarme correctamente durante los
alineamientos o las meditaciones. O me duermo o termino por dejarme llevar por
pensamientos, no soy capaz de permanecer durante el tiempo preconizado. Deduzco
por lo tanto que tengo resistencias importantes, pero no las he identificado.
Olvida en
primer lugar tus suposiciones y tus proyecciones porque el hecho de dormir es
excelente. Porque el adormecimiento corresponde a la extinción de la
conciencia, más allá de Turiya, y en consecuencia eso es una fuerte señal que
la Alineación, como lo dices, tiene eficacia. El adormecimiento es el momento
en que hay ocultación de la conciencia como de la supra-conciencia. En esos
momentos, el Absoluto se revela, aunque si no tengas la conciencia. La
resistencia se sitúa, en los momentos en que no te mantienes en un lugar y en
que los pensamientos te invaden. Aprovecha pues de estos momentos, en que el
Alineamiento te da a vivir eso, para refutar los pensamientos, sin luchar
contra, pero deshaciéndote e desidentificándote de esos pensamientos. No hay
por tanto que actuar, sino dejar hacer y aprovechar de estos momentos que se te
ofrecen para refutar. Lo que llaman “Alineación” es la conjunción, de ahora en
adelante, de la supra conciencia y de la Onda de vida, en resonancia con el
Absoluto. Aprovecha de esos instantes, de esos momentos, para aplicar la
refutación o entonces para dormir. El resultado
será el mismo. La forma en que expresas la cuestión pone de manifiesto que al
mental le gustaría apoderarse de las experiencias de la Alineación. El
adormecimiento es la mejor de las maneras para que el mental no pueda
acapararse. Persiste pues en eso, y refuta mientras no duermas. Constatarás
entonces, rápidamente, que algo pasa y que te conduce a un mecanismo del Sí
(llamado Infinita Presencia) que es, hasta cierto punto, primicias al Absoluto,
o, en todo caso, la facilitación del Absoluto.
Pregunta:
Desde hace algunas semanas, tengo la impresión que lo que constituía mi
actividad profesional se enciende bajo mis ojos y que nada más tiene sentido.
Sé que no hay más nada que hacer, nada a detener, pero eso engendra en mí un
mecanismo de acción-reacción, o una sensación de depresión, de vacío. En los
dos casos no estoy ni en la alegría ni en la paz. ¿Cómo fluidificar ese proceso
y salir de la ilusión?
La manera que
tienes de presentar: me da una descripción que corresponde a la salida de la
ilusión y seguidamente, me preguntas cómo salir de la ilusión, entonces, qué es
lo que estás viviendo. ¿Qué más quieres tú? El hecho de perder las referencias,
el hecho de no encontrar compromisos en pro de alguien o de alguna cosa es la
prueba de la Liberación en curso y en consecuencia el cese de la ilusión. ¿Qué
más quieres agregar a eso? Porque lo que vives ahí, es el proceso de la
Infinita Presencia que conduce al Absoluto y al final de la ilusión de este
mundo. Agradece pues, lo que vives y no cambies nada. Sé el observador de lo
que se desarrolla porque lo que se te da a ver, es precisamente el final de tus
propias ilusiones, de tus propias ataduras. Es el duelo, o el choque. Es lo que
viven todos, actualmente, en distintos grados. ¿Pues, por qué quieres bloquear
eso? Es completamente natural. No hay nada que mejorar. Hay solamente que ver
lo que se desarrolla. Lo que sea que tengas la impresión de perder, quienes
tengan la impresión de perder, agradezcan, porque allí, se encuentra vuestra Liberación
y vuestra Libertad. Lo que sea que piensen, cualquiera que sea el sufrimiento,
o la depresión. Recuerden que lo que se expresa, por la depresión, por el
sufrimiento, por el problema, no es más que el reflejo de la agonía del ego y
del Sí. ¿Por qué quieren aportar un remedio e impedir lo que los libera?
Cambien de mirada, ahí también. Agradezcan. Lo que les parece terrible y
difícil, hoy, solo está destinado a mostrarles los últimos apegos en acción. Es
lo que los libera. Que eso sea el trabajo, o que se trate un prójimo. Lo que
viven es la Libertad, aunque eso aparezca, a la conciencia, al revés. La
conciencia no quiere desparecer, ya sea la conciencia del yo la conciencia del
Sí. Las circunstancias de vuestras vidas los llevan a vivir eso y es exactamente,
lo que es necesario. ¿Entonces por qué querer remediar vuestra propia
Liberación? Si aceptan eso, verán, por ustedes mismos, que lo que en la víspera
les parecía, un sufrimiento enorme, no es más que vuestra Liberación. No están
ya en el tiempo de la contemplación del Sí y de la Alegría. Están en la
Liberación de los últimos apegos, de las últimas ilusiones. Incluso si eso les
parece difícil, ¿es difícil por qué y para quién? Vean eso. Sean el observador
en un primer momento. Refuten eso y estarán Libres. No tienen por qué resistir.
No tienen que
oponerse, si no mantendrán o restablecerán una dualidad que no quieren ya. No
es un humor desagradable o una depresión profunda que debe impedirles de Ser.
