BIDI
 - 17 de Mayo 2012 -






Pregunta: Tengo problemas para permanecer centrado, los pensamientos, los recuerdos afluyen, partiendo en todas direcciones sin que esto sea las preguntas. Esto vacía el mental, ¿Lo nutre? ¿Cómo hacerle frente?


El conjunto de lo que te es sometido, que aparece bajo el ojo de tu conciencia (cualquiera que sea el lugar donde está situada) te da a ver lo que tu llamas, “partir en todas direcciones) impidiéndote estar centrado. No hay puerta de salida sino una puerta de entrada.

Querer salir de tus propios pensamientos es tan estúpido que querer salir dentro: tú no puedes más que entrar. Es decir aceptar observar lo que se desarrolla y refutarlo. Mirar no quiere decir aceptar. Esto va a darte los mecanismos de lo que tú llamas “lo que parte en todos sentidos”, dándote a ver, entonces, porqué tú partes en todos los sentidos. ¿Qué es lo que esto traduce, no al nivel de un origen sino más bien en lo que tú dices? ¿Por qué estás descentrando fácilmente? ¿Qué es lo que te desestabiliza y te hace perder tu centro? ¿Dónde se sitúa la causa profunda, no las causas, no en tu historia, o en tono histórico, sino más bien en el instante presente? ¿Qué es lo que pasa en ese momento? ¿Por qué estás trastornado? ¿En qué te trastornan estos pensamientos que no te conciernen? Esto significa, por supuesto, que hay una incapacidad para poner distancia y para refutar tus propios pensamientos, traduciendo, allí también un principio de identificación a lo que pasa, lo que no es inmutable, lo que no es eterno. Estás, de alguna manera distraído por lo que es pasajero, por lo que solo concierne a la personalidad y a su desarrollo en esta materia. Te olvidas que no eres esto. 

Hay por lo tanto un sentimiento de implicación exagerado en lo afectivo, en las relaciones, en lo que es vivido, en estos pensamientos que se desarrollan. Tú estás de alguna manera bamboleado por tus propias emociones y por tus propios pensamientos, porque tu les das peso, consistencia y estás persuadido que ellos vienen de ti. Es una cosa aceptar de manera conceptual que no eres tus pensamientos, no es por esto que los pensamientos van a desaparecer.

Simplemente colócate en el observador que no es estos pensamientos pero que ve a estos pensamientos desarrollarse. Estos no son los tuyos. Hay por lo tanto un principio de identificación dándote la impresión y a tu conciencia de estar en todas direcciones, es decir que los pensamientos te llevan a otra parte que dentro de tu centro, te lo dices tú mismo. Lo que significa sin buscar más lejos, que te dejas seducir por tus propios pensamientos y cuando ellos te convienen, estás centrado o tienes la ilusión de estar centrado porque los pensamientos corresponden a algo que te afirma. Ningún pensamiento puede establecer el Absoluto. Ningún pensamiento puede asegurarte, de manera duradera, que partes en todos los sentidos o que tienes la impresión que ellos son agradables. Los pensamientos no vienen para ser ni agradables ni desagradables. Ellos no hacen más que pasar. Y como todo, ellos pasarán. 

Esto es efímero. Das peso a lo efímero ya que esto te altera. De ninguna manera estás colocado en un buen lugar para verlos y refutarlos. Sin embargo el hecho que esto esté acentuado en este momento es exactamente lo que tienes a superar y a transcender en la refutación.
Desde que un pensamiento actúa sobre tu emoción, sobre una decisión, no eres maestro de ti mismo, puesto que es el pensamiento quien decide por ti. 

Reflexiona: ¿quién decide? En definitiva, es siempre la razón, es siempre el intelecto, del cual algunos gargarizan. La problemática viene que los pensamientos (aquellos que son como dices, de enfoque espiritual) pueden tomar el color, la impresión de una intuición (como por ejemplo los impulsos del alma o los impulsos etéreos) pero estos son siempre los pensamientos que te llevan a pensar y a conceptualizar la noción de lo que es bueno para ti y de lo que es malo para ti. Mientras que pienses así y que aceptes este mecanismo de pensamiento, no eres Libre: estás sometido a tus propios pensamientos, es decir al discernimiento y a la intuición que te impiden ver la Unidad y, aún más, el Absoluto. El Absoluto no es ni bien ni mal, nada tiene que hacer de esta referencia. El Absoluto nada tiene que ver del Si, ni de la intuición y de los carismas porque todo esto deriva de una proyección, de una manifestación exterior para lo que es eterno, para algo que se manifiesta y que viene a generar o facilitar ¿qué? El mí o el Sí. El Absoluto se devela porque las circunstancias de la Tierra no son ya las mismas. Si, en ti, esto reactiva y reaviva los pensamientos, esto quiere decir que, en tu historia, has concedió demasiado espacio a los afectos por los demás, a los pensamientos de los demás. Esto también impide llegar a tu centro porque, en el centro hay toda la fuerza, hay todo lo que es necesario. Es un espacio y un tiempo, sin espacio y sin tiempo, donde la elección no tiene razón de ser, donde la razón no tiene ya razón de ser. La razón va a ser aplicada en los sectores donde la razón es necesaria y solamente donde es necesaria: sentarse en el lugar adecuado para conducir un vehículo y no detrás, esto es de la razón.
Pero desde el instante donde, en el afecto, desde el instante donde las relaciones, cualesquiera que ellas sean, tu dejas pasar la razón delante, te pierdes. Porque, como lo dije ayer, hay siempre una oportunidad sobre dos de engañarte. Es muy exactamente lo que llega porque los pensamientos no son hechos, en definitiva que por el miedo, que de los mecanismos de supervivencia, de mantener la artificialidad del ego, de la persona. Feliz el que no tiene ya pensamientos perturbantes. Feliz aquel que no cree ya en sus propios pensamientos porque el es Libre. Mientras que te adhieras a tus pensamientos, agradables como desagradables, no eres Libre porque estás persuadido que eres tu el que piensa. El que piensa, es el actor, es la marioneta, no es el que mueve los hilos y aun menos el que está arriba de los hilos. Ningún pensamiento confiere la Libertad, incluso el más claro.

La Libertad no está de este lado del velo, no está en cualquier razón, en cualquier explicación y, aún menos en una comprensión sino en el simple hecho de aceptar ver, sin juzgar, honestamente, lo que está sucediendo. Y esto son los pensamientos que se desarrollan. Por supuesto, ellos están inscritos en tu historia, en tu razón, pero no eres ni tu historia, ni tu razón. El ámbito del espíritu, el ámbito del Absoluto, nada tiene que hacer de los pensamientos ya que, en el Absoluto, no existe ningún pensamiento. En el Samadhi, no existe más que un solo pensamiento: la auto contemplación de la Luz. El propósito de la meditación no es de aspirar a suprimir los pensamientos porque mientras que el saco de alimento esté allí, habrá siempre pensamiento. Salvo si el pasaje ha sido creado: entonces, puedes refugiarte en el Absoluto o en el Samadhi. Allí, no hay pensamiento. Pero querer resolver el mecanismo del pensamiento o el lugar donde el nace, no quiere decir nada. Querer apoyarse sobre la meditación, sobre la Vibración, para hacer cesar los pensamientos, es de la misma forma, aleatorio: A veces esto funciona, a veces no funciona y ustedes lo constatan en las Alineaciones, en las meditaciones. Mientras que subsista un pensamiento que moleste (entiendo por molestar: que está al frente de la escena), ustedes no son ustedes.
No pueden combatir los pensamientos porque los refuerzan. No pueden oponerse a los pensamientos, ellos no son del mismo mundo que ustedes. La única puerta de entrada consiste en no aceptar el dictado de los pensamientos.
  
Y la primera etapa es darse cuenta y vivir que los pensamientos solo surgen sobre la pantalla de la conciencia. Incluso si tienen la impresión de aplicar un conjunto de certezas matemáticas, esto solo son creencias abstractas que encuentran ciertas, las aplicaciones en este mundo: Hay una lógica pero esta lógica allí no tiene nada que ver con el Absoluto y no tiene nada que ver con la Unidad. ¿Es que el místico que vuela en los aires ha aprendido las leyes matemáticas, físicas, que permiten volar, a un avión? ¿Qué es lo que es predominante en vosotros, en ti? ¿La necesidad de explicar, la necesidad de comprender, el miedo, el hecho de ser invadidos? Lo que yo digo para los pensamientos es de la misma naturaleza que lo que vengo a expresar para el vuelo del místico. Y luego, en un momento dado, el místico se apercibe que no tiene necesidad de volar. El está total y entero, aquí mismo, en este saco. El no tiene nada a que escapar. El saco de comida y los pensamientos escaparán ellos mismos durante la muerte. Ningún pensamiento sobrevive en otra parte que en la memoria común. Incluso los más grandes pensadores, a través de sus escritos, solo dan a vivir los elementos irreales a los cuales uno adhiere, como para una ley matemática, o una ley física que es sabio explicar un mecanismo de funcionamiento. Pero les recuerdo que estos mecanismos de funcionamiento solo son valiosos aquí pero no en el Absoluto. Esto replica muy precisamente esta frase: Allí donde ponen vuestra atención, allí donde ponen vuestra conciencia, se localiza la Vibración y es el reflejo de lo que son aquí en este mundo, pero no permite al Absoluto revelarse a ustedes. El ego va a construir todas las estrategias necesarias para su supervivencia. 
  
Los pensamientos en realidad son ciertamente uno de los mecanismos, el más potente porque el pensamiento surge de ninguna parte, se apoya, de toda forma, sobre los conceptos y los afectos, sobre lo que ha sido construido anteriormente. O, es justamente esto que es necesario ver y desconstruir, no por una acción de la voluntad sino aceptando de verlo. Verlo les pone en distancia, de la misma forma que no pueden ver el Absoluto. Y si quisieran verlo, le pondrían aún más a distancia y en distancia.
El mecanismo de los pensamientos yendo en todos los sentidos se aplica simplemente a que tu te centres nuevamente porque es en el centro que se concretizará la visión de lo que son estos pensamientos como no siendo los tuyos. Pero si permaneces sumiso al hecho como lo has dicho a este descentramiento. Estando descentrado no tienes ningún modo de acción sobre el pensamiento. Y por otra parte, si quisieras actuar sobre el pensamiento, este se reforzaría hasta convertirse en obsesión: esto es muy conocido. La refutación, allí también, permite, a la vez, identificar lo que son los pensamientos, de donde nacen y donde desaparecen, facilitando de alguna forma, la no identificación puesto que tanto en el Samadhi como en la presencia, que en el Absoluto, estos no existen. Lo importante allí también es estar lúcido, mirar claramente. Si tú captas verdaderamente que todo lo que pasa no es eterno, entenderás que los pensamientos están en primer plano, mucho más que las emociones. Todo pensamiento concierne a la identidad que tienes, o portas, incluso si ella te parece venir de ninguna parte, ¿de dónde quieres que ella venga, comparte este cuerpo de comida que tú no eres? Todo es un problema de atención y de intención. Si aceptas observar pasar y desarrollarse a los pensamientos, y si tú mismo no te mueves, vas a verlos por lo que ellos son: elementos perturbadores que vienen a molestar la superficie de tu conciencia haciéndote jugar de la razón o de la sinrazón. 

Lo que no cambia nada en el sentido profundo que es simplemente sacarte de tu centro, llevándote a buscar una puerta de salida ilusoria, a través de muchas técnicas dirigidas a silenciar el mental. Pero ninguna técnica puede hacer silenciar el mental porque el nunca se calla, excepto en el Absoluto. Tú a la vez, eres el problema y la solución. Ser afectado por tus propios pensamientos, cualquiera que sea el contenido, te lleva inexorablemente a alejarte de tu centro, a alejarte de lo que Eres, y aún mas, a alejarte del no-Si. Mira el mundo.

Cuántos prefieren ir a las tiendas y comprar ropa en lugar de meditar pero el resultado es el mismo: en un caso como en el otro, crean un deseo y una necesidad.
A ustedes les corresponde superar el deseo y la necesidad. El pensamiento se inscribe en esta dinámica de deseo y de necesidad, de comprensión, de explicación, de decisión y de elección. Así, esta agitación que viste es una invitación para superar todo esto, a dejar desarrollar lo que se desarrolle sin intervenir. Entonces, por supuesto, lo que queda en el ego y la personalidad va a decir que esto no es verdadero, que está obligado a controlar tu vida, tu espiritualidad, de mantener tus marcos, tus límites, tus enterramientos. 

Desde el punto de vista del ego, que está limitado, es todo justo. Y esto es totalmente falso en el Sí y, yo diría incluso, opuesto, cuando tu eres Absoluto. Ningún pensamiento puede ser de ninguna acción sobre lo que vives interiormente, excepto descentrarte. Pero esto nunca puede aportarte algo (no importa que ves, que piensas). Aquellos que están instalados en el pensamiento no pueden entender las palabras que vengo a pronunciar porque ellos están situados exactamente al opuesto de lo que he dicho. 

Hazte la pregunta: ¿Sabes lo que quieres Ser? ¿Sabes a dónde vas? ¿Sabes dónde te sitúas? Mientras que esto exista, no puedes encontrar ni ser Absoluto.

Es para esto que la Lucidez, la Transparencia y la claridad son indispensables.

El ejemplo que he tomado ayer queda válido: Entran en una sala donde hay en el suelo una cuerda enrollada. Pero está oscuro: para ustedes es una serpiente. Tienen miedo, hasta el momento donde comprenden que es una cuerda. Ríen. Más allá de eso, está el hecho de que no hay ninguna serpiente, ni cuerda, ni Luz. Ustedes se dirigen hoy (para aquellos que aún no lo han hecho) hacia este Absoluto o hacia esta Presencia. Lo uno como lo otro debe procurar, de antemano (por las Vibraciones o por el Abandono del Si) un estado encarnado, totalmente desapegado del fruto de sus acciones, sin ninguna proyección en el futuro, sin ninguna reminiscencia del pasado. Si son capaces de quedar vacíos de todo esto, de toda información, entonces solo hay un paso a dar, ustedes están muy próximos, no importa lo que les susurre el ego al oído, independientemente de sus pensamientos.


Pregunta: ¿Qué debo de soltar y como liberarme para que la Onda de Vida nazca en mí?
Absolutamente todo. No retener nada. Soltar todo. Mientras que te aferres a algo, esto no funcionará. Es necesario parar de mirarse el ombligo. También parar de mirar lo que sea. Es necesario, allí, por ejemplo, estar plenamente presente en el Sí y no desear nada o pedir nada. No esperar nada. Permanecer allí, simplemente. Si eres capaz de hacer esto algunos minutos, la Onda de vida aparecerá pero nadie puede hacer esto por ti. Hazte la pregunta para saber si eres capaz de parar todo, no importando que el ego te susurre: “vas a morir”, “vas a perder el control”, “vas a volverte loco”. El ego tiene muchas soluciones disponibles para disuadirte de permanecer tranquilo. Ponte en cualquier parte y allí, no pidas nada, no hagas nada, dejate venir hacia ti sin barreras y sin miedo. Porque en este estado, es allí, donde estarás lo más justo, lo más próximo, a fin de que lo que no es de este mundo nazca en ti.

Antes, el ser humano no es más que un laberinto y un conjunto de creencias armonizando más o menos las unas con las otras. Tú no eres esto. Es necesario, como dije ayer, salir del punto de vista de la persona: ella no existe.

Hay en este nivel, la necesidad cada vez más urgente, demandándote permanecer tranquilo, inmóvil. Pasarás por el observador y, en un momento dado, perceptible entre todos, para ti, captarás que este momento es justo. Y desde el momento donde el momento es justo, la Onda de Vida está allí. Ella no ha cesado de estar allí. Es tu conciente, tus miedos y tus dudas que han impedido estar totalmente conciente en la personalidad. Aquí, lo que está para realizar: es una no-realización, una no-acción.
Pregunta: Uriel me ha hecho penetrar, por las puertas Atracción y Unidad, de la Luz, para facilitar la percepción del Corazón. ¿Qué es la percepción del Corazón? ¿Tiene un vínculo con la refutación?
La percepción del Corazón es, ante todo, como su nombre lo dice, una percepción que está instalada en la región del pecho. Diferentes percepciones, diferentes vivencias, resultando, de alguna forma, según una gradación, en la presencia y a la mezcla de lo que es denominado el Supramental y la Onda de Vida. Llevado a elevar esta Vibración y después este temblor o este Fuego de Corazón amante, a una acción sobre la conciencia ya que la Vibración es la conciencia del yo, del Sí y, en todo caso está inscrita en este saco de comida.

En un primer tiempo, colocarse en la Vibración o en el Corazón no es una vista del espíritu sino un acto consciente de la conciencia ella misma, destinada y dirigida a hacerte salir de la ilusión de la persona. Después, viene el vacío o la nada: la Vibración no está allí. La conciencia está instalada en el Corazón y ella está, de alguna forma, madura para abandonarse ella misma. Y allí la Onda de Vida nace. Ella está siempre nacida de toda eternidad, pero debido a la cesación de las actividades bajas del Corazón (el mental), el lugar está libre para otra cosa. Mientras exista una interrogación, una actividad del mental, la Unidad, como el Absoluto no pueden establecerse. Es en este sentido que las reuniones que llevan a cabo a las 19 horas tienen por objeto saturarlos de vibraciones y de llevarlos a vuestra responsabilidad, a vuestra verdadera Libertad. Entiendan que es exactamente lo que realiza el Arcángel Uriel, llamado Angel de la Reversión. Esto procurará una capacidad, más grande, para estar a la escucha y para superar lo que se presente en el ojo de la conciencia. Cuando esto se produce, la refutación es automática porque hay la experiencia.
Pregunta: Tenía la certeza interior que era capaz de aceptar serenamente la partida de un ser querido. Hoy, mi madre está a punto de morir y muy frecuente la tristeza me embarga. ¿Por qué queda todo este sufrimiento en mí?


¿Por qué no te permites vivir este duelo, a vivir esta pérdida y vivirla como una pérdida? Porque para la ilusión, es una pérdida. Este saco de alimento, que fue tu madre, va a desaparecer y tú permaneces. Hay una falta de algo. ¿Por qué impedirías que esto ocurra? Refutar no es impedir un evento. Creerse fuerte, porque se viven las experiencias de Si (o del Si) es muy, muy pronto para integrar este género de pérdida, este género de desaparición. ¿Qué es lo que esto muestra, sin ninguna culpabilidad? Es que el Si no es Eterno. Solo el Absoluto es Eterno. Si estás afectada, acepta mirar. No para criticar. No para situarte en alguna parte, sino simplemente estar lúcida de que la muerte te envía a tu propia muerte y por lo tanto te pide considerar de manera brutal: ¿qué es la muerte? ¿Cómo imaginas tu propia muerte? Si aceptas que lo que muere no eres tu sino, solo, este saco de comida y su conciencia, tu madre no ha representado más que una proyección sincrónica de ti misma (ella en su cuerpo) y la traducción de un cierto número de emociones que, desde la partida, son efímeros y no son reconocidos como tales. Por lo tanto hay una dependencia, un apego, un sufrimiento que están vinculados a la pérdida. Esto te llama simplemente a vivir la experiencia. A ver esto. El Si nunca puede superar la muerte (en todos los sentidos del término). Solo el Absoluto lo hace.

Porque la vida y la muerte están íntimamente vinculadas en la ilusión. En el Absoluto, no hay vida ni muerte. Mientras que no sean capaces de amar sin la presencia del que es amado, ¿cuál es este amor? ¿Por cuál razón habría una carencia para el que es Amor? De quien sea o de lo que sea. Los lazos familiares dicen bien lo que ellos quieren decir: son lazos. Estos lazos les tranquilizan, porque crean un sentimiento de continuidad, porque una madre se continúa en su hijo que a su vez, se continúa en otro hijo. Entonces el conjunto solo representa las proyecciones. ¿Es que tu sufrimiento va a durar más allá de un tiempo? ¿Es que será lo mismo dentro de 6 meses? Algunas veces sí, otras no. Es la ruptura, el sentimiento de pérdida que desencadena esto. Porque ¿qué es lo que cree que ha perdido algo, si no es el ego? Si tu cambias de mirada, verás que lo que tú Eres no sufre. Para un momento transitorio, has salido de la butaca y has entrado en el rol del actor y de la interacción con otro actor. 

Esta interacción no quiere decir nada, porque a quien has amado, como madre, en otro lugar, es un ser que ha sido tu atormentador. Por lo tanto estás influenciado y marcado por el instante, el instante del vínculo (aquí llamado creación o procreación). Hay necesariamente esta pérdida y el miedo de la pérdida, que está inscrita en ti. Porque el que sabe lo que es la muerte no puede ser afectado por la muerte de un ser querido. Al contrario, si piensa en la muerte deberá estar contento y feliz, porque el haya salido de la ilusión, mientras que tu, tu permaneces. ¿Dónde colocan el Amor? ¿Lo colocan en el vínculo y en la dependencia? O, ¿entonces lo colocan en el hecho de que un ser sea Liberado de la limitación, del encierro, de la ignorancia? Esto prueba también, que colocas tu punto de vista, pero del punto de vista del que parte, no en su sufrimiento sino en su próxima Liberación.
Ustedes imaginan la muerte como una pérdida. Pero la muerte es todo salvo una pérdida. Podría responderte que la vida es una pérdida, aquí. Sí, porque pierden el Absoluto. Allí está la verdadera pérdida. Mientras que consideren que la pérdida de vuestro cuerpo, de un vínculo, el que sea, los afecta, esto señala la personalidad, o el Sí. El que está realmente, en Absoluto, sabe muy bien que la muerte es un nacimiento. El verdadero nacimiento. No el que los conduce a proyectarse en este cuerpo en el cual habitan. Están invertidos, porque este mundo está invertido. Y sufren de la inversión cuando ella desaparece. Acepta el sufrimiento. Vívelo. Pero comprende en realidad el sentido, el apego que está detrás. Mientras que estés sometida a este género de reacción, acepta verlo, pero viendo más lejos que esto, porque esto traduce otra cosa que la simple pérdida afectiva de la que te ha nutrido y dado a luz.

Esto es mucho más que esto. Mientras que en los otros países, la muerte es una fiesta, hay un culto tal de la personalidad, de lo efímero, en este mundo, que ustedes festejan los nacimientos. Se regocijan cuando un alma está encerrada de nuevo. Lo quieren, incluso, como madre (encerrar las almas), porque están solos. Si van al objetivo de esta lógica, verán aparecer claramente, las carencias, la necesidad de llenarse de ilusiones. El instinto de reproducción que llama a la vida, solo es un llamado a la muerte. Ustedes son Eternos y son Amor. ¿Por qué disfrazar el Amor en cualquier nacimiento? O ¿la pérdida de un amor por una muerte? Conceptualicen y vivan que esto solo es un punto de vista y una posición y que, de esta posición, allí donde están, deriva el sufrimiento o el no sufrimiento. El sufrimiento no existe. Cuando mueres, ¿es que te llevas tu sufrimiento? ¿Es que el que ha sufrido en el momento de su muerte, es capaz de llevarse su sufrimientos, como sus alegrías a otra parte? Mientras que se coloquen ustedes mismos en lo efímero, cualquiera que sea este efímero (un hijo o un padre, en este cuerpo que es el vuestro), sufrirán, porque lo efímero es sufrimiento. No es cuestión de negar el sufrimiento sino de ver, claramente lo que se desarrolla. ¿Quieres simplemente que tus Samadhi y la Alegría estén alternados con el sufrimiento? O ¿quieres ya no ser tributario de todo sufrimiento? El sufrimiento nunca es ineludible. Solo está en resonancia con un punto de vista. No olviden que el sufrimiento, ante todo, es un proceso químico, que este sufrimiento sea físico o psicológico. La conciencia juega a sufrir. El Absoluto no puede sufrir. Incluso si el cuerpo es tocado. Y yo hablo de experiencia. Por otra parte, la expresión misma cuando dicen: « Estoy enfermo » « tengo cáncer », « tengo un duelo », ¿quién es el que tiene un duelo, o un cáncer? Este cuerpo. No ustedes. Pero están de tal manera apegados a vuestra persona que no ven nada más que vuestra persona.

Háganse la pregunta de por qué están apegados a lo efímero mientras que saben que es efímero y que lo efímero es necesariamente sufrimiento. ¿Le piden a un bebé si tiene el recuerdo, si está feliz de estar aquí? El está feliz ¿dónde? En el vientre. ¿Pero cuando el sale? Pedido para una muerte, si está muerto (pero no antes que el muera, sino después): ¿Es que el está contento?

Por lo tanto, ustedes proyectan sin parar, vuestros marcos de referencias, en relación a vuestra carencia. Reflexionen. Si no hubiera lugar para la carencia, en ustedes, ¿por qué manifestar algún sufrimiento para alguien que está Liberado? De hecho, vuestro punto de vista es egoísta. Ustedes carecen de amor y por lo tanto carecen de respeto para el que está en el Amor ya que el parte o ha partido. Y aman al que llega. Desde el punto de vista de la persona y de la lógica humana, familiar y social, esto es perfecto. Desde el punto de vista del Absoluto, está distorsionado. Es completamente a la inversa. Y ésta es la Verdad. ¿Qué es lo que experimentan cuando la falta del otro les llega? La falta de ustedes mismos, ya que el otro es ustedes. Entonces, es muy bello hablar de amor y decir que todo es Uno y de hacer la experiencia. Y viene una separación o una pérdida. ¿Qué es lo que manifiestan? El sufrimiento. La Alegría se esfumó. 

¿Por qué? Siempre lo mismo: a causa de la carencia. Y la carencia se inscribe como una subdivisión del miedo. Porque aquí sobre este mundo donde están, están separados, divididos y solos. Porque la personalidad vive esto. ¿Es que el Absoluto está solo? Es imposible pensar así. El Absoluto no está solo ni acompañado. Es Todo. En el Todo, no hay carencia. Son ustedes quienes están en carencia. Y buscan por todas partes, de hecho: por la espiritualidad, por la psicología, por esta búsqueda desenfrenada de ustedes mismos y olvidan que todo está allí. Y mantienen el espectáculo. El teatro, es eterno.

Juegan nuevamente los mismos actos, los mismos escenarios, los mismos sufrimientos de vida en vida. ¿Es que son ustedes esto? ¿Es que son este efímero, que se reproduce sin parar con las mismas carencias, los mismos sufrimientos, los mismos terrores? ¿Es este su punto de vista? Reflexionen. No son el sufrimiento. Esto no quiere decir ignorar el sufrimiento sino no estar identificado. El está allí. ¿Qué es lo que muestra?
  
No hay puerta de salida, ya no, excepto el Absoluto o la muerte. Pero no pueden refutar la vida o ponerle fin, porque el Absoluto contiene también esta vida, invertida. El Absoluto no está excluido de vida, incluso aquí. Es imposible. Aquí lo que dice la pérdida de un ser querido. Cualquiera que sea esta pérdida, es necesario ir más allá. Porque el sufrimiento no expresará en definitiva que, siempre y exclusivamente a la personalidad y sus carencias, sus frustraciones, incluso a través de lo que es llamado un vínculo de amor. 

Esto no es la Libertad. Atrévanse ir del otro lado, allí donde está la Eternidad, allí donde está la verdadera Libertad y la verdadera Alegría, la Risa, más allá de todas las circunstancias de esta vida, de este cuerpo. A ustedes les corresponde saber lo que quieren: ¿mantener el sufrimiento o ser el Absoluto?


Pregunta: refutar y decir: “Padre, pongo mi Espíritu entre tus manos ya que todo se ha cumplido”, facilita la Disolución?

¿Desde cuándo el Padre tiene manos? ¿Desde cuándo tienes algo que entregar, a quienquiera que sea? A través de la pronunciación de esta frase, tú te alejas de tu propia Disolución en el Absoluto puesto que consideras que existe un Padre (dónde sea que él esté situado). Mantienes por lo tanto el Sí. El Abandono del Sí no es entregar, alguna cosa al Padre, sino confiarse en otra cosa (más allá de toda forma, todo nombre y toda definición). No hay nada que hacer: permanecer tranquilo, apacible. Todo se desarrolla, sin ninguna intención, sin ningún rezo, porque el rezo considera que hay algo exterior. Es el principio y el fundamento mismo de todas las religiones que los llevaron a creer, a conceptualizar, algo inaccesible. El Padre: es la Fuente. La Fuente no es el Absoluto. Ahora, tú has como quieras.

Pregunta: Fue el Arcángel ANAEL quien nos dijo de decir esta frase en el momento último.

Para vivir el Sí, para establecer el Sí, pero no el no Sí. Para crear una identificación, llamada Comunión. Pero la Comunión no es la Disolución. Fusionar no es fundirse. Hay una diferencia. La llamada misma que creas, crea una demanda y una falta. El Absoluto no puede ser ninguna falta.

Pregunta: Ud. dijo: “nada puede durar de lo que se inscribe en el tiempo de este mundo, salvo lo que no se mueve, que es inmóvil”. ¿Y eso se revelará solamente por la refutación y la interrogación de“Quién soy yo?

Encuéntrame una cosa que no se mueva, en este mundo que gire en torno a algo. Es una vista del espíritu. El Centro no puede estar en este mundo. Está por todas partes, pero más allá del Todo. El tiempo, es el espacio. En cuanto sales del tiempo, la ilusión, es hacer creer que hay un tiempo separado de un espacio, y un espacio separado de un tiempo, creando la distancia. Eso no existe. El Centro no es ningún tiempo. O entonces, es todos los tiempos, pero en el espacio (que es el tiempo). La separación del tiempo y el espacio es parte de la ilusión. Cuando eres Absoluto, el tiempo no existe. Él es el espacio, ese espacio donde no tienes a nadie más, donde no eres más una persona, ni un individuo, y donde no eres más un individuo: tú eres el Centro, el Absoluto. Y allí, te es dado a percibir (más allá de toda percepción puesto que te has fundido dentro), el azul-noche y miles de millones de estrellas. Allí, tú no te mueves. Estás en ninguna parte y por todas partes. No puedes estar limitado a ningún tiempo o algún espacio. Sólo el ego mantiene el tiempo porque lo que se mueve, lo que es efímero, se inscribe en el tiempo, siempre (que eso sea esa bolsa de comida, tus pensamientos, tus afectos, lo que ellos sean).

Pregunta: ¿Es deseable pasar por la Fusión con mi Padre y la Disolución en sí mismo para devenir Uno, y solamente después de esto, pretender el Absoluto pero?

Pretender el Absoluto no permite ser Absoluto. Sólo desde que abandonas todo lo que crees ser (e incluso el Sí), es que penetras en la no conciencia (o a-conciencia). Los mecanismos de Disolución son, ante todo, el Abandono del Sí, el Abandono del Yo Soy. A partir de este momento, aparece un Doble.

Cualquiera que sea, no lo personifiques (mismo si él está encarnado), porque el encuentro permite el Absoluto. Si era capaz de fusionar con una brizna de hierba, vivirías exactamente lo mismo. Por razones de conveniencia, tú eliges, en general un dios (cualquiera que sea), un mejillón u otro Ser. En realidad, no lo eliges: es el que aparece por tu propia resonancia, como una imagen en espejo. Mientras no realices el Sí (si fuera el caso), es preferible elegir una imagen. Pero viene un momento en que la imagen misma, debe fundirse (como tú te fundes). No hay necesidad de entidad, ni de ti, por otra parte. Es necesario salir de la visión que trae todo, hacia sí. El pensamiento ha sido hecho así (el mental también), y ustedes tienen necesidad de verse. Pero mientras crean verse, a través de algo exterior a ustedes, ustedes no se ven.

Por lo tanto: no es necesario traer nada a sí, es necesario dar el Sí. Mientras exista una experiencia, una sed de experiencia, exista una contemplación del Sí, del Yo Soy, el Absoluto no se devela. Para muchos, eso es muy difícil.

Pues, en esos casos, permanezcan en el Sí. En cualquier caso, mantente tranquilo. ¿Ya que quién juega el juego de querer jugar algo? Sé el espectador, si no puedes salir del teatro. Pero no seas el que desempeña el papel. Olvida, completamente. Sea lo que sea que te diga tu ego (que eso es nulo, que eso es terrible), no es verdad.
  
Pregunta: ¿Si en Sí, hay aún modelos, creencias, es necesario hacer una introspección con el fin de desalojarlos cuando se ocultan en el inconsciente, con el fin de refutarlos?

¿O esperar que aparezcan durante la vivencia? La refutación no debe concernir a lo que buscas. ¿Si buscas, en lo Mío, lo que es inconsciente, qué es lo qué pasa? Tú le das un peso, una verdad, que no existe. Lo que aflora, lo que remonta, como pensamiento, debe refutarse, pero no ir a buscar lo que no aparece. Si no, vuelves a caer del Sí en el Yo, y cultivas la personalidad.

Ninguna acción sobre la personalidad permite salir de la personalidad. Es el ego que cree eso. La refutación, es interesarse en lo que se manifiesta en el Sí o, eventualmente, en el yo pero no vale la pena entrar en el yo. Si tú le concedes crédito, lo revalorizas, juegas el juego de la dualidad, considerándote como si fueras una sombra. Pero no eres la sombra de ti mismo: eres Luz y Amor. Nada de otro. Todo lo que aparece en la conciencia es una sombra. ¿Por qué ir a despertar lo que duerme y que no existe? ¿Para volverlo
consciente? ¿Y mantener el yo?

Pregunta: ¿Mis actividades, mi trabajo, son incompatibles con el develamiento del Absoluto si eso alimenta la dualidad, la ilusión o incluso el encerramiento?

¿Te das cuenta el número de yo que has pronunciado (mi trabajo, mi actividad)? ¿Quién te ha dicho de dejar cualquier cosa? ¿Quién te pide eso?

Comienza por suprimir los yo y los mí. Tú te has identificado. Más allá del cuerpo, tú te identificas con tus acciones, con tu vida. No puedes poner fin a tu vida, puesto que no eres tu vida. No es tampoco suprimiendo lo que es aparente, que vas a podar, o vas a encontrar de esta forma, lo que sea. Te invito a escuchar de nuevo tu pregunta para ver cuántas veces hay, mi vida, mí, mío, yo. Es sólo eso. Refuta eso y no te ocupes más. No eres lo que se desarrolla. Deja vivir la vida que se vive. Deja el trabajo hacerse. No eres el trabajo que se hace. Eso es lo que digo. No dije que era necesario dejar alguna cosa. No hay ningún obstáculo al Absoluto, si eso no es tú misma.

Pregunta: ¿Podría hablarnos del lenguaje y el silencio, en su vínculo con el Absoluto?

El lenguaje es lo propio de esa bolsa de comida. La conciencia es una secreción de esta bolsa, tal como la llaman. Incluso el yo Soy: ¿en qué se convierte cuando esa bolsa ya no está allí? Crees tú que va a poder pregonar: ¿“Yo Soy”, del otro lado, sin cuerpo? Eso es una ilusión. Luego, el silencio y el lenguaje. ¿Qué es, lo que es el lenguaje? El espacio entre dos silencios. No hay silencio. ¿Hay solamente el hecho de estar tranquilo porque, quién puede decirte que hay en el silencio? Puedes hacer el silencio de las palabras.

Puedes hacer el silencio de los sentidos. Pero el cuerpo está siempre allí y tú estás siempre dentro. Eso es justo una primera fase de la introspección, que va a hacerte vivir una aproximación del Sí. El Absoluto no tiene nada que hacer del lenguaje. Porque incluso el Yo Soy es un sonido. Un sonido primordial, el que aparece también en Absoluto, en este azul oscuro y sus estrellas (que no lo son). Por supuesto que puedes trabajar sobre el Sí, reforzarlo por la meditación, y por el silencio. Pero todos esos no son más que juegos. El lenguaje es un obstáculo. Lo más importante es permanece tranquilo. Si te olvidas de ti mismo, el Absoluto está allí: sin buscar nada, sin pedir nada, sin buscar zonas de Sombra, sin buscar una Fusión (se produce por sí mismo).

Deja a ese cuerpo vivir su vida. Déjalo hablar, si él quiere. Déjalo hacer silencio, si él quiere. Pero tú no eres ni el lenguaje, ni el silencio. Eso pertenece a la ilusión. El lenguaje es creado por la bolsa de comida: es una frontera de la conciencia. El silencio también.

Pregunta: ¿Una extensión del vacío, una paz, un éxtasis, permite al Absoluto develarse si uno se borra completamente de ese estado?

Sí. A partir del momento en que consideres que no eres la experiencia que vives, en que refutas esta experiencia (sin querer extraerte sino constatándolo), entonces, el Absoluto está allí. Ya no podrás hablar más de una experiencia. La experiencia pertenece siempre al Sí, a la Presencia, o al Yo Soy. ¿Porque si no había observador que viva la experiencia, que quedaría como experiencia?

Ninguna. Es el Sí que juega por Sí mismo y consigo mismo. Eso es muy seductor porque la conciencia no es más que una experiencia. Y cuanto más las experiencias aparecen, más la conciencia se alimenta. ¿Cómo quieres tu, en ese caso, llegar a ser lo que tú ERES? Hay experiencias que no puedes reproducir. Y por otra parte, esta clase de experiencia ocurren siempre de improvisto, sin avisarles, si no es así ustedes no lo vivirían, por miedo. Así, no te extraes de nada. Refútalo, y permanece tranquilo. Deja venir y constatarás que hay algo que está detrás del observador, detrás del que dice: “vivo una experiencia y un éxtasis”. Allí, estás en la buena vía porque permaneces tranquilo. Si aceptas que no eres tú quien vive la experiencia (sino él Sí), entonces, el Absoluto está allí.

Pregunta: Una de sus intervenciones me pareció límpida. Creí comprender que el Absoluto se revelaba a nosotros, solamente cuando no se comprendía ya nada. ¿Cómo es eso?

El día en que comprendas que no puedes comprender nada, el Absoluto estará allí. Va más allá de lo que se comprende porque comprender, es asir, es apropiarse, es justificar, es explicar. El Absoluto no puede ser, ni comprendido, ni justificado, ni explicado. Y no es una experiencia. Entiende (como en la pregunta anterior), que hay siempre una conciencia que observa. Ve más allá del observador. No eres el que observa la pieza, ni incluso el sillón donde está sentado. Es necesario salir del teatro, para concluir que no hay teatro. Pero el hecho de salir no es una acción: es una inmovilidad completa donde tú eres el centro de todo. Es el cubo de la rueda. Eso que digo no es para ser comprendido. Justamente. Cuando eso aparece como límpido, eso ya no es el cerebro. A veces es el Sí. Es la inmediatez de lo que entiendes que crea el sentido, pero va más allá del sentido. Más allá de lo que es comprendido.

Acepta que de este lado (aquí donde estás) eres ignorancia, y que todo conocimiento es ignorancia. Suelta tus conocimientos, y ahí considerarás (ya que es la verdad total), que tu eres ignorancia. Porque yo podría preguntarte: dime ¿quién Eres tú? ¿Qué habrías de responderme? Lo que sea que comprendas, el Absoluto es inmóvil (que él esté en esa forma efímera) o que él no esté en ninguna parte. No hay experiencia ni comprensión. Es un estado más allá de todo estado. Desde que comprendes algo, tienes la impresión y te aparece claro, que tú lo conoces. Sin embargo no puedes conocer algo que es exterior a ti. Es necesario superar eso. El Absoluto no es una comprensión, bien al contrario. Tampoco es una experiencia. Tampoco es un estado. Es el Último.

Pregunta: He vivido la fusión con la naturaleza. El resto en el entorno era un decorado. El Velo de la ilusión se desgarró y apareció la blancura de la Luz. ¿Qué era eso?

Eso se llama la Infinita Presencia. Es el momento (como tú lo dices) en que el velo se desagarra. Es de alguna manera (si puedo expresarlo así), la antesala del Absoluto. Simplemente (como lo dices) fue una experiencia. Para el Sí es una etapa. Ella es respetable. La cosa a realizar, no es a conmemorar, ni recordarla, sino observar, más allá de la experiencia y de la memoria de ésta.

¿Quién eres tú? ¿Hazte la pregunta; quién soy yo? ¿Soy el observador que ha visto ese Velo desgarrarse? ¿Es que yo Soy la Luz que he visto? Tú no puedes ver lo que tú Eres, de ninguna manera, cuando la experiencia puede reproducirse. Si ella se reproduce (y ella se reproducirá), va más allá de lo que tu observas. Es la única manera de hacer desaparecer el observador. Como lo dices: es un decorado. Pero va también más allá del decorado. Es una fase previa. Lo que puedo decirte por eso; olvida esta experiencia, ella ya tuvo su efecto. Ella tendrá todavía más efecto. Recuerda: Que no eres jamás las experiencias que vives, mismo si la conciencia está ávida de sus experiencias (si es posible luminosas y no oscuras). Te aliento, por lo tanto a sobrepasar la experiencia.

Pregunta: ¿La memoria que se licuó es una ayuda para superar el juego del mental o es un juego, una recuperación del ego?

No. El ego tiene necesidad de la memoria. Observa el niño que es virgen. No está afectado por memoria alguna, al menos tan joven. La memoria está vinculada al tiempo y a su separación con el espacio. ¿Tiene la memoria de lo que eras antes? La memoria no te es de ninguna ayuda. Entonces, alégrate. Verás que si tu memoria desaparece, ¿qué es lo que queda? El Absoluto. La memoria pertenece a este mundo. Ella hace parte de la experiencia. Eso no es la vida. Por lo tanto alégrate.

Pregunta: No experimento ya los Estados de Beatitud que me ayudaban a vivir. ¿Debo renunciar a esos Estados, para estar en el Absoluto? Tengo la impresión de perder el contacto con lo que llamaba el Divino. ¿Eso quiere decir que debo refutar ese estado, o quizá el Sí?

Si lo has refutado (o que no lo hayas refutado), constatas que ya no está allí. Tú mismo dices que era una ayuda, para soportar. Pero el Absoluto no necesita ninguna ayuda, ni de ser soportado por algo. Porque es lo que tú ERES. El Absoluto es Beatitud, pero no ayuda a soportar nada, porque tu naturaleza es ser la Beatitud. Y no de vivir la experiencia de la Beatitud. Por supuesto, que eso debe desaparecer de la experiencia, para que eso pase a ser realmente, lo que tú Eres. Ya lo dije: ¿la Vibración, el Samadhi, las salidas del cuerpo, todo eso representa qué? El Sí, la a-conciencia. Ir más allá de la conciencia: es no tener ya conciencia, ni memoria, ni Vibración, ni nada. Cuando eso llega, o tú te afliges (y es el Sí que se aflige), o estés de acuerdo y todo se desplegará, para ti, sin esfuerzo. Eso probará, de algún modo, que has renunciado. Hay, realmente, un Abandono del Sí. Has construido el Yo Soy. Has vivido el Yo Soy. Es hora de sobrepasar eso. Es lo que se produce. Entonces, acoge. Y no tendrás ya que soportar la vida. La Vida se desarrollará. Estarás aquí (en este cuerpo), pero también, por todo en otras partes. Ya no serás afectada por la repetición de este tipo de experiencia o su desaparición. No debes alimentarte con la Luz, sino Ser la Luz. Es lo que tú ERES. Entonces, el ego va a inventarse sombras, proyecciones, experiencias. Él llama a eso, el Divino. Pero cuando eso desaparece, estás madura.

Pregunta: ¿Qué son los Leilas del Señor?

Es un juego. Es la escena de teatro. La vida es juego. A veces, tienen papeles de comediante, otras veces papeles de verdugo, algunas veces papeles de víctima. A veces son felices, otras son infelices. Pero son estos juegos, precisamente, que mantienen la conciencia, el Yo Soy o el Ego. Los Leilas del Señor: es ir más allá, es decir, reconocer lo que pasa. Es considerar que el mundo no es más real que tu. Es el decorado que está allí, que permite a la conciencia manifestarse. Porque, sin manifestación, no habría conciencia (cualquiera que sea esta manifestación). Porque la manifestación es siempre una expresión y una proyección, al exterior (cualquiera que sea este exterior). Entonces, son juegos. La conciencia juega a observarse. El Absoluto no es consciente.

Pregunta: ¿Ignorar sus pensamientos es una manera de dar, aún, peso a su mental?

No, en absoluto.

Pregunta: ¿Es que no había identificado, que alimentaba mi yo y que tendría que conocer hoy?

¿Si algo no está allí, si tu conciencia no lo vive, por qué quieres tú que te responda de manera precisa sobre tu inconsciente? ¿Quieres que alimente qué? Hazte la pregunta: ¿estás aún observando, si no es tu propio ombligo? No es necesario jugar con los miedos. No hay nada que cavar porque si cavas un agujero: te caes dentro. Es, hasta cierto punto, lógico. No vayas a buscar lo que no te pide nada.

Pregunta: ¿Cómo permanecer calmo, inmóvil y tranquilo?

Permanece tranquilo. ¿Qué quieres tú que te diga? Porque si te doy algo a hacer (un consejo), estarás aún menos tranquilo. Persigues un objetivo que no puede existir. Sal de ti mismo. Y, no te observes el ombligo y ese cuerpo que tiene necesidad de moverse. El expresa miedo. ¿Quieres saber cuál es este miedo? Eso no sirve de nada, si no es de reforzar el ego. Olvídate, tu también. Participas del movimiento, porque te identificas al movimiento. ¿Mientras creas que eres el movimiento de ese cuerpo, que se mueve sin parar o de estos pensamientos que surgen, cómo quieres estar tranquilo? Y si quieres oponerse a eso, hazte la pregunta: ¿quién se opone? Siempre el yo. El Absoluto no se opone a nada: él está, más allá del Ser. Él es el no ser, el no Sí. Por lo tanto, ninguna técnica del Sí o del yo puede solucionar lo que me pides. Eres tú quien debe cambiar el punto de vista. Eres tú quien debe desplazarse del movimiento. Porque si añado otro movimiento: ¿qué va a pasar? El Absoluto estará aún menos allí. Es así, no puedo alimentarte.


Pregunta: ¿Vivir la Disolución, Fusión, Disolución con su Mónada, corresponde a realizar la Disolución del Sí? Realizado esto, entonces, ¿las condiciones son ideales para vivir el Absoluto?

No existe ninguna condición al Absoluto. El Absoluto no es una etapa, ni una realización. No obstante, el Sol, o una brizna de hierba, pueden permitirte realizar eso más fácilmente, ¿por qué? Porque la conciencia no es ya tributaria de esa bolsa de comida. Ella misma se concibe, existente fuera de esta bolsa, es el “Yo Soy”, el Sí. El error sería creer que hay condiciones, preliminares: allí no hay ninguna. Buscas, a través de conceptos (a través del mental), porque tienes que colocar conceptos y apoyarte en ellos. Y eso, eso formará siempre parte de la experiencia. En cuanto buscas, ya estás en el error, porque no hay nada que buscar. Buscar, es salir de la tranquilidad, es reactivar el juego de la experiencia. Ahora bien, toda experiencia debe cesar. Incluso lo que nombran Mónada o Doble o brizna de hierba, llega a ti cuando estás listo. No eres tú que va hacia él, si es así, es un deseo, es aún una experiencia. No te ocupes tampoco de eso, para de poner conceptos o condiciones. No puedes salir con la reflexiones, es imposible: toda reflexión es un espejo del yo o del Sí, y nada más.

Pregunta: ¿Debe uno alegrarse cuándo no vive ninguna experiencia?

Sí, e incluso cuando duermes.

Pregunta: Yo ya salí del teatro, pero para encontrar un segundo decorado. ¿Qué es lo que pasa?

No te alegres: sustituir a un teatro por otro teatro no sirve de nada. Es aún una experiencia, como tú mismo lo dices. Es necesario cesar las experiencias. Por supuesto, se producen porque la conciencia sólo es experiencias, cualesquiera que sean. Sustituir un teatro por otro teatro, no sirve de nada. Hay un momento en que todos estos juegos deben cesar. Es la avidez que crea la experiencia.





Constatarás que en el momento en que no hay ya ninguna avidez, ninguna espera, ningún deseo, todo llega. Pero no una experiencia. El Absoluto no se nutre con ninguna experiencia. Las contiene, que no es la misma cosa. Es necesario expulsar la avidez, el deseo. Repito, permanece tranquilo, no te canses con salir de un teatro para entrar en otro. Que sea más bonito o menos bonito, no cambia nada. Toda experiencia es del orden de la avidez o del deseo. Consciente o inconsciente: eso no tiene ninguna importancia. El deseo no es más que la expresión, o de ese bolso de comida, o del alma, pero sigue siendo solo un deseo. A partir del momento en que no hay ya ningún deseo, el Absoluto está allí, porque es lo que tú Eres. Tú no Eres un deseo y aún menos una experiencia. Hasta que aceptes soltar todo: Abandonar el Sí. Mientras él viva experiencias, incluso si se acerca o da la impresión de acercarse, el Absoluto no está allí. En todo caso, tú no estás allí. El Absoluto, ha estado siempre allí.

Pregunta: Esto no estaba vinculado a una voluntad de experimentar, pero se produjo espontáneamente cuando entré en el sonido.
¿Y más tarde? La experiencia, incluso que no te interesa, no es más que una proyección de tu conciencia. El sonido desemboca en el Absoluto, si no desemboca en una experiencia. Sobrepasa la experiencia. Y no me digas que no lo has querido, porque nada se produce si no deseas nada. La palabra avidez es justa porque si hay experiencia, hay deseo. O entonces, la experiencia debe ser, precisamente, la pérdida de toda referencia, y no otra referencia. No hay movimiento en el Absoluto. Toda experiencia no surge de ninguna parte, ella se construye en alguna parte. Que vean elefantes rosados o un teatro, no cambia nada: es siempre una proyección. Hasta que el decorado desaparezca completamente, es cuando el Sí desaparece también, no antes.

Pregunta: ¿Cuándo uno entendió que es necesario estar tranquilo, ya no hay más preguntas a plantear?

¿Eres tú Absoluto?

No. Yo no sé nada. Sí, ciertamente.

¿Qué es lo que se mueve, en estas respuestas, si no es el ego? Ya respondí a una pregunta, detenidamente, a alguien que no tenía preguntas. La cuestión no existe más que la respuesta y por lo tanto no es un juego.

Pregunta: ¿Cómo soltar todo y abandonarse a la Simplicidad?

Reconociendo lo que Eres: Absoluto. No hay nada que dejar. Quién plantea la cuestión, si no es el ego. ¿Quién cree que debe liberar algo? Permanece tranquilo, eso no es liberar nada: es refutar. Mientras pretendas soltar algo, es que consideras, por supuesto, que hay algo que soltar. ¿Qué quieres dejar, puesto que Estás ya, suelto?

Pregunta ¿Podrían volver sobre el concepto de Absoluto inclusivo y la necesidad de no negar la ilusión?

Concebir que eres una ilusión, por lo tanto efímero, no hace sin embargo desaparecer lo efímero: el desaparecerá por sí mismo. No tienes que poner fin a este cuerpo: él está programado para desaparecer. Eso es cambiar de punto de vista, simplemente. Cambiar de punto de vista, expresa la Verdad y la Realidad. Mientras te asignes a este cuerpo, estos pensamientos, esta vida, estás en el punto de vista de éste cuerpo, ésta vida, estos pensamiento o en esta experiencia. Pero no eres ni la experiencia, ni el cuerpo, ni el pensamiento porque todo eso pasa. Acepta simplemente eso, no tienes ningún medio de actuar sobre la ilusión porque, a partir del momento en que varias conciencias existen, ellas crean una ilusión común que llaman mundo. Vive lo que tienes que vivir, con entusiasmo, con pasión, si quieres, pero no sea eso. No hay nada de incompatible en lo que digo, excepto para el ego. Tú no Eres ese cuerpo, no más de lo que Es este Mundo. Sólo existe porque estás ahí insertada. ¿Quién es responsable de esta inserción? ¿Tus padres? ¿Tú conciencia? ¿Quién? Si llegas a ver, sin ver, más allá de todo eso, has cambiando el punto de vista (no te pido creer esto que te digo, sino de colocar tu conciencia en el buen lugar), entonces el decorado desaparecerá, y la Luz estará allí. Y en la llamada etapa Última, entenderás qué es eso y que la ilusión se incluye en eso. Sólo es el juego de la conciencia. El propio Absoluto no puede verse a sí mismo. Es lo que tú Eres.

Pregunta: ¿Si no se encuentra el Absoluto en nuestra vida, qué es lo que pasa más tarde?

La conciencia existe aún y en consecuencia se proyectará.

Pregunta: Usted precisó que el silencio es una cuestión. ¿Puede responder sobre eso?

Sí. Las palabras que, hoy, pueden parecerles desprovistas de sentido, la opinión, el punto de vista. Y sobre todo “permanecer tranquilo”: todo está contenido dentro. El Absoluto es eso.

Pregunta: ¿Colocar su conciencia en el buen lugar es colocarlo a nivel del Absoluto?

No, tira eso. Poner la conciencia es una atención. Eventualmente, puedes servirse del sonido. Tú te apoyas en el Yo Soy, pero no es el Yo Soy, es el no Sí. Cambiar de mirada, esto no es colocar la conciencia en cualquier parte, precisamente. Es ya no colocarla, ya no experimentar. Hasta cierto punto, al entrar en el silencio de la conciencia. La opinión cambiará por sí misma, sin tener que poner alguna cosa.



Pregunta: ¿Es necesario dejar el sonido penetrarnos?

Pero, si tu Eres el Sonido. Si consideras que un sonido te penetra, consideras al sonido, exterior a ti. Por lo tanto, la opinión y la mirada no son buenas.

Pregunta: ¿Es normal tener la impresión que mi cuerpo no me pertenece?

¿Pero como querrías qué tu cuerpo te pertenezca?

Pregunta: ¿Cuándo se tiene la impresión de ya no existir, es una experiencia del Absoluto?

Tienes tú mismo la respuesta: es una experiencia. El Absoluto no es una experiencia. Eso comienza a entrar. Estás allí. Siempre lo has estado. Entiende y libera todo. No hay nada que soltar.

Pregunta: Cuando uno lo siente…

¿Quién siente?

Pregunta: ... una presencia a la izquierda, ¿cómo vivir esta resonancia?

Ella está allí, puesto que la sientes. ¿En este cara a cara (que es, un lado a lado), qué va a pasar? El Absoluto. A partir del momento en que no eres ya tu, y que tú Eres lo que está a tu lado, en este frente a frente, compruebas que no hay nadie en frente puesto que ni uno ni otro son verdaderos. Son, precisamente, esas condiciones que muestran, lo que ustedes Son. Es un descubrimiento y no una experiencia porque, cuando eso Es, en ese momento, tú sientes. Después, lo experimentas. Después tú lo vibras. Después tú, fusionas. Y después, el Absoluto. Pero esto no es un después, eso ha estado siempre allí. Simplemente, tu conciencia no se ha desplazado suficientemente y cuando se haya desplazado suficientemente, desaparecerá. Todo eso les fue explicado por los Arcángeles, los Ancianos, las Estrellas. Les digo la misma cosa. El Absoluto no conoce la distancia. Hasta cierto punto, es el cara a cara del Sí al Doble, que viene a poner fin a la distancia. Eso no es una experiencia.

Pregunta: ¿Y si se vivió una experiencia de Fusión con el Doble, pero que es parcial?

Es como un examen, hay parciales, ¿es que tú comprendes?

-No

Tanto mejor.


Pregunta: ¿Volverse el Sonido y el temblor, al mismo tiempo, eso es justo?

Desde un cierto punto de vista, se puede decir que despegas. Por lo tanto permanece tranquilo. Eso es justo. Es la Presencia Infinita. Es necesario ir más allá, pero está bien.

No tenemos otros cuestionamientos, le agradecemos.

Entonces, callémonos. Esto fue una felicidad para BIDI. Y una felicidad para ustedes, aunque no lo comprendan. BIDI les saluda y les digo hasta la próxima vez.