Pregunta:
Tengo problemas para permanecer centrado, los pensamientos, los recuerdos
afluyen, partiendo en todas direcciones sin que esto sea las preguntas. Esto
vacía el mental, ¿Lo nutre? ¿Cómo hacerle frente?
El conjunto
de lo que te es sometido, que aparece bajo el ojo de tu conciencia (cualquiera
que sea el lugar donde está situada) te da a ver lo que tu llamas, “partir en
todas direcciones) impidiéndote estar centrado. No hay puerta de salida sino
una puerta de entrada.
Querer salir
de tus propios pensamientos es tan estúpido que querer salir dentro: tú no
puedes más que entrar. Es decir aceptar observar lo que se desarrolla y
refutarlo. Mirar no quiere decir aceptar. Esto va a darte los mecanismos de lo
que tú llamas “lo que parte en todos sentidos”, dándote a ver, entonces, porqué
tú partes en todos los sentidos. ¿Qué es lo que esto traduce, no al nivel de un
origen sino más bien en lo que tú dices? ¿Por qué estás descentrando
fácilmente? ¿Qué es lo que te desestabiliza y te hace perder tu centro? ¿Dónde
se sitúa la causa profunda, no las causas, no en tu historia, o en tono
histórico, sino más bien en el instante presente? ¿Qué es lo que pasa en ese
momento? ¿Por qué estás trastornado? ¿En qué te trastornan estos pensamientos
que no te conciernen? Esto significa, por supuesto, que hay una incapacidad
para poner distancia y para refutar tus propios pensamientos, traduciendo, allí
también un principio de identificación a lo que pasa, lo que no es inmutable,
lo que no es eterno. Estás, de alguna manera distraído por lo que es pasajero,
por lo que solo concierne a la personalidad y a su desarrollo en esta materia.
Te olvidas que no eres esto.
Hay por lo
tanto un sentimiento de implicación exagerado en lo afectivo, en las relaciones,
en lo que es vivido, en estos pensamientos que se desarrollan. Tú estás de
alguna manera bamboleado por tus propias emociones y por tus propios
pensamientos, porque tu les das peso, consistencia y estás persuadido que ellos
vienen de ti. Es una cosa aceptar de manera conceptual que no eres tus
pensamientos, no es por esto que los pensamientos van a desaparecer.
Simplemente
colócate en el observador que no es estos pensamientos pero que ve a estos
pensamientos desarrollarse. Estos no son los tuyos. Hay por lo tanto un
principio de identificación dándote la impresión y a tu conciencia de estar en
todas direcciones, es decir que los pensamientos te llevan a otra parte que
dentro de tu centro, te lo dices tú mismo. Lo que significa sin buscar más
lejos, que te dejas seducir por tus propios pensamientos y cuando ellos te
convienen, estás centrado o tienes la ilusión de estar centrado porque los
pensamientos corresponden a algo que te afirma. Ningún pensamiento puede
establecer el Absoluto. Ningún pensamiento puede asegurarte, de manera
duradera, que partes en todos los sentidos o que tienes la impresión que ellos
son agradables. Los pensamientos no vienen para ser ni agradables ni
desagradables. Ellos no hacen más que pasar. Y como todo, ellos pasarán.
Esto es
efímero. Das peso a lo efímero ya que esto te altera. De ninguna manera estás
colocado en un buen lugar para verlos y refutarlos. Sin embargo el hecho que
esto esté acentuado en este momento es exactamente lo que tienes a superar y a
transcender en la refutación.
Desde que un
pensamiento actúa sobre tu emoción, sobre una decisión, no eres maestro de ti
mismo, puesto que es el pensamiento quien decide por ti.
Reflexiona:
¿quién decide? En definitiva, es siempre la razón, es siempre el intelecto, del
cual algunos gargarizan. La problemática viene que los pensamientos (aquellos
que son como dices, de enfoque espiritual) pueden tomar el color, la impresión
de una intuición (como por ejemplo los impulsos del alma o los impulsos
etéreos) pero estos son siempre los pensamientos que te llevan a pensar y a
conceptualizar la noción de lo que es bueno para ti y de lo que es malo para
ti. Mientras que pienses así y que aceptes este mecanismo de pensamiento, no
eres Libre: estás sometido a tus propios pensamientos, es decir al
discernimiento y a la intuición que te impiden ver la Unidad y, aún más, el
Absoluto. El Absoluto no es ni bien ni mal, nada tiene que hacer de esta
referencia. El Absoluto nada tiene que ver del Si, ni de la intuición y de los
carismas porque todo esto deriva de una proyección, de una manifestación
exterior para lo que es eterno, para algo que se manifiesta y que viene a
generar o facilitar ¿qué? El mí o el Sí. El Absoluto se devela porque las
circunstancias de la Tierra no son ya las mismas. Si, en ti, esto reactiva y
reaviva los pensamientos, esto quiere decir que, en tu historia, has concedió
demasiado espacio a los afectos por los demás, a los pensamientos de los demás.
Esto también impide llegar a tu centro porque, en el centro hay toda la fuerza,
hay todo lo que es necesario. Es un espacio y un tiempo, sin espacio y sin
tiempo, donde la elección no tiene razón de ser, donde la razón no tiene ya
razón de ser. La razón va a ser aplicada en los sectores donde la razón es
necesaria y solamente donde es necesaria: sentarse en el lugar adecuado para
conducir un vehículo y no detrás, esto es de la razón.
Pero desde
el instante donde, en el afecto, desde el instante donde las relaciones,
cualesquiera que ellas sean, tu dejas pasar la razón delante, te pierdes.
Porque, como lo dije ayer, hay siempre una oportunidad sobre dos de engañarte.
Es muy exactamente lo que llega porque los pensamientos no son hechos, en
definitiva que por el miedo, que de los mecanismos de supervivencia, de
mantener la artificialidad del ego, de la persona. Feliz el que no tiene ya
pensamientos perturbantes. Feliz aquel que no cree ya en sus propios
pensamientos porque el es Libre. Mientras que te adhieras a tus pensamientos,
agradables como desagradables, no eres Libre porque estás persuadido que eres
tu el que piensa. El que piensa, es el actor, es la marioneta, no es el que
mueve los hilos y aun menos el que está arriba de los hilos. Ningún pensamiento
confiere la Libertad, incluso el más claro.
La Libertad
no está de este lado del velo, no está en cualquier razón, en cualquier
explicación y, aún menos en una comprensión sino en el simple hecho de aceptar
ver, sin juzgar, honestamente, lo que está sucediendo. Y esto son los
pensamientos que se desarrollan. Por supuesto, ellos están inscritos en tu
historia, en tu razón, pero no eres ni tu historia, ni tu razón. El ámbito del
espíritu, el ámbito del Absoluto, nada tiene que hacer de los pensamientos ya
que, en el Absoluto, no existe ningún pensamiento. En el Samadhi, no existe más
que un solo pensamiento: la auto contemplación de la Luz. El propósito de la
meditación no es de aspirar a suprimir los pensamientos porque mientras que el
saco de alimento esté allí, habrá siempre pensamiento. Salvo si el pasaje ha
sido creado: entonces, puedes refugiarte en el Absoluto o en el Samadhi. Allí,
no hay pensamiento. Pero querer resolver el mecanismo del pensamiento o el
lugar donde el nace, no quiere decir nada. Querer apoyarse sobre la meditación,
sobre la Vibración, para hacer cesar los pensamientos, es de la misma forma,
aleatorio: A veces esto funciona, a veces no funciona y ustedes lo constatan en
las Alineaciones, en las meditaciones. Mientras que subsista un pensamiento que
moleste (entiendo por molestar: que está al frente de la escena), ustedes no
son ustedes.
No pueden
combatir los pensamientos porque los refuerzan. No pueden oponerse a los
pensamientos, ellos no son del mismo mundo que ustedes. La única puerta de
entrada consiste en no aceptar el dictado de los pensamientos.
Y la primera
etapa es darse cuenta y vivir que los pensamientos solo surgen sobre la
pantalla de la conciencia. Incluso si tienen la impresión de aplicar un
conjunto de certezas matemáticas, esto solo son creencias abstractas que
encuentran ciertas, las aplicaciones en este mundo: Hay una lógica pero esta
lógica allí no tiene nada que ver con el Absoluto y no tiene nada que ver con
la Unidad. ¿Es que el místico que vuela en los aires ha aprendido las leyes
matemáticas, físicas, que permiten volar, a un avión? ¿Qué es lo que es
predominante en vosotros, en ti? ¿La necesidad de explicar, la necesidad de
comprender, el miedo, el hecho de ser invadidos? Lo que yo digo para los
pensamientos es de la misma naturaleza que lo que vengo a expresar para el
vuelo del místico. Y luego, en un momento dado, el místico se apercibe que no
tiene necesidad de volar. El está total y entero, aquí mismo, en este saco. El
no tiene nada a que escapar. El saco de comida y los pensamientos escaparán
ellos mismos durante la muerte. Ningún pensamiento sobrevive en otra parte que
en la memoria común. Incluso los más grandes pensadores, a través de sus
escritos, solo dan a vivir los elementos irreales a los cuales uno adhiere,
como para una ley matemática, o una ley física que es sabio explicar un
mecanismo de funcionamiento. Pero les recuerdo que estos mecanismos de
funcionamiento solo son valiosos aquí pero no en el Absoluto. Esto replica muy
precisamente esta frase: Allí donde ponen vuestra atención, allí donde ponen
vuestra conciencia, se localiza la Vibración y es el reflejo de lo que son aquí
en este mundo, pero no permite al Absoluto revelarse a ustedes. El ego va a
construir todas las estrategias necesarias para su supervivencia.
Los
pensamientos en realidad son ciertamente uno de los mecanismos, el más potente
porque el pensamiento surge de ninguna parte, se apoya, de toda forma, sobre
los conceptos y los afectos, sobre lo que ha sido construido anteriormente. O,
es justamente esto que es necesario ver y desconstruir, no por una acción de la
voluntad sino aceptando de verlo. Verlo les pone en distancia, de la misma
forma que no pueden ver el Absoluto. Y si quisieran verlo, le pondrían aún más
a distancia y en distancia.
El mecanismo
de los pensamientos yendo en todos los sentidos se aplica simplemente a que tu
te centres nuevamente porque es en el centro que se concretizará la visión de
lo que son estos pensamientos como no siendo los tuyos. Pero si permaneces
sumiso al hecho como lo has dicho a este descentramiento. Estando descentrado no
tienes ningún modo de acción sobre el pensamiento. Y por otra parte, si
quisieras actuar sobre el pensamiento, este se reforzaría hasta convertirse en
obsesión: esto es muy conocido. La refutación, allí también, permite, a la vez,
identificar lo que son los pensamientos, de donde nacen y donde desaparecen,
facilitando de alguna forma, la no identificación puesto que tanto en el
Samadhi como en la presencia, que en el Absoluto, estos no existen. Lo
importante allí también es estar lúcido, mirar claramente. Si tú captas
verdaderamente que todo lo que pasa no es eterno, entenderás que los
pensamientos están en primer plano, mucho más que las emociones. Todo
pensamiento concierne a la identidad que tienes, o portas, incluso si ella te
parece venir de ninguna parte, ¿de dónde quieres que ella venga, comparte este
cuerpo de comida que tú no eres? Todo es un problema de atención y de
intención. Si aceptas observar pasar y desarrollarse a los pensamientos, y si
tú mismo no te mueves, vas a verlos por lo que ellos son: elementos
perturbadores que vienen a molestar la superficie de tu conciencia haciéndote
jugar de la razón o de la sinrazón.
Lo que no
cambia nada en el sentido profundo que es simplemente sacarte de tu centro,
llevándote a buscar una puerta de salida ilusoria, a través de muchas técnicas
dirigidas a silenciar el mental. Pero ninguna técnica puede hacer silenciar el
mental porque el nunca se calla, excepto en el Absoluto. Tú a la vez, eres el
problema y la solución. Ser afectado por tus propios pensamientos, cualquiera
que sea el contenido, te lleva inexorablemente a alejarte de tu centro, a
alejarte de lo que Eres, y aún mas, a alejarte del no-Si. Mira el mundo.
Cuántos
prefieren ir a las tiendas y comprar ropa en lugar de meditar pero el resultado
es el mismo: en un caso como en el otro, crean un deseo y una necesidad.
A ustedes
les corresponde superar el deseo y la necesidad. El pensamiento se inscribe en
esta dinámica de deseo y de necesidad, de comprensión, de explicación, de
decisión y de elección. Así, esta agitación que viste es una invitación para
superar todo esto, a dejar desarrollar lo que se desarrolle sin intervenir.
Entonces, por supuesto, lo que queda en el ego y la personalidad va a decir que
esto no es verdadero, que está obligado a controlar tu vida, tu espiritualidad,
de mantener tus marcos, tus límites, tus enterramientos.
Desde el
punto de vista del ego, que está limitado, es todo justo. Y esto es totalmente
falso en el Sí y, yo diría incluso, opuesto, cuando tu eres Absoluto. Ningún
pensamiento puede ser de ninguna acción sobre lo que vives interiormente,
excepto descentrarte. Pero esto nunca puede aportarte algo (no importa que ves,
que piensas). Aquellos que están instalados en el pensamiento no pueden
entender las palabras que vengo a pronunciar porque ellos están situados
exactamente al opuesto de lo que he dicho.
Hazte la
pregunta: ¿Sabes lo que quieres Ser? ¿Sabes a dónde vas? ¿Sabes dónde te
sitúas? Mientras que esto exista, no puedes encontrar ni ser Absoluto.
Es para esto
que la Lucidez, la Transparencia y la claridad son indispensables.
El ejemplo
que he tomado ayer queda válido: Entran en una sala donde hay en el suelo una
cuerda enrollada. Pero está oscuro: para ustedes es una serpiente. Tienen
miedo, hasta el momento donde comprenden que es una cuerda. Ríen. Más allá de
eso, está el hecho de que no hay ninguna serpiente, ni cuerda, ni Luz. Ustedes
se dirigen hoy (para aquellos que aún no lo han hecho) hacia este Absoluto o
hacia esta Presencia. Lo uno como lo otro debe procurar, de antemano (por las
Vibraciones o por el Abandono del Si) un estado encarnado, totalmente
desapegado del fruto de sus acciones, sin ninguna proyección en el futuro, sin
ninguna reminiscencia del pasado. Si son capaces de quedar vacíos de todo esto,
de toda información, entonces solo hay un paso a dar, ustedes están muy
próximos, no importa lo que les susurre el ego al oído, independientemente de
sus pensamientos.
Pregunta:
¿Qué debo de soltar y como liberarme para que la Onda de Vida nazca en mí?
Absolutamente
todo. No retener nada. Soltar todo. Mientras que te aferres a algo, esto no
funcionará. Es necesario parar de mirarse el ombligo. También parar de mirar lo
que sea. Es necesario, allí, por ejemplo, estar plenamente presente en el Sí y
no desear nada o pedir nada. No esperar nada. Permanecer allí, simplemente. Si
eres capaz de hacer esto algunos minutos, la Onda de vida aparecerá pero nadie
puede hacer esto por ti. Hazte la pregunta para saber si eres capaz de parar
todo, no importando que el ego te susurre: “vas a morir”, “vas a perder el
control”, “vas a volverte loco”. El ego tiene muchas soluciones disponibles
para disuadirte de permanecer tranquilo. Ponte en cualquier parte y allí, no
pidas nada, no hagas nada, dejate venir hacia ti sin barreras y sin miedo.
Porque en este estado, es allí, donde estarás lo más justo, lo más próximo, a
fin de que lo que no es de este mundo nazca en ti.
Antes, el
ser humano no es más que un laberinto y un conjunto de creencias armonizando
más o menos las unas con las otras. Tú no eres esto. Es necesario, como dije
ayer, salir del punto de vista de la persona: ella no existe.
Hay en este
nivel, la necesidad cada vez más urgente, demandándote permanecer tranquilo,
inmóvil. Pasarás por el observador y, en un momento dado, perceptible entre
todos, para ti, captarás que este momento es justo. Y desde el momento donde el
momento es justo, la Onda de Vida está allí. Ella no ha cesado de estar allí.
Es tu conciente, tus miedos y tus dudas que han impedido estar totalmente
conciente en la personalidad. Aquí, lo que está para realizar: es una
no-realización, una no-acción.
Pregunta:
Uriel me ha hecho penetrar, por las puertas Atracción y Unidad, de la Luz, para
facilitar la percepción del Corazón. ¿Qué es la percepción del Corazón? ¿Tiene
un vínculo con la refutación?
La
percepción del Corazón es, ante todo, como su nombre lo dice, una percepción
que está instalada en la región del pecho. Diferentes percepciones, diferentes
vivencias, resultando, de alguna forma, según una gradación, en la presencia y
a la mezcla de lo que es denominado el Supramental y la Onda de Vida. Llevado a
elevar esta Vibración y después este temblor o este Fuego de Corazón amante, a
una acción sobre la conciencia ya que la Vibración es la conciencia del yo, del
Sí y, en todo caso está inscrita en este saco de comida.
En un primer
tiempo, colocarse en la Vibración o en el Corazón no es una vista del espíritu
sino un acto consciente de la conciencia ella misma, destinada y dirigida a
hacerte salir de la ilusión de la persona. Después, viene el vacío o la nada:
la Vibración no está allí. La conciencia está instalada en el Corazón y ella
está, de alguna forma, madura para abandonarse ella misma. Y allí la Onda de
Vida nace. Ella está siempre nacida de toda eternidad, pero debido a la
cesación de las actividades bajas del Corazón (el mental), el lugar está libre
para otra cosa. Mientras exista una interrogación, una actividad del mental, la
Unidad, como el Absoluto no pueden establecerse. Es en este sentido que las
reuniones que llevan a cabo a las 19 horas tienen por objeto saturarlos de
vibraciones y de llevarlos a vuestra responsabilidad, a vuestra verdadera
Libertad. Entiendan que es exactamente lo que realiza el Arcángel Uriel,
llamado Angel de la Reversión. Esto procurará una capacidad, más grande, para
estar a la escucha y para superar lo que se presente en el ojo de la
conciencia. Cuando esto se produce, la refutación es automática porque hay la
experiencia.
Pregunta:
Tenía la certeza interior que era capaz de aceptar serenamente la partida de un
ser querido. Hoy, mi madre está a punto de morir y muy frecuente la tristeza me
embarga. ¿Por qué queda todo este sufrimiento en mí?
¿Por qué no
te permites vivir este duelo, a vivir esta pérdida y vivirla como una pérdida?
Porque para la ilusión, es una pérdida. Este saco de alimento, que fue tu madre,
va a desaparecer y tú permaneces. Hay una falta de algo. ¿Por qué impedirías
que esto ocurra? Refutar no es impedir un evento. Creerse fuerte, porque se
viven las experiencias de Si (o del Si) es muy, muy pronto para integrar este
género de pérdida, este género de desaparición. ¿Qué es lo que esto muestra,
sin ninguna culpabilidad? Es que el Si no es Eterno. Solo el Absoluto es
Eterno. Si estás afectada, acepta mirar. No para criticar. No para situarte en
alguna parte, sino simplemente estar lúcida de que la muerte te envía a tu
propia muerte y por lo tanto te pide considerar de manera brutal: ¿qué es la
muerte? ¿Cómo imaginas tu propia muerte? Si aceptas que lo que muere no eres tu
sino, solo, este saco de comida y su conciencia, tu madre no ha representado
más que una proyección sincrónica de ti misma (ella en su cuerpo) y la
traducción de un cierto número de emociones que, desde la partida, son efímeros
y no son reconocidos como tales. Por lo tanto hay una dependencia, un apego, un
sufrimiento que están vinculados a la pérdida. Esto te llama simplemente a
vivir la experiencia. A ver esto. El Si nunca puede superar la muerte (en todos
los sentidos del término). Solo el Absoluto lo hace.
Porque la
vida y la muerte están íntimamente vinculadas en la ilusión. En el Absoluto, no
hay vida ni muerte. Mientras que no sean capaces de amar sin la presencia del
que es amado, ¿cuál es este amor? ¿Por cuál razón habría una carencia para el
que es Amor? De quien sea o de lo que sea. Los lazos familiares dicen bien lo
que ellos quieren decir: son lazos. Estos lazos les tranquilizan, porque crean
un sentimiento de continuidad, porque una madre se continúa en su hijo que a su
vez, se continúa en otro hijo. Entonces el conjunto solo representa las
proyecciones. ¿Es que tu sufrimiento va a durar más allá de un tiempo? ¿Es que
será lo mismo dentro de 6 meses? Algunas veces sí, otras no. Es la ruptura, el
sentimiento de pérdida que desencadena esto. Porque ¿qué es lo que cree que ha
perdido algo, si no es el ego? Si tu cambias de mirada, verás que lo que tú
Eres no sufre. Para un momento transitorio, has salido de la butaca y has
entrado en el rol del actor y de la interacción con otro actor.
Esta
interacción no quiere decir nada, porque a quien has amado, como madre, en otro
lugar, es un ser que ha sido tu atormentador. Por lo tanto estás influenciado y
marcado por el instante, el instante del vínculo (aquí llamado creación o
procreación). Hay necesariamente esta pérdida y el miedo de la pérdida, que
está inscrita en ti. Porque el que sabe lo que es la muerte no puede ser
afectado por la muerte de un ser querido. Al contrario, si piensa en la muerte
deberá estar contento y feliz, porque el haya salido de la ilusión, mientras
que tu, tu permaneces. ¿Dónde colocan el Amor? ¿Lo colocan en el vínculo y en
la dependencia? O, ¿entonces lo colocan en el hecho de que un ser sea Liberado
de la limitación, del encierro, de la ignorancia? Esto prueba también, que
colocas tu punto de vista, pero del punto de vista del que parte, no en su
sufrimiento sino en su próxima Liberación.
Ustedes
imaginan la muerte como una pérdida. Pero la muerte es todo salvo una pérdida.
Podría responderte que la vida es una pérdida, aquí. Sí, porque pierden el
Absoluto. Allí está la verdadera pérdida. Mientras que consideren que la
pérdida de vuestro cuerpo, de un vínculo, el que sea, los afecta, esto señala
la personalidad, o el Sí. El que está realmente, en Absoluto, sabe muy bien que
la muerte es un nacimiento. El verdadero nacimiento. No el que los conduce a
proyectarse en este cuerpo en el cual habitan. Están invertidos, porque este
mundo está invertido. Y sufren de la inversión cuando ella desaparece. Acepta
el sufrimiento. Vívelo. Pero comprende en realidad el sentido, el apego que
está detrás. Mientras que estés sometida a este género de reacción, acepta
verlo, pero viendo más lejos que esto, porque esto traduce otra cosa que la
simple pérdida afectiva de la que te ha nutrido y dado a luz.
Esto es
mucho más que esto. Mientras que en los otros países, la muerte es una fiesta,
hay un culto tal de la personalidad, de lo efímero, en este mundo, que ustedes
festejan los nacimientos. Se regocijan cuando un alma está encerrada de nuevo.
Lo quieren, incluso, como madre (encerrar las almas), porque están solos. Si
van al objetivo de esta lógica, verán aparecer claramente, las carencias, la
necesidad de llenarse de ilusiones. El instinto de reproducción que llama a la
vida, solo es un llamado a la muerte. Ustedes son Eternos y son Amor. ¿Por qué
disfrazar el Amor en cualquier nacimiento? O ¿la pérdida de un amor por una
muerte? Conceptualicen y vivan que esto solo es un punto de vista y una
posición y que, de esta posición, allí donde están, deriva el sufrimiento o el
no sufrimiento. El sufrimiento no existe. Cuando mueres, ¿es que te llevas tu
sufrimiento? ¿Es que el que ha sufrido en el momento de su muerte, es capaz de
llevarse su sufrimientos, como sus alegrías a otra parte? Mientras que se
coloquen ustedes mismos en lo efímero, cualquiera que sea este efímero (un hijo
o un padre, en este cuerpo que es el vuestro), sufrirán, porque lo efímero es
sufrimiento. No es cuestión de negar el sufrimiento sino de ver, claramente lo
que se desarrolla. ¿Quieres simplemente que tus Samadhi y la Alegría estén
alternados con el sufrimiento? O ¿quieres ya no ser tributario de todo
sufrimiento? El sufrimiento nunca es ineludible. Solo está en resonancia con un
punto de vista. No olviden que el sufrimiento, ante todo, es un proceso
químico, que este sufrimiento sea físico o psicológico. La conciencia juega a
sufrir. El Absoluto no puede sufrir. Incluso si el cuerpo es tocado. Y yo hablo
de experiencia. Por otra parte, la expresión misma cuando dicen: « Estoy
enfermo » « tengo cáncer », « tengo un duelo », ¿quién es el que tiene un
duelo, o un cáncer? Este cuerpo. No ustedes. Pero están de tal manera apegados
a vuestra persona que no ven nada más que vuestra persona.
Háganse la
pregunta de por qué están apegados a lo efímero mientras que saben que es
efímero y que lo efímero es necesariamente sufrimiento. ¿Le piden a un bebé si
tiene el recuerdo, si está feliz de estar aquí? El está feliz ¿dónde? En el
vientre. ¿Pero cuando el sale? Pedido para una muerte, si está muerto (pero no
antes que el muera, sino después): ¿Es que el está contento?
Por lo
tanto, ustedes proyectan sin parar, vuestros marcos de referencias, en relación
a vuestra carencia. Reflexionen. Si no hubiera lugar para la carencia, en
ustedes, ¿por qué manifestar algún sufrimiento para alguien que está Liberado?
De hecho, vuestro punto de vista es egoísta. Ustedes carecen de amor y por lo
tanto carecen de respeto para el que está en el Amor ya que el parte o ha
partido. Y aman al que llega. Desde el punto de vista de la persona y de la
lógica humana, familiar y social, esto es perfecto. Desde el punto de vista del
Absoluto, está distorsionado. Es completamente a la inversa. Y ésta es la
Verdad. ¿Qué es lo que experimentan cuando la falta del otro les llega? La
falta de ustedes mismos, ya que el otro es ustedes. Entonces, es muy bello
hablar de amor y decir que todo es Uno y de hacer la experiencia. Y viene una
separación o una pérdida. ¿Qué es lo que manifiestan? El sufrimiento. La
Alegría se esfumó.
¿Por qué?
Siempre lo mismo: a causa de la carencia. Y la carencia se inscribe como una
subdivisión del miedo. Porque aquí sobre este mundo donde están, están
separados, divididos y solos. Porque la personalidad vive esto. ¿Es que el
Absoluto está solo? Es imposible pensar así. El Absoluto no está solo ni
acompañado. Es Todo. En el Todo, no hay carencia. Son ustedes quienes están en
carencia. Y buscan por todas partes, de hecho: por la espiritualidad, por la
psicología, por esta búsqueda desenfrenada de ustedes mismos y olvidan que todo
está allí. Y mantienen el espectáculo. El teatro, es eterno.
Juegan
nuevamente los mismos actos, los mismos escenarios, los mismos sufrimientos de
vida en vida. ¿Es que son ustedes esto? ¿Es que son este efímero, que se
reproduce sin parar con las mismas carencias, los mismos sufrimientos, los
mismos terrores? ¿Es este su punto de vista? Reflexionen. No son el
sufrimiento. Esto no quiere decir ignorar el sufrimiento sino no estar
identificado. El está allí. ¿Qué es lo que muestra?
No hay
puerta de salida, ya no, excepto el Absoluto o la muerte. Pero no pueden
refutar la vida o ponerle fin, porque el Absoluto contiene también esta vida,
invertida. El Absoluto no está excluido de vida, incluso aquí. Es imposible.
Aquí lo que dice la pérdida de un ser querido. Cualquiera que sea esta pérdida,
es necesario ir más allá. Porque el sufrimiento no expresará en definitiva que,
siempre y exclusivamente a la personalidad y sus carencias, sus frustraciones,
incluso a través de lo que es llamado un vínculo de amor.
Esto no es
la Libertad. Atrévanse ir del otro lado, allí donde está la Eternidad, allí
donde está la verdadera Libertad y la verdadera Alegría, la Risa, más allá de
todas las circunstancias de esta vida, de este cuerpo. A ustedes les
corresponde saber lo que quieren: ¿mantener el sufrimiento o ser el Absoluto?
Pregunta: refutar y decir: “Padre, pongo mi Espíritu entre tus manos ya que todo se ha cumplido”, facilita la Disolución?
¿Desde cuándo el Padre tiene manos? ¿Desde
cuándo tienes algo que entregar, a quienquiera que sea? A través de la
pronunciación de esta frase, tú te alejas de tu propia Disolución en el
Absoluto puesto que consideras que existe un Padre (dónde sea que él esté
situado). Mantienes por lo tanto el Sí. El Abandono del Sí no es entregar,
alguna cosa al Padre, sino confiarse en otra cosa (más allá de toda forma, todo
nombre y toda definición). No hay nada que hacer: permanecer tranquilo,
apacible. Todo se desarrolla, sin ninguna intención, sin ningún rezo, porque el
rezo considera que hay algo exterior. Es el principio y el fundamento mismo de
todas las religiones que los llevaron a creer, a conceptualizar, algo
inaccesible. El Padre: es la Fuente. La Fuente no es el Absoluto. Ahora, tú has
como quieras.
Pregunta: Fue el Arcángel ANAEL quien nos
dijo de decir esta frase en el momento último.
Para vivir el Sí, para establecer el Sí,
pero no el no Sí. Para crear una identificación, llamada Comunión. Pero la
Comunión no es la Disolución. Fusionar no es fundirse. Hay una diferencia. La
llamada misma que creas, crea una demanda y una falta. El Absoluto no puede ser
ninguna falta.
Pregunta: Ud. dijo: “nada puede durar de lo
que se inscribe en el tiempo de este mundo, salvo lo que no se mueve, que es
inmóvil”. ¿Y eso se revelará solamente por la refutación y la interrogación
de“Quién soy yo?
Encuéntrame una cosa que no se mueva, en
este mundo que gire en torno a algo. Es una vista del espíritu. El Centro no
puede estar en este mundo. Está por todas partes, pero más allá del Todo. El
tiempo, es el espacio. En cuanto sales del tiempo, la ilusión, es hacer creer
que hay un tiempo separado de un espacio, y un espacio separado de un tiempo,
creando la distancia. Eso no existe. El Centro no es ningún tiempo. O entonces,
es todos los tiempos, pero en el espacio (que es el tiempo). La separación del
tiempo y el espacio es parte de la ilusión. Cuando eres Absoluto, el tiempo no
existe. Él es el espacio, ese espacio donde no tienes a nadie más, donde no
eres más una persona, ni un individuo, y donde no eres más un individuo: tú
eres el Centro, el Absoluto. Y allí, te es dado a percibir (más allá de toda
percepción puesto que te has fundido dentro), el azul-noche y miles de millones
de estrellas. Allí, tú no te mueves. Estás en ninguna parte y por todas partes.
No puedes estar limitado a ningún tiempo o algún espacio. Sólo el ego mantiene
el tiempo porque lo que se mueve, lo que es efímero, se inscribe en el tiempo,
siempre (que eso sea esa bolsa de comida, tus pensamientos, tus afectos, lo que
ellos sean).
Pregunta: ¿Es deseable pasar por la Fusión
con mi Padre y la Disolución en sí mismo para devenir Uno, y solamente después
de esto, pretender el Absoluto pero?
Pretender el Absoluto no permite ser
Absoluto. Sólo desde que abandonas todo lo que crees ser (e incluso el Sí), es
que penetras en la no conciencia (o a-conciencia). Los mecanismos de Disolución
son, ante todo, el Abandono del Sí, el Abandono del Yo Soy. A partir de este
momento, aparece un Doble.
Cualquiera que sea, no lo personifiques
(mismo si él está encarnado), porque el encuentro permite el Absoluto. Si era
capaz de fusionar con una brizna de hierba, vivirías exactamente lo mismo. Por
razones de conveniencia, tú eliges, en general un dios (cualquiera que sea), un
mejillón u otro Ser. En realidad, no lo eliges: es el que aparece por tu propia
resonancia, como una imagen en espejo. Mientras no realices el Sí (si fuera el
caso), es preferible elegir una imagen. Pero viene un momento en que la imagen
misma, debe fundirse (como tú te fundes). No hay necesidad de entidad, ni de
ti, por otra parte. Es necesario salir de la visión que trae todo, hacia sí. El
pensamiento ha sido hecho así (el mental también), y ustedes tienen necesidad
de verse. Pero mientras crean verse, a través de algo exterior a ustedes,
ustedes no se ven.
Por lo tanto: no es necesario traer nada a
sí, es necesario dar el Sí. Mientras exista una experiencia, una sed de
experiencia, exista una contemplación del Sí, del Yo Soy, el Absoluto no se
devela. Para muchos, eso es muy difícil.
Pues, en esos casos, permanezcan en el Sí.
En cualquier caso, mantente tranquilo. ¿Ya que quién juega el juego de querer
jugar algo? Sé el espectador, si no puedes salir del teatro. Pero no seas el
que desempeña el papel. Olvida, completamente. Sea lo que sea que te diga tu
ego (que eso es nulo, que eso es terrible), no es verdad.
Pregunta: ¿Si en Sí, hay aún modelos,
creencias, es necesario hacer una introspección con el fin de desalojarlos
cuando se ocultan en el inconsciente, con el fin de refutarlos?
¿O esperar que aparezcan durante la
vivencia? La refutación no debe concernir a lo que buscas. ¿Si buscas, en lo
Mío, lo que es inconsciente, qué es lo qué pasa? Tú le das un peso, una verdad,
que no existe. Lo que aflora, lo que remonta, como pensamiento, debe refutarse,
pero no ir a buscar lo que no aparece. Si no, vuelves a caer del Sí en el Yo, y
cultivas la personalidad.
Ninguna acción sobre la personalidad
permite salir de la personalidad. Es el ego que cree eso. La refutación, es
interesarse en lo que se manifiesta en el Sí o, eventualmente, en el yo pero no
vale la pena entrar en el yo. Si tú le concedes crédito, lo revalorizas, juegas
el juego de la dualidad, considerándote como si fueras una sombra. Pero no eres
la sombra de ti mismo: eres Luz y Amor. Nada de otro. Todo lo que aparece en la
conciencia es una sombra. ¿Por qué ir a despertar lo que duerme y que no
existe? ¿Para volverlo
consciente? ¿Y mantener el yo?
Pregunta: ¿Mis actividades, mi trabajo, son
incompatibles con el develamiento del Absoluto si eso alimenta la dualidad, la
ilusión o incluso el encerramiento?
¿Te das cuenta el número de yo que has
pronunciado (mi trabajo, mi actividad)? ¿Quién te ha dicho de dejar cualquier
cosa? ¿Quién te pide eso?
Comienza por suprimir los yo y los mí. Tú
te has identificado. Más allá del cuerpo, tú te identificas con tus acciones,
con tu vida. No puedes poner fin a tu vida, puesto que no eres tu vida. No es
tampoco suprimiendo lo que es aparente, que vas a podar, o vas a encontrar de
esta forma, lo que sea. Te invito a escuchar de nuevo tu pregunta para ver
cuántas veces hay, mi vida, mí, mío, yo. Es sólo eso. Refuta eso y no te ocupes
más. No eres lo que se desarrolla. Deja vivir la vida que se vive. Deja el trabajo
hacerse. No eres el trabajo que se hace. Eso es lo que digo. No dije que era
necesario dejar alguna cosa. No hay ningún obstáculo al Absoluto, si eso no es
tú misma.
Pregunta: ¿Podría hablarnos del lenguaje y
el silencio, en su vínculo con el Absoluto?
El lenguaje es lo propio de esa bolsa de
comida. La conciencia es una secreción de esta bolsa, tal como la llaman.
Incluso el yo Soy: ¿en qué se convierte cuando esa bolsa ya no está allí? Crees
tú que va a poder pregonar: ¿“Yo Soy”, del otro lado, sin cuerpo? Eso es una
ilusión. Luego, el silencio y el lenguaje. ¿Qué es, lo que es el lenguaje? El
espacio entre dos silencios. No hay silencio. ¿Hay solamente el hecho de estar
tranquilo porque, quién puede decirte que hay en el silencio? Puedes hacer el silencio
de las palabras.
Puedes hacer el silencio de los sentidos.
Pero el cuerpo está siempre allí y tú estás siempre dentro. Eso es justo una
primera fase de la introspección, que va a hacerte vivir una aproximación del
Sí. El Absoluto no tiene nada que hacer del lenguaje. Porque incluso el Yo Soy
es un sonido. Un sonido primordial, el que aparece también en Absoluto, en este
azul oscuro y sus estrellas (que no lo son). Por supuesto que puedes trabajar
sobre el Sí, reforzarlo por la meditación, y por el silencio. Pero todos esos
no son más que juegos. El lenguaje es un obstáculo. Lo más importante es
permanece tranquilo. Si te olvidas de ti mismo, el Absoluto está allí: sin
buscar nada, sin pedir nada, sin buscar zonas de Sombra, sin buscar una Fusión (se
produce por sí mismo).
Deja a ese cuerpo vivir su vida. Déjalo
hablar, si él quiere. Déjalo hacer silencio, si él quiere. Pero tú no eres ni
el lenguaje, ni el silencio. Eso pertenece a la ilusión. El lenguaje es creado
por la bolsa de comida: es una frontera de la conciencia. El silencio también.
Pregunta: ¿Una extensión del vacío, una
paz, un éxtasis, permite al Absoluto develarse si uno se borra completamente de
ese estado?
Sí. A partir del momento en que consideres
que no eres la experiencia que vives, en que refutas esta experiencia (sin
querer extraerte sino constatándolo), entonces, el Absoluto está allí. Ya no
podrás hablar más de una experiencia. La experiencia pertenece siempre al Sí, a
la Presencia, o al Yo Soy. ¿Porque si no había observador que viva la
experiencia, que quedaría como experiencia?
Ninguna. Es el Sí que juega por Sí mismo y
consigo mismo. Eso es muy seductor porque la conciencia no es más que una
experiencia. Y cuanto más las experiencias aparecen, más la conciencia se alimenta.
¿Cómo quieres tu, en ese caso, llegar a ser lo que tú ERES? Hay experiencias
que no puedes reproducir. Y por otra parte, esta clase de experiencia ocurren
siempre de improvisto, sin avisarles, si no es así ustedes no lo vivirían, por
miedo. Así, no te extraes de nada. Refútalo, y permanece tranquilo. Deja venir
y constatarás que hay algo que está detrás del observador, detrás del que dice:
“vivo una experiencia y un éxtasis”. Allí, estás en la buena vía porque
permaneces tranquilo. Si aceptas que no eres tú quien vive la experiencia (sino
él Sí), entonces, el Absoluto está allí.
Pregunta: Una de sus intervenciones me
pareció límpida. Creí comprender que el Absoluto se revelaba a nosotros,
solamente cuando no se comprendía ya nada. ¿Cómo es eso?
El día en que comprendas que no puedes
comprender nada, el Absoluto estará allí. Va más allá de lo que se comprende
porque comprender, es asir, es apropiarse, es justificar, es explicar. El
Absoluto no puede ser, ni comprendido, ni justificado, ni explicado. Y no es
una experiencia. Entiende (como en la pregunta anterior), que hay siempre una
conciencia que observa. Ve más allá del observador. No eres el que observa la
pieza, ni incluso el sillón donde está sentado. Es necesario salir del teatro,
para concluir que no hay teatro. Pero el hecho de salir no es una acción: es
una inmovilidad completa donde tú eres el centro de todo. Es el cubo de la
rueda. Eso que digo no es para ser comprendido. Justamente. Cuando eso aparece
como límpido, eso ya no es el cerebro. A veces es el Sí. Es la inmediatez de lo
que entiendes que crea el sentido, pero va más allá del sentido. Más allá de lo
que es comprendido.
Acepta que de este lado (aquí donde estás)
eres ignorancia, y que todo conocimiento es ignorancia. Suelta tus conocimientos,
y ahí considerarás (ya que es la verdad total), que tu eres ignorancia. Porque
yo podría preguntarte: dime ¿quién Eres tú? ¿Qué habrías de responderme? Lo que
sea que comprendas, el Absoluto es inmóvil (que él esté en esa forma efímera) o
que él no esté en ninguna parte. No hay experiencia ni comprensión. Es un
estado más allá de todo estado. Desde que comprendes algo, tienes la impresión
y te aparece claro, que tú lo conoces. Sin embargo no puedes conocer algo que
es exterior a ti. Es necesario superar eso. El Absoluto no es una comprensión,
bien al contrario. Tampoco es una experiencia. Tampoco es un estado. Es el
Último.
Pregunta: He vivido la fusión con la
naturaleza. El resto en el entorno era un decorado. El Velo de la ilusión se
desgarró y apareció la blancura de la Luz. ¿Qué era eso?
Eso se llama la Infinita Presencia. Es el
momento (como tú lo dices) en que el velo se desagarra. Es de alguna manera (si
puedo expresarlo así), la antesala del Absoluto. Simplemente (como lo dices)
fue una experiencia. Para el Sí es una etapa. Ella es respetable. La cosa a
realizar, no es a conmemorar, ni recordarla, sino observar, más allá de la
experiencia y de la memoria de ésta.
¿Quién eres tú? ¿Hazte la pregunta; quién
soy yo? ¿Soy el observador que ha visto ese Velo desgarrarse? ¿Es que yo Soy la
Luz que he visto? Tú no puedes ver lo que tú Eres, de ninguna manera, cuando la
experiencia puede reproducirse. Si ella se reproduce (y ella se reproducirá),
va más allá de lo que tu observas. Es la única manera de hacer desaparecer el
observador. Como lo dices: es un decorado. Pero va también más allá del
decorado. Es una fase previa. Lo que puedo decirte por eso; olvida esta
experiencia, ella ya tuvo su efecto. Ella tendrá todavía más efecto. Recuerda:
Que no eres jamás las experiencias que vives, mismo si la conciencia está ávida
de sus experiencias (si es posible luminosas y no oscuras). Te aliento, por lo
tanto a sobrepasar la experiencia.
Pregunta: ¿La memoria que se licuó es una
ayuda para superar el juego del mental o es un juego, una recuperación del ego?
No. El ego tiene necesidad de la memoria.
Observa el niño que es virgen. No está afectado por memoria alguna, al menos
tan joven. La memoria está vinculada al tiempo y a su separación con el
espacio. ¿Tiene la memoria de lo que eras antes? La memoria no te es de ninguna
ayuda. Entonces, alégrate. Verás que si tu memoria desaparece, ¿qué es lo que
queda? El Absoluto. La memoria pertenece a este mundo. Ella hace parte de la
experiencia. Eso no es la vida. Por lo tanto alégrate.
Pregunta: No experimento ya los Estados de
Beatitud que me ayudaban a vivir. ¿Debo renunciar a esos Estados, para estar en
el Absoluto? Tengo la impresión de perder el contacto con lo que llamaba el
Divino. ¿Eso quiere decir que debo refutar ese estado, o quizá el Sí?
Si lo has refutado (o que no lo hayas
refutado), constatas que ya no está allí. Tú mismo dices que era una ayuda,
para soportar. Pero el Absoluto no necesita ninguna ayuda, ni de ser soportado
por algo. Porque es lo que tú ERES. El Absoluto es Beatitud, pero no ayuda a
soportar nada, porque tu naturaleza es ser la Beatitud. Y no de vivir la
experiencia de la Beatitud. Por supuesto, que eso debe desaparecer de la
experiencia, para que eso pase a ser realmente, lo que tú Eres. Ya lo dije: ¿la
Vibración, el Samadhi, las salidas del cuerpo, todo eso representa qué? El Sí,
la a-conciencia. Ir más allá de la conciencia: es no tener ya conciencia, ni
memoria, ni Vibración, ni nada. Cuando eso llega, o tú te afliges (y es el Sí
que se aflige), o estés de acuerdo y todo se desplegará, para ti, sin esfuerzo.
Eso probará, de algún modo, que has renunciado. Hay, realmente, un Abandono del
Sí. Has construido el Yo Soy. Has vivido el Yo Soy. Es hora de sobrepasar eso.
Es lo que se produce. Entonces, acoge. Y no tendrás ya que soportar la vida. La
Vida se desarrollará. Estarás aquí (en este cuerpo), pero también, por todo en
otras partes. Ya no serás afectada por la repetición de este tipo de
experiencia o su desaparición. No debes alimentarte con la Luz, sino Ser la
Luz. Es lo que tú ERES. Entonces, el ego va a inventarse sombras, proyecciones,
experiencias. Él llama a eso, el Divino. Pero cuando eso desaparece, estás
madura.
Pregunta: ¿Qué son los Leilas del Señor?
Es un juego. Es la escena de teatro. La
vida es juego. A veces, tienen papeles de comediante, otras veces papeles de
verdugo, algunas veces papeles de víctima. A veces son felices, otras son
infelices. Pero son estos juegos, precisamente, que mantienen la conciencia, el
Yo Soy o el Ego. Los Leilas del Señor: es ir más allá, es decir, reconocer lo
que pasa. Es considerar que el mundo no es más real que tu. Es el decorado que
está allí, que permite a la conciencia manifestarse. Porque, sin manifestación,
no habría conciencia (cualquiera que sea esta manifestación). Porque la
manifestación es siempre una expresión y una proyección, al exterior
(cualquiera que sea este exterior). Entonces, son juegos. La conciencia juega a
observarse. El Absoluto no es consciente.
Pregunta: ¿Ignorar sus pensamientos es una
manera de dar, aún, peso a su mental?
No, en absoluto.
Pregunta: ¿Es que no había identificado,
que alimentaba mi yo y que tendría que conocer hoy?
¿Si algo no está allí, si tu conciencia no
lo vive, por qué quieres tú que te responda de manera precisa sobre tu
inconsciente? ¿Quieres que alimente qué? Hazte la pregunta: ¿estás aún
observando, si no es tu propio ombligo? No es necesario jugar con los miedos.
No hay nada que cavar porque si cavas un agujero: te caes dentro. Es, hasta
cierto punto, lógico. No vayas a buscar lo que no te pide nada.
Pregunta: ¿Cómo permanecer calmo, inmóvil y
tranquilo?
Permanece tranquilo. ¿Qué quieres tú que te
diga? Porque si te doy algo a hacer (un consejo), estarás aún menos tranquilo.
Persigues un objetivo que no puede existir. Sal de ti mismo. Y, no te observes
el ombligo y ese cuerpo que tiene necesidad de moverse. El expresa miedo.
¿Quieres saber cuál es este miedo? Eso no sirve de nada, si no es de reforzar
el ego. Olvídate, tu también. Participas del movimiento, porque te identificas
al movimiento. ¿Mientras creas que eres el movimiento de ese cuerpo, que se
mueve sin parar o de estos pensamientos que surgen, cómo quieres estar
tranquilo? Y si quieres oponerse a eso, hazte la pregunta: ¿quién se opone?
Siempre el yo. El Absoluto no se opone a nada: él está, más allá del Ser. Él es
el no ser, el no Sí. Por lo tanto, ninguna técnica del Sí o del yo puede
solucionar lo que me pides. Eres tú quien debe cambiar el punto de vista. Eres
tú quien debe desplazarse del movimiento. Porque si añado otro movimiento: ¿qué
va a pasar? El Absoluto estará aún menos allí. Es así, no puedo alimentarte.
Pregunta: ¿Vivir la Disolución, Fusión,
Disolución con su Mónada, corresponde a realizar la Disolución del Sí?
Realizado esto, entonces, ¿las condiciones son ideales para vivir el Absoluto?
No existe ninguna condición al Absoluto. El
Absoluto no es una etapa, ni una realización. No obstante, el Sol, o una brizna
de hierba, pueden permitirte realizar eso más fácilmente, ¿por qué? Porque la
conciencia no es ya tributaria de esa bolsa de comida. Ella misma se concibe,
existente fuera de esta bolsa, es el “Yo Soy”, el Sí. El error sería creer que
hay condiciones, preliminares: allí no hay ninguna. Buscas, a través de
conceptos (a través del mental), porque tienes que colocar conceptos y apoyarte
en ellos. Y eso, eso formará siempre parte de la experiencia. En cuanto buscas,
ya estás en el error, porque no hay nada que buscar. Buscar, es salir de la
tranquilidad, es reactivar el juego de la experiencia. Ahora bien, toda
experiencia debe cesar. Incluso lo que nombran Mónada o Doble o brizna de
hierba, llega a ti cuando estás listo. No eres tú que va hacia él, si es así,
es un deseo, es aún una experiencia. No te ocupes tampoco de eso, para de poner
conceptos o condiciones. No puedes salir con la reflexiones, es imposible: toda
reflexión es un espejo del yo o del Sí, y nada más.
Pregunta: ¿Debe uno alegrarse cuándo no
vive ninguna experiencia?
Sí, e incluso cuando duermes.
Pregunta: Yo ya salí del teatro, pero para
encontrar un segundo decorado. ¿Qué es lo que pasa?
No te alegres: sustituir a un teatro por
otro teatro no sirve de nada. Es aún una experiencia, como tú mismo lo dices.
Es necesario cesar las experiencias. Por supuesto, se producen porque la
conciencia sólo es experiencias, cualesquiera que sean. Sustituir un teatro por
otro teatro, no sirve de nada. Hay un momento en que todos estos juegos deben
cesar. Es la avidez que crea la experiencia.
Constatarás que en el momento en que no hay
ya ninguna avidez, ninguna espera, ningún deseo, todo llega. Pero no una
experiencia. El Absoluto no se nutre con ninguna experiencia. Las contiene, que
no es la misma cosa. Es necesario expulsar la avidez, el deseo. Repito,
permanece tranquilo, no te canses con salir de un teatro para entrar en otro.
Que sea más bonito o menos bonito, no cambia nada. Toda experiencia es del
orden de la avidez o del deseo. Consciente o inconsciente: eso no tiene ninguna
importancia. El deseo no es más que la expresión, o de ese bolso de comida, o
del alma, pero sigue siendo solo un deseo. A partir del momento en que no hay
ya ningún deseo, el Absoluto está allí, porque es lo que tú Eres. Tú no Eres un
deseo y aún menos una experiencia. Hasta que aceptes soltar todo: Abandonar el
Sí. Mientras él viva experiencias, incluso si se acerca o da la impresión de
acercarse, el Absoluto no está allí. En todo caso, tú no estás allí. El
Absoluto, ha estado siempre allí.
Pregunta: Esto no estaba vinculado a una
voluntad de experimentar, pero se produjo espontáneamente cuando entré en el
sonido.
¿Y más tarde? La experiencia, incluso que
no te interesa, no es más que una proyección de tu conciencia. El sonido
desemboca en el Absoluto, si no desemboca en una experiencia. Sobrepasa la
experiencia. Y no me digas que no lo has querido, porque nada se produce si no
deseas nada. La palabra avidez es justa porque si hay experiencia, hay deseo. O
entonces, la experiencia debe ser, precisamente, la pérdida de toda referencia,
y no otra referencia. No hay movimiento en el Absoluto. Toda experiencia no
surge de ninguna parte, ella se construye en alguna parte. Que vean elefantes
rosados o un teatro, no cambia nada: es siempre una proyección. Hasta que el
decorado desaparezca completamente, es cuando el Sí desaparece también, no
antes.
Pregunta: ¿Cuándo uno entendió que es
necesario estar tranquilo, ya no hay más preguntas a plantear?
¿Eres tú Absoluto?
No. Yo no sé nada. Sí, ciertamente.
¿Qué es lo que se mueve, en estas
respuestas, si no es el ego? Ya respondí a una pregunta, detenidamente, a
alguien que no tenía preguntas. La cuestión no existe más que la respuesta y
por lo tanto no es un juego.
Pregunta: ¿Cómo soltar todo y abandonarse a
la Simplicidad?
Reconociendo lo que Eres: Absoluto. No hay
nada que dejar. Quién plantea la cuestión, si no es el ego. ¿Quién cree que
debe liberar algo? Permanece tranquilo, eso no es liberar nada: es refutar.
Mientras pretendas soltar algo, es que consideras, por supuesto, que hay algo
que soltar. ¿Qué quieres dejar, puesto que Estás ya, suelto?
Pregunta ¿Podrían volver sobre el concepto
de Absoluto inclusivo y la necesidad de no negar la ilusión?
Concebir que eres una ilusión, por lo tanto
efímero, no hace sin embargo desaparecer lo efímero: el desaparecerá por sí
mismo. No tienes que poner fin a este cuerpo: él está programado para
desaparecer. Eso es cambiar de punto de vista, simplemente. Cambiar de punto de
vista, expresa la Verdad y la Realidad. Mientras te asignes a este cuerpo,
estos pensamientos, esta vida, estás en el punto de vista de éste cuerpo, ésta
vida, estos pensamiento o en esta experiencia. Pero no eres ni la experiencia,
ni el cuerpo, ni el pensamiento porque todo eso pasa. Acepta simplemente eso,
no tienes ningún medio de actuar sobre la ilusión porque, a partir del momento
en que varias conciencias existen, ellas crean una ilusión común que llaman
mundo. Vive lo que tienes que vivir, con entusiasmo, con pasión, si quieres,
pero no sea eso. No hay nada de incompatible en lo que digo, excepto para el
ego. Tú no Eres ese cuerpo, no más de lo que Es este Mundo. Sólo existe porque
estás ahí insertada. ¿Quién es responsable de esta inserción? ¿Tus padres? ¿Tú
conciencia? ¿Quién? Si llegas a ver, sin ver, más allá de todo eso, has
cambiando el punto de vista (no te pido creer esto que te digo, sino de colocar
tu conciencia en el buen lugar), entonces el decorado desaparecerá, y la Luz
estará allí. Y en la llamada etapa Última, entenderás qué es eso y que la
ilusión se incluye en eso. Sólo es el juego de la conciencia. El propio
Absoluto no puede verse a sí mismo. Es lo que tú Eres.
Pregunta: ¿Si no se encuentra el Absoluto
en nuestra vida, qué es lo que pasa más tarde?
La conciencia existe aún y en consecuencia
se proyectará.
Pregunta: Usted precisó que el silencio es
una cuestión. ¿Puede responder sobre eso?
Sí. Las palabras que, hoy, pueden
parecerles desprovistas de sentido, la opinión, el punto de vista. Y sobre todo
“permanecer tranquilo”: todo está contenido dentro. El Absoluto es eso.
Pregunta: ¿Colocar su conciencia en el buen
lugar es colocarlo a nivel del Absoluto?
No, tira eso. Poner la conciencia es una
atención. Eventualmente, puedes servirse del sonido. Tú te apoyas en el Yo Soy,
pero no es el Yo Soy, es el no Sí. Cambiar de mirada, esto no es colocar la
conciencia en cualquier parte, precisamente. Es ya no colocarla, ya no
experimentar. Hasta cierto punto, al entrar en el silencio de la conciencia. La
opinión cambiará por sí misma, sin tener que poner alguna cosa.
Pregunta: ¿Es necesario dejar el sonido
penetrarnos?
Pero, si tu Eres el Sonido. Si consideras
que un sonido te penetra, consideras al sonido, exterior a ti. Por lo tanto, la
opinión y la mirada no son buenas.
Pregunta: ¿Es normal tener la impresión que
mi cuerpo no me pertenece?
¿Pero como querrías qué tu cuerpo te
pertenezca?
Pregunta: ¿Cuándo se tiene la impresión de
ya no existir, es una experiencia del Absoluto?
Tienes tú mismo la respuesta: es una
experiencia. El Absoluto no es una experiencia. Eso comienza a entrar. Estás
allí. Siempre lo has estado. Entiende y libera todo. No hay nada que soltar.
Pregunta: Cuando uno lo siente…
¿Quién siente?
Pregunta: ... una presencia a la izquierda,
¿cómo vivir esta resonancia?
Ella está allí, puesto que la sientes. ¿En
este cara a cara (que es, un lado a lado), qué va a pasar? El Absoluto. A
partir del momento en que no eres ya tu, y que tú Eres lo que está a tu lado,
en este frente a frente, compruebas que no hay nadie en frente puesto que ni
uno ni otro son verdaderos. Son, precisamente, esas condiciones que muestran,
lo que ustedes Son. Es un descubrimiento y no una experiencia porque, cuando
eso Es, en ese momento, tú sientes. Después, lo experimentas. Después tú lo
vibras. Después tú, fusionas. Y después, el Absoluto. Pero esto no es un
después, eso ha estado siempre allí. Simplemente, tu conciencia no se ha
desplazado suficientemente y cuando se haya desplazado suficientemente,
desaparecerá. Todo eso les fue explicado por los Arcángeles, los Ancianos, las
Estrellas. Les digo la misma cosa. El Absoluto no conoce la distancia. Hasta
cierto punto, es el cara a cara del Sí al Doble, que viene a poner fin a la
distancia. Eso no es una experiencia.
Pregunta: ¿Y si se vivió una experiencia de
Fusión con el Doble, pero que es parcial?
Es como un examen, hay parciales, ¿es que
tú comprendes?
-No
Tanto mejor.
Pregunta: ¿Volverse el Sonido y el temblor,
al mismo tiempo, eso es justo?
Desde un cierto punto de vista, se puede
decir que despegas. Por lo tanto permanece tranquilo. Eso es justo. Es la
Presencia Infinita. Es necesario ir más allá, pero está bien.
No tenemos otros cuestionamientos, le
agradecemos.
Entonces, callémonos. Esto fue una
felicidad para BIDI. Y una felicidad para ustedes, aunque no lo comprendan.
BIDI les saluda y les digo hasta la próxima vez.