Diría incluso que es una excelente señal que traduce perfectamente la
Liberación en curso. ¿Qué más quieren? No están ya en etapas de acceso al Sí,
de realización del Sí. Lo que se desarrolla es la Ascensión de la Tierra, la
Liberación final de todas las ilusiones. ¿Cuándo el mundo desaparece, a que atarse,
si no es a lo que Son? Es una oportunidad, un regalo, una gran gracia. Y
ustedes viven eso inversamente. Ya lo dije: menos comprendan, y más eso les
parezca duro, más eso será fácil. Sólo son la expresión de las resistencias del
ego y del Sí. Pero si eso les afecta, eso es lo que debe ser. No son lo que
sufre, ustedes no son la depresión. Lo que se despega de ustedes, los libera.
No hay ninguna excepción a esta regla. Lo que sea que se desapegue de ustedes,
aunque no perciben la utilidad, y no viven más que un estado extremadamente
desagradable, vayan más allá de eso. No pronuncien juicios sobre lo que viven
porque todo lo que viven, hoy, no es más que el resultante de vuestra
Liberación. Deberían estar felices: salen del teatro, ya no hay más teatro. Y
más lo que nombran días, y las semanas van a pasar, más eso va a ser evidente.
No pueden volver hacia detrás. Lo que se murió, se murió. Lo que nace, nace.
Sólo los compromisos en pro de lo que se murió crean el sufrimiento. Y lo que
muere no es una pérdida, una vez más, es una Liberación. Cambien de mirada. Es
más bien si no viven nada, o si están en la alegría permanente, que deberían
inquietarse. Les recuerdo, por eso lo que dijo uno de los Ancianos, hace algún
tiempo, mucho tiempo, concerniente al choque de la humanidad. ¿Qué creen que es
lo que viven? Vuestro choque personal. El choque del ego. El choque del Sí. Eso
va a ser cada vez más evidente pero ustedes no son eso. No tienen ningún medio
(intelectual, mental, de clarividencia, intuición o premonición, que les de los
medios de aceptar lo que viven. Deben pasar por eso. Pero, una vez más, no es
una prueba, es una Libertad. Creo que el Comendador del Ancianos lo repitió
durante años: la oruga se convierte en mariposa. Pero la oruga debe dejar el lugar a la mariposa. ¿Si no,
cómo quieren ser, a la vez, una oruga y una mariposa? Cambien de punto de
vista. No guarden el punto de vista de la oruga, sino el de la mariposa. No
busquen estratagemas diciendo: estoy encarnado, tengo obligaciones. Eso no es
tuyo. Si aceptan lo que pasa, seguirán haciendo lo que debe hacerse, hasta el
último momento, pero ustedes, se liberarán antes. ¿Entonces que quieren? Es
como si dijeran: “quiero morir pero no quiero que mi corazón se detenga”,
“bien, yo quiero morir, pero quiero permanecer allí donde estoy”. Saben muy
bien que eso es imposible.
Pregunta: El
Absoluto se reveló durante un momento de meditación y paz, pero al reanudar las
actividades de la vida, el velo volvió a caer. La expectativa de vivir eso
nuevamente, es obstáculo para esa revelación. ¿Cómo actuar con esos obstáculos?
La revelación
sólo ocurre una vez. Eso no puede ser re-velado, puesto que ese velo se
consumió. No hay paso entre el Sí y el Absoluto. Pero una vez establecido el
Absoluto, el pasaje es posible a voluntad en los dos sentido. Lo que quiere
decir que lo que se vivió es una Disolución en la Infinita Presencia. Y es por
otra parte la diferencia con el estado Absoluto (que no es un estado) porque
cuando el Absoluto es alcanzado, vivido, realizado, concientizado, revelado, no
puede ya re-velarse (de velo) o desaparecer. Era pues un preliminar, pero como
lo observas, y lo dices, el deseo de actuar y reproducir la experiencia te
aleja de lo que ha sido vivido. Refuta también eso. No lo busques más. No lo
pidas, sino refútalo y verás. Queda claro que la realización de la Presencia
Última o la Infinita Presencia presenta, si puedo decir, semejanzas
perturbadoras con el Absoluto. La diferencia reside precisamente en este pasaje
o, eso no pasaje a voluntad. Si no hay posibilidad de revivir espontáneamente
eso, a partir de los ojos cerrados, no era por lo tanto Absoluto, sino el
último estado llamado Infinita Presencia. Es pues necesario refutar y no
desear. Y sobre todo no actuar. El comportamiento a adoptarse es estrictamente
el opuesto a lo que tú pretendes hacer. Cuando el Absoluto está allí, pasan, a
discreción, sin dificultad, sin meditación, del Absoluto al Sí, del Sí al yo,
del yo al Sí y del Sí al Absoluto. El hecho de que eso no se reproduzca señala
que eso aún no se produjo.
29 junio 2012
Pregunta: ¿Qué
posibilidades me encarrilarían y me permitirían bascular y acceder al Absoluto?
Hay palabras
cuya disposición muestra una interrogación dentro de la interrogación. ¿Estás
segura de tu pregunta? ¿Qué significa “la posibilidad” y “encarrilar”? Una vez
más, la noción de encarrilar significa una necesidad de comprender, una
necesidad de asir, una necesidad de apropiarse. Mientras que el Absoluto, en
ningún caso, puede ser definido, ni siquiera percibido, mientras te sitúes en
lo conocido, mientras persistas en querer comprenderlo, asirlo. Lo previo
llamado “Abandono del Sí” es realizable sólo por la refutación. Te corresponde
por consiguiente dejar de querer comprender, dejar de querer apropiarte. El
Absoluto, en ningún caso, puede ser un objetivo, ni una finalidad y todavía
menos algo que se puede percibir, sentir o experimentar. No hay más que la
refutación de todo lo que es conocido (que esto sea este cuerpo, como el
conjunto de cuerpos llamados sutiles) que permitirá, en un primer tiempo,
romper el hábito de la identificación a todo lo que constituye la vida, en este
mundo. Ser nada, aquí, como lo dije, permite ser Absoluto. Entonces, desde
luego, una cierta cantidad de Pilares, una cierta cantidad de elementos (que
les han sido comunicados) son los elementos preparatorios al Absoluto. Pero, en
ningún caso, el Absoluto puede ser captado a través de una comprensión
intelectual. Cuando este estado se instala, más allá de todo estado, cuando se
revela y se devela, instantáneamente, eso es una percepción más allá de todo lo
percibido, eso es un estado más allá de todo estado, que los instala fuera de
la ilusión. No como creencia si no como Verdad Absoluta, vivida de manera
permanente, permitiéndoles extraerse de todo lo que sea efímero e ilusorio. No
existe pues ningún elemento que pueda encarrilar, ninguna posibilidad que te
permita dirigirte hacia algo. Sólo, el principio de refutación y la búsqueda
sobre lo que no es el Absoluto te permitirá, en un momento dado, romper el
círculo vicioso del mental, así como el conjunto de creencias, así como el
conjunto de identificaciones que participan en lo efímero. No hay otro medio,
no hay técnica, no hay otro acercamiento posible que concierna al Absoluto. La
refutación que consiste en rechazar (sin negar y sin renegar), que consiste en
ver todo lo que no es Infinito, todo lo que es efímero, permite un acercamiento
directo, si puedo expresarme así, al Absoluto. Ustedes no pueden, en ningún
caso, encarrilar algo. No pueden elaborar ninguna estrategia, ninguna otra
posibilidad. Ninguna vibración puede conducirlos a ser Absoluto. Es justamente
en la refutación de todo lo que se vive (concerniente tanto al yo, como al Sí)
que el Absoluto se despliega y se devela. Desde luego, la Onda de Vida, el
Manto Azul de la Gracia, participan en este trabajo. El conjunto de elementos
inscritos en la supervivencia de la personalidad misma (como el miedo de la
pérdida de esta personalidad, el miedo de la muerte) son elementos que pueden
ser transfigurados por la Onda de Vida misma. Facilitando, en cierto modo, la
desaparición del ego y la trascendencia del ego, la desaparición del Sí y la
trascendencia del Sí. Permitiendo develar todo lo que siempre ha estado ahí.
Ustedes no pueden asirlo por cualquier proceso mental, por cualquier proceso
Vibratorio, por cualquier experiencia. La refutación es el principio y el
fundamento mismo del Advaita Vedanta permitiendo, si lo desean, de establecerse
en lo que ustedes Son, de toda eternidad, más allá de toda vida, más allá de
toda materia y más allá de toda Dimensión. No pueden asirlo, no pueden
acercarlo de otro modo que por la refutación, de otro modo que aprovechando la
influencia de la Onda de Vida, del Manto Azul de la Gracia y de la superación y
de la trascendencia del yo y del Sí. Los Pilares que fueron comunicados (hace
ya mucho tiempo) concerniente a la Humildad, la Simplicidad, la Transparencia,
la Vía de la Infancia, son posibilidades. Pero esas posibilidades no dan
acceso, si puedo decir, directamente, al Absoluto, sino que establecen las
bases, las fundaciones, que permiten sentar, de algún modo, el abandono del yo
y el abandono del Sí.
Pregunta:
¿Puede usted aclararme sobre mis resistencias a soltar mi personalidad?
Una parte de
la respuesta que yo te daré es por tanto resultante de la pregunta precedente.
No volveré sobre eso. El apego a la personalidad misma es inherente al
principio de supervivencia. La personalidad, para existir, debe creerse eterna,
lo que, por supuesto ella nunca es, puesto que la personalidad aparece y
desaparece entre el nacimiento y la muerte. Nada subsiste de la personalidad
una vez que la bolsa de alimento no está más y es devuelta a la Tierra. Lo que
persiste (y todavía, para ustedes, eso es una creencia, la mayoría de las
veces) es el alma y el Espíritu. Pero el alma y el Espíritu no son el Absoluto.
Están contenidos en el Absoluto. Las resistencias de la personalidad, más allá
de toda noción psicológica, están ligadas también a la presencia de la
proyección de la conciencia en este mundo. Así, no hay especificidad
individual, aunque existan programaciones en la personalidad, función de tu
propia historia, de tu propia memoria. Más allá de esto, están los arquetipos,
los fundamentos, los principios básicos que, en todo ser humano encarnado,
están por el principio de preservación de la especie, en cierto modo, los
garantes y las barreras de contención de la no -desaparición de la personalidad
antes de un término vencido (que eso sea la muerte natural, una muerte
accidental, o cualquier otra cosa que ponga fin a la existencia de la
personalidad y por tanto, a la proyección de la conciencia en su encierro
dentro de esta bolsa de comida). Así pues, no puedo darte más que el elemento
personal que concierne lo que es común al conjunto de la humanidad encarnada.
Yo te remito por tanto a lo que pudo ser dicho, de diferentes maneras,
concerniendo lo que ustedes nombran los 2 primeros chakras, donde están
inscritos los principios de supervivencia de los seres vivos, los principios de
supervivencia de las costumbres, así como los principios de la ilusión que
permiten mantener una apariencia de coherencia en lo que es llamado la
personalidad. No hay, por tanto, una respuesta que te sea personal.
Sea a nivel
del yo, sea a nivel del Sí, sea a nivel de la Presencia Infinita o de la
Infinita Presencia, el mecanismo, si se puede decir, queda igual: sólo en la
superación del miedo de la muerte, el miedo de su propia desaparición, que el
Absoluto aparece como algo que está ahí, de toda eternidad. La proyección de la
conciencia debe, así pues, cesar de existir, el tiempo de lo que no es un
pasaje si una Transfiguración. Es este miedo que debe ser vencido. No en el
sentido de un combate, no en el sentido de una explicación, sino más bien en un
cara a cara. En Occidente, esto ha sido el encuentro con el “Guardián del
Umbral”, permitiéndoles vivir vuestras propias Tinieblas, vuestra propia
Disolución. Esto está inscrito, una vez más, en el principio de preservación
misma del cuerpo. No puede existir elemento, hablando con propiedad,
psicológico, puesto que nosotros estamos aquí, directamente, en algo que está
inscrito en la bolsa de alimento misma. La bolsa de alimento está persuadida,
ella también, de ser inmortal, mientras que, por supuesto, ustedes saben que
eso es falso, al menos sobre la superficie de esta Tierra. Hay un momento donde
ustedes aparecen. Hay un momento donde ustedes desaparecen. Lo que aparece y lo
que desaparece concierne exclusivamente a lo efímero. Sosteniendo a esta
aparición y esta desaparición, existe lo que se llama un observador o
conciencia del “yo soy”, Realizando el Sí. Más allá del “yo soy”, está el
no-ser. El no-ser es el cese de toda proyección de conciencia en este mundo,
como en toda Dimensión. Ser Absoluto define nuevos marcos que están
constituidos por la ausencia de marco y la ausencia de límite. No hay más
localización, no hay más encierro, no hay más posibilidad de estar limitado, de
ninguna manera. La conciencia puede proyectarse, como no proyectarse más. La
reintegración en el seno de la Fuente, la pulsación (si se puede llamar así,
aunque no corresponda a nada que les sea conocido) del Absoluto, es una
emanación de Amor, contemplándose ella misma. Es lo que somos todos: Amor
contemplándose él mismo. Proyección de Amor en los diferentes estratos
Vibratorios, en las diferentes frecuencias, en las diferentes experiencias.
Mientras que exista, en la conciencia (sea del yo o del Sí), la necesidad de experimentar,
la necesidad de proyectarse, el Absoluto no puede aparecer, mientras ya está
ahí. Se necesita, por consiguiente, que haya, en cierto modo, una extinción
total de la conciencia. Sea la conciencia fragmentaria de la personalidad, sea
la conciencia extendida o la Supra conciencia del Sí, todo eso debe cesar, como
si el tiempo se detuviera, como si el espacio no existiera más, con el fin de
que la conciencia misma, pare de observar, pare de verse y pare de ser vista,
ella misma, en alguna Dimensión que sea. Esto, realizado, transforma totalmente
vuestra vida, aquí como en otra parte, porque en ese momento, ustedes no están
más (estando en el Absoluto) en una forma, limitada por esta forma, de ninguna
manera. Vuestra conciencia, en cierto modo, incluso en sus proyecciones, no
está más limitada a este cuerpo, a esta Dimensión, o a toda otra conciencia
existente. Ustedes son verdaderamente, en ese momento, Absoluto, en la
realidad, no de la experiencia pero de lo que ustedes Son, de toda eternidad.
Resumiría esto diciendo que el solo obstáculo a Ser Absoluto es el miedo.
Mientras que exista en ustedes el menor miedo (en lo referente a este cuerpo,
en lo referente a esta alma, en lo referente a este Espíritu, en lo referente a
vuestro devenir, en lo referente a vuestros apegos, vuestras creencias), el
Absoluto no puede ser de ninguna manera lo que ustedes Son y que sin embargo
Son, de toda eternidad. Porque el miedo es una proyección de conciencia, dentro
de la limitación, dentro del miedo de su propia desaparición o auto-disolución.
El mismo mecanismo se encuentra en los mecanismos de acercamiento de la muerte
donde, desde el instante donde ustedes saben que van a morir, por una razón
precisa, sobreviene, dentro de la conciencia, el rechazo. Este rechazo es
característico de la conciencia de la personalidad. Dentro mismo de la
conciencia del Sí, incluso si este período de rechazo parece mucho más liviano,
no obstante existe. El rechazo no es más que el reflejo y la consecuencia del
miedo.
La
personalidad se construye sobre la falta de Luz, sobre la falsificación, sobre
la amputación. De esta falsificación, de esta amputación, resulta lo que se
llama el miedo. El miedo no es más que un sentimiento de incompletud haciendo
que, toda su vida, la personalidad va a buscar tranquilizarse intentando crear
circunstancias que le parezcan eternas y que, por supuesto, no lo serán nunca (
que esto sea a través de un afecto, que sea a través de un trabajo, que sea a
través de una descendencia) puesto que, de todos modos, el día donde ustedes
dejen este mundo, este mundo no existe más, para ustedes. Desde luego, existen
los medios (limitados) de contacto entre este lado de la vida y el otro lado de
la vida llamada muerte. Pero uno como el otro no son más que amputaciones de lo
que ustedes Son, en Verdad. Existe, en la personalidad (y esto es común a todo
humano), la necesidad de estar tranquilo, la necesidad de encontrar una
estabilidad dentro del mundo donde nada de todo eso puede existir, por la
existencia misma del principio de amputación y de falsificación así como del
encierro.
Pregunta:
Aunque sintiendo en mí las manifestaciones de la Onda de Vida, me pregunto por
qué estoy todavía tan pegada a mi yo.
La Onda de
Vida, como lo dije, es un elemento facilitante, que viene a transfigurar los
miedos inscritos a nivel de los 2 chakras inferiores correspondientes al cuerpo
físico y al cuerpo, que ustedes nombran etérico. Pero esto no basta para hacer
desaparecer el yo y lo que tú nombras “Estar pegada al yo”. Existe un principio
de abandono del Sí, situado en la pérdida total de la personalidad,
correspondiente al pasaje entre el 3er. Chakra y el chakra del Corazón. Esto ha
sido nombrado Crucifixión y Resurrección. Existe, a ese nivel, lo que se llama
una “Puerta Estrecha”. Es el momento donde ustedes deben, en cierto modo,
probarse (a ustedes mismos) que no están apegados a nada de este mundo, a nada
de lo que es efímero. Deben ser libres de toda creencia. Deben ser libres de
todo apego. Deben ser libres de todo lo conocido. Es a este nivel que va a
actuar la refutación. Una vez más, en lo que concierne a esta pregunta, no es
una problemática personal, sino más bien una problemática colectiva, ligada al
encierro, a la amputación y al aislamiento de este mundo. El conjunto de conocimientos
(incluso los más elaborados) no son más que ignorancia. Porque ninguno de los
conocimientos, cualesquiera sean (astrológicos, espirituales, religiosos) no
pueden darles acceso a la Verdad sino, simplemente, a creencias a las cuales
ustedes adhieren, o no. Ninguna creencia (incluso la más elaborada) puede
cambiar sea lo que sea a vuestro estatus. Si ustedes observan: dentro de todos
los modelos religiosos, dentro de todos los modelos de sociedad de la Tierra,
cualquiera sea la adhesión a una religión dada o a otra, ustedes tienen seres
que han logrado Abandonarse, en totalidad, a aceptar su propia desaparición.
Cualquiera sea la religión de origen, se puede decir que ustedes deben todos,
pasar por la misma Puerta Estrecha. Es el momento donde hay que deshacer el
conjunto de creencias, del conjunto de certezas. Es con esta condición que lo
Desconocido puede ser revelado y que el Absoluto es realizado, en el sentido de
la Liberación. Mientras que ustedes se apoyen en una creencia, mientras que ustedes
se apoyen en un conocimiento, cualquiera sea, están en la total ignorancia. Lo
que ustedes llaman conocimiento (en el sentido humano) no es más que
ignorancia. Si aceptan esta ignorancia, entonces penetrarán el conocimiento,
porque ustedes Son el conocimiento. Siendo el conocimiento, siendo Amor y Luz,
ustedes no pueden, en ningún caso, a través de cualquier proyección, aprehender
eso. Sólo quitando todo lo que es conocido (por la búsqueda y la refutación),
ustedes llegan a eso.
Aclaro (para
las intervenciones futuras) que, les pediré, en lo sucesivo, leer atentamente
lo que ya he dicho. Porque muchas de las preguntas que ustedes hacen ya han
tenido su respuesta, sobre todo cuando se trata de respuestas que son
colectivas y que no conciernen en nada vuestra personalidad y en nada vuestra
individualidad. El principio de la búsqueda, el principio de la refutación es
universal. No depende de ninguna creencia, de ningún karma, de ninguna
religión, de ningún país. Expresé, desde el comienzo de mi venida, que intentaría
(lo más posible) de salir de todo contexto de sociedad, de toda noción
histórica. Yo me aplico a esto y esto es fundamental. Los tiempos que ustedes
viven, como lo saben, son particulares. Ellos reclaman de ustedes una noción de
despojo, de no adherir a lo que no es vivido. Es conveniente incluso superar lo
que es vivido, una vez que eso ha sido vivido, es decir, superar la experiencia
misma por el principio de refutación. Por supuesto, el ego y la personalidad
siempre les van a decir que eso no sirve para nada. Y es lógico. Y es normal.
Pero ustedes no tienen, estrictamente, ningún otro medio para realizar esto más
que por la búsqueda, por la refutación. No hay otro medio de liberarse de lo
conocido. El proceso Vibratorio concierne la conciencia (eso ustedes lo saben
también) puesto que la conciencia es Vibración. Según la gama donde se expresa
esta Vibración, o ella es conocida y entonces ustedes están en la conciencia
del yo. O las Vibraciones aparecen en el cuerpo (cualesquiera sean los puntos de
penetración) y muchos les han sido dados: chakras, Puertas, Estrellas,
Kundalini, Onda de vida. Esta penetración va a inducir a una ampliación de la
conciencia llamando a esto: el Despertar, la Realización, el Acceso a la
supra-conciencia. Pero incluso esto no es Absoluto. El Absoluto es mucho más
amplio (si puedo expresarme así) que todo lo que puede ser percibido, que todo
lo que puede ser sentido. Eso es mucho más vasto que la conciencia. Es una
deslocalización total de vuestra conciencia que no está más sometida a las
leyes de este mundo, aunque mantenga la forma, aunque mantenga vuestras vidas.
Pero el
principio de la refutación (que puede parecerles, a nivel del ego, como un
ejercicio simplista o un ejercicio mental) es el mecanismo más simple, apuntando
a pasar por encima todos los estratos intermedios de la cebolla, permitiéndoles
tener la visión global, más allá de todo lo que puede ser visto y más allá de
toda conciencia. Hay que concebir (y vivir) que la conciencia se expresa sobre
una paleta de Vibraciones: las de la personalidad, las del Sí y las de la
Presencia Última e Infinita. Y que el Absoluto engloba todo eso, presente sobre
este mundo, presente en las Dimensiones, englobando el conjunto de todo eso e
incluso la Fuente.
Cuando los Arcángeles
les han dicho que Ellos estaban en el Interior de ustedes, eso no es una visión
del espíritu, eso no es una proyección, sino la estricta Verdad del Absoluto
que ustedes Son. Deben aceptar morir a ustedes mismos, a fin de renacer. Una
vez más, no hay pasaje entre el Sí y el Absoluto, no hay pasaje entre el yo y
el Absoluto. Hay, efectivamente, una Puerta Estrecha que es, ella también, de
algún modo, los fundamentos, los elementos de apoyo, al igual que la Onda de
Vida. Pero todavía tienen que aceptar perderse y desaparecer. Cosa que no puede
aceptar de ninguna manera el yo y el Sí. Pero es un pasaje que yo calificaría
de obligado. No hay otro. Y ese pasaje (la palabra no es la indicada porque eso
no es un pasaje), es precisamente el Abandono de todo lo que es efímero, de
todo lo que es conocido, que les abre, si se puede decir, a ese acceso a lo
Desconocido, que no es un acceso. La mejor expresión que nosotros hemos
encontrado es, efectivamente, esta noción de punto de vista o de mirada. ¿De
dónde miran ustedes? ¿Están jugando sobre la escena? ¿Están mirando el
espectáculo en la sala? ¿O están afuera del teatro? Mientras que ustedes
jueguen, no pueden estar afuera. Pero cuando están afuera, ustedes toman
conciencia, si se puede decir, a través de la proyección de la conciencia
misma, que existe un espectador u observador y que existe un actor. Pero no
están identificados, de manera formal, ni al actor, ni al observador, ni a lo
que sea como elemento existente en el teatro. Ustedes son el conjunto de todo
lo que es percibido, como de todo lo que no es percibido.
Pregunta: ¿Qué
hay de la cólera y del nerviosismo que atraviesan todavía este cuerpo y esta
personalidad?
¿Qué entiendes
por “qué hay de”? ¿Deseas una explicación lógica y racional de por qué eso
existe? ¿En qué concierne eso al Absoluto? Ese es típicamente el género de
conocimiento que no te es de ninguna utilidad, tanto para el Sí como para el
Absoluto. Las leyes de acción/reacción no conciernen más que a esta bolsa de
alimento y a esta bolsa de pensamientos. Mientras que estés en reacción con
respecto a eso, mientras que necesites comprensión de eso, quedas encerrado en
lo que, precisamente te molesta. Hay, aquí también, esta noción de
identificación a este cuerpo, a estos pensamientos y a esta vida. La cólera, en
tu caso, resulta efectivamente del encierro. El encierro se manifiesta por la
cólera, muy a menudo. Pero la cólera no resuelve nada, como el miedo, una y el
otro, tienen direcciones opuestas a nivel de la conciencia: la cólera sube, el
miedo baja. Pero, en un caso como en el otro, ni la cólera, ni el miedo,
permiten escapar de la condición de la conciencia fragmentaria. Así pues, tu
mirada que, a través de esta pregunta, cae en la necesidad de comprender, o de
explicar, o de dar un sentido a lo que atraviesa este cuerpo y esta
personalidad, no te será de ningún auxilio, concerniendo al Sí como al
Absoluto. Mientras que existe una necesidad de comprensión, te sitúas a ti
mismo, en la conciencia, en la acción/reacción. Ninguna acción, ninguna
reacción, puede romper el círculo vicioso. Porque en ese momento, tú quedas en
el actor, tú quedas sobre la escena de teatro e incluso no sabes que existe un
teatro. Estás tan investido en el rol de actor que eso es, para ti, la única
realidad. Aunque sepas, en algún lugar, que hay otra cosa, no tienes ni la
percepción, ni la conciencia, ni la posibilidad de salir, hasta que tu punto de
vista haya cambiado.
Puedes obtener
todas las respuestas, y el ejemplo de la ciencia, tal como ustedes la conocen,
hoy, en la Tierra, les da la magnífica ilustración: ustedes conocen el
funcionamiento del átomo, conocen el funcionamiento de la célula, y bien? ¿Eso
da la respuesta a: quién soy yo? Mientras que estés identificado a las células,
eso puede bastar. Mientras que estés identificado a tu psicología humana, eso
puede bastar. Pero eso no alimentará nunca otra cosa más que la
acción/reacción. Mantendrás, de manera larga, durable, lo efímero, a través de
una sucesión de efímeros, a veces cada vez más dolorosos, a veces livianos,
pero que, en definitiva y en consecuencia, no cambian absolutamente nada a tu
condición y a tu encierro. Comprender cómo funciona la prisión, no permite
salir de la prisión. Comprender todos los actos de todas las piezas de teatro,
no permite salir del teatro, ni permite incluso identificar el teatro. Tanto
más cuanto que la conciencia, que está limitada por el principio de amputación,
de aislamiento, y de encierro, de algún modo, a medida que pasan las
encarnaciones y las experiencias, va a contentarse muy a menudo, de esta
limitación. Dándote a vivir, en esta frustración (pues es una), los elementos
que pacifican, a través de lo que se llama la profesión, a través de lo que se
llama los afectos, a través de lo que se llama lo social. Pero nunca una
profesión, nunca una relación, nunca una sociedad, podrá responder, en tu
lugar, a lo que tú Eres. No hay más que tu propia búsqueda, más allá de todo
conocimiento, más allá de toda adhesión a un rito o a un dogma, que te
permitirá encontrar el hilo de la libertad.
La cólera,
como el miedo, no son más que las consecuencias de la pérdida aparente de lo
que ustedes Son. Esta pérdida no está ligada más que a vuestro punto de vista.
Ese punto de vista que, les recuerdo, está ligado tanto a la educación, como a
los dogmas, como a las religiones, como a la sociedad, como a todo lo que
ustedes han adherido sin hacer la experiencia, sin tener la validación
Interior. Todo lo que aceptan como regla establecida, sin haberla probado por
la experiencia o la vivencia, no hace más que reforzar el encierro, de manera
sistemática. La cólera es una emoción. Toda emoción está inscrita en la
acción/reacción, ninguna emoción puede escapar a esta regla: es incluso
definición de una emoción. Es por eso que en algunos sistemas tradicionales, a
toda prueba (sea en Oriente como en Occidente) se le ha dado un amplio lugar a
todo lo que es emocional, a todo lo que es mental, como elemento que frena, o
que vuelve a añadir velos al encierro y al aislamiento. Ninguna emoción es
liberadora. Ninguna actividad mental puede liberarlos. Ningún dogma y ninguna
creencia puede liberarlos. Tienen que, una vez más, aquí, también, liberarse de
toda creencia, liberarse de toda certeza, e ir hacia ese Desconocido, quitándose
todo lo que es conocido. Entonces, por supuesto, para el ego, esto es un drama.
Y para el Sí, esto es también un drama. Porque hay, efectivamente, un Pasaje
del yo al Sí, de la conciencia fragmentaria a la Conciencia extendida, que ha
sido conquistada, si se puede decir así. Mientras que no puede haber conquista
de lo que ustedes Son, en Verdad, es decir Absoluto.
Pregunta: Hay
una parte de mí que no comprende realmente lo que es la refutación, ¿por qué
ese bloqueo?
¿Quién dijo
que debías comprender la refutación? Debes aplicarla. ¿Comprendes cómo caminas?
¿Sabes cuáles son los músculos que se ponen en práctica, cuáles son los nervios
que se ponen en práctica? Y sin embargo, caminas. Mientras que hay voluntad de
comprender, tú no puedes avanzar, quedas en tu lugar, inmóvil en el ego. La
refutación no es para ser comprendida, es para ser practicada. Está más allá de
una creencia y de una explicación. Refutar consiste en afirmar que nada de lo
que es limitado, que nada de lo que es conocido, puede ser la Verdad. Nada más
y nada menos. Si comienzas a entrar en el deseo de comprender, reflexiona:
¿quién quiere comprender, si no es el yo? Porque comprender, es agarrar. Ahora
bien, se trata de reponer, es exactamente lo inverso. Todo lo que ustedes llaman
conocimiento no es más que ignorancia. Todo lo que ustedes llaman comprensión
es un obstáculo, porque la comprensión recurre ¿a qué? Al mental. Ahora bien,
justamente, el elemento que más frena es el mental. Así pues el mental, a
través de una lógica, una razón, una explicación, te encierra todavía más en la
acción/reacción. No busques comprender. Como ya lo dije otras veces, menos
comprendes, más llegarás. Porque, en definitiva, es siempre el ego que quiere
comprender, que quiere apropiarse, que tiene necesidad de una lógica que le es
propia. Mientras que hay eso, retrasas la búsqueda. Eso es sugerido por el ego,
desde luego, porque esta refutación y esta búsqueda, el mental sabe
pertinentemente que eso marca su sentencia de muerte y eso, él no lo quiere. Por
consiguiente, no le des peso a ese tipo de preguntas, quítatelas, lo antes
posible. Refutar no es comprender, justamente, es exactamente lo inverso. Es
una gimnasia, puedes llamarla mental, si quieres, aunque vaya ampliamente más
allá de eso. Pero esta búsqueda y esta refutación son, precisamente, las que
van a romper el círculo vicioso. Este tipo de pregunta, para todo Hermano y
Hermana, no hace más que traducir la actividad mental que, por sí misma, no
busca más que una cosa: comprender y agarrar. Ahora bien, no estamos en ese
proceso. La refutación no es para ser comprendida, es para ser aplicada. De la
misma manera que la búsqueda es para ser llevada a cabo, no es para ser
explicada. El mental, a través de la pregunta que tú haces, intenta complicar lo
que es simple. No alimentar más el mental, es refutar todo lo que viene de él,
todo lo que está inscrito en lo efímero.
Pregunta:
Después de haber practicado la refutación, yo no logro más. De hecho, vivir el
Sí o el Absoluto, me da lo mismo. Me abandono a la vida, al instante presente.
¿Es la personalidad que rechaza soltar, o bien es un real Abandono?
Sólo tú puedes
tener la respuesta. Aquél que es Absoluto lo sabe instantáneamente, no puede
existir ninguna duda, ninguna interrogación. Eso está más allá de la
personalidad, está mucho más allá de la certeza y de la experiencia. Una vez
que la búsqueda fue llevada a cabo, una vez que la refutación fue conducida, si
no hay más nada a refutar, ¿qué quieres refutar? Más allá de la conciencia, lo
que tú Eres, una vez que la refutación y la búsqueda se llevaron a cabo, te
dejas Ser lo que tú Eres. Si por tanto la refutación y la búsqueda han sido
llevadas a cabo, y cumplidas, tú Eres Absoluto. Pero a condición que tú mismo
lo sepas. Ninguna respuesta puede ser proporcionada por el exterior. Sólo tú
sabes lo que tú Eres, más allá de la conciencia. Se les ha dicho que en el Sí,
y en el instante presente (de la vida, como tú dices), la vida se desarrolla
según leyes, ligadas al Yo Soy, llamadas Acción de Gracia. Allí donde se
manifiesta la Unidad, la Fluidez, la facilidad. En esta facilidad, ninguna
actividad mental, ninguna actividad emocional, ningún estrés, ningún
acontecimiento de la vida, puede alterar lo que tú Eres. Y allí, tú sabes,
pertinentemente, que tú Eres Absoluto. Sea cual fuera tu vida, eres consciente
que no eres solamente eso, sino que Eres mucho más que eso. La vida se
manifiesta entonces sin resistencia, sin oposición, sin exigencia, sin mental
que te domina, y sin emoción que te domina. Pero mientras existe el sentido de
una pregunta al interior tuyo, desde luego, el Absoluto no puede ser lo que tú
Eres. El Abandono del Sí, como el Abandono a la Luz, se realiza y te da a vivir
la ausencia de interrogación. Si tu vida, entonces, se desarrolla así, en la
más grande de las facilidades, eso es una prueba.
Pero, una vez
más, aquel que es Absoluto lo sabe. No como una posibilidad, no como algo del
cual se duda, sino más bien como una evidencia de cada minuto, de cada noche,
de cada respiración. Porque en ese momento, no estás más encerrado en un
cuerpo, no estás más encerrado en una sociedad, no estás más encerrado en un
mundo, tú Eres Amor. Y eso es vivido plenamente, más allá de toda Vibración,
más allá de todo acontecimiento, más allá de todo traumatismo, como de toda
Alegría. Esta Permanencia, esta Inmanencia, es la realidad que se vive en el
Absoluto. La forma, este Absoluto con forma, esta forma, no puede ser de
ninguna manera un factor limitante, contrariamente a lo que se vive en el yo o
en el Sí. Y eso es vivido claramente, de manera auténtica. De la misma forma
que tú puedes caminar, tú sabes que caminas sin tener necesidad de llevar tu
conciencia en la marcha. Es lo mismo para el Absoluto, para este Último.
Una vez que la
búsqueda y la refutación han sido llevadas a cabo, hay efectivamente, un
instante dado donde eso no se puede proseguir más. Sólo tú puedes saber si todo
ha sido cumplido, a ese nivel. El Absoluto no tiene pregunta: él Es. Y es
independiente de la forma, incluso en el Absoluto con forma. Es independiente
de lo que vive este cuerpo. Es independiente de toda noción de memoria o de
historia. No existe ninguna contingencia, ningún límite. La conciencia es, a la
vez, este cuerpo, como en toda otra proyección, como en la ausencia de
proyección